http://dx.doi.org/10.19137/qs.v26i3.6900
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Sección Debates, Ensayos y Comunicaciones
Algunos apuntes y reflexiones sobre la Historia reciente en Quinto Sol
Gabriela Águila
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Universidad Nacional de Rosario. Investigaciones Socio-Históricas Regionales
Argentina
Correo electrónico: gbaguila@gmail.com
Hasta comienzos del siglo XXI los estudios sobre el pasado reciente argentino habían tenido un muy escaso desarrollo en el ámbito historiográfico local. A diferencia de la Sociología o la Ciencia Política, en el campo de la Historia como disciplina primaban amplias y explícitas resistencias respecto de la investigación sobre un pasado que se consideraba todavía “abierto” (en particular, los acontecimientos y procesos acaecidos durante los años ‘60 y ‘70) y, por ende, no apto para ser indagado por las y los historiadores profesionales.
El lugar marginal que tuvieron los estudios acerca del pasado reciente en la historiografía argentina –tanto como quienes se dedicaban a ello– comenzó a cambiar luego de la crisis de 2001-2002, lo que se explica en gran parte por las demandas sociales y las urgencias de la coyuntura, que interpelaron también a la Historia como disciplina e impulsaron a las y los historiadores a brindar claves explicativas sobre lo que acontecía. Por su parte, y casi en el mismo momento, se producía la irrupción de la memoria como objeto de estudio, lo que dio lugar al desarrollo de una fructífera línea de indagación y reflexión respecto a los “pasados que no pasan”. Las dos décadas que siguieron fueron el escenario de un sostenido crecimiento de la producción académica, del ingreso de nuevas camadas de investigadores e investigadoras y de los espacios donde se producía, reflexionaba y debatía sobre la historia y la memoria del pasado más cercano.[1]
La atención se dirigió en particular hacia ciertos temas y momentos o subperíodos de la segunda mitad del siglo XX, cuyo tratamiento había sido soslayado y/o asociado con la práctica de la historia “militante” (definida así por oposición a la historia “profesional”): entre otros, los procesos de conflictividad social y radicalización política que atravesaron las décadas de 1960 y 1970, el estudio de la clase obrera y sus luchas, en particular, de las experiencias clasistas y combativas, así como de las expresiones de la “nueva izquierda” y la actuación de las organizaciones armadas. A la par que los análisis referidos a la memoria adquirían una innegable centralidad en la historiografía y las ciencias sociales, el interés se volcó tanto hacia el estudio de las experiencias individuales y colectivas de hombres y mujeres involucrados en la militancia y las luchas de esas décadas, como a las memorias de las víctimas y/o las representaciones del terror de Estado las que, concomitantemente, impulsaron el desarrollo de investigaciones sobre la última dictadura militar y las dinámicas represivas.
No obstante el lugar destacado que ostentaron –y todavía ostentan– cada una de esas problemáticas, apuntaré brevemente que en los últimos años y al compás del aumento de la producción científica y del creciente desembarco de historiadores e historiadoras profesionales en el campo de la Historia reciente, se ha verificado una ampliación de los períodos analizados así como se han diversificado los temas de interés, se multiplicaron los estudios de caso y, al menos en el ámbito de la Historia como disciplina académica, la memoria ha perdido centralidad como vía de entrada fundamental para el estudio del pasado reciente.
Vincular estos desarrollos con la historia de Quinto Sol podría ser una empresa fallida, en tanto requeriría dar cuenta en forma cabal de la vida y los cambios experimentados por la publicación en estos últimos veinticinco años, de los que tengo solo registros parciales. Sin embargo, hay algunas cuestiones que refleja la trayectoria de la revista que permiten articular ambos itinerarios, a sabiendas que la selección aquí realizada probablemente no sea del todo justa o representativa de la proyección y del impacto que los textos mencionados pueden haber tenido de las distintas líneas de investigación (y sin considerar que, probablemente, sus autoras y autores elijan ubicarse en otros campos o subcampos disciplinares).
Uno de los elementos a señalar refiere al momento en el que comienzan a publicarse artículos centrados en aquel tramo del pasado cuyo estudio reclama para sí la Historia reciente. Aunque la revista tenía una larga trayectoria iniciada en 1997 (de otra parte, muy volcada a la publicación y difusión de trabajos que se ocupaban de la historia indígena, la historia social y económica pampeana, y la historia agraria, en una temporalidad que no superaba la primera mitad del siglo XX), se observa que fue hacia fines de la década del 2000 y comienzos de la de 2010 –el momento en que la Historia reciente se afirmaba y se legitimaba en el ámbito historiográfico nacional– cuando se incluyeron en Quinto Sol algunos artículos referidos a actores y procesos sociopolíticos acaecidos en la segunda mitad del siglo XX, y sobre problemas que ya eran centrales en ese campo de estudios, como las relaciones entre la historia y la memoria.
