RESEÑAS
En “miedo y osadía: la cotidianidad del docente
que se arriesga a practicar una pedagogía
transformadora” el autor Ira Shor le propuso
a Paulo Freire realizar este libro-dialogo
a mediados de la década de 1980. Los autores
fueron conversando sobre una pedagogía transformadora
a partir de las dificultades cotidianas
de los profesores en un aula real y verdadera.
El libro intenta encontrar respuestas y, a veces,
plantear nuevos interrogantes, a
una serie de preguntas que introducen
y sustentan los siete capítulos
que lo recorren.
“Miedo y osadía” inicia su introducción
con palabras de IRA: “En primer lugar, queremos decir
por qué hemos optado por escribir
un libro de este tipo. Discutiremos
temas frecuentemente
formulados por profesores a propósito
de la educación “liberadora” o transformadora” (p.17). Es
desde esta presentación que los
lectores nos sentimos invitados a compartir un
dialogo franco, informal y profundo, espiralado
alrededor de los sueños de estos profesores críticos
sobre la educación pública.
Ira Shor y Paulo Freire interrogan las horas
agitadas del aula desde la sabiduría de quienes
se reconocen maestros y militantes de una sociedad
más igualitaria. Como lectores, somos
invitados a establecer un dialogo con ellos en
relación con las alternativas liberadoras que
proponen. Desde el inicio el libro presenta los
interrogantes que ensamblan la red de posibles
respuestas. Este libro es “hablado” y no escrito,
dice Freire y Shor estima poder encontrar un “buen estilo de baile”. Los autores nos presentan
un libro, dinámico, poético y profundo en
el que la teoría del pensamiento crítico llegue a
alcanzar la cotidianidad de la vida en el aula.
El dialogo al presentar el libro hablado, se
hace creativo y recreativo, según Freire, intentando
respuestas a estos interrogantes: ¿Cómo
puede un profesor transformarse en un educador
liberador? ¿Cómo se relaciona la educación
con el cambio social? ¿Cuáles son los temores
y los riesgos de la transformación? ¿Hay
estructura y rigor en la educación liberadora?
¿Las clases dialógicas igualan a los profesores
y los alumnos? ¿Qué es el “método dialógico”
de enseñanza? La “pedagogía situada” y el empowerment
¿Hay una “cultura del silencio” en
los Estados Unidos? ¿Los alumnos norteamericanos,
que viven en una democracia plena,
necesitan la liberación? ¿Cómo pueden los
educadores liberadores superar las diferencias
de lenguaje existentes entre ellos y los alumnos?
El sueño de la transformación social:
¿cómo empezar el lunes por la mañana? ¿Tenemos
derecho a cambiar la conciencia de los
alumnos?
Plantea Freire que el profesor
transformador debe sortear
verdaderos obstáculos hacia un
aprendizaje crítico hasta que “Ahora sé que puedo aprender” son palabras que el autor recuerda
de boca de sus alumnos y recuerda
que durante su trabajo
en Recife, Brasil, sus estudiantes
se convirtieron en profesores, lo
cual le permitió reaprender lo
sabido dentro y fuera del aula,
develando la realidad ocultada.
En La enseñanza como opción
política (p.76) reflexionan sobre qué política se
adopta en el aula: somos profesores “a favor de
quién y contra quién”. El docente debe entonces
conciliar su práctica con su opción política.
Es importante reconocer los miedos y temores
y riesgos que insinúa la transformación porque
negarlo es, negar el sueño. Es precisamente en
este miedo, que el futuro cobra vida. Es en estas
clases dialógicas que se desestructura la clase y
los alumnos son también profesores poniéndolos
a prueba. Es en el “Método dialógico” que
se retoma el papel del diálogo en la pedagogía
iluminadora situando al currículo en el pensamiento
y el lenguaje de los alumnos, encaminados
hacia un empowerment social, visualiza al
educador como artista.
