http://dx.doi.org/10.19137/qs.v27i1.6387

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ARTÍCULOS

Nacionalsindicalismo, corporativismo e hispanidad. Las apropiaciones de la Falange Española por parte de Tacuara (1957-1973)

National Syndicalism, Corporativism and ‘Hispanidad’. The appropriations of the Spanish Falange by Tacuara (1957-1973)

Nacionalsindicalismo, corporativismo e hispanismo. As apropriações da Falange Espanhola por parte de Tacuara (1957-1973)

Celina Albornoz

Universidad Nacional de San Martín. Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales

Argentina

Correo electrónico: celinaines.albornoz@gmail.com

Resumen: En la Argentina de los años sesenta, la agrupación de la derecha nacionalista con mayor presencia y más relevancia a nivel organizativo y operativo fue el Movimiento Nacionalista Tacuara. Sus miembros reivindicaban un nacionalismo radical y desarrollaron un repertorio de acción marcadamente anti-izquierdista y antisemita. Además, conformaron un corpus ideológico dotado de una gran hibridez, que fusionó elementos propiamente locales con otros provenientes de Europa. Los fascismos de entreguerras fueron fundamentales en este proceso.

En este trabajo, abordo las apropiaciones del falangismo que hizo la militancia tacuarista. En general, los estudios existentes acerca de Tacuara reconocen la centralidad del falangismo, del corporativismo y de las nociones de “Estado nacionalsindicalista” e “hispanidad”. No obstante, no se han llevado a cabo investigaciones sistemáticas acerca de las apropiaciones que realizaron de estos elementos y el modo en que ellos fueron resignificados a la luz de los contextos locales.

Para echar luz sobre la circulación de ideas entre Argentina y España, adoptaré una perspectiva transnacional. Utilizaré como fuentes varios boletines de Tacuara y de la Guardia Restauradora Nacionalista, informes producidos por los servicios de inteligencia de la provincia de Buenos Aires y entrevistas de historia oral efectuadas a exmilitantes.

Palabras clave: Tacuara; Derecha nacionalista; Falange Española; Nacionalsindicalismo

Abstract: The Movimiento Nacionalista Tacuara was the most relevant organisation of the nationalist right in the 1960s in Argentina. Its members defended radical nationalism and developed an anti-leftist and anti-Semitic repertoire of action. In addition, they formed a hybrid ideological corpus, which fused local elements with others from Europe. Interwar fascisms were fundamental in this process.

In this paper, I address the appropriations of Falangism made by the Tacuara activism. In general, the existing studies about Tacuara recognize the centrality of Falangism, corporatism and the notions of ‘National Syndicalist State’ and ‘hispanidad’. However, the appropriations they made of these elements and the way in which they were re-signified in the light of local contexts have not yet been tackled.

To shed light on the circulation of ideas between Argentina and Spain, I adopt a transnational perspective. I use as sources various Tacuara and Guardia Restauradora Nacionalista bulletins, reports produced by the intelligence services of the province of Buenos Aires, and oral history interviews conducted with former activists.

Keywords: Tacuara; Nationalist right; Spanish Falange; National-syndicalism

Resumo: Na Argentina dos anos sessenta, a agrupação de direita nacionalista com maior presença e relevância a nível organizativo e operativo foi o Movimento Nacionalista Tacuara. Seus membros reivindicavam um nacionalismo radical e desenvolveram um repertório de ação marcadamente anti-esquerdista e antissemita. Além disso, conformaram um corpus ideológico dotado de grande hibridez, que fusionou elementos propriamente locais com outros que provinham da Europa. Os fascismos de entre guerras foram fundamentais neste processo.  

Neste trabalho, planteiam-se as apropriações do falangismo que fez a militância tacuarista. Geralmente, os estudos existentes sobre Tacuara reconhecem a centralidade do falangismo, do corporativismo e das noções de “Estado nacionalsindicalista” e “hispanismo”. Não obstante, não se realizaram investigações sistemáticas sobre as apropriações que realizaram destes elementos e o modo em que eles foram ressignificados sob a luz dos contextos locais.

Para elucidar a circulação de ideias entre a Argentina e a Espanha, adota-se uma perspectiva transnacional. Utilizará como fontes vários boletins de Tacuara e da Guardia Restauradora Nacionalista, informes produzidos pelos serviços de inteligência da província de Buenos Aires e entrevistas de história oral efetuadas a ex militares.

Palavras-chave: Tacuara; Direita nacionalista;  Falange Espanhola; Nacionalsindicalismo

Recepción del original: 17 de diciembre de 2021. / Aceptado para publicar: 27 de marzo de 2022.

Nacionalsindicalismo, corporativismo e hispanidad. Las apropiaciones de la Falange Española por parte de Tacuara (1957-1973)[1]

1. Introducción

Hacia finales de la década de 1950 nacía en Buenos Aires el Movimiento Nacionalista Tacuara (MNT), con el fin de defender los valores del nacionalismo católico. Sin lugar a dudas, se convirtió en una de las principales organizaciones nacionalistas de los años sesenta y adquirió notoriedad por las acciones violentas que llevó adelante, de tinte antisemita y anticomunista.

A lo largo de su historia, el MNT sufrió una serie de escisiones: la primera de ellas decantó en la conformación de la Guardia Restauradora Nacionalista (GRN) creada en 1960; sus militantes profundizaron las posturas de extrema derecha y exacerbaron algunos rasgos como el antisemitismo y la adscripción al tradicionalismo católico. Ese mismo año, se constituyó el Movimiento Nueva Argentina (MNA) que acercó sus posiciones al peronismo de derecha hasta integrarse con él. Por otra parte, en 1963 se escindió un grupo que pasó a formar el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT), el cual se declaró abiertamente peronista y, desde posiciones de izquierda, dirigió sus esfuerzos a la concreción de una revolución anticapitalista.

Entre estos grupos, aquí prestaré especial atención al MNT y a la GRN, que son aquellos que se orientaron decidida y marcadamente hacia la extrema derecha. Sus militantes conformaron repertorios ideológicos dotados de una gran hibridez, a partir de la fusión de elementos propiamente locales con otros provenientes de Europa y, en línea con las corrientes nacionalistas que los precedieron, se nutrieron en gran medida de los fascismos de entreguerras.

En este artículo abordaré las apropiaciones del falangismo que realizaron los militantes del MNT y la GRN. Las ideas incubadas en la península ibérica circularon en el espacio Atlántico desde la década de 1920. En general, los estudios existentes[2] reconocen la centralidad de las ideas provenientes de esta corriente de la extrema derecha española, pero carecemos de trabajos que hayan sistematizado en profundidad las apropiaciones que efectuaron de estos elementos y el modo en que estos fueron resignificados a la luz de los contextos locales y en diálogo con otras tradiciones políticas. Para explorar esta problemática, planteo una serie de interrogantes: ¿cómo fue la recepción, integración y resignificación del falangismo por parte de Tacuara? ¿Qué ideas hicieron mella en la militancia tacuarista y cómo fueron incorporadas a su propio repertorio ideológico? ¿Cómo recuerdan los ex Tacuara la integración del falangismo en su militancia?