Esta tendencia se fortaleció en los años siguientes, a la par del creciente auge y la profesionalización de la Historia reciente: la revista (que había cambiado su periodicidad y formato de publicación y estaba ciertamente mejor ubicada en los indizadores de revistas académicas) se convirtió en un espacio al que volcaron parte de su producción investigadores e investigadoras de distintas trayectorias, también becarios y becarias que ingresaron al sistema científico-técnico para realizar su formación doctoral o postdoctoral con temas de Historia reciente, en particular durante la década del 2010. Y ello ha sido así hasta la actualidad: sin hacer estadísticas muy precisas, al menos desde el número editado en 2011 y hasta 2022, casi todos los años se han publicado entre dos y cuatro trabajos referidos a temas que pueden ubicarse en el campo de la Historia reciente, y llegó a seis artículos por año en 2020 y 2021 (un dato que podría explicarse por crecimiento de la producción tanto como por los tiempos editoriales y la organización de los distintos números).
La otra cuestión refiere a los temas que trata este nutrido grupo de trabajos, cuya unidad está dada fundamentalmente por el tramo del pasado en el que se centra –a grandes rasgos, entre los años ‘50 y los ‘90– y menos sobre el tipo de abordaje que caracteriza a cada artículo y que incluye perspectivas de historia social y de los movimientos sociales, historia política y/o de organizaciones políticas, historia de las ideas e historia intelectual, trabajos construidos desde distintas escalas de análisis (la historia regional o local, el análisis de casos, la historia comparada), problemas de historia y memoria, entre otras. Examinemos algunos de ellos.
Como he afirmado, desde comienzos de los años 2000 la memoria se convirtió en objeto de análisis y reflexión asociada, centralmente, al carácter socialmente “traumático” de las violaciones masivas a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura y a sus conexiones con el presente, tal como lo ilustran los trabajos publicados entre 2009 y 2012 por Quinto Sol: “Memorias para armar. Las conmemoraciones del 24 de marzo en escuelas primarias del conurbano bonaerense”, de Gonzalo de Amézola y Claudia D’Achary, (2009); el texto de María Paula González (2012) “Historia y memoria del pasado reciente en la escuela: una mirada a la propuesta oficial” y la entrevista al historiador Federico Lorenz realizada en el marco del año del Bicentenario y publicada en 2011, donde reflexionaba sobre las relaciones entre memoria e historia, las conmemoraciones y la enseñanza de la historia, y los usos del pasado. Tales cuestiones han tenido lugar en las páginas de la revista hasta muy recientemente, como lo ejemplifica el artículo de Laura Schenquer y Lucía Cañada (2020) titulado “Monumentos, marcas y homenajes: la última dictadura, los usos del pasado y la construcción de narrativas autolegitimantes (Buenos Aires, 1979-1980)”.
La temporalidad de la Historia reciente ha sido muchas veces un motivo de controversia, si bien es de uso extendido que las investigaciones se ubiquen en el período que se abre en 1955, es decir en el posperonismo clásico y se extiendan –en tanto se trata de una historia del tiempo presente– hasta nuestros días. Sin embargo, en una alta proporción, los estudios se concentraron en las décadas de 1960 y 1970, y en algunos temas cuya presencia se reflejó en las páginas de la revista.
