DOI: http://dx.doi.org/10.19137/qs.v24i3.4526
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RESEÑAS
Germán Soprano. Martín Balza. Un general argentino. Entre la república y la democracia. Volumen 1 y 2. Rosario: Prohistoria, 2019, 1320 páginas.
Hernán Cornut
Universidad de la Defensa Nacional. Facultad del Ejército
Argentina
Correo electrónico: hcornut@iue.edu.ar.
Escribir una biografía, que merezca ser leída o al menos consultada, supone no
solo el dominio de los datos personales y las trayectorias de vida del protagonista, sino
un claro sentido sobre el propósito de la obra y las implicancias que contextualizan y
explican los escenarios donde los hechos ocurrieron. No menos importante es la
condición de contemporaneidad y pervivencia del personaje, ya que la distancia
cronológica y la muerte -que no es este el caso- otorgarían mayor libertad de
expresión y tornarían admisibles ciertos juicios críticos que la figura de un hombre
público como Martín Antonio Balza siempre alientan. Ambas circunstancias son
ampliamente superadas por Germán Soprano en este libro, ya que logra dar cuenta de
un hombre y su tiempo sin caer en la vulgaridad apologética, además de desplegar los
hechos con objetividad, más allá de la asumida admiración del autor por su
biografiado.
Lo anterior es posible porque Soprano establece en forma clara, ya en la
introducción, la multiplicidad de fines que persigue con este texto y que dan forma a
través de la vida de Balza a una manifestación sobre las relaciones entre el Ejército y la
sociedad, pero también cuál ha sido y podría ser el rol del instrumento militar terrestre
en el marco de la Defensa Nacional. Para ello, el autor recurre a un infatigable trabajo
de archivo y relevamiento documental que deja clara la dimensión heurística que apoya el relato metódico que estos dos tomos –por cierto bien justificados– entregan al lector.
El recorrido que propone Soprano, conforme al desenvolvimiento de una línea de tiempo biológica, permite abordar la intimidad personal y profesional de Balza que se retroalimenta con los contextos propios de cada momento. Así, de la mano de una línea argumental fresca y ante todo coherente, sustentada por una redacción ágil, es posible conocer y entender a Balza y al Ejército Argentino, del que aquel es parte constitutiva en tanto resultado de un proceso de formación militar específico. Esto, como bien lo define el autor, concibe al general como la representación de un grupo social (militar) particular del que forma parte, antes que como un individuo extraordinario que se hubiera aislado del conjunto como excepción a la regla. En la mirada de Soprano el protagonista es, ante todo, un producto de la institución militar, que induce a barruntar la existencia de personalidades semejantes en el entorno castrense de entonces y de ahora.
El capítulo I describe la infancia del protagonista y abarca desde la referencia a sus ascendientes, pasando por la adolescencia, formación en el Colegio Militar de la nación y su egreso como subteniente de artillería en 1955. Este itinerario se respalda en la minuciosidad de datos que permite vivenciar la situación social y familiar de Balza desde un punto de vista amplio y, a la vez, enmarcado en la realidad argentina de mediados del siglo XX. El autor desgrana una narrativa amable que acompaña este recorrido y hasta consigue trasuntar al lector sentimientos íntimos del biografiado en momentos sensibles de su vida. La capacidad de Soprano para situar al protagonista en su ámbito queda demostrada en los trabajos de campo e indagación documental que llevan a entender la interacción del cadete Balza con el entorno del Colegio Militar desde un enfoque de sociabilización castrense. Así, calificaciones, materias, rendimientos y conceptos de sus superiores dialogan con el personaje a través de entrevistas, que traen a la actualidad agudas reflexiones y, en forma progresiva, comienzan a bosquejar la semblanza del Ejército y del país hasta el final del libro.
El capítulo II abarca el derrotero profesional de Balza en sus años de oficial subalterno (de subteniente a capitán) entre 1955 y 1970. En este punto el autor brinda una cronología de los sucesos sin evadir alusiones ni juicios sobre el ambiente institucional argentino. Soprano articula estos años tumultuosos de la política nacional con las experiencias militares de su biografiado mediante un discurso tan imparcial como ajustado a la exactitud de aquel período de transición. Acerca elementos que superan en mucho los límites de una biografía, aunque otorgan pleno sentido al ambiente profesional en el que Balza transita sus primeros años de carrera. Así, una precisa descripción de la evolución orgánica del Ejército argentino desde principios del siglo XX y un exhaustivo estudio de la doctrina y saberes de la artillería, colocan al lector frente a un cuadro completo de la situación que lo ayuda a entender al Ejército en su doble rol de instrumento militar e institución fundamental de la nación.
