RESEÑAS

Freire, P. y Shor, I. Miedo y osadía: la cotidianidad del docente que se arriesga a practicar una pedagogía transformadora. Editorial Siglo XXI Editores (2014)

En “miedo y osadía: la cotidianidad del docente que se arriesga a practicar una pedagogía transformadora” el autor Ira Shor le propuso a Paulo Freire realizar este libro-dialogo a mediados de la década de 1980. Los autores fueron conversando sobre una pedagogía transformadora a partir de las dificultades cotidianas de los profesores en un aula real y verdadera. El libro intenta encontrar respuestas y, a veces, plantear nuevos interrogantes, a una serie de preguntas que introducen y sustentan los siete capítulos que lo recorren.
“Miedo y osadía” inicia su introducción con palabras de IRA: “En primer lugar, queremos decir por qué hemos optado por escribir un libro de este tipo. Discutiremos temas frecuentemente formulados por profesores a propósito de la educación “liberadora” o transformadora” (p.17). Es desde esta presentación que los lectores nos sentimos invitados a compartir un dialogo franco, informal y profundo, espiralado alrededor de los sueños de estos profesores críticos sobre la educación pública.
Ira Shor y Paulo Freire interrogan las horas agitadas del aula desde la sabiduría de quienes se reconocen maestros y militantes de una sociedad más igualitaria. Como lectores, somos invitados a establecer un dialogo con ellos en relación con las alternativas liberadoras que proponen. Desde el inicio el libro presenta los interrogantes que ensamblan la red de posibles respuestas. Este libro es “hablado” y no escrito, dice Freire y Shor estima poder encontrar un “buen estilo de baile”. Los autores nos presentan un libro, dinámico, poético y profundo en el que la teoría del pensamiento crítico llegue a alcanzar la cotidianidad de la vida en el aula.
El dialogo al presentar el libro hablado, se hace creativo y recreativo, según Freire, intentando respuestas a estos interrogantes: ¿Cómo puede un profesor transformarse en un educador liberador? ¿Cómo se relaciona la educación con el cambio social? ¿Cuáles son los temores y los riesgos de la transformación? ¿Hay estructura y rigor en la educación liberadora? ¿Las clases dialógicas igualan a los profesores y los alumnos? ¿Qué es el “método dialógico” de enseñanza? La “pedagogía situada” y el empowerment ¿Hay una “cultura del silencio” en los Estados Unidos? ¿Los alumnos norteamericanos, que viven en una democracia plena, necesitan la liberación? ¿Cómo pueden los educadores liberadores superar las diferencias de lenguaje existentes entre ellos y los alumnos? El sueño de la transformación social: ¿cómo empezar el lunes por la mañana? ¿Tenemos derecho a cambiar la conciencia de los alumnos?
Plantea Freire que el profesor transformador debe sortear verdaderos obstáculos hacia un aprendizaje crítico hasta que “Ahora sé que puedo aprender” son palabras que el autor recuerda de boca de sus alumnos y recuerda que durante su trabajo en Recife, Brasil, sus estudiantes se convirtieron en profesores, lo cual le permitió reaprender lo sabido dentro y fuera del aula, develando la realidad ocultada.
En La enseñanza como opción política (p.76) reflexionan sobre qué política se adopta en el aula: somos profesores “a favor de quién y contra quién”. El docente debe entonces conciliar su práctica con su opción política. Es importante reconocer los miedos y temores y riesgos que insinúa la transformación porque negarlo es, negar el sueño. Es precisamente en este miedo, que el futuro cobra vida. Es en estas clases dialógicas que se desestructura la clase y los alumnos son también profesores poniéndolos a prueba. Es en el “Método dialógico” que se retoma el papel del diálogo en la pedagogía iluminadora situando al currículo en el pensamiento y el lenguaje de los alumnos, encaminados hacia un empowerment social, visualiza al educador como artista.
Ira Shor despliega su percepción de una “cultura del silencio” en el aula. Los educadores liberadores, reflexionan los autores, deberán examinar cómo pasar del “método de transferencia de conocimiento a métodos dialógicos” (p.223). Seguidamente iluminan su discusión desde el rol y peso del lenguaje, como punto de partida de la enseñanza liberadora que estimula el acto de reflexión entre iguales. Hay un aspecto destacado especialmente acerca del lenguaje que sucintan preguntas de los profesores: sexismo y racismo. Respecto al sueño de la transformación social, el indispensable generar conflicto social. Aprendiendo a hablar como docente leyendo la historia y poniendo los pies sobre la tierra. El nuevo desafío de una pedagogía liberadora nos hace pensar: cómo motivar a los alumnos, cómo lograr un equilibrio entre el currículo oficial y las necesidades que surgen en el aula, qué lugar dar a la lectura de los clásicos, cuál a los acontecimientos que sacuden el mundo real, cómo impulsar el debate y la reflexión.
Abrazar una pedagogía liberadora, basada en el diálogo, y apartarse de la pedagogía tradicional, que supone la transferencia de conocimientos del profesor al alumno, puede suscitar muchos temores: ¿acaso no puede poner en riesgo la autoridad de quien enseña, y hacer que sus alumnos incluso sospechen de su capacidad y su experiencia? Miedo y osadía, una iluminadora conversación a fondo entre Paulo Freire y su discípulo Ira Shor, es un libro central para entender los desafíos y los riesgos de ese pasaje. Los autores sostienen que el aula es el espacio de exploración donde el conocimiento se produce, no donde simplemente se lo transmite; ponen en su justo lugar la modalidad de la “clase expositiva”, que puede ser un momento fecundo en el marco de un intercambio dinámico; defienden la importancia del rigor y de la disciplina de estudio, que nunca implican memorizar información sino apropiarse de los textos al poder leer sus cruces con el contexto de producción y de lectura contra la celebración banal del diálogo, postulan un trabajo profundo, serio, con los temas de cada materia, en el que el profesor cumple un papel orientador que nunca se convierte en una posición de mando. Y contra las pedagogías que se limitan a sugerir un repertorio de metodologías, reivindican una educación que, si bien no podrá por sí sola transformar el mundo, es capaz de estimular la autonomía y el pensamiento crítico.
En el capítulo 7: El sueño de la transformación social, Ira Shor le pregunta a Paulo Freire: ¿cómo empezar el lunes por la mañana? ¿Tenemos derecho a cambiar la conciencia de los alumnos? Los autores proponen ir aprendiendo a hablar e invitarnos a empezar “haciendo con” los estudiantes y no “haciendo para” los estudiantes. Con “los pies sobre la tierra” los autores concluyen: “el sueño es posible o no? Si es menos posible, veamos cómo hacerlo más posible. Finalmente, hablando de sueños, imagínese, como lectores, estar conversando amistosamente sobre miedos y osadías de una pedagogía transformadora con estos dos grandes autores: Ira Shor y Paulo Freire.

Aurelia García
Profesora de Inglés (UNLPam). Especialista en Evaluación (UNLPam). Diplomada Superior en Ciencias Sociales con Mención en Educación y Nuevas Tecnologías. Becaria FULLbright del programa DAT 2010. Ayudante de las cátedras Didáctica y Practica Educativa III (Residencia) de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. Docente del Colegio Secundario de la UNLPam. Miembro del equipo responsable de la articulación e implementación del Campo de las Prácticas -FCH- Santa Rosa (LP).
aure.garcia09@gmail.com


“Cuerpo y alma”, acrílico sobre bastidor. Ramiro Achiary

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Obra Derivada 4.0 Internacional.