Estas líneas están representadas en artículos que abordan temas como las organizaciones político-militares, ver Rocío Otero “Montoneros y la resistencia: identidad política y estrategia de lucha (1970-1980)” de 2019); el movimiento sindical y el movimiento estudiantil entre las dos dictaduras de los ‘60 y ’70, ver Darío Dawyd (2014) “Corrientes y nucleamientos del sindicalismo opositor peronista. Entre la CGT de los Argentinos y el regreso de Perón, 1970-1973”; Mariana Mendonça, (2019) “¿Qué hacer con los universitarios? La política universitaria en transición. Entre el autoritarismo y la construcción del diálogo (1966-1971)”; Mariano Millán y Juan Califa (2021) “Las luchas estudiantiles en Tucumán entre dos golpes de Estado, 1966-1976”. También sobre discursos, ideas y representaciones en las derechas y las izquierdas del período, entre los que se cuentan el artículo de Martín Vicente y Sergio Morresi (2017) que estudia a los liberal-conservadores: “El enemigo íntimo: usos liberal-conservadores del totalitarismo en Argentina entre dos peronismos (1955-1973)” y el de Valeria Galván (2017) “Cambios y continuidades en los conceptos de democracia y liderazgo político en la biografía intelectual de Marcelo Sánchez Sorondo”, o los trabajos de publicación más reciente de Esteban Campos (2021) “Enemigos íntimos. Percepciones del marxismo y las izquierdas en Tacuara y sus agrupaciones derivadas” y el de Valeria Caruso (2022) “Entre el GAN y Trelew, alcances y significaciones de los conceptos socialismo nacional y peronismo”.
En una dimensión conexa, una línea que mostró un fuerte desarrollo en el campo de la Historia reciente fueron los estudios que examinaron a los medios de prensa y las publicaciones periódicas, algunos de los cuales se publicaron en Quinto Sol, y que incluyen indagaciones centradas en la gran prensa comercial durante la última dictadura. Tal es el caso de la sistemática investigación de Micaela Iturralde sobre el diario Clarín, un avance de la cual se publicó en la revista en el año 2019: “Genealogías mediáticas de la desaparición: el diario Clarín y el caso Enrique Esteban (1975-1978)”; otros autores analizaron revistas políticas de distintas adscripciones durante la década de 1980, que van desde la izquierda peronista a las derechas católicas: Martina Garategaray (2012) “En el nombre de Perón. Los usos políticos del pasado en la revista Unidos (1983-1991)”; Mariano Fabris (2015) “Revisar el pasado reciente. Las revistas Criterio y Esquiú y la cuestión de los derechos humanos, 1981-1985”; Marcelo Borrelli y Eduardo Raíces (2019) “La revista peronista Línea y la Multipartidaria (1981-1982): unir al “campo nacional” para aislar a la dictadura”. Un texto más reciente, también centrado en el estudio de la prensa, y muy novedoso por su temática es el de Fedra López Perea, titulado “El VIH/sida en la prensa escrita argentina de los años 80”, publicado en el segundo número de 2022.
Como sucedió para otras etapas de la historia nacional, los estudios a escala local-regional[2] también experimentaron un sostenido desarrollo en el campo de la Historia reciente argentina, de lo que son ejemplos los trabajos que investigaron algunos temas específicos referidos a Mendoza, Córdoba, la provincia de Buenos Aires o la región del nordeste, varios de ellos construidos desde perspectivas de historia política situada en espacios provinciales, locales o regionales. Estos incluyen el texto de María del Mar Solís Carnicer (2017) que aborda el golpe de 1955 en Corrientes –“La “Revolución Libertadora” en la provincia de Corrientes. Los partidos políticos, la Iglesia y el Ejército frente al golpe de 1955” –; el de Patricia Olguín (2013) “El peronismo mendocino de cara a las elecciones de 1973”; los artículos de Juan Denaday “Partisanismo y populismo: el Comando de Organización en la provincia del Chaco (1973-1976)” y de Paula Romani “La alianza obrero-estudiantil a partir de la sociabilidad educativa y barrial en Córdoba (1955-1969)”, publicados en 2021. Además de las producciones que analizan dinámicas políticas en los años de la transición democrática, tal el caso del trabajo pionero de Marcela Ferrari (2020) titulado “El Partido Intransigente en la reconstrucción democrática. Perspectiva microanalítica y aproximaciones de escala. Mar del Plata, Argentina (1982-1991)”-; y el balance que realizaron María Lascurain, Hugo Ramos y Mariano Vaschetto (2022) sobre los recorridos de la historia política de Santa Fe en las últimas décadas: “La historia política de Santa Fe desde la transición democrática (1983-2020): aportes, líneas de investigación y vacancias”.