En la primera mitad del siglo XX, el nacionalismo argentino se nutrió en gran medida de los fascismos europeos (Devoto, 2002; Lvovich, 2006). De acuerdo con Federico Finchelstein (2008, 2010), predominó la recepción y adaptación del fascismo italiano, conjugado con elementos clericales, que dio lugar a la conformación de un “fascismo clerical” o “clerofascismo”. En los casos de las militancias tacuaristas, la simpatía por los fascismos europeos y la adaptación de ellos no fue una copia del nacionalismo de las décadas previas; por el contrario, realizaron sus lecturas de manera activa, a modo de reelaboración, lo cual generó una gran hibridez entre conceptos producidos fuera de Argentina e ideas que ya circulaban en el país, especialmente en el marco del nacionalismo católico y del revisionismo histórico. De este modo, conformaron un particular repertorio ideológico que constituyó la columna vertebral de su cultura política.

Dentro de la amplia familia de los fascismos europeos,[3] la principal fuente en la que abrevaron los militantes tacuaristas provino de España. Como se verá, tenían una devoción particular por el líder falangista José Antonio Primo de Rivera, que se constituyó en uno de sus principales mártires y referentes. Además del culto a su figura, avanzaron en la integración de numerosos elementos del corpus ideológico de la Falange Española, entre los que se destacan las nociones de “corporativismo” y “Estado nacionalsindicalista”, que desde el principio fueron apropiadas, adaptadas e incluidas en el Programa Básico Revolucionario (PBR) del MNT elaborado en 1958. También sobresale la adopción del concepto de “hispanidad”, estrechamente relacionada con aquel de “Hispanoamérica” y con el rol providencial de Argentina entre este bloque de naciones.

Las fuentes que utilizaré son variadas. Además de analizar diversos números de boletines de Tacuara (Ofensiva, Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista y De pie) y de la GRN (Mazorca), recurriré a informes de la Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) y de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).

Asimismo, en este artículo son cruciales las fuentes orales. Incluyo entrevistas a nueve exmilitantes,[4] cuyas voces permiten adentrarse en el proceso de construcción de sus memorias en la actualidad.  Varios de ellos formaron parte solamente de las filas de Tacuara; dos militaron en Tacuara y en la GRN, y uno también en el MNA; la mayor parte actuó en Capital Federal, mientras otros lo hicieron en Paraná, Santa Fe y Rosario. Por otro lado, algunos ocuparon roles de relevancia y otros fueron militantes de base. Se trata de un amplio abanico, gracias al cual se exceden los estrictos marcos de la capital del país y sus alrededores, a la vez que incorpora las perspectivas y aportes de personas menos visibles, que compartieron sus vivencias por primera vez.

Tanto la recolección de los testimonios como su análisis se enmarcan en la historia oral. Por tanto, considero a las entrevistas como fuentes dialógicas que se confeccionan en la interacción entre dos o más sujetos y que, en consecuencia, son construidas, variables y parciales (Portelli, 1991). Esta perspectiva es muy rica, ya que permite colocar el foco en los significados que los entrevistados atribuyen a los hechos que narran. Entrevistar a exmilitantes es, como señala Pablo Pozzi (2016), una tarea compleja y llena de vericuetos; a esto se suma el carácter de la militancia de los entrevistados, que formaron parte de movimientos de extrema derecha[5] que hoy en día son visiblemente repudiados por gran parte de la sociedad.

Este ensayo se articula en varias partes: en la primera, me concentro en el análisis de la figura de José Antonio Primo de Rivera tal como era recibida y enaltecida por los miembros del MNT y la GRN; en la segunda, dirijo la atención a la apropiación y adaptación de las nociones de “corporativismo” y “nacionalsindicalismo”, tomadas del repertorio ideológico de la Falange Española; posteriormente, coloco el foco en la centralidad del hispanismo y del concepto de “Hispanoamérica” para las militancias de estas agrupaciones nacionalistas. Por último, antes de extraer algunas conclusiones, examino el mismo proceso de apropiación del falangismo y el nacionalsindicalismo –en el cual tienen un fuerte peso también el fascismo italiano y el nazismo– a partir de la construcción de un sistema simbólico y ritual.

2. José Antonio Primo de Rivera como mártir

Las apropiaciones realizadas por la militancia del MNT y de la GRN colocaron a la Falange Española y a su líder en una posición destacada. El movimiento, que mantuvo una línea de extrema derecha ultranacionalista y defendía un Estado corporativo (Rodríguez Jiménez, 1994), fue fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933, para unirse al año siguiente con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) encabezadas por Ramiro Ledesma Ramos. Así, quedó conformada la Falange Española de las JONS, que se constituyó en auténtico partido de masas (Thomàs, 2011). Más tarde, por orden de Francisco Franco, pasó a unificarse con el movimiento Comunión Tradicionalista, para dar lugar a la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Más allá de estas confluencias y de las tensiones internas entre los distintos grupos y hacia la dictadura vigente, en líneas generales, la militancia de Tacuara y la GRN centró su atención en la figura de Primo de Rivera, sus escritos y en algunas ideas-fuerza, como se verá en las siguientes páginas.

Una de las lecturas de cabecera en ambas organizaciones eran las Obras completas de José Antonio Primo de Rivera. Este texto, que aparecía frecuentemente en sus boletines como recomendado y citado, era uno de los pilares fundamentales de los cimientos ideológicos de Tacuara. Esta constatación también se pone de manifiesto en la memoria de algunos exmilitantes. Uno de ellos, Pedro Cinarelli,[6] recuerda:

Lo primero que te daban, por lo menos en el caso mío, eran cosas para leer, libros para leer. José Antonio Primo de Rivera, Onésimo Redondo, cosas de la Falange, cosas del fachismo [fascismo] italiano, libros del cura Meinvielle, del padre Castellani.[7]

Cinarelli mencionó lecturas de autores entre los que se incluían tanto representantes del nacionalismo católico argentino como falangistas. Aunque el exmilitante santafesino no reconoció nombres en detalle, se trataba, en general, de textos relacionados con el fascismo italiano. Este testimonio da una pauta acerca de la hibridez de la formación tacuarista. También Julio Paredes[8] se refirió a la centralidad de la recepción del pensamiento de Primo de Rivera:

Leíamos las Obras completas de José Antonio Primo de Rivera. Como una referencia… Entonces vos lo leías y entonces eso era un poco la biblia, era nuestro libro de cabecera, ¿me entendés?... Entonces vos tenías eso y profundizabas y ahí ya tenías una formación.[9]

La presencia tanto de Primo de Rivera como de la Falange Española es, indudablemente, significativa en los recuerdos de los entrevistados. Pero la aparición del líder falangista y de personajes ligados a la Falange se puede extraer, además, del análisis de la prensa de las agrupaciones. Por ejemplo, Primo de Rivera emerge con una notable frecuencia en las páginas de Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista. En el N° 8 había un poema titulado “José Antonio”. En el sentido homenaje, se puede observar un involucramiento de la militancia del MNT: “Aún vive tu idea, / vive en nosotros, tus nuevos camaradas / pero debe volver tu voz”.[10]

En el poema, que apenas dos años después sería reproducido en otro boletín tacuarista, Ofensiva, con la firma de José Baxter,[11] se elabora una identificación directa con la Falange, al declararse sus militantes “los nuevos camaradas” de Primo de Rivera, los continuadores de su obra, lo cual se vincula con el estudio de sus escritos y la transmisión de ese legado.

En ese mismo número de Ofensiva, por otro lado, se reproduce un largo artículo dedicado a Primo de Rivera, titulado “Itinerario de José Antonio”. El texto, que realiza un recorrido elogioso por su vida política, había sido redactado por el “Cda. Tomás Borrás”, escritor y periodista español militante de Falange Española. Este califica a “José Antonio” de “héroe irreductible”, “no entregado al azar, sino conocedor de la medida... del que sabe que se sacrifica por una causa”.[12]

A los pocos instantes se eleva un frío cantar: el CARA AL SOL en el frío de las galerías de la cárcel. Alguien que pudo mirar por el chivato gritó: “¡Atención! ¡El Jefe Nacional!” Y desde dentro de las celdas, los falangistas saludan el paso de JOSE ANTONIO, esposado, entre uniformes negros y fusiles.

