Dislocación del sistema de riego en el periurbano de Villa Mercedes: efectos territoriales y en familias quinteras

Dislocation of the irrigation system in the periurban area of Villa Mercedes: territorial effects on families inhabiting quintas

Deslocamento do sistema de irrigação na área periurbana de Villa Mercedes: efeitos territoriais e efeitos sobre as famílias horteiras

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria AER Villa Mercedes / Universidad Nacional de los Comechingones

Resumen: El objetivo principal de esta investigación se centró en el análisis de las transformaciones territoriales en el periurbano de Villa Mercedes. A través de un enfoque interdisciplinario e histórico, este estudio buscó comprender cómo ha evolucionado el uso del suelo en estas áreas a lo largo del tiempo. Para ello se realizó un trabajo con imágenes satelitales, entrevistas en profundidad, archivos institucionales y personales, analizando la disminución de la actividad hortícola y ganadera a la luz de la expansión del casco urbano y de fenómenos socioeconómicos determinados. Entre los hallazgos se determinó que la expansión desorganizada de la planta urbana ha desarticulado el sistema de riego, comprometiendo significativamente la producción agrícola en las zonas periurbanas. Como reflejo del cambio económico provincial e impulsado por el auge industrial, las familias quinteras abandonaron la producción hortícola y tambera. Se comprobó que la dependencia de un sistema de riego inestable y vulnerable a fenómenos climáticos ha limitado la estabilidad productiva de las familias quinteras, esto generó incertidumbre y resultó en una de las causas del abandono de tierras. Este proceso se vio facilitado por una débil institucionalidad y la limitada autoridad de las comisiones de riego.

Palabras clave: Periurbano; Familias Quinteras; Sistema de riego; Villa Mercedes

Abstract: The main objective of this research is the analysis of territorial transformations in the peri-urban area of Villa Mercedes. Through an interdisciplinary and historical approach, this study sought to understand how land use has evolved in these areas over time. To achieve this, satellite imagery, in-depth interviews, and institutional and personal archives were used to analyze the reduction in horticulture and cattle raising in the light of an expanding urban area and specific socio-economic processes. Among the findings, it was determined that the disorganized expansion of the urban plant has disarticulated the irrigation system, significantly compromising agricultural production in peri-urban areas. As a result of the provincial economic change and driven by the industrial boom, “quintas” families abandoned horticultural, as well as dairy production. It was found that dependence on an unstable irrigation system, vulnerable to climatic phenomena, has limited the productive stability of “quinta” families, generating uncertainty and resulting in one of the causes of land abandonment. This process was facilitated by a weak institutional framework and limited authority of the irrigation commissions.

Resumo: O principal objetivo desta pesquisa centrou-se na análise das transformações territoriais na área periurbana de Villa Mercedes. Através de uma abordagem interdisciplinar e histórica, este estudo procurou entender como o uso da terra evoluiu nessas áreas ao longo do tempo. Para tal, foram utilizadas imagens de satélite, entrevistas em profundidade, arquivos institucionais e pessoais para analisar o declínio das atividades hortícolas e pecuárias à luz da expansão do centro urbano e de fenómenos socioeconómicos específicos. Entre as conclusões, determinou-se que a expansão desordenada da área urbana desarticulou o sistema de irrigação, comprometendo significativamente a produção agrícola nas áreas periurbanas. Refletindo as mudanças económicas da província e impulsionadas pelo boom industrial, as famílias de agricultores abandonaram a produção hortícola e leiteira. A dependência de um sistema de irrigação instável e vulnerável a fenómenos climáticos limitou a estabilidade produtiva das famílias horteiras, gerando incerteza e resultando numa das causas do abandono da terra. Este processo foi facilitado por instituições fracas e pela autoridade limitada das comissões de irrigação.

Palavras-chave: Periurbano; Famílias Horteiras; Sistema de irrigação; Villa Mercedes.