En lo que refiere a los estudios sobre las dictaduras militares de los años ‘60 y ’70, junto con los procesos de violencia política y represiva asociadas a ellas, se ha verificado en los últimos quince años un notable aumento de la producción historiográfica tanto en Argentina como en los países del Cono Sur; así como un proceso de renovación que se vincula con los temas y problemas analizados y la investigación sobre archivos y fondos documentales en general, que fueron aspectos inexplorados por los trabajos más tempranos vinculados a esa problemática. En cuanto a los textos que encontramos en Quinto Sol, quiero relevar los aportes de algunos trabajos y líneas de indagación originales en sus temáticas y abordajes, que presento aquí en forma cronológica: por un lado, los artículos de Gabriela Gomes (2015) “Cuestión social y regímenes militares. Argentina y Chile durante los años setenta” y el de María Florencia Osuna (2017) “El Ministerio de Bienestar Social durante la gestión de Francisco Manrique. La función de la política social en los últimos años de la “Revolución Argentina” (1970-1973)”; en ambos se investigan las líneas de acción estatal y las políticas sociales en la dictadura de 1966-1973. Por otro lado, y en el marco de los estudios referidos a la represión estatal y la violencia política, destaca el trabajo de Santiago Garaño y Esteban Pontoriero (2018) “Esta sangre es inmensamente fecunda”. Un análisis de los funerales de los militares “caídos” en la llamada “lucha contra la subversión” (1973-1974)”, donde se examinan las “condiciones de posibilidad” del terrorismo de Estado a partir de la construcción de ideas e imaginarios en las Fuerzas Armadas dirigidas al “aniquilamiento de la subversión” en los años previos al golpe militar de 1976.
Finalmente, y en lo que refiere a la última dictadura militar, se publicaron algunos textos que analizan problemas centrales del período y que resultan aportes relevantes. Menciono en primer término, el aporte de Daniel Lvovich y Laura Graciela Rodríguez (2011), “La Gendarmería Infantil durante la última dictadura”, inscripto en un tema hasta el momento escasamente estudiado, cual es el de las actitudes sociales en dictadura y la organización del consenso por parte de las Fuerzas Armadas a través del análisis de una experiencia singular. Y, de otra parte, el artículo más reciente de Claudia Feld y Marina Franco (2019) titulado “Las tramas de la destrucción: prácticas, vínculos e interacciones en el cautiverio clandestino de la ESMA”, que sistematiza los avances de una investigación de largo aliento sobre uno de los principales centros de detención clandestina de la dictadura.
La revista también alojó trabajos sobre otros dos temas de fuerte desarrollo para el período: los estudios acerca del movimiento de derechos humanos que incluyen el de Marianela Scocco (2020) “El Partido Comunista Revolucionario y el Movimiento de Derechos Humanos” y el de Fabricio Laino Sanchis (2020) “Salir al mundo en tiempos de dictadura: Abuelas de Plaza de Mayo y las redes transnacionales de derechos humanos (1977-1983)”; las investigaciones centradas en Malvinas, publicadas en los últimos números y a luz del 40° aniversario de la guerra contra Gran Bretaña en 1982. Asimismo, encontramos artículos con temáticas menos exploradas y originales, como el de Cecilia Gárgano (2017) sobre los extensionistas rurales del INTA durante la última dictadura, “Rupturas y continuidades en el perfil de la extensión rural en Argentina”, o el de Miguel Leone (2016) que examinó la pastoral aborigen en Chaco y Formosa en los años ‘70 y ’80, titulado “De “pueblo pobre” a “pueblo indígena”. “Pastoral aborigen” y saberes antropológicos en la región chaqueña argentina (1970-1985)”.
No está de más señalar que en la revista se publicaron trabajos referidos a procesos políticos, sociales, económicos e ideológico-culturales que incluyen y a la vez desbordan los períodos más analizados por las y los cultores de la Historia reciente, entre los que menciono a título de ejemplo el dossier que coordinó Ernesto Bohoslavsky (2015) “América Latina (1950-89): perspectivas desde la historia comparada”, con artículos ubicados en distintas temporalidades y escalas que estudiaron temas relevantes para la Historia del pasado reciente (como el de Marina Franco y Mariana Iglesias “El estado de excepción a escala comparada. Notas a partir de los casos argentino, chileno y uruguayo durante la década de 1950”) o, desde otra perspectiva, el trabajo centrado en la historia económica o historia de empresas de Claudio Belini y Silvia Badoza (2019) “Conformación y cambios en la estructura de un grupo industrial argentino durante la ISI: Fabril Financiera, 1929-1973”, que recorre gran parte del siglo XX y se extiende hasta los años ´70.