Un automóvil le lleva, y a su hermano Miguel, con tres policías apretándose a su cuerpo –otro coche cuajado de guardias de Asalto vigila y escolta–, a recorrer Madrid, ¿por última vez...? ¡Sí, por última vez!

Era el 20 de noviembre de 1936.[13]

El relato del camino hacia el cumplimiento de la pena capital contribuye a erigirlo como mártir. El autor del homenaje crea un escenario heroico en el cual el condenado se retira de su celda con la cabeza en alto, acompañado por el sonido del himno falangista y los saludos del resto de los presos. En esta narración, Primo de Rivera realiza un último recorrido por Madrid a modo de despedida y se dirige a afrontar la muerte con coraje, al ritmo del himno falangista “Cara al sol”. Como se verá luego, este canto fue incorporado al repertorio simbólico de Tacuara.

A su vez, en el mismo número de Ofensiva se anuncia la realización de una “Santa Misa por el eterno descanso del Cda. JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA”[14] el día 20 de noviembre, en la fecha del aniversario de su muerte. Este tipo de homenaje era una práctica utilizada también por la GRN: en el número de Mazorca correspondiente a octubre de 1968 se comunica que, en el siguiente, habrá un recordatorio por esta importante fecha para la agrupación. Pero la presencia de Primo de Rivera no se limita al anuncio de la efeméride, sino que lo celebran e incluyen una serie de citas de él.

A su vez, el número del boletín Mazorca, correspondiente a noviembre de 1968 y editado por el Comando Sur de Tacuara, exhibe un homenaje a Primo de Rivera en el aniversario de su muerte. Allí, se puede apreciar su retrato, que ocupa una página entera; sobre él, leemos: “1936 – 20 de Noviembre – 1968 presente en nuestro afán…”; debajo, figura su nombre completo, en imprenta mayúscula. La página siguiente contiene una transcripción resumida de un discurso pronunciado en el Gran Teatro de Córdoba el 12 de mayo de 1935, donde aparece una célebre frase de su autoría referida al rechazo de la dicotomía entre izquierdas y derechas. Los militantes tacuaristas decían luchar por una revolución nacional superadora de lo que consideraban simples trifulcas partidarias: para ellos, derechas e izquierdas eran dos espectros del mismo denostado sistema democrático liberal. Esta idea está muy presente en sus memorias. Así lo recuerda Oscar Bellino:[15]

“Ni izquierda ni derecha”, como decía José Antonio, no se puede ser tuerto, a la patria se la mira de frente. Con ambos ojos. Porque la izquierda te quita todo tipo de dignificación. Y la derecha a veces ampara todo tipo de atrocidades. Entonces, como decía Perón: “un poquito para la izquierda, un poquito para la derecha y rajamos por el centro” [risas].[16]

La negación de pertenencia tanto a la izquierda como a la derecha se entrecruza con la propugnación constante de una Tercera Posición, en abierta coincidencia con el peronismo.[17] De este modo, se colocan en un punto intermedio entre el capitalismo estadounidense y el comunismo soviético, ambos supuestamente rechazados en la misma medida. No obstante, esta era una forma de enunciar y argumentar el anticomunismo que, en realidad, era preponderante sobre el anticapitalismo tanto del MNT como de la GRN.

Mientras tanto, en el N° 4 de De Pie, en la sección “efemérides”, se incluye un homenaje por el aniversario del nacimiento de José Antonio Primo de Rivera. Ubicada luego del editorial, se observa una foto de él, acompañada de un pequeño texto biográfico, junto con apreciaciones de la revista:

Claro, valiente y brillante conductor, alza su figura en medio de la destrucción de su país para ejemplo de Occidente. Desgraciadamente, la muerte “de sus mejores” en los campos de batalla de la guerra civil, desquició los cuadros que tanto le había costado formar, negando a España grandes valores. Sus discursos y escritos son una magnífica conjunción de profunda doctrina, poesía política y mística patriótica cuya lectura diaria aconsejamos.[18]

De este fragmento se desprende el enaltecimiento de Primo de Rivera como figura viril; esto no es casual en un movimiento que, a tono con los valores de la época –especialmente en el marco de agrupaciones de signo fascista–, exaltaba la masculinidad, estrechamente relacionada con el ejercicio de la violencia.[19] Por otra parte, es posible constatar que en la etapa más tardía de Tacuara, es decir, entre 1966 y principios de los años setenta,[20] se seguía estimulando a sus militantes, principales destinatarios del boletín, a leer los trabajos de “José Antonio”. Empero, paralelamente, en ese boletín se diluía de manera progresiva la defensa de una revolución de base nacionalsindicalista, mientras se desdibujaba y reformulaba la noción de “revolución nacional” (Albornoz, 2022).

Por otro lado, en el boletín Mazorca de la GRN también era permanentemente venerada la figura de Primo de Rivera. Un ejemplo de ello es la siguiente cita, en la cual, además de referirse a él como “genio rector”, se enfatiza de nuevo la cuestión derechas-izquierdas.

Y para ello nada mejor que evocar el genio rector de José Antonio Primo de Rivera, cuando dice: “el movimiento no es de derechas ni de izquierdas, y mucho menos de centro; por arriba esta [sic] (…) la patria, el pan y la justicia”.[21]

Además de los mencionados homenajes, adhesiones y reproducción de las palabras de Primo de Rivera, en prácticamente la totalidad de los boletines consultados del MNT y de la GRN hay numerosas citas, tanto de él como de otros políticos e intelectuales españoles referentes del falangismo, como José Ortega y Gasset, Onésimo Redondo, Ramiro de Maeztu y Ramiro Ledesma Ramos,[22] entre otros.

Resulta llamativo que en el N° 8 de De Pie, de noviembre de 1968, no se publicara un homenaje por el fusilamiento de Primo de Rivera, como solía suceder en los boletines que salían en noviembre. Sin embargo, en una intervención de tres párrafos dentro de una sección llamada “de algo, un poco”, con contenidos misceláneos, reivindican su figura política en un breve texto titulado “Murió José Antonio”, que en realidad se focaliza en criticar al dictador Francisco Franco:

Franco (con quién está?) pelea, pone policía universitaria, aumenta la secreta, pero no reemplaza ni crea nada de fondo. “La Nueva República” o un golpe militar de orientación borbónica no son soluciones.

Los auténticos nacionalistas españoles suelen decir que José Antonio Primo de Rivera resucitó, pero al ver como [sic] está España y lo que Franco ha hecho con la doctrina, falleció de nuevo.[23]

El explícito contraste entre Primo de Rivera y Franco tiene una marcada presencia en las memorias de los ex Tacuara. Algunos de los entrevistados explicaron que se prestaba especial atención al desarrollo de la guerra civil española y que, en ese contexto, existía una simpatía hacia el “bando nacional”. No obstante, el comportamiento posterior de Franco, quien privilegió a los tecnócratas del Opus Dei en detrimento de la Falange Española, era fuertemente criticado. El apoyo al franquismo era, pues, relativo. Como señalan los entrevistados, sus lealtades estaban con la Falange y su líder, y el sostenimiento del “caudillo” era circunstancial.