El estudio de las áreas periurbanas ha ganado relevancia en los últimos años. Investigaciones recientes (Attademo et al., 2023) destacan su contribución a la sostenibilidad de los sistemas productivos al proveer alimentos sanos y generar empleo local, además de ofrecer servicios ecosistémicos en un contexto de cambio ambiental global (Giobellina, 2018). Esta temática ha tomado centralidad en la agenda pública y académica frente al avance del modelo agropecuario industrial, el crecimiento urbano y la conflictividad ambiental.

En Argentina, los periurbanos han sido abordados en relación con la conflictividad ambiental (Espoturno, 2023), especialmente en zonas donde convergen producción y población. Estudios han analizado las tensiones por el uso de agroquímicos y propuesto formas de producción sustentables (Aranguren & Martínez, 2015), así como la problemática de la valorización inmobiliaria y el avance urbano (Feito, 2010). Un estudio reciente sobre cambios de usos del suelo en el periurbano bonaerense ha destacado procesos como la expansión urbana, el establecimiento de actividades primario-intensivas y la recepción de externalidades urbanas negativas (Venturini, 2024).

El caso del periurbano de Villa Mercedes ha sido tematizado en la agenda pública local, aunque existe escasa bibliografía al respecto. Algunos abordajes indirectos se encuentran en Zamorano (1968), quien analiza los problemas históricos de la ciudad, vinculando la producción hortícola con la organización espacial. Limina (2015), por su parte, examina los obstáculos y potencialidades para crear una cadena productiva de frutas y verduras en Villa Mercedes. En la literatura disponible se ha trabajado muy poco sobre el proceso histórico de construcción de la ciudad y sus interacciones con las zonas agrícolas irrigadas. Estas transformaciones, impulsadas por mejoras urbanas y la atracción de población, afectaron los circuitos de riego y la producción agropecuaria.

Villa Mercedes se destaca como una de las ciudades que mayor cantidad de industrias atrajo durante la etapa de promoción industrial, consolidándose como un polo de desarrollo económico en la provincia de San Luis. Este proceso, junto con su temprano y significativo desarrollo de sistemas de riego, la convierte en un caso emblemático para estudiar las transformaciones territoriales y sus efectos en las dinámicas agropecuarias. Su crecimiento poblacional acelerado y la radicación de empresas han generado cambios significativos en el uso del suelo, impactando directamente en las áreas irrigadas y las prácticas productivas tradicionales.

Por todo lo dicho, el problema principal de la investigación se centra en las transformaciones del sistema de riego en el periurbano de Villa Mercedes y sus efectos en la producción hortícola/tambera de las familias quinteras. A través de un enfoque interdisciplinario e histórico, este estudio busca comprender cómo ha evolucionado el uso del suelo en estas áreas a lo largo del tiempo, especialmente en relación con la urbanización y la trayectoria agrícola.

Las familias quinteras^[5], actores clave en los entramados agroalimentarios locales, desempeñaron un rol fundamental en el abastecimiento de alimentos frescos antes de las transformaciones que reconfiguraron la ciudad y su periurbano. Su reducción y desplazamiento reflejan la erosión de sistemas agrícolas locales frente a la expansión urbana, los cambios en el uso del suelo y la reorganización de las dinámicas productivas.

El análisis permitió detectar que la expansión desorganizada de la planta urbana desarticuló el sistema de riego, afectando significativamente la producción agrícola periurbana. Esta transformación, junto al auge industrial, llevó a muchas familias quinteras a abandonar la producción hortícola y tambera. Además, la dependencia de un sistema de riego inestable y vulnerable a fenómenos climáticos limitó la estabilidad productiva, facilitando el abandono de la actividad. Este proceso se vio agravado por una débil institucionalidad y la limitada autoridad de las comisiones de riego.

Este estudio se basa en una combinación de técnicas que incluyen el trabajo con archivos personales, entrevistas en profundidad y el análisis de imágenes satelitales, con el objetivo de analizar las transformaciones territoriales históricas en Villa Mercedes. Se adoptó la estrategia de estudios de casos (Stake, 2013), realizando entrevistas en profundidad a informantes clave vinculados a la producción en áreas irrigadas. Entre junio y agosto de 2024, se llevaron a cabo aproximadamente 15 entrevistas, apoyadas en frecuentes salidas a campo. Dado el escaso número de productores restantes en la zona, la muestra fue intencional y dirigida, utilizando la técnica de “bola de nieve” debido a la muerte o migración de muchos productores tradicionales y sus familias.