Ira Shor despliega su percepción de una
“cultura del silencio” en el aula. Los educadores
liberadores, reflexionan los autores, deberán
examinar cómo pasar del “método de transferencia
de conocimiento a métodos dialógicos”
(p.223). Seguidamente iluminan su discusión
desde el rol y peso del lenguaje, como punto de partida de la enseñanza liberadora que estimula
el acto de reflexión entre iguales. Hay
un aspecto destacado especialmente acerca del
lenguaje que sucintan preguntas de los profesores:
sexismo y racismo. Respecto al sueño de la
transformación social, el indispensable generar
conflicto social. Aprendiendo a hablar como
docente leyendo la historia y poniendo los pies
sobre la tierra. El nuevo desafío de una pedagogía
liberadora nos hace pensar: cómo motivar a
los alumnos, cómo lograr un equilibrio entre el
currículo oficial y las necesidades que surgen en
el aula, qué lugar dar a la lectura de los clásicos,
cuál a los acontecimientos que sacuden el mundo
real, cómo impulsar el debate y la reflexión.
Abrazar una pedagogía liberadora, basada
en el diálogo, y apartarse de la pedagogía
tradicional, que supone la transferencia de
conocimientos del profesor al alumno, puede
suscitar muchos temores: ¿acaso no puede poner
en riesgo la autoridad de quien enseña, y
hacer que sus alumnos incluso sospechen de
su capacidad y su experiencia? Miedo y osadía,
una iluminadora conversación a fondo
entre Paulo Freire y su discípulo Ira Shor, es
un libro central para entender los desafíos y
los riesgos de ese pasaje. Los autores sostienen
que el aula es el espacio de exploración donde
el conocimiento se produce, no donde simplemente
se lo transmite; ponen en su justo lugar
la modalidad de la “clase expositiva”, que puede
ser un momento fecundo en el marco de un
intercambio dinámico; defienden la importancia
del rigor y de la disciplina de estudio, que
nunca implican memorizar información sino
apropiarse de los textos al poder leer sus cruces
con el contexto de producción y de lectura
contra la celebración banal del diálogo, postulan
un trabajo profundo, serio, con los temas
de cada materia, en el que el profesor cumple
un papel orientador que nunca se convierte
en una posición de mando. Y contra las pedagogías
que se limitan a sugerir un repertorio
de metodologías, reivindican una educación
que, si bien no podrá por sí sola transformar
el mundo, es capaz de estimular la autonomía
y el pensamiento crítico.
En el capítulo 7: El sueño de la transformación
social, Ira Shor le pregunta a Paulo Freire:
¿cómo empezar el lunes por la mañana? ¿Tenemos
derecho a cambiar la conciencia de los
alumnos? Los autores proponen ir aprendiendo
a hablar e invitarnos a empezar “haciendo
con” los estudiantes y no “haciendo para” los
estudiantes. Con “los pies sobre la tierra” los
autores concluyen: “el sueño es posible o no?
Si es menos posible, veamos cómo hacerlo más posible. Finalmente, hablando de sueños, imagínese,
como lectores, estar conversando amistosamente
sobre miedos y osadías de una pedagogía
transformadora con estos dos grandes
autores: Ira Shor y Paulo Freire.
Aurelia García
Profesora de Inglés (UNLPam).
Especialista en Evaluación (UNLPam).
Diplomada Superior en Ciencias Sociales con
Mención en Educación y Nuevas Tecnologías.
Becaria FULLbright del programa DAT 2010.
Ayudante de las cátedras Didáctica y Practica
Educativa III (Residencia) de la Facultad de
Ciencias Humanas de la UNLPam.
Docente del Colegio Secundario de la
UNLPam. Miembro del equipo responsable
de la articulación e implementación del Campo
de las Prácticas -FCH- Santa Rosa (LP).
aure.garcia09@gmail.com
“Cuerpo y alma”, acrílico sobre bastidor. Ramiro Achiary
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