3. Nacionalsindicalismo y corporativismo en la cultura política del MNT y la GRN

Como ya he mencionado, las principales nociones provenientes de la península ibérica que hicieron mella en los militantes de Tacuara y la GRN fueron el corporativismo y el nacionalsindicalismo. Ambas fueron tomadas de las lecturas que realizaban de Primo de Rivera y otros falangistas, con el objetivo de adaptarlas a la realidad argentina e implementarlas en el régimen que anhelaban construir. Por tanto, se manifiestan como apropiaciones que integraron el núcleo de su programa político y que fueron partes constitutivas de su cultura política. En un informe elaborado por la DIPPBA, fechado el 31 de mayo de 1960, que tiene por objeto dar cuenta de los antecedentes y actividades del MNT, se destaca el eje falangista del movimiento:

El Movimiento Nacionalista Unificado “TACUARA”, no acepta el “nacionalismo nazi alemán” ni al “fascismo italiano” y sigue más bien una línea concordante con la “falanje [sic] española”, aceptando solo el resurgimiento argentino a través de una dictadura depuradora especialmente en el campo gremial donde sería de aplicación un Régimen Nacional Sindicalista.[24]

La centralidad de estos conceptos está claramente plasmada en el PBR del MNT, en el cual se establecían las pautas de la “revolución nacional” que llevarían a instaurar un Estado nacionalsindicalista, regido por las cámaras sindicales que debían reemplazar al Parlamento:

3. Ante el fracaso histórico del régimen liberal-burgués, la Revolución lo reemplazará por el Estado Nacional-Sindicalista. Éste será el instrumento mediante el cual encauzaremos al país por su glorioso destino.

4. El ineficaz Parlamento será reemplazado por las Cámaras Sindicales, en las que los intereses del trabajo y la producción estarán representados junto con las demás fuerzas integrantes de la realidad nacional.

5. Las Cámaras Sindicales designarán al Poder Ejecutivo, el que podrá ser removido por las mismas en caso de apartarse de los objetivos que le fije la Constitución dictada por la Revolución Nacional…

6. Se suprimirán los partidos políticos, por ser estructuras artificiales que atentan contra la Unidad Nacional.[25]

Cabe señalar, además, que la hibridez de la “revolución nacional” estaba determinada por la adaptación a la realidad local y la conjunción de estas ideas provenientes de Europa con otros elementos: los principios importados de España dialogaron y se fundieron con culturas políticas nacionalistas y peronistas. Entre ellas, podemos destacar las nociones de justicia social, las ideas comunitarias de Jacques Marie De Mahieu[26] (en el caso del MNT, aunque no así de la GRN), un recalcitrante antiimperialismo que demonizaba a las potencias anglosajonas, la propugnación de una Tercera Posición y el firme rechazo de la democracia liberal. Todo ello se enmarcaba en la ortodoxia católica, uno de los principales componentes del nacionalismo argentino (Lvovich, 2006; Finchelstein, 2010).

Las referencias al modelo nacionalsindicalista basado en el gobierno por corporaciones son constantes, tanto en los documentos de la época como en los testimonios de los exmilitantes. Por ejemplo, el texto que abre el N° 10 de Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, a modo de editorial, lleva como título “Nacionalismo y revolución”. Respecto del orden liberal vigente, denuncian:

A este “orden” (burgués-demoliberal-capitalista), queremos conmoverlo hasta los cimientos, queremos destruirlo con pasión de dinamiteros, queremos instaurar revolucionariamente sobre sus ruinas el Nuevo Orden Nacional-Sindicalista que, liquidando las estructuras nativas y foráneas del coloniaje y la injusticia, encauce definitivamente a la Argentina en el cumplimiento de su misión traicionada....

Abriremos este camino, mediante el instrumento necesario de nuestra Revolución Nacional-Sindicalista.[27]

En la misma línea, en otro número del mismo boletín, se vuelven a colocar como blancos la democracia liberal y los partidos políticos. Frente a su denunciada caducidad, proponen la instauración de un sistema corporativo:[28]

Creemos que los partidos políticos son una invención de quienes no han encontrado forma más cómoda de ganarse la vida y algo más. Que si se suprimieran los partidos políticos de cuajo, seguiríamos viviendo y con mucha mayor tranquilidad. Que los sindicatos no tienen por qué ir a pedirle a un político que los defienda: porque el sindicato es lo auténtico y el político lo artificial: y que los sindicatos tendrían que participar como tales del gobierno.

Creemos que la familia debe tener su representación directa en el gobierno….

Creemos que el municipio debe tener su representación en el gobierno, volviendo a su carácter básico de parroquia….

Exigimos… que la vida argentina se organice en torno a sus tres pilares fundamentales: la familia, el municipio y el sindicato. Que se extirpe de la existencia nacional ese cáncer que se llama política, que sólo sirve para que los de afuera nos hagan pelear entre hermanos.

No nos importa –lo repetimos una vez más– la suerte de la democracia (esa señora gorda, mal vestida y que tiene acento extranjero). Nos importa la patria, nuestra patria, la que los políticos nos niegan.[29]

En este fragmento se puede observar el protagonismo del proyecto de Estado nacionalsindicalista basado en corporaciones, en cuyo seno se planteaba la vertebración del Estado sobre los pilares de la familia, el municipio y los sindicatos. Estas nociones se reiteran frecuentemente, con variadas reformulaciones. Lo cierto es que la propugnación del Estado nacionalsindicalista está siempre acompañada por el ataque a la democracia liberal, al parlamentarismo y al sistema de partidos. Además, en Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, se introduce la dimensión religiosa, exaltada también por el falangismo:[30]

Pero además de revolucionaria la nueva época será católica. Por nuestra Fe y porque representa lo esencial de la vida argentina. Porque es, por otra parte, la única valla que podemos oponer al materialismo de los servidores del Kremlin y Wall Street.[31]

Entre los entrevistados, Bellino reconoce la centralidad del componente católico y lo asocia a Primo de Rivera: “De José Antonio, sí, se toma toda la parte mística, la parte doctrinaria, la parte religiosa. Y a veces se machacaba mucho sobre la parte religiosa”.[32] Otros entrevistados relacionaron la importancia de la religión con la ritualidad de la organización y con las estrechas relaciones establecidas con sacerdotes integristas.

En cuanto a la GRN, en su etapa tardía –es decir, entre fines de los sesenta y principios de los setenta–, la noción de nacionalsindicalismo aparece difuminada. Mientras la reivindicación de la figura de Primo de Rivera se intensificó en gran medida en Mazorca, el proyecto falangista de Estado parece haberse licuado.[33] También en De Pie se mantiene firmemente el culto a Primo de Rivera, mientras que, al mismo tiempo, se diluye la noción de nacionalsindicalismo, que deja de ser el horizonte revolucionario de la agrupación.

A pesar de que haya perdido fuerza en los últimos años de existencia de estas organizaciones, es evidente que la centralidad de dicha noción en los años de auge marcó notoriamente sus culturas políticas y las identidades militantes de sus miembros. Prueba de ello es la significativa presencia que tiene hoy en día en las memorias de los entrevistados. Jorge Grossi,[34] por ejemplo, la relaciona con la revolución que perseguían desde Tacuara:

La gran influencia era Falange Española y básicamente la figura que de algún modo después lo convierten en una especie de modelo en el régimen y después que va siendo redescubierta, de José Antonio Primo de Rivera, que evidentemente era otra de las grandes atracciones, también intelectuales. Y en realidad el nacionalsindicalismo, pensábamos que estábamos también nosotros en la vía de una revolución.[35]

En la memoria de Grossi aparece el recuerdo del nacionalsindicalismo como inescindible de la noción de “revolución nacional”. Ambos conceptos se entretejen y se conjugan con el mito de José Antonio Primo de Rivera y el ejemplo de la Falange Española.

