DOSSIER
Nuevas aproximaciones a la historia económica regional. Crecimiento económico, riqueza y distribución de factores productivos en la Argentina del siglo XIX
Julio Djenderedjian1
Presentación del dossier
Los tres trabajos que aquí presentamos, realizados por jóvenes investigadores,
constituyen miradas novedosas y creativas sobre el panorama de la historia
económica argentina del siglo XIX. A través de un trabajo minucioso, lograron
resolver algunos problemas típicos que suelen presentarse a los estudiosos que
(lidiando con fuentes de etapas preestadísticas, es decir, insalvablemente pobres)
intentan comprender la dinámica y la complejidad de la distribución de la
propiedad de los factores mediante un estudio profundo de espacios regionales
acotados, en momentos en que los mercados de esos factores poseían, justamente,
un carácter puramente local. No es casualidad tampoco que el análisis
se centre en momentos de peculiar dinamismo económico, que incluyen claro
está coyunturas de crecimiento y de atonía, y que por eso mismo exigen gran
atención a los detalles y suficiente sensibilidad para identificar las causas que
están detrás de los frecuentes cambios de situación. Las formas que adoptaron
la generación y distribución de la riqueza constituyen, por tanto, un horizonte
de preguntas presente en todos, si bien con muy diferentes matices y énfasis.
Luego de efectuar un inventario nominal de esa riqueza, necesario no tanto por
imposición de la agenda de investigación en sí sino sobre todo por la exigencia
de construir previamente, con elementos ciertos, un perfil adecuado del área
bajo estudio, en esencia lo que se trató de responder es cómo evolucionó esa
riqueza hasta el punto en que ha sido inventariada. Esto es: cómo fue creada,
cómo circulaba, cuál era su valor relativo y cómo se explican los a menudo
fuertes cambios que se presentan al saltar de un año a otro o de uno a otro sitio aun dentro de una misma localidad. Para ello, todos apuntan asimismo
a evaluar los límites y las posibilidades del contexto en que esos fenómenos
tuvieron lugar, brindando así un panorama más conciso hasta ahora disponible.
De allí a analizar los peculiares grados de concentración y dispersión de esa
riqueza entre sus diferentes tenedores, y qué diferencias pueden establecerse al
compararlas con las mediciones existentes fuera del espacio puntual estudiado,
sólo hay un corto trecho que puede o no haber sido recorrido aquí, pero que
de cualquier modo está también presente. Porque las preguntas que subtienden
todos los trabajos implican de una manera u otra el diálogo tácito o explícito
con quienes han debido lidiar con problemas prácticos también muy similares,
aquí o en cualquier otra parte. Lo cual otorga una dimensión particular a estos
estudios de caso: en modo alguno empiezan y terminan en sí mismos.
Más allá de si el análisis ha sido o no efectuado en torno a un momento
puntual (hecho debido a menudo a la disponibilidad o características de las
fuentes) subyace por lo demás en todos una visión diacrónica, que es el secreto
motor de su eficacia. Aun cuando no siempre haya sido explicitado, el objetivo
último es entender los cambios, partiendo eso sí de una base de medición lo
suficientemente sólida como para que ese punto de inicio pueda constituirse
en ordenador de la investigación. Lo cual resulta particularmente útil dada la
peculiar falta de registros seriados que aqueja al espacio rioplatense durante las
seis o siete primeras décadas del siglo XIX, vacío que recién desde hace relativamente
poco tiempo, y gracias a un gran trabajo empírico, se ha comenzado
a salvar. En el contexto de una economía signada por súbitas y significativas
mutaciones, la pregunta en torno a qué puede saberse sobre las múltiples variaciones
de fortuna ligadas al ciclo de vida personal apunta así a elaborar una
explicación que cierre de alguna manera la brecha entre los vastos testimonios
impresionistas autorizados hasta ahora por la falta de mediciones, y las historias
concretas que si bien adolecen de realidad no permiten avanzar más allá
de ella. La búsqueda de una explicación, no presente por lo general cuando
el énfasis apenas abarca el objeto bajo análisis, está por el contrario aquí en
el centro del esquema: las preguntas y los objetivos exceden largamente los
casos puntuales, y en ello pueden entreverse los efectos del sustancial avance
logrado por la historia económica argentina en los últimos años. No hace falta
destacar que se trata de estudios realizados con un inédito nivel de detalle; no
únicamente en ello están acordes con el grado de sofisticación alcanzado por
la especialidad. Más importante aún es que en todos los casos esos ejemplos
han sido mirados desde ángulos originales, definidos a partir del conocimiento
de una vasta bibliografía relativa y de los aportes efectuados por un largo censo
de estudiosos tanto en el país como en el extranjero. Lo cual llevó a considerar los problemas planteados desde una dimensión nueva. La misma podrá o no
impugnar multitud de ideas aceptadas, que no tenían sufriente solidez por no
haber tenido tampoco base empírica; más allá de ello, tanto el recorte regional
como la prueba pacientemente recogida y exhaustivamente analizada, implican
por sí mismos un cambio de magnitud en la forma de resolver aquellos
problemas. Es decir: lo original no se encuentra ya en el hecho de desvelar la
incógnita que constituían esos espacios en tanto microcosmos, sino en la forma
en que esa dimensión acotada y regional ha sido constituida en una vía útil
para poder analizar integralmente problemas planteados en lugar privilegiado
por la agenda internacional de los especialistas, pero cuya solución sólo podía
ser encarada satisfactoriamente desde esa dimensión local. Concentrarse en el
área que circunda al pueblo de Mercedes constituye para Fernanda Barcos un
útil pretexto para mostrarnos la complejidad de los ejidos como espacios productivos
y de acumulación, pero también, y sobre todo, las formas y los ritmos
de la movilidad de los patrimonios personales a lo largo de un período de más
de una década, por otra parte enormemente agitada; el estudio de la ciudad
de Buenos Aires por Tomás Guzmán nos exhibe las particularidades de la generación
y concentración de riquezas en una urbe de dimensiones realmente
considerables, y por tanto no contaminada por la perenne influencia de una
campaña demasiado cercana, pero de la cual es a la vez cabeza y principal
prestadora de servicios, quedándose por tanto con una parte considerable de
la renta creada por aquélla; y el estudio sobre San Carlos y Esperanza de Juan
Martirén nos muestra cómo dos sorprendentes fenómenos (el proceso de colonización
y el surgimiento de un mercado inmobiliario), cuya íntima conexión
siempre ha sido presupuesta, no necesariamente han sostenido una relación
ni mecánica ni unívoca, aun en dos casos supuestamente construidos a partir
de un impulso común y cuyas coordenadas básicas de utilización de factores
debían también, supuestamente, ser similares.
