DOI: 10.19137/praxiseducativa-2018-220201
EDITORIAL
Argentina celebra en estos días los 100 años de la Reforma Universitaria, una revolución coordinada por la lucha estudiantil que se constituyó en una reivindicación académica –tanto en el terreno de la ciencia como de las ideas pedagógicas– y dio lugar a una profunda renovación latinoamericana.
“Araña albina”, acrílico. Ramiro Achiary
En el inicio del siglo XX estudiantes de
la universidad de Córdoba alzaron sus voces
contra una organización institucional jerárquica
clerical, conservadora y arbitraria. Portaban
un mandato de cambios hacia una educación
democrática así como de un compromiso irrenunciable
con la sociedad de la que formaban
parte. La lucha logró sumar a estudiantes universitarios
del resto del país y de la Federación
Obrera de Córdoba, alianza que los mantuvo
vinculados en distintos momentos del siglo.
El 21 de junio de 1918 se dio a conocer el
Manifiesto Liminar que sintetizaba la urgencia
de una universidad pública, gratita, laica,
cogobernada, con concursos públicos, periodicidad
en el ejercicio de docencia, autónoma,
comprometida con la nación. En los años siguientes
los principios fueron sostenidos por
los estudiantes de Chile, Perú, Cuba, México,
Paraguay y Brasil. Ese manifiesto expresa un “nosotros” que disputa un poder simbólico a
favor de la rebeldía de los estudiantes en esta “hora americana” donde “la juventud ya no
pide, exige”.
Hoy otro manifiesto vuelve a convocarnos
por la educación, la libertad, la investigación
educativa, el contexto socio político en el que
estamos involucrados Un manifiesto por la
Educación publicado en 2010 por Gert Biesta y
Carl Anders Säfström y, cuya lectura nos permite
reflexionar y manifestar(nos) sobre los
sentidos de la educación a casi diez años de su
publicación.
Para inaugurar el manifiesto, los autores
proponen hablar en nombre de la educación
reconociendo ataques originados en direcciones
populistas e idealistas, pero corriéndose de
esas miradas. Hablar en nombre de la educación
expresa un interés en la libertad del otro.
En el mismo documento se ubica a la educación
en una tensión entre “lo que es” y “lo que
no es”. En esta tensión irrumpe un presentedisenso-
que produce subjetividad y que requiere
considerar a la educación fundamentalmente
como histórica y abierta a lo nuevo. Esta
tensión ayuda plantear interrogantes respecto
a las formas de teorizar a la educación de manera
educativa.
“…el manifiesto apunta a identificar los desafíos que deben afrontarse si deseamos luchar por la educación –lo cual también significa luchar por la posibilidad de la libertad”
Se pregunta Griesa “¿Un manifiesto por la
Educación?” y reconoce que al igual que en el
arte o la política que han dominado en este género,
ninguno ha logrado cambiar al mundo.
Por ello expresa: “En nuestros tiempos un manifiesto
puede realizarse sólo de manera irónica”,
es decir, para crear una apertura; para hablar en
nombre de la educación; para discutir desde allí los ataques teóricos y políticos; para construir una teoría de la educación que tome prestado
de otras disciplinas académicas; para preguntarse
si tales recursos teóricos pueden capturar
la dimensión educativa de la educación.
Carl Anders Säfström realiza una breve introducción
histórica a fin de proveer un contexto
a la educación en Suecia y el sentido fundamental
que la educación reside en la base del
estado de bienestar moderno, un estado ‘social
demócrata’. Los ataques de la nueva derecha a
este estado implican ataques a la educación y
a la investigación educativa. En relación a esta última, queda dependiendo de las políticas
públicas de turno y es fácilmente reducida a la
aplicación de ideas provenientes de la política
o de otras disciplinas (didácticas específicas
sociología educativa, psicología educativa, entre
otras). Esa no es la educación que queremos¡Es hora de luchar por la educación!
Este dossier que presentamos hoy es coordinado
por los Doctores Luis Porta (UNMDP-CONICET-
GIEEC) y Silvia Grinberg (CONICETUNSAM-
CEDESI) analizando manifestaciones
polifónicas de la pedagogía a partir de los once
ejercicios de resistencia a favor de la educación
que se publican. Un esfuerzo singular que pone
en juego una intencionalidad ética y política y
desde allí habitar un mundo que nos compromete
por una vida mejor, más solidaria, más
libre, más respetuosa.