Mientras tanto, ante la pregunta acerca de la recepción de las ideas provenientes de España, Paredes contestó: “Y sí, el nacionalsindicalismo, lo que se llama nacionalsindicalismo. La organización de los sindicatos”.[36] Mientras tanto, Eduardo Pella[37] y Miguel Gutiérrez Rivero,[38] a la pregunta acerca de qué era lo que recuperaban de los textos de Primo de Rivera y de la Falange Española, respondieron con seguridad y casi al unísono: “Casi todo. El Estado nacionalsindicalista” (Gutiérrez Rivero), “El nacionalsindicalismo. Pero aparte él tenía una visión de todo, este, era muy interesante Primo de Rivera, ¿no? Muy interesante” (Pella).[39]

De modo similar se expresó Fernando Arredondo.[40] El exmilitante santafesino con orgullo resaltó la centralidad de la Falange Española y de Primo de Rivera en el corpus ideológico de Tacuara:

        

Y si hubiéramos tenido que asociarnos por un parentesco con alguno de los nacionalismos que conoció el mundo no lo habríamos hecho con Mussolini ni con Hitler, ni tampoco con Franco, sino con las ideas de José Antonio Primo de Rivera, que fue el que escribió las obras completas y el que le dio vertebración a través de la Falange Española tradicionalista a la España que llevó a Franco al poder. Y que lo mataron los rojos en un juicio sumarísimo.[41]

Sin lugar a dudas, el nacionalsindicalismo, la figura de Primo de Rivera y la de la Falange Española tienen una notoria presencia en las memorias de los exmilitantes, quienes hasta la actualidad reivindican este vínculo abiertamente.[42] A su vez, vuelve a aparecer la preponderancia de la admiración del falangista por sobre Franco.

Ante la misma pregunta, Roberto Castillo[43] aludió al contexto de la Guerra Civil Española y se refirió a quienes se exiliaron en Argentina para escapar de la dictadura franquista y que ocuparon lugares de relevancia en la sociedad argentina y en las instituciones educativas. Los militantes de Tacuara se colocaron en la vereda contraria:

No te olvidés que también estábamos en la posguerra. O sea, la guerra había terminado en el 45, o sea, 15 años, era muy reciente. Aparte, había una gran influencia en la Argentina de los tipos que venían de la Guerra Civil Española. Entonces, acá había muchos de la República, todos exilados que escaparon de Franco. Entonces esos tipos estaban en las universidades, eran educadores, ¿me entendés? Entonces esos tipos generaban ideología. Entonces, en base a lo que fue la Guerra Civil Española, Tacuara en cierta medida tenía cercanía o afinidad con la Falange Española, sobre todo con José Antonio Primo de Rivera, ¿me entendés? Entonces se empieza a hablar de lo que era, digamos, como una síntesis de lo que había sido el fascismo, del Estado corporativo, de las corporaciones de sectores de los estratos sociales y políticos de la sociedad. En España se fue adaptando, y nosotros acá queríamos en cierta medida ver en función de España, de esa herencia política, empezamos, desde el nacionalismo, a tomar lo escrito, lo desarrollado por los españoles de Falange, digamos no era exactamente de Franco, pero es Falange. La Falange tuvo un desarrollo político, primero ideológico y después político en la España de Franco.[44]

El testimonio de Castillo es explícito acerca del modo en que, desde Tacuara, seleccionaron algunos elementos del repertorio ideológico de la Falange Española y los integraron al propio. Resulta también relevante la mención de la presencia de españoles republicanos exiliados producto de la Guerra Civil, cuyo ingreso al campo educativo repudiaban activamente.

4. Un bloque de países hispanoamericanos

En el contexto del Centenario de la Revolución de Mayo, nacionalistas argentinos como Manuel Gálvez y Ricardo Rojas incorporaron y articularon la noción de “hispanidad” [45] a su repertorio ideológico. También lo hicieron los nacionalistas de las décadas siguientes, al calor de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial; desde espacios como los Cursos de Cultura Católica y publicaciones como Sol y Luna y Nueva Política, el nacionalismo católico recibió y reinventó el concepto (Iannini, 2016), impulsado por Ramiro de Maeztu.[46] Según él, este suponía:

una amalgama de los rasgos cristianos y humanistas de la identidad española proyectada hacia la acción exterior (en concreto a los pueblos de estirpe y cultura hispánicas), opuesta al racionalismo, el liberalismo y la democracia, a los que consideraban valores extranjerizantes e inadaptables a nuestra idiosincrasia….

Era más bien un substrato cultural o espiritual que había de ser asumido de forma voluntaria por las naciones iberoamericanas superando las diferencias de raza, de geografía o de régimen político. (González Calleja, 2007, p. 619)

La obra de Maeztu, Defensa de la hispanidad (1934), ejerció una importante influencia en Argentina y América Latina (Botti y Lvovich, 2020). Si bien su recepción e integración no se agotaron en los años de entreguerras, dado que era uno de los principales textos de formación para los militantes de Tacuara. Según su propia lectura, “Hispanoamérica” estaba constituida por un bloque de países que Argentina debía guiar en una misión providencial hacia la liberación de los imperialismos. El PBR del MNT reza:

3. La Revolución asume la responsabilidad histórica de liberar a Hispanoamérica de la opresión imperialista. Una Hispanoamérica libre y unificada desde el Río Bravo hasta la Antártida es la única garantía de paz y progreso para los pueblos explotados del continente.

4. El resurgimiento nacionalista de Europa. El despertar de Asia y África y la liberación integral de Hispanoamérica dará empuje a un nuevo bloque de Estados Nacionales que enfrentarán las ambiciones de los imperialismos. Nuestra Patria adoptará una política rectora tendiente a agrupar y conducir a los pueblos de Hispanoamérica.[47]

En estos puntos aparece enunciado el rol de una Argentina nacionalista como libertadora de “Hispanoamérica”. En un tono similar, el objetivo último de la “revolución nacional” y la misión del país fueron expuestos en el siguiente fragmento, correspondiente a un artículo titulado “Ortodoxia”:

El objetivo nacionalista es la conquista del poder para la revolución integral nacional sindicalista. Para que Argentina se reencuentre a sí misma en cuerpo y espíritu. Para que tome conciencia de su misión en Hispanoamérica y frente al mundo, que es su razón de ser, su unidad de destino.[48]

De acuerdo con Ismael Saz Campos (2013), para el falangismo, la “unidad de destino” expresa la concepción de la nación como un todo, que contenía diversos elementos compartidos, como el idioma castellano, el paisaje y el paisanaje. La “unidad de destino en lo universal”, en términos más amplios, incluía al proyecto fascista a gran escala. En estos términos entendían los miembros de Tacuara su misión, y de este modo pretendían insertarse en la cruzada antiimperialista.

De manera similar, en Mazorca aparecen, en la segunda mitad de la década del sesenta, referencias al bloque de países hispanoamericanos. Sus militantes llaman a la conformación de “un bloque de Naciones comunes en la Fe, lengua, raza y costumbres, cuya unidad procuraremos conseguir. Esta Unidad Hispanoamericana será factor decisivo en la lucha contra el marxismo”.[49] En ese mismo boletín, se publicó un recordatorio de las invasiones inglesas de principios del siglo XIX, que aludía al lazo que los unía a España y resaltaba la resistencia al país británico:

Agosto de 1806: El Pueblo de Buenos Ayres lleva a cabo una sorda resistencia contra el invasor británica [sic], que culmina con la victoria de la Reconquista. Quedaba así reafirmada la voluntad indeclinable de ser:

¡HISPANOAMERICANOS!