Debido a la desaparición de gran parte del acervo archivístico de las autoridades del agua a nivel municipal y provincial, se estimó el área irrigada, la cantidad de regantes y los tipos de producciones mediante entrevistas y archivos personales de informantes. Entre estos, destaca el archivo del Ministerio de Obras Públicas de la Nación de fines de los años 1920, que detalla las obras de infraestructura hidráulica, las áreas irrigadas y las posibles ampliaciones de riego.

Además, se empleó una metodología de elaboración de mapas de cobertura del suelo a partir de imágenes satelitales, lo que permitió contrastar y, en algunos casos, corroborar las declaraciones de los entrevistados. El registro histórico de imágenes satelitales, disponible desde mediados de la década de 1970, facilitó el estudio de los cambios en la distribución de espacios urbanos, rurales y naturales a lo largo del tiempo. Se seleccionaron imágenes de mediados de cada década (1970, 1980, 1990, 2000, 2010 y 2020) y se determinó la ubicación de las siguientes categorías de ocupación del suelo:

Se trabajó con imágenes Landsat, que por su resolución y características espectrales resultaron apropiadas. Las imágenes utilizadas para caracterizar la década del 70 fueron tomadas por Landsat 1 y 2. Con imágenes de Landsat 5 fueron identificadas las coberturas de las décadas del 80, 90 y 2000, en la que también se emplearon imágenes de Landsat 7. La identificación de coberturas de la década de 2010 se realizó con imágenes de Landsat 8. Finalmente, la caracterización actual del paisaje de esta zona se realizó con los mosaicos de alta resolución de Microsoft Bing Maps y Google Earth. El procesamiento se realizó en QGIS 3.38 (Equipo de desarrollo QGIS, 2024)

El área de trabajo quedó comprendida entre las coordenadas [[-65.6492830106817138, -33.7841188582755052: -65.2697219266539292, -33.5631201675848203]]. La determinación de los tipos de cobertura se realizó mediante fotointerpretación y digitalización sobre composiciones en falso color de 4 a 5 imágenes por cada década.

Para comprender la configuración histórica del periurbano de Villa Mercedes, es esencial analizar su evolución poblacional e hídrica. Hasta mediados del siglo XX, la ciudad contaba con poco menos de 26,000 habitantes y se destacaba por su actividad agrícola y ganadera, con quintas que abastecían de hortalizas y frutas a la localidad y regiones vecinas. La llegada del ferrocarril en 1875 impulsó su crecimiento económico y demográfico, consolidándola como un centro comercial y agrícola clave. La formación de las zonas de quintas estuvo estrechamente ligada a la migración y al desarrollo de los sistemas de riego.

Hasta la primera mitad del siglo XX, el ejido urbano de Villa Mercedes se integraba a zonas de quintas y potreros, una característica tradicional de este tipo de ciudades en esa época. Zamorano (1968) describe esta mezcla de lo urbano y lo rural como “un espacio amorfo, en el que aparecen sin orden las granjas, las quintas y los potreros de las estancias” (Zamorano, 1968, p. 140). Las quintas producían una variedad de hortalizas y frutas fundamentales para la economía local, comercializadas en el Mercado Central y la Feria Franca de la estación de trenes, asegurando un suministro constante de alimentos frescos y reforzando la autosuficiencia de la ciudad.

No obstante, hacia fines de la década de 1960, Zamorano (1968) señala que las zonas hortícolas desaparecían y el aprovisionamiento comenzaba a depender de Mendoza. Factores como el cambio de actividad de los hijos de los productores, la orientación hacia la ganadería y, principalmente, el crecimiento urbano que desorganizó el sistema de riego, contribuyeron a la desaparición de muchos productores agrícolas (Zamorano, 1968).