Esto constituye un volumen especial, en
tanto se organiza como un dossier centrado en
las reflexiones generadas a partir del Manifiesto,
lo es también en tanto todos los artículos y
reseñas se publican en español e inglés y con
una mayor cantidad de colaboraciones para
esta temática (europeas, latinoamericanas y
argentinas).
Serie indiferentes, técnica mixta. Luis Abraham
Como dicen Gert Biesta y Carl Anders Säfström no hay en el manifiesto una invitación a adherir sino a comenzar a hablar en nombre de la educación, a multiplicar y no copiar. Un territorio para reunir fuerzas, aventurar el pensamiento, revisitar la escuela, lo común, la investigación y desde allí resistir al volver a pensar los sentidos de la educación.
Revising the meanings of education
Argentina celebrates these days the 100th anniversary of the University Reform, a revolution coordinated by students’ struggle that became an academic demand -both in the field of science and pedagogical ideas. Something that and gave place to a profound Latin American renewal.
“Araña albina”, acrílico. Ramiro Achiary
At the beginning of the 20th century, students
from the University of Córdoba raised
their voices against a hierarchical, clerical, conservative,
arbitrary institutional organization.
They carried a mandate of changes towards a
democratic education as well as an essencial
commitment to the society they were part of.
The struggle was able to add university students
from the rest of the country, as well as
from the Workers’ Federation of Córdoba, an
alliance that kept them linked in different moments
of the century.
On June 21, 1918, the Manifesto that synthesized
the urgency of a public, free, secular,
co-governed university, with public competitions,
periodicity in the exercise of teaching,
autonomous, committed to the nation was
released. In the following years the principles
were supported by students from Chile, Peru,
Cuba, Mexico, Paraguay and Brazil. That manifesto
expresses a “We” that disputes a symbolic
power in favor of the rebellion of the students
in this “American hour” when “young people
no longer ask but demand”.
Today another manifesto comes back to
join us in favor of education, freedom, educational
research, the socio-political context in
which we are involved A manifesto for Education published in 2010 by Gert Biesta and Carl
Anders Säfström and, whose reading allows us
to reflect and manifest about the meanings of
education almost ten years after its publication.
To open this manifesto, they propose to
speak in the name of education, recognizing
attacks originated in populist and idealistic
directions, but moving away from those looks.
Speaking in the name of education expresses
an interest in the freedom of “the others”. In
the same document, education is located in a
tension between “what is” and “what is not”. In
this tension, a present-dissent breaks in, produces
subjectivity and requires considering education
as fundamentally historical and open
to new things. This tension helps raise questions
about forms to theorize education in an
educational way.
“... the manifesto aims to identify the challenges that must be faced if we want to fight for education, which also means fighting for the possibility of freedom”
Gert Biesta wonders: “A manifesto for Education?” And he recognizes that just as in the
domain of art and politics that have dominated
in this genre, none of them has managed to
change the world. For that reason he expresses “In our times a manifesto can only be done
in an ironic way”; that is to say, to create an
opening; to speak in the name of education;
to discuss from that place the theoretical and
political attacks; to build a theory of education that borrows from other academic disciplines;
to ask if such theoretical resources can capture
the educational dimension of education.
Carl Anders Säfström makes a brief historical
introduction in order to provide a context
for education in Sweden and the fundamental
sense that education resides at the base of
the modern welfare state, a ‘social democratic’ state. The attacks of the new right to this state
imply attacks on education and educational research.
In relation to the latter, it depends on
the current public policies and it is easily reduced
to the application of ideas from politics
or from other disciplines (specific didactics,
educational sociology, educational psychology,
among others). This is not the education
we want. It’s time to fight for education!
This dossier that we present today is coordinated
by PhDs. Luis Porta (UNMDP-CONICET-
GIEEC) and Silvia Grinberg (CONICET
- UNSAM- CEDESI). They analyze polyphonic
manifestations of pedagogy from the eleven
resistance exercises in favor of education that
are published. A singular effort, that involves
an ethical and political intentionality to inhabit,–from that place– a world that commits us
for a better, freer and more respectful life.
It is a special volume, as it is organized in
a dossier focused on the reflections generated
from the Manifesto, it is also particular because
all the articles and reviews are published
in Spanish and in English and it has a greater
amount of collaborations in this topic (European,
Latin American and Argentinian).
Indifferent series, mix technique. Luis Abraham
As Gert Biesta and Carl Anders Säfström say, in the Manifesto there is no invitation to join to something but to begin to speak in the name of education, to multiply and not to copy. A territory to gather forces, to venture thinking, to revisit the school, the common, the research and –from that place– to resist by rethinking the different senses of education.
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