El capítulo III está encuadrado en una etapa crítica de la República Argentina (1971-1979) y expone el desarrollo profesional de Balza en un espacio ajeno a la denominada guerra sucia, lo que en la mirada de Soprano le permitió sostener su perfil de profesionalismo más allá de las vicisitudes de la época. Quizás el aporte más innovador –y valiente– del autor esté reflejado en el interrogante que plantea la duda acerca de si todo el personal de las Fuerzas Armadas de aquellos años estuvo
involucrado en delitos de lesa humanidad. Esta pregunta satisface dos dimensiones que exigen ser dilucidadas, ya que mientras interpela desafiante al punto de vista hegemónico instalado en la sociedad, al mismo tiempo explica la posibilidad cierta de que Balza se haya mantenido al margen de cualquier ilícito. Mediante este aporte Soprano examina el problema de la lucha contra la subversión proponiendo abordajes por fuera de los dominantes, y se esfuerza en producir investigaciones con rigor histórico que superen el reduccionismo y las generalizaciones para exponer, con acierto, enfoques alternativos en el estudio de la historia reciente de Argentina.
El capítulo IV recorre la experiencia de Balza como jefe de una unidad táctica en la Guerra de las Islas Malvinas (1982). Su conocimiento y competencia militar quedan reveladas en el desempeño del Grupo de Artillería 3 y los logros alcanzados a lo largo de la campaña. Una vez más, el autor despliega su erudición y presenta la cotidianeidad del combate poniendo el centro de gravedad en los protagonistas, de los cuales se vale para recrear, a través de sus testimonios, la actuación del conjunto en función del liderazgo ejercido por Balza. De esta manera, no solo se demuestra la idoneidad del protagonista, sino que también se argumenta en contra de las generalizaciones que pretenden ver la derrota como resultado de la incapacidad de los cuadros y tropa que combatieron.
Los capítulos V y VI comprenden el trayecto de Balza como oficial superior, su ascenso a la jerarquía de general y su actuación como jefe del Ejército; transcurren entre 1983 y 1999; este último año el protagonista pasó a situación de retiro. Dicho lapso estuvo jalonado por sucesos que pusieron a prueba la aptitud de Balza y, en la opinión del autor, le permitieron consolidar su liderazgo e insertar a la Fuerza, definitivamente, en el escenario democrático luego de la asonada carapintada del 3 de diciembre de 1990 y la autocrítica de 1995 frente a las cámaras de televisión. Desde los levantamientos militares de Semana Santa de 1987 hasta la reorganización del Ejército y su participación internacional en misiones de paz bajo el mandato de las Naciones Unidas, mediaron un sinnúmero de acciones que, como argumenta Soprano, transformaron al instrumento militar terrestre y, de alguna manera, modelaron la imagen de hombre público que Balza consolidaría frente a la sociedad a partir de su retiro.
Finalmente, el capítulo VII –El general retirado– cierra esta biografía con el balance de la vida de Balza entre 1999 y la actualidad. El autor despliega sus argumentos, y persuade, sobre la condición de figura pública y protagonista clave en la historia reciente de Argentina que reúne el personaje. Este tramo está atravesado tanto por las designaciones diplomáticas (Colombia y Costa Rica) como por las causas judiciales (Armas y Río Tercero), de las que Balza fue sujeto y objeto, según las circunstancias. Pero también está signado por la inocultable vocación política del biografiado, conducta que lo acercó a las esferas gubernativas tanto como lo alejó del ambiente militar.
Sin duda, las reflexiones finales del autor constituyen un corolario a la altura del cuerpo del texto, ya que ofrecen ideas conclusivas que pivotean entre la interpelación y las cavilaciones que la profundidad del tema –más allá de la persona– demanda. Soprano inquiere y estimula a través de preguntas, cuyas respuestas corren por cuenta del lector, a meditar respecto a un militar fuera de lo común, controvertido, admirado por la sociedad y discutido por sus camaradas, democrático para muchos y traidor para otros, pero que en definitiva no pasa desapercibido para el conjunto de la ciudadanía
que ve en Balza una figura distinta a la que remite el estereotipo amañado (y equivocado) de los militares argentinos de acuerdo a un sentido común imperante.
En síntesis, este libro es mucho más que una biografía. Es una investigación que expone las vivencias de un militar, hombre público y referente republicano para sus contemporáneos, al que le cupo tomar decisiones de alta responsabilidad institucional a lo largo de su carrera. Balza es producto del Ejército al cual pertenece, en el que se formó y en el que ha desenvuelto un itinerario caracterizado por la coherencia en su cometido profesional. Pero que también supo sostener estos principios en el ejercicio de sus funciones como diplomático y aun como ciudadano sin uniforme. Germán Soprano consigue poner en perspectiva la singularidad de la persona en el contexto de su espacio temporal, y emprende una investigación histórica que contiene muchas otras indagaciones y que, en definitiva, explican a través de Balza la realidad militar de una época dura y plagada de frustraciones para la ciudadanía argentina.
Quizás el mayor logro del autor radique en desnudar, con coraje moral e intelectual, la verosimilitud que el presente reclama para entender a Balza –héroe o traidor– pero siempre dentro de los límites del Ejército y el país que le dieron sentido a su existencia.