El análisis del crecimiento poblacional de Villa Mercedes entre 1869 y 2022 revela un incremento sostenido y significativo (ver Nº 1). La tasa anual promedio en el período 1869-2010 fue del 2,02%, superior al 1,53% de la ciudad capital y al 1,35% provincial. Este crecimiento refleja una dinámica de desarrollo urbano y económico que ha transformado la ciudad a lo largo de más de un siglo, y refleja tanto la expansión del ejido urbano como las tensiones con las áreas agrícolas circundantes.

Nº 1. Tasa crecimiento poblacional porcentual anual departamento Pedernera y Villa Mercedes

Podemos observar un dramático crecimiento intercensal desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Tomando como referencia los valores poblacionales del departamento Pedernera (donde se ubica Villa Mercedes) y considerando que al menos el 80% de su población se concentra en la ciudad, se evidencian variaciones intercensales significativas. Por ejemplo, desde el censo de 1947, se registra un decrecimiento del 0,84% en el período 1947-1960. Los siguientes períodos (1960-70 y 1970-80) muestran incrementos del 11,08% y 18,74%, respectivamente. Sin embargo, el crecimiento más notable ocurrió entre 1980 y 1991, con un aumento del 40,62%, coincidiendo con la radicación de fábricas durante la etapa de promoción industrial. Los períodos 1991-2001 y 2001-2010 presentaron aumentos más moderados, del 21,86% y 13,61%, respectivamente, seguidos de un nuevo salto del 18,25% en el período 2010-2022.

En relación con el sistema de riego y el área irrigada del periurbano de Villa Mercedes, el avance de la urbanización fue proporcional a la retracción de las áreas irrigadas y del monte nativo. Distintos eventos territoriales afectaron el complejo sistema de riego que rodeaba la ciudad, caracterizado por un cinturón verde con tambos, alfalfares, horticultura y fruticultura en ambas márgenes del río Quinto. El hito inicial fue la construcción del Dique Vulpiani en 1909, seguido de obras de impermeabilización, canales y acequias hasta la década de 1970. Sin embargo, estas mejoras colisionaron con el crecimiento poblacional y urbano, transformando las quintas en zonas destinadas a la construcción de viviendas.

El crecimiento del sistema de riego en Villa Mercedes fue paralelo al desarrollo urbano y poblacional, aunque la disponibilidad de agua para riego fue irregular (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria-Gobierno de la Provincia de San Luis, 2000), lo que generó una tradición de riego inestable y de corta duración. La superficie irrigada disminuyó gradualmente, con eventos que llevaron al cese de numerosas explotaciones agrícolas y tamberas. En muchos casos, el avance de la infraestructura hidráulica afectó los caudales destinados a la zona irrigada. Por ejemplo, la construcción del Dique La Florida redujo los volúmenes de agua que llegaban a Villa Mercedes, un recorrido que, por su permeabilidad, requería mayores niveles de escorrentía (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria-Gobierno de la Provincia de San Luis, 2000).

La inestabilidad del riego y los problemas analizados se reflejan en la dificultad para obtener datos precisos sobre la superficie irrigada. El Cuadro Nº 2 se construyó a partir de información de diversos estudios (fondos documentales de INTA, 2000; Ministerio de Obras Públicas de la Nación, 1929 y 1936; Dirección General de Irrigación, 1951; Consejo Federal de Inversiones, 2000; Gobierno de San Luis y Municipalidad de Villa Mercedes, 2022). En ella se distingue entre la superficie empadronada (no siempre disponible), la considerada regable y las estimaciones de uso potencial en hectáreas. Estos datos sugieren que tanto el área de riego como la información disponible han sido limitadas, lo que indica una subvaluación de la capacidad total del sistema de riego en todos los períodos. Esta situación obligó a realizar estimaciones ad hoc para compensar este desfase y determinar su potencial.

Cuadro Nº 2. Superficie de riego empadronada, efectiva y potencial en hectáreas. Periodo 1929-2022 para la ciudad de Villa Mercedes

Para el año 1951 la cantidad de hectáreas se mantuvo y en el documento de Dirección General de Irrigación se señala que 9.500 son de riego eventual y 2500 permanente.

