EDITORIAL
Maria Graciela Di Franco
La formación docente es una problemáticas
centrales en la agenda de Praxis. También
lo era para quien fuera un amigo y colaborador
desde la fundacional de la revista, Ovide Menin.
Educador, psicólogo, maestro, supervisor,
profesor, decano, director de distintos niveles
de la enseñanza, institutos de investigación así como programas y proyectos de trascendencia
nacional e internacional; autor de libros, artículos;
formador de investigadores, comprometido
con la universidad pública y sin duda, ha
sido y será una figura relevante para el mundo
académico. Su palabra y su acción integran un
patrimonio universitario que tiene a la formación
de maestros/as y profesores/as como norte
político y ético.
En memoria de estas pasiones que marcaron
su vida, y que son el eje de nuestra tarea
nos dedicamos en Praxis 19 a la Formación
Docente. Hemos invitado para ello a especialistas
locales y de distintos países de América
Latina para analizar las posibilidades transformadoras
de la educación. Buscamos en sus relatos
ejes articuladores de la reflexión política.
En ella radica la mejor posibilidad de comprender
los procesos educativos en los que
estamos involucrados y favorecer modos de
intervención encaminados hacia lo que consideramos
el irrenunciable sentido de la formación:
la educación para la democracia. En este
sentido es importante analizar cómo pensar
una formación de profesoras/es que habilite
a potenciar la idea de la educación como acto
político en la construcción de subjetividades
y en la valoración de la escuela como espacio
de poder y de práctica informada. Para ello es
necesario el ejercicio reflexivo de volver la mirada
sobre los espacios de formación, sobre el
sentido y saberes que exige esa formación.
Latinoamerica es el territorio en el que
nos concentramos en estos números. Una
América defendida en la pluma fundacional
y contemporánea de los pedagogos libertarios
Rodríguez, Martí, Freire. En su palabra esta la
vigencia de un proyecto político inconcluso y
que deberá buscar en sus propias raíces y sufrimientos
nuevos significados.
Pocos proyectos educativos han resaltado
tan claro la profunda vinculación de la educación
con lo social como el de Simón Rodríguez
(1828). Parafraseamos su obra para compartir
el modo en que se plantea la enseñanza como
eje de un sistema sociopolítico. El mismo se inclina
por conquistar la república, sostenida en
una instrucción que forme a ciudadanos capaces
de ejercer derecho, formados en una escuela
social. Este proyecto educativo, inconcluso aún,
abreva en la tesis fundamental de la originalidad
de América ¿a dónde iremos a buscar modelos? La América es original, original sus instituciones
y sus gobiernos. O inventamos o erramos. A la
revolución política debe seguirle la revolución
económica junto con la educación popular. ¿Y
quién ha de ser el sujeto de la revolución? Un
sujeto nuevo que es aquel que, por callado y
marginado durante siglos, nunca pudo ser sujeto.
La revolución se hará con criollos, indios,
pardos, morenos, pobres. Para la idea nueva, se
deben buscar medios nuevos. La idea nueva es
el bien de todos, la cosa pública, la república.
Estos nuevos sujetos son sujetos de saber
porque la cultura no debe ser propiedad de las élites sino propiedad pública, deben ser
los dueños del pais, los que mantienen al país
con su trabajo, quienes se lo hagan propio para
conquistar igualdad de oportunidades. La instrucción
será pública si es general, y allí será
social. Y redobla sus argumentos los hombres
han de saber y han de ser libres y para ellos debemos
enseñar que es hacer comprender y no
trabajar la memoria. Al que no sabe, cualquiera
lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra (Rodriguez, año 1828: 24).
Martí (1975) acompaña unos años después
esta búsqueda de autonomía y libertad. Anticipa
que preparar al hombre para la vida es la
finalidad de la educación Ofrece un principio
que compartimos hasta hoy en nuestras aulas
universitarias y es evitar el divorcio entre la
educación que se ofrece en cada época y esa época. Diríamos entre la finalidad y el sentido,
entre la formación y el contexto de formación.
Porque si no se conoce al contexto y a los sujetos,
se reducen los modos de intervención
en el mundo. En palabras de Freire (1997) es
necesario intervenir, la acción no es neutra,
implica tomar partido. En este sentido enseñar
implica favorecer un acto de conocimiento
como así también un acto político, porque
conocer ayuda a comprender y comprender
permite intervenir para cambiar. Por eso para
nosotros es muy importante, no sólo aprender
aquello que vamos a enseñar, sino pensar en
el para qué de esa enseñanza. Recordar permanentemente
a favor de quién trabajamos es
eje en nuestro ejercicio profesional. ¿Qué sociedad
queremos? ¿qué nos gustaría cambiar? ¿cómo lo podríamos cambiar? ¿qué aspectos
son los que nos parecen más injustos, dolorosos,
cuando miramos la realidad en la que
estamos inmersos?
Hoy nos ayudamos con la teoría política
que nos abre un espacio a la mirada descolonial
que nos desafía a pensar una nueva epistemología
del sur (Boaventura de Sousa Santos,
2009) para una política de la liberación (Dussel,
2012). En palabras de Mignolo, “es una
opción a varios niveles (epistémica, política,
subjetiva, económica) a todos los niveles de la
matriz colonial de poder que es necesario descolonizar”
(Mignolo, 2010:7).
En los tres volúmenes de este año dialoga la
formación docente recuperando la génesis en
distintos países, las fracturas y continuidades
en los sistemas formadores en la matriz histórica,
en los actores, en las finalidades y las tensiones
que aún atraviesan significado y sentido
de la formación. En este primero, Concepción
Barrón Tirado y Norma Georgina Gutiérrez
Serrano desde la Universidad Nacional Autónoma
de México; Marta Osorio de Sarmiento
y Julio Esteban Univio Molano de Bogotá y
Fancy Castro Rubilar desde la Universidad del
Bío-Bío inauguran estas reflexiones. Cristina
Nosei de la Universidad de La Pampa y José Tranier de la Universidad Nacional de Rosario
proponen desde la trama de la acción por un
lado repensar una formación en que posibilite
una inclusión genuina, y en el otro, problemáticas
de género, clase y etnia, que demandan
seguir siendo problematizadas en el campo
educativo.
En Reencuentro seguimos recuperando la
voz de nuestro maestro Ricardo Nervi , educador
militante desde los albores del siglo pasado
en la formación de docentes luchando por reivindicaciones
sociales en la línea de aquellos
primeros pedagogos libertarios.
“Médanos”, óleo. María José Pérez
Bibliografía
1. FREIRE, P. (1997). Pedagogía de la autonomía. Buenos Aires, Paidos.
2. DUSSEL, E. (2012) Para una política de la liberación. Buenos Aires, Las cuarenta, Gorla.
3. PALERMO, Z. (2010). Pensamiento Argentino y opción descolonial. Buenos Aires, Del signo.
4. RODRIGUEZ, S. (1828) Sociedades Americanas. Venezuela, Biblioteca Ayacucho.
5. MARTÍ, J. (1886) Cartas de Martí: Nueva York en otoño, La Nación, Buenos Aires, 14 de noviembre de 1886.
6. SANTOS, B. de Sousa (2009). Epistemología del sur. México, Siglo XXI, CLACSO.
7. WALSH, C; A. GARCIA LINERA y W. MIGNOLO (2006). Interculturalidad , descolonización del estado y del conocimiento. Buenos Aires, Del Signo.
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