También resulta una cuestión a destacar la publicación de artículos que focalizan la atención en etapas que hasta no hace mucho configuraban áreas de vacancia en la historiografía argentina. Por un lado, la década de 1950, por otro, los años ‘80. En el primer caso encontramos varios textos centrados en el desarrollismo y la “Revolución Libertadora”, construidos con diversas perspectivas analíticas, entre ellos: Miranda Lida (2012) “Catolicismo y sensibilidad antiburguesa. La Iglesia Católica en una era de desarrollo, 1955-1965”; José Marcilese (2015) “La formación del Partido Justicialista. El peronismo, entre la proscripción y la reorganización (1958-1959)”; Silvana Ferreyra (2016) “Las comisiones investigadoras durante la “revolución libertadora”. Usos de su archivo en la historiografía sobre peronismo y antiperonismo”; Pablo Pizzorno (2020) “Sobre antiperonismo y radicalización política: la oposición al estado de guerra interno (1951-1955)” y Carolina Barry (2021) “Chicas de provincias argentinas: notas sobre la inclusión y representación femenina en legislaturas y convenciones constituyentes entre 1951 y 1955”.
Respecto a los estudios que se focalizaron en los años ’80 –una década explorada fundamentalmente por sociólogos y cientistas sociales a la luz de los estudios sobre la transición democrática e ignorada hasta no hace mucho por la historia académica–, en los últimos tiempos han aumentado las indagaciones acerca de un conjunto de procesos acaecidos en el período, como lo muestran algunos trabajos ya citados referidos a la prensa política de los ‘80 o a ciertas dinámicas políticas, sociales e ideológico-culturales que se verificaron en aquel momento transicional.[3]
Asimismo, y aunque en menor medida –en gran parte debido a que no se trata de un tema tan transitado por las y los especialistas del campo de la Historia–, la revista ha publicado algunas reflexiones que examinan acontecimientos bastante más recientes, como los ecos de la rebelión del 2001, tal como lo ejemplifica la entrevista a Mónica Gordillo (2022) en uno de los últimos números: “Fue un ‘no basta’ de lo que venía siendo”: Una reflexión a 20 años del Argentinazo desde la óptica de la historiadora Mónica Gordillo”.
Para cerrar, apuntaré que muchas de las contribuciones mencionadas podrían ser analizadas desde otros registros y componer otros “agrupamientos” vinculados con ciertos énfasis o núcleos temáticos, por ejemplo: los trabajos sobre procesos políticos y sociales construidos desde perspectivas “micropolíticas” o escalas “subnacionales”, que se ubican en distintos espacios y períodos de la segunda mitad del siglo XX; las investigaciones que ponen el foco en el peronismo y sus distintas vertientes y expresiones en un arco temporal extenso, que recorre desde los años ´50 hasta los años ´80 (con un fuerte énfasis en el lapso 1970-1973), o la fructífera línea de trabajos abierta en los últimos años relacionadas a las derechas, sus ideas, representaciones e intelectuales.[4]
En resumen, y aunque Quinto Sol no podría ser catalogada como una revista académica propia del campo de la historia (y la memoria) del pasado reciente como sí sucede con otras publicaciones.[5] Es un dato cierto que se configuró como un espacio receptivo y dispuesto a alojar avances y resultados de diversas líneas de investigación que emergen de un campo en expansión rápida y notable, que a su vez resultan ilustrativos de algunos de los recorridos y desarrollos de la Historia reciente argentina. Con muchas limitaciones y seguras omisiones, este somero panorama ha pretendido dar cuenta de ello.
Referencias bibliográficas
Notas
[1] Para los desarrollos de la Historia reciente en la Argentina, véase Gabriela Águila et al (2018).
[2] Véase el dossier “Debate: Conflictos y debates de la historia regional en la Argentina actual”, de 2018.
[3] Véanse al respecto los trabajos de Leone, 2016; Ferrari, 2020; Laino Sanchis, 2020; López Perea, 2022; entre otros.
[4] Ver el dossier "Usos del totalitarismo en la Argentina: recepciones, conceptualizaciones y polémicas político-intelectuales", coordinado por Martín Vicente (2017).
[5] Hay algunas publicaciones que claramente se ubican en estos registros temáticos, son los casos de Aletheia, la revista de la Maestría de Historia y Memoria de la Universidad Nacional de La Plata (https://www.aletheia.fahce.unlp.edu.ar/); Clepsidra. Revista interdisciplinaria de Estudios sobre Memoria, publicada por el Núcleo Memoria del Instituto de Desarrollo Económico y Social (https://ojs.ides.org.ar/index.php/clepsidra/) o Contenciosa. Revista sobre violencia política, represiones y resistencias en la historia iberoamericana, publicada por la Universidad Nacional del Litoral (https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/publicaciones/index.php/Contenciosa/index).