El informe técnico de INTA y el Gobierno de la Provincia de San Luis (2000) indica la estratificación de los pequeños regantes para mediados de la década del 90. El 70% de las explotaciones eran menores a 5 ha y representaban el 17% de la superficie irrigada, las explotaciones entre 5 y 50 ha eran la mayoría con un total de 68% de superficie cultivada. Y las explotaciones mayores de 50 ha sólo ocupaban un 8% del área irrigada. Este sistema era ineficiente y carecía de personal capacitado para manejarlo debido a que el empleo industrial atraía la mano de obra necesaria para esta actividad. También refería que la orientación de los cultivos se había volcado a las forrajeras (77%), principalmente verdeos invernales como centeno y cebada (28%), alfalfa (25%) y otras forrajeras perennes. Por su parte, la producción hortícola mostraba un incremento respecto a los años anteriores y representaba un 17% del área regada, principalmente orientada a la producción de batatas, tomates, frutillas y algunos frutales (0,3%) y forestales (0,6%). La actividad tambera con superficie bajo riego representaba un 4% del total. Aunque es posible que una parte de las áreas de alfalfa y verdeos invernales tuviesen como principal destino la producción lechera.

El estudio realizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) señala la existencia de un sistema de riego concentrado, en el sentido de que existía una explotación de 7615 ha bajo riego. El resto de los 80 usuarios empadronados sumaban 1929 ha bajo riego (Gobierno de la Provincia de San Luis- Consejo Federal de Inversiones, 2000). Dada la forma en que se configuró el sistema, el consorcio de riego se caracterizó por el minifundio y la concentración, con una gran parcelación del área de riego y una notable acumulación de tierras en un solo productor. El área empadronada coincidía con el área regable, aunque en entrevistas realizadas sobre esta etapa nos señalaron que probablemente el área en efecto regada haya sido menor.

Estimaciones recientes realizadas por la Municipalidad de Villa Mercedes señalan que las hectáreas empadronadas llegan a 549 en la actualidad, aunque el área regada al 2024 es seguramente mucho menor. A pesar de que existen enormes saltos y la calidad de la información es discutible, esto es un reflejo de la irregularidad e inestabilidad de las entidades de riego. Actualmente el acceso a información vinculada al riego en Villa Mercedes y concretamente al material informado por los consorcios de riego es dificultosa. Como una metáfora del riego en la ciudad podemos ver que la cuestión institucional en lo referido a la disponibilidad de información ha sido inestable.

A principios del siglo XX, Villa Mercedes experimentaba un período de crecimiento y consolidación. Fundada en 1856, la ciudad se desarrolló rápidamente gracias a su posición estratégica como nodo ferroviario y su proximidad al río Quinto, lo que facilitó el comercio y el transporte. Hacia 1904 Bialet Massé, en su famoso informe, caracteriza a la provincia como “meramente ganadera”; no obstante, ve un futuro promisorio para la actividad agrícola mediante los avances en los canales de riego y diques que se construían en la época. Compara el mercado de San Luis con el mercado de Río Cuarto e indica que “ni está tan bien provisto, ni el pueblo hace uso de la verdura en las proporciones que aquella ciudad” (Bialet Massé, 2010, p. 320). Luego señala que “las frutas son abundantes en su tiempo; pero no se importan más que las naranjas y algunas bananas; de modo que en el invierno no hay” (Bialet Massé, 2010, págs. 320-321). Sin embargo, con el tiempo, comenzó a tomar forma de una ciudad rodeada por quintas, potreros e incluso campos con monte nativo.