La captación de los rasgos esenciales de esos mercados de factores y,
con mayor razón aún, la descripción y análisis de las formas en que unos y
otros actores concretos fueron finalmente agraciados con porciones más o menos
considerables de la creación de valor, se vieron dificultadas por múltiples
problemas: aparte de la ya mencionada falta o escasez de fuentes seriadas,
incompatibilidad de recuentos efectuados en distintos momentos pero también
con distintos criterios; largos conjuntos de datos cuya compilación y tratamiento
implicaba un duro esfuerzo; necesidad de construir métodos aptos para resolver
los sesgos de las muestras, siempre dispuestos a torcer los resultados por
sus propias limitaciones. Todo ello ha sido atendido y zanjado con solvencia. Si
quizá en algún aspecto los métodos empleados o desarrollados puedan ser aún materia de controversia, lo concreto es que se ofrecen en estos trabajos algunas
respuestas concretas y razonables, y por tanto vías de solución admisibles a
puntos que hasta hoy siguen constituyendo claves fundamentales del devenir
económico del siglo XIX.
Lo cual no quita por supuesto valor a lo que estos aportes resuelven a
nivel regional, o a lo que respecta al tratamiento del tema si lo miramos desde
dimensiones menos amplias. Por fortuna contamos ya con excelentes investigaciones
en torno al mercado inmobiliario rural en Buenos Aires; pero poco
o nada sabíamos sobre los espacios productivos más cercanos a los pueblos,
cuya complejidad constituía no sólo una incógnita sino una rémora en tanto no
éramos capaces de percibir hasta qué punto su importancia económica afectaba
al conjunto. Seguir dentro de él las fortunas individuales en su evolución durante
un período agitado y aun a pesar de múltiples inconvenientes brinda así
una base útil para otorgar cuerpo concreto a un sector de marcada importancia
económica; y para poder contar con una imagen menos impresionista de las
posibilidades que brindaba aquella economía más allá de sus sectores más
dinámicos. Si bien el proceso de colonización santafesino ha sido estudiado repetidas
veces, no contábamos hasta hoy con una explicación de las lógicas de
funcionamiento del mercado inmobiliario que fue su consecuencia, aparte de
hipótesis sin duda razonables; el hecho de contar con un examen detallado y
completo de las transacciones inmobiliarias nos muestra los pormenores recónditos
donde se encontraban las claves de esa evolución, que podían ser muy
distintas según hubiera sido concebido el punto de partida. Combinar ello con
la identificación y seguimiento de los cambios en la posición en la escala de
riqueza de cada individuo a lo largo del tiempo conformó un diagrama esencial
para comprender cómo esa planificación inicial, y más alla de las decisiones
personales tomadas por los actores, tuvieron parte considerable en el recorrido
y resultados obtenidos por éstos. Por fin, la distribución de la riqueza en los
espacios rurales ha sido analizada a partir de diversas fuentes y para distintos
momentos; pero estaba aún pendiente de respuesta la incógnita acerca del
carácter de la misma en la gran ciudad de Buenos Aires, cuya lógica podía ser
completamente diferente de aquéllos, y es un hecho que guarda sustanciales
diferencias que no pueden ser atribuidas a las propias características del medio.
Pero de todos modos no se trataba sólo de completar los faltantes en una
interesante colección de casos: más importante aún era plantear interrogantes
anteriormente no tratados y haber obtenido para ellos respuestas que abren aún
más el panorama de secretos a develar. Y sin duda quien los busque hallará
aquí abundante material para formular preguntas que vayan mucho más allá
del campo ya de por sí amplio de la historia económica.
Por todo ello, considero que los trabajos aquí reunidos constituyen un
aporte sustancial al conocimiento de la historia económica argentina en el siglo
XIX, y no me caben dudas de que serán muy útiles, más allá del ámbito de
los investigadores con curiosidades similares.
Notas
1 Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” Universidad de Buenos Aires/Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Correo electrónico: juliodjend@ yahoo.com.ar