Hispanoamericanos porque quieren por madre a ESPAÑA…

A la España española y Católica; y no a la Inglaterra judaizante y atea. PORQUE QUIEREN POR MADRE A LA ESPAÑA DE LA CRUZ Y LA ESPADA; Y NO A LA INGLATERRA DE SATANAS Y EL COMERCIO ROÑOSO.[50]

Desde la GRN se reitera la necesidad de llevar a cabo una revolución nacionalista basada en la familia, las corporaciones y los municipios, en coincidencia con las máximas falangistas y el PBR tacuarista. El “nuevo orden” tenía la función de “restaurar el sentido católico de la vida” como primera meta, para luego estar en condiciones de alcanzar el segundo objetivo, que era el cumplimiento de su “Misión en lo Universal; encabezar y dirigir el resurgimiento de Hispanoamérica y hacer frente a la Subversión”.[51] La GRN, inserta en la lucha contra las izquierdas y las potencias imperialistas al igual que el MNT, se apropió también de la noción de “Hispanoamérica” y la reivindicó como baluarte de su lucha.

Fundada en el “hispanismo”, que une a una serie de países situados en el continente americano con España, el concepto de “Hispanoamérica”, tal como era leído desde la derecha nacionalista argentina, puede reconocerse como una cultura política que atraviesa el Atlántico. Sus miembros compartían una visión del mundo, una lectura normativa del pasado, una proyección hacia el futuro y una serie de códigos que cobran significado en la elaboración de los discursos (Berstein, 1999). En este caso, se reivindicaba una cultura política con marcados rasgos nacionalistas y católicos, que se planteaban como cruciales para llevar adelante una “revolución nacional” de corte derechista.

5. “Arriba Tacuara”. Hibridaciones en la simbología y ritualidad

La recepción e incorporación de las ideas provenientes de los fascismos europeos por parte del MNT y la GRN no se dio exclusivamente en el terreno de las ideas y de lo programático. La simbología y la ritualidad de ambas organizaciones fueron delineadas como un magma ecléctico de variados componentes, entre los cuales los fascismos jugaron un rol fundamental. Por ejemplo, generalmente utilizaban cruces esvásticas en sus ataques y actos vandálicos; también, la portada del N° 9 del boletín Ofensiva contiene un águila prusiana –de claro origen nazi–, la cual fue luego reemplazada por un cóndor, animal autóctono. Estos elementos se fundieron con ingredientes de origen medieval, como el culto a los Templarios y a los caballeros de Malta, del revisionismo histórico –como las imágenes de gauchos y la misma lanza tacuara–, entre otros (Galván, 2008). La DIPPBA prestó atención a la simbología utilizada por Tacuara y, como puede verse en uno de sus informes, la integración de elementos fascistas llamó su atención.[52]

La bandera tacuarista (Imagen 1) posee una franja de color rojo, una negra y otra roja, con una cruz de Malta celeste y blanca en el centro. Rubén Manfredi,[53] exmiembro de los comandos de Santa Fe y Rosario, resaltó que “era muy parecida a la de Falange”.[54] Agregó, respecto de la bandera de la fotografía, que faltaban dos lanzas tacuaras que solían acompañar a la cruz. Estos son claros indicios de la hibridez que caracterizó a la simbología de la organización.

                           

                  Imagen 1. Bandera del MNT

Imagen que contiene hombre, vistiendo, grande, parado

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                                                                      Fuente: colaboración de Rubén Manfredi.

Roberto Bardini (2002), quien militó en el MNT y en el MNRT, expone su propia versión acerca del simbolismo de la bandera, sin mencionar las apropiaciones del falangismo:

La bandera del Movimiento Nacionalista Tacuara posee tres franjas horizontales: las dos de los extremos superior e inferior son de color negro y simbolizan la "revolución nacional"; la central es roja y representa la "revolución social". Sobre esta franja hay una Cruz de Malta celeste y blanca (“No es la Cruz de Hierro alemana", aclaran los dirigentes). El rojo y el negro también significan "la pólvora" del cambio violento y “la sangre", propia y ajena, que están dispuestos a derramar. (p. 34)

Ambas versiones, que invierten los colores de las franjas, no se contradicen: la carga simbólica que menciona Bardini, aludiendo a la pólvora y la sangre y ancladas en el culto de la violencia, se conjugan con la apropiación y adaptación de la bandera de la Falange Española a la cual se refiere Manfredi.

Otro elemento que tomaron de los fascismos europeos y, entre ellos, de la Falange, fue el ritual empleado para saludarse entre “camaradas”, alzando el brazo derecho. El saludo romano, que habría tenido origen en la antigua Roma, fue adoptado por el fascismo italiano, el nazismo, el falangismo y el franquismo, por lo cual es válido afirmar que su uso proviene de estos regímenes y movimientos, con los cuales los militantes de Tacuara y la GRN tenían una notable afinidad ideológica. En la Imagen 2, extraída de un boletín de 1970, es decir, de la etapa más tardía de Tacuara, se observa a un grupo de militantes realizando el gesto. Se trató, pues, de un elemento de continuidad que se adoptó en los orígenes del MNT y se perpetuó hasta su desaparición.

  Imagen 2. Un grupo de militantes de Tacuara realiza el saludo romano.

Foto en blanco y negro de un grupo de personas

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                                                           Fuente: De Pie, N° 10, abril de 1970. Archivo personal.

Así como la DIPPBA prestaba atención al devenir de las agrupaciones del nacionalismo de derecha, la SIDE realizó un atento seguimiento de sus actividades (Galván, 2009). En un informe que data probablemente de 1961, aparece la siguiente referencia a la ritualidad del saludo romano:

El saludo es el usado en el orden internacional, que consiste en levantar el brazo derecho con la palma de la mano abierta, que significa lo siguiente:

1) con el brazo arriba, quiere decir arriba y adelante;

2) la palma abierta, es señal de franqueza y lealdad [sic];

3) el ademán en general, un acercamiento a DIOS.

El saludo en las correspondencias y misivas entre afiliados y simpatizantes es:

“CON EL BRAZO EN ALTO POR DIOS Y POR LA PATRIA”.[55]

Por otra parte, la utilización del saludo romano es un elemento que está presente en las memorias de algunos entrevistados, como en el caso de Arredondo: 

Nos saludábamos abiertamente con el saludo romano… o sea, esto no viene de los nazis ni de los fascistas, sino de la antigua Roma, cuando decían “Ave César”, y el puño abierto en dirección al cielo, a Dios, en contraposición con el puño de odio cerrado de los comunistas.[56]

También Bellino, ante la pregunta ¿Y hacían el saludo romano? Respondió con ímpetu y realizando el gesto: “Sí, sí. Arriba Tacuara”.[57] Similar referencia hizo Paredes: “En el local de calle Tucumán había una persona en la entrada, que tenía un libro de entradas. Anotaba quién venía y a qué venía. Teníamos la obligación de levantar el brazo al entrar. Nos tratábamos de usted”.[58]

Más allá de las discrepancias en cuanto al origen del saludo, es posible constatar que fue apropiado por Tacuara, cuyos primeros militantes lo tomaron y lo dotaron de su propio sentido para hacerlo uno de sus signos distintivos. Mientras que en la versión falangista del saludo el gesto iba acompañado del grito “arriba España”, los argentinos crearon su propia versión con la exclamación “arriba Tacuara”.

