DOI: http://dx.doi.org/10.19137/pys-2022-290101
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EDITORIAL
Población & Sociedad cumple treinta años en el 2023, y como parte de las celebraciones que estamos organizando, en este número volvemos a publicar la sección Debates, inaugurada en 2016. Esta sección tiene como objeto acercar al público aspectos que entendemos están por detrás de la escritura de un artículo y que, aunque son muy importantes para la investigación, rara vez se hacen públicos. En esta oportunidad invitamos a Christian Giuseppe De Vito a enviar un artículo. De Vito trabaja en el Bonn Center for Dependency and Slavery Studies, Alemania. En sus investigaciones combina una perspectiva microhistórica con la historia global, influido quizás por la larga tradición que ha tenido la primera de ellas en su Italia natal de la mano de historiadores como Carlo Ginzburg o Giovanni Levi. Por cierto, lejos de haberse quedado con esa herencia, el autor está a la vez sumergido en los estudios globales que han renovado nuestro campo en las últimas décadas. Pero De Vito se caracteriza en muchos de sus trabajos por otro aspecto que quizás llama mucho más la atención -y despierta la crítica- de sus colegas historiadores: su búsqueda de definiciones conceptuales. Nos pareció interesante por ello invitarlo a publicar algún artículo que discutiera un concepto, y que a la vez estuviera construido desde un trabajo intenso con fuentes primarias que le hubieran permitido conocer lo mejor posible una sociedad concreta, en un momento específico. “Castigos paternalistas. Esclavos, amos y Estado en la Audiencia de Quito y en el Ecuador, 1730-1851” cumple con los dos requisitos.
Cuando pensamos en los comentaristas buscamos colegas que provinieran de diferentes campos, miradas y tradiciones, y a la vez deseábamos que fueran críticos de manera tal de poder deconstruir el concepto o su relación con la sociedad analizada. Los comentaristas cumplen con estos requisitos con creces, y creemos que nos han brindado la oportunidad de acceder a un debate muy rico sobre Castigos paternalistas. La primera de ellos es Marcela Echeverri Muñoz, quien tiene una formación multidisciplinar en los campos de la antropología y la teoría política, y actualmente se desempeña como profesora asociada en el departamento de historia de la Universidad de Yale. Entre otras cosas ha trabajado sobre la Gran Colombia, la esclavitud y el abolicionismo, es decir, es experta en los temas y en la región abordados en el artículo. El segundo es Renzo Honores, abogado y doctor en historia quien actualmente se desempeña en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Además de ser experto en justicia y leyes, Honores es un gran conocedor de la historia colonial hispanoamericana, de sus fuentes y de sus protagonistas. El tercero es Nikos Potamianos, historiador griego que estudió en Atenas, Creta y Tesalia, que no se ocupa ni de América Latina ni de esclavos o de castigos, sino del concepto de "economía moral", concepto que inspiró al de castigo paternalista. Potamianos discute aspectos metodológicos y conceptuales del trabajo. Su contribución fue hecha en inglés y así la hemos dejado, aunque accedió a una versión en dicho idioma tanto del artículo, como de la respuesta de De Vito.
El resultado está disponible para que lo ponderen ustedes, las y los lectores. Aquí quisiéramos volcar, solamente, algunas ideas que están detrás de estos artículos comentados y del esfuerzo que realizamos en la revista para publicarlos. Lo haremos a partir de algunas preguntas y sus respuestas que sobrevuelan casi todas las reuniones de trabajo de nuestro equipo editorial.
La más obvia es, quizás, una de las que nos atraviesa como editores y como autores. ¿Son estos debates equivalentes a una revisión? Una diferencia importante que entendemos existe entre las dos instancias es que desde la revista elegimos para el debate artículos que de partida consideramos de alta calidad científica y a la vez polémicos. Sabíamos, por ejemplo, que algunos de los comentaristas podían estar muy en desacuerdo con el enfoque adoptado por De Vito (y de hecho eso ocurrió). ¿Hubiera sido rechazado el artículo por ello? Nunca lo sabremos, claro, pero la experiencia indica que no todos los evaluadores aceptan la polémica o las posiciones que los confrontan. Por cierto, quienes comentan en esta sección sabían que nuestro objetivo era el de generar un debate y por eso se centraron en los aspectos discutibles del texto desde la perspectiva de su experticia. ¿Hubieran centrado su crítica en esos mismos aspectos de haber sido convocados como evaluadores? Tampoco lo sabremos nunca. Lo que sí resulta evidente es que para generar debate hemos convocado a comentaristas de campos en los que quizás no hubiéramos pensado, de ser una evaluación común.
Las revistas digitales están permitiendo modalidades nuevas y creativas de hacer evaluaciones, entre ellas, autorizar el acceso a los textos de los réferis externos y al de las respuestas de los autores. También se publican los trabajos en etapa de evaluación para que sean comentados desde antes de ser aprobados. Hace tiempo que observamos las nuevas propuestas y pensamos en cómo incorporar algunas de las innovaciones, ya que creemos que promueven -a veces- más transparencia y a la vez permiten detectar algunos problemas graves como, por ejemplo, el plagio. Sin embargo, esta sección se diferencia de esas propuestas, también, porque desea generar no tanto la mejora del artículo debatido, sino mas bien, un análisis crítico sobre aspectos de la escritura que no siempre son visibles. ¿Por qué tomó el autor un camino y no otro para escribir el trabajo? ¿Cómo leyó tal o cual documento o cómo pensó el diálogo entre fuentes? ¿Cómo se inspiró para darle forma a su idea?
Esas son las inquietudes que están detrás de esta iniciativa. No siempre resulta fácil encontrar un autor o autora dispuesto/a a ser criticado/a, y tampoco resulta fácil encontrar colegas que se tomen el trabajo de leer a conciencia un texto y mandar opiniones críticas. Por ello agradecemos muy especialmente a Christian De Vito, Marcela Echeverri, Renzo Honores y a Nikos Potamianos su dedicación y trabajo. Esperamos que ustedes aprovechen y disfruten de este debate tanto como nosotros, y que nos acompañen en los festejos por nuestros treinta años.
Raquel Gil Montero
Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales, CONICET
raquelgilmontero@conicet.gov.ar