Esta lógica productiva fomentó una estrecha interconexión entre la ciudad y su área productiva agropecuaria. En este contexto, la ciudad actuaba como un 'puente', que integraba dos polos de desarrollo (Figura Nº 1): uno impulsado por su núcleo fundacional, hacia el sur del casco urbano, y otro dinamizado por la llegada del ferrocarril (Barrio Estación, al norte). La red de canales se extendía a lo largo de la ciudad en dirección este-oeste, y atravesaba diversos puntos de la planta urbana sin generar mayores inconvenientes, gracias a que, en su mayoría, era subterránea. Además, según señalaba un informante clave, la comunidad compartía una arraigada cultura del riego, donde la ciudadanía participaba activamente en la protección y mantenimiento de esta infraestructura (Comunicación personal, 2024).

Figura Nº 1. Mapa del cinturón verde de Villa Mercedes durante la década del setenta

Durante el trabajo de campo, la década del 70 fue referida de forma recurrente como el tiempo de auge de las familias quinteras. Vale decir que cuando se habla de los quinteros hay que referirlo a las tierras cultivables bajo riego. Un informante destaca la importancia de las familias quinteras como principal fuente de trabajo en la zona, señalando que, además de empleos municipales, ferroviarios o en instituciones como el hospital e Irrigación, la mayoría de la población se dedicaba a la producción de la tierra como salida laboral (Ex productor y comercializador, 2024).

Ante la pregunta sobre el tipo de producciones que se llevaban a cabo en la zona de quintas un técnico retirado de INTA nos comentaba:

...de todo, desde papa... Teníamos los Bonino, Belletini, de la Rocha, López, todos esos eran paperos una época del año y la otra época hacían acelga, lechuga; se hacían espárragos. El gallego Rodríguez hacía casi todo el año acelga, por la calle Tucumán. Lo que es [el barrio] “las 900”, todo eso eran quintas. (Técnico INTA jubilado, 2024).

Otro productor nos comentaba sobre las producciones y el volumen de trabajo que generaba la actividad hortícola:

Papa, cebolla y ajo. 3 cosas eran los fuertes de mis padres y mis tíos. (...)Tenían un tractor U25, mirá como se trabajaba (...) Comenzaba a las 8 de la mañana el trayecto, tipo fábrica, un tractorcito y un acoplado, 15, 20 personas todos los días. Tenían las paradas en la panadería Mastellone, por la Betbeder (Ex productor y comercializador, 2024).

La abundancia del sistema productivo de las familias quinteras, destacada por numerosos informantes, incluía excedentes que se comercializaban en otras provincias gracias al transporte ferroviario “Mandaba mercadería a Buenos Aires, se producía acá, Mendoza y a Buenos Aires por el tren. La producción de papa, batata, todo se mandaba al mercado de Buenos Aires” (Ex Productor y comercializador, 2024).

Si bien la producción local proveía de frutas y verduras a toda la ciudad, lejos estaba de ser un modelo equitativo. En los hechos, el marcado “sacrificio” de las familias quinteras mencionado de manera recurrente por nuestros entrevistados evidencia un modelo productivo que generaba ingresos magros. Un productor que se reconvirtió nos mencionaba lo siguiente:

Entrevistador: ¿esos productores estaban bien, digamos, les iba bien? ¿o ya venían con un proceso de...?

Entrevistado: No, no, no y es todo sufrimiento si ganaban que se yo... el lechero, ningún lechero de acá se puso rico, ninguno, tenías lecheros muy buenos (...) lecheros de 300 litros de leche 400 pero lechero que ordeñaban a mano. Pero...no daba el negocio, aparte todo a pulmón era.

Entrevistado: Y también lo mismo, muy sacrificado y aparte cada vez se achicaban más... (Ex quintero ganadero, 2024).

La estrecha relación entre agua, tierra y producción derivaba de la escasez de precipitaciones en la región, lo que hacía imprescindible el uso del riego. Sin embargo, la dependencia de un sistema hídrico inestable limitaba la sostenibilidad de estas actividades y generaba eventuales abandonos productivos. Esta situación se reflejaba claramente en los testimonios recopilados durante el trabajo de campo:

Eso también te digo, eso hubo, se mermó un montón de producción. Porque había temporada de sequía, y bueno, no había agua para regar, entonces bueno, ahí, ¿qué pasaba? A vos te iba mal ahora, el próximo año no te garantizaban el agua. ¿Entonces que hacías? Todos, sembraban medio pocón porque tenían miedo cuando a vos te hacía falta el riego, la papa, eso precisa mucha agua. Entonces se empezó a achicar la producción por el tema del agua (Ex Productor y comercializador, 2024).