Por último, en el campo de la ritualidad, Tacuara incorporó como parte de su repertorio la marcha “Cara al sol”, himno de la Falange Española. Sin modificar su letra, se la apropiaron como expresión de homenaje a Primo de Rivera y a la Falange Española, también como canto celebrativo propio. Según la memoria de un exmilitante como Gutiérrez Rivero “El lema de Tacuara era “Dios, Patria, Hogar”. Pero cantábamos “botas, sotana y chiripá” dos por tres, como el “Cara al sol” de la Falange Española. Siempre estuvimos muy próximos a Falange Española”.[59] También Paredes, otro exmilitante, manifestó que “La marcha “Cara al sol” me la sé de memoria”, y al consultarle si la aprendió en Tacuara respondió: “Sí [comenzó a recitar la marcha]. Si querés, te la canto toda”.[60]

Gutiérrez Rivero coloca a la marcha falangista en el mismo plano que los cánticos y eslóganes de Tacuara, mientras que Paredes recuerda la letra de memoria, por haberla aprendido durante sus años de militancia. Estos indicios demuestran que la ritualidad de la Falange Española tenía una gran relevancia en el seno del MNT y que se entremezclaba con su ritualidad. De este modo, se expone la memoria como forma de rendir culto, a través de la exposición de una composición de identificación que, en su enunciación, construye un vínculo entre pasado y presente.

6. Reflexiones finales

En este artículo realicé un recorrido por las principales apropiaciones efectuadas por Tacuara y la GRN de herramientas conceptuales y simbólicas del falangismo español. Partí de una serie de preguntas acerca de los modos en que se llevó a cabo su recepción, integración y resignificación. Asimismo, identifiqué cuáles fueron las principales ideas que adoptaron, cómo se resignificaron y cómo se conjugaron y entrelazaron con elementos propiamente locales.

Ha sido posible verificar que, en el plano de las ideas, las nociones de corporativismo y nacionalsindicalismo fueron centrales y, traducidas por Tacuara y la GRN para sus programas locales, vertebraron su cultura política en sus años de auge. La persecución de una revolución con características similares a aquella enunciada por los teóricos del falangismo, basada en el trinomio familias-sindicatos-municipios, se convirtió en el horizonte deseado por la militancia nacionalista. Esta meta se unió estrechamente con la propia lectura del hispanismo y la idea de la existencia de un bloque de países hispanoamericanos destinados a ser encauzados en la vía revolucionaria por una Argentina nacionalista.

Todo lo mencionado anteriormente se materializó en la simbología y la ritualidad, donde se observa un enorme grado de hibridez. Elementos propiamente locales, como la imagen del gaucho, el cóndor, la lanza tacuara y figuras del rosismo se entremezclan con otras fascistas, el saludo romano, el himno y la bandera falangista, y con objetos reminiscentes de la Edad Media, para conformar un peculiar acervo simbólico.

Se puede afirmar, entonces, que Tacuara –así como la GRN– se constituyó como una agrupación de extrema derecha que reivindicaba abiertamente a José Antonio Primo de Rivera y al falangismo español y que se basó en gran medida en su doctrina para conformar su propio corpus ideológico y programático.

Finalmente, respecto de las memorias de los exmilitantes, lejos de negar la integración del falangismo, se refieren abiertamente a la temática. Primo de Rivera y la Falange Española tienen una fuerte presencia en todas las fuentes consultadas, tanto en aquellas producidas en la época como en las memorias elaboradas en la actualidad. Su figura carismática y sus ideas calaron hondo en Tacuara y la GRN, cuyos exmiembros recuerdan aún hoy con claridad la recepción, resignificación y reinvención de esta cultura política de rasgos marcadamente fascistas.

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Notas

[1] Este artículo es una reelaboración de parte de un capítulo de mi tesis doctoral, defendida virtualmente en marzo de 2021 en la Università di Padova, la Università Ca’ Foscari Venezia, la Università di Verona y la Universidad Nacional de San Martín. El trabajo ha sido enriquecido con los comentarios vertidos por integrantes del proyecto de investigación “Culturas políticas en escalas. La experiencia democrática entre lo nacional, subnacional y regional”, que se lleva adelante en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral en el marco de la Programación CAI+D 2020 de la Secretaría de Ciencia y Técnica.

[2] Algunos estudios que abordaron la historia de Tacuara son los de Jorge Luis Bernetti (1998); Daniel Lvovich (2006); María Valeria Galván (2008); Juan Manuel Padrón (2017). Cabe también mencionar el trabajo de Daniel Gutman (2003), de corte periodístico, y los de Roberto Bardini (2002) y Juan Esteban Orlandini (2008), exmiembros de Tacuara que publicaron sus memorias acerca de sus militancias. En el caso de Orlandini, estas aparecen conjugadas con abundante documentación inédita y con interesantes aportes respecto del desarrollo del movimiento en la ciudad de Rosario.

[3] Me sitúo en la perspectiva según la cual los regímenes y movimientos de derecha de entreguerras europeos pueden ser estudiados como parte de una misma “familia fascista”, y que son susceptibles de ser comparados, al presentar características reconocibles y clasificables; véase Enzo Collotti (1989); Stein Ugelvik Larsen (2001); Robert Paxton (2002).

[4] En todos los casos opté por utilizar pseudónimos para resguardar las identidades de los entrevistados.

[5] Respecto de algunas reflexiones en torno a las complejidades implicadas en entrevistar a militantes de derecha, véase Daniel James (2004); Camillo Robertini (2020).

[6] Cinarelli, abogado, militó desde su adolescencia en el comando de Tacuara de la ciudad de Santa Fe, para luego integrarse al peronismo de la ciudad.

[7] Entrevista a Cinarelli realizada por Celina Albornoz el 10 de noviembre de 2019 en la ciudad de Santa Fe, Santa Fe.

[8] Paredes es un exjuez que militó durante su temprana adolescencia en el MNT en Capital Federal.

[9] Entrevista a Paredes realizada por Celina Albornoz el 11 de diciembre de 2019 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fueron en total siete los testimonios que hicieron referencia a la obligatoriedad de la lectura de las Obras completas de José Antonio Primo de Rivera.

[10] José Antonio (1959). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 8. Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina.

[11] José Baxter fue uno de los líderes del MNT, en el cual ocupó por largo tiempo el cargo de secretario general. Luego, fue uno de los propulsores de la ruptura hacia la izquierda que dio lugar al MNRT. Acerca de la vida y el recorrido político de José Baxter, véase Alejandra Dandan y Silvina Heguy (2006).

[12] Itinerario de José Antonio (1962). Ofensiva, 11. CeDInCI.  

[13] Itinerario de José Antonio (1962). Ofensiva, 11.

[14] Misas (1962). Ofensiva, 11. 

[15] Bellino, expolicía de la ciudad de Buenos Aires, fue un militante nacionalista en la capital del país. Comenzó su trayectoria en la GR, para luego continuar en el MNT (fue parte de las Brigadas Sindicales) y, finalmente, integrarse al MNA.

[16] Entrevista a Bellino realizada por Celina Albornoz el 22 de noviembre de 2019 en Mar del Plata, Buenos Aires.

[17] Acerca de las estrechas relaciones establecidas entre Tacuara y el peronismo, véase María Valeria Galván (2013); Esteban Campos (2019).

[18] Efemérides: José Antonio (1968). De Pie, 4.  Archivo personal.

[19] Finchelstein (2002) analiza el rol de la masculinidad, también imbricada con la violencia, en la construcción del mito de Uriburu por parte del nacionalismo argentino de entreguerras.

[20] Si bien la periodización elaborada por la historiografía hasta el momento establece que Tacuara existió hasta 1966, en otro trabajo (Albornoz, 2022) afirmo que el movimiento perduró hasta los primeros años de la década de 1970, con un nuevo centro gravitacional en la ciudad de Santa Fe.

[21] El “ser o no ser” en el nacionalismo (1969). Mazorca, 12. Archivo personal.

[22] Entre los entrevistados, Jorge Grossi hace referencia a la centralidad del pensamiento de Ramiro Ledesma Ramos en los orígenes de Tacuara. Uno de los testimonios recogidos por Juan Manuel Padrón (2017) coincide en esta apreciación, al reconocerlo como una de las bases que utilizaron para elaborar el PBR y calificarlo como "el práctico, el instrumentador del nacionalsindicalismo” (p. 157).

[23] Murió José Antonio (1968). De Pie, 8.

[24] Legajo 75, 1960, Carpeta 5, Mesa C. Archivo de la DIPPBA, Buenos Aires, Argentina

[25] Programa Básico Revolucionario (1961). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 10.

[26] Jacques Auguste Léon Marie Girault, quien adoptó el seudónimo por el cual es conocido, Jacques Marie De Mahieu, fue un presunto exoficial de las Schutzsaffel (SS), división Charlemagne, miembro de Action Française y partícipe del régimen de ocupación de Vichy. Tras ser condenado a muerte luego de la liberación de París, huyó de Francia y se instaló en Argentina, desde donde planteó la noción de “comunitarismo” como base de un nuevo Estado corporativo; véase Juan Luis Besoky (2019).

[27] Nacionalismo y revolución (1961). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 10.

[28] La propugnación de un modelo corporativista en Argentina ya había sido defendida por el nacionalismo desde los años veinte, entre ellos, por Leopoldo Lugones y Carlos Ibarguren (Spektorowski, 1991). Otras propuestas de esta índole fueron formuladas previamente desde variados sectores: en la segunda mitad del siglo XIX, desde el catolicismo, por José Manuel Estrada y, a principios del siglo XX, por Rodolfo Rivarola desde la derecha liberal y por José Ingenieros desde el socialismo.

[29] ¿Qué queremos los nacionalistas? (1959). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 7.

[30] Acerca de la relación de Falange Española con el catolicismo, véase Francisco Morente (2013).

[31] Nacionalsindicalismo (1959). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 9.

[32] Entrevista a Bellino.

[33] Entre las fuentes recolectadas, aparece solo una vez: “Para curar definitivamente el gravemente enfermo cuerpo argentino, no hay otra fórmula que la instauración del ESTADO NACIONAL-CORPORATIVO. La postergación a dar los pasos conducentes al mismo... solo lleva a permitir que se agrave aún mas [sic] el estado del enfermo, obligando a su operación con el correspondiente derramamiento de sangre”. Por Dios y por la Patria (1967). Mazorca, 12.

[34] Jorge Grossi es abogado y miembro de la comisión directiva del Instituto de Investigaciones Juan Manuel de Rosas. Inició su militancia en el MNT en su adolescencia y luego transitó a la GRN.

[35] Entrevista a Grossi realizada por Celina Albornoz el 15 de abril de 2019 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

[36] Entrevista a Paredes.

[37] Pella es abogado y fue parte del núcleo fundador del MNT, donde militó hasta la disolución del grupo en Buenos Aires.

[38] Gutiérrez Rivero es licenciado en Ciencias Políticas. Alcanzó el grado de jefe del MNT en Capital Federal y fue parte del Sindicato Universitario de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

[39] Entrevista a Pella y Gutiérrez Rivero realizada por Celina Albornoz el 26 de noviembre de 2018 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

[40] Arredondo fue empleado público en la ciudad de Santa Fe y militó en el comando de Tacuara de esa ciudad durante su adolescencia.

[41] Entrevista telefónica a Arredondo realizada por Celina Albornoz el 4 de noviembre de 2019.

[42] Esta circunstancia contrasta notoriamente con las expresiones de los testimonios referidos al fascismo italiano y al nazismo. En el primer caso, encontré una variedad de situaciones: mientras algunos entrevistados hablaron abiertamente de sus simpatías con el régimen de Mussolini, otros prefirieron eludir la temática. En cambio, en el caso del nazismo, en casi todos los encuentros predominó un silencio –excepto en un caso–, o negaron rotundamente cualquier tipo de afinidad con el régimen alemán.

[43] Castillo fue un militante nacionalista de las ciudades de Paraná y Santa Fe. En esta última realizó sus estudios universitarios. Posteriormente, se integró al peronismo y construyó una carrera como funcionario del Partido Justicialista entrerriano.

[44] Entrevista a Castillo realizada por Celina Albornoz el 3 de enero de 2020 en la ciudad de Paraná, Entre Ríos.

[45] Finchelstein (2010) indica que la noción de “hispanidad” fue utilizada por primera vez por el sacerdote español Zacarías de Vizcarra en las páginas de la revista Criterio, con el fin de abordar los lazos entre España y América Latina. Por su parte, Eduardo González Calleja (2007) señala que el término existía previamente, ya que desde principios de siglo había sido admitido por la Real Academia Española y era utilizado como “hispanismo” y como un modo peculiar de hablar el español, saliendo por fuera de las reglas del castellano (p. 613).

[46] Ramiro de Maeztu estableció sólidas relaciones con el universo del nacionalismo argentino. Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera fue enviado a Argentina como embajador español (1928-1930). A partir de los lazos estrechados durante ese período, escribió en revistas como Criterio, Crisol y Dinámica Social.

[47] Programa Básico Revolucionario (1961). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 10.

[48] Ortodoxia (1961). Tacuara. Vocero de la revolución nacionalista, 10. Las negritas son originales de la fuente.

[49] Puntos programáticos (1967). Mazorca, 12.

[50] Reconquista (1968). Mazorca, 4. El subrayado y las mayúsculas son originales de la fuente.

[51] Puntos programáticos (1967). Mazorca, 12.

[52] “Admiración a regímenes totalitarios: es negada su apología al nazismo, fascismo y/o falangismo aunque reconocen sus virtudes en ciertos aspectos. Algunos hechos contradicen esta negativa: Presencia de la cruz gamada en sus banderas; saludo, que llaman ‘romano’; trato de ‘camarada’”. Mesa Referencia, Legajo 16135, informe especial. Archivo de la DIPPBA.

[53] Manfredi es abogado pero se dedicó a la docencia. Nació en la ciudad de Santa Fe y comenzó a militar en el comando de Tacuara local para luego trasladarse a Rosario con su familia, donde se convirtió en uno de los jefes del MNT rosarino. Durante la dictadura militar que se instauró en 1976 fue un integrante del aparato represivo del Estado.

[54] Entrevista a Manfredi realizada por Celina Albornoz el 26 de abril de 2019 en la ciudad de Rosario, Santa Fe.

[55] Informe elaborado por la SIDE. Carpeta 1424, F, 5D. Fondo Centro de Estudios Nacionales. Archivos y colecciones de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Buenos Aires, Argentina.

[56] Entrevista telefónica a Arredondo.

[57] Entrevista a Bellino.

[58] Entrevista a Paredes.

[59] Entrevista a Pella y Gutiérrez Rivero.

[60] Entrevista a Paredes.