Es relevante señalar que, aunque el área de producción de las familias quinteras se consolidó, especialmente desde mediados del siglo XX, esta actividad se desarrolló en un contexto marcado por la inestabilidad hídrica y climática. Un ex quintero describió esta situación de la siguiente manera:

Vos sabes cuando allá estaba con mi viejo, allá en la quinta donde te digo están las fábricas esas. Estaba el Toto Polacchi, un día me dice: ¿te animas a sembrar una hectárea de papa? Y bueno le digo, vamos a probar. Me acuerdo de que bueno, trajo la semilla, bueno hicimos ahí. Sembré una hectárea, que lindo, hermoso, chocho. Al otro año dice: ¿te animas a que sembremos 5? Meta le digo ya estaba entusiasmado. Bueno 5 hectáreas de papa...vos sabes que vino una manga de piedra, pero me lo dejó, pero tierra a la papa. Y al lado había un sorgo, vos sabes, y no le hizo nada al sorgo. No nunca más le digo… (risas) (Ex_quintero familiar, 2024).

Hacia la década de 1960 se sumaron nuevas problemáticas a la producción debido a la llegada de productos hortícolas procedentes de otras provincias.

Entrevistado: Empieza a modificarse porque llevaban mucho pasto, alfalfa, a Mendoza, y de allá para acá empiezan a traer verdura. Ahí es donde se pudren los quinteros de Mercedes. Te estoy hablando año 50 y pico, casi 60. Para el 76, el mercado concentrador ya casi no funcionaba (Técnico INTA jubilado, 2024).

Hay que entender que la horticultura dentro de los diferentes sistemas agroalimentarios presentes en el departamento Pedernera fue una actividad secundaria. La trayectoria de la horticultura, en los hechos, fue encarada por algunos habitantes criollos, pero tuvo un gran impulso de la migración italiana y española en la zona. De todos modos, continuó siendo una actividad marginal si se la compara con la producción bovina. Por ejemplo, el Censo Nacional Agropecuario de 1937 releva para toda la provincia la existencia de 1449 hectáreas dedicadas a huerta. Aquel censo distinguía entre producción en centro urbano y zona rural. Para el caso de Pedernera, se identifican 101 hectáreas en cada zona, lo que hacía un total de 202 hectáreas dedicadas a huerta. Si comparamos estos datos con la capacidad que ya había instalada en el área de riego (alrededor de 12 mil hectáreas) podemos ver que gran parte del área de riego poseía otros usos, muchos de ellos mencionados en las entrevistas y que se relacionaban a las actividades de tambo, o forrajeras para engorde de ganado bovino. Dentro de las actividades hortícolas destacaba la batata y la papa cada una con 53 hectáreas dedicadas a esas producciones. Esto significa que la mitad de la producción hortícola del departamento se iba en estos dos rubros.

El problema persistió y se intensificó hacia finales del siglo XX. Por ejemplo, un informe de INTA de 1979 destaca la notable adaptabilidad del cultivo de espárragos en Villa Mercedes, incluso en las zonas bajas con suelos salinos. Las experiencias en la ciudad habían resultado exitosas: se lograba cubrir la demanda local y, en algunos casos, exportar espárragos a Buenos Aires. A pesar de ello, algunos productores, con más de 15 años en esta actividad, no implementaron mejoras en sus sistemas productivos. Por otra parte, los productores locales empezaron a sufrir la competencia de espárrago que era:

introducido en su mayor parte desde la provincia de Mendoza, por camioneros locales que lo adquieren en los mercados de concentración. Su precio de venta al consumidor resulta así bastante elevado por los insumos de transporte e intermediación, lo que hace que ésta sea en cierto modo, una hortaliza de lujo, que no está al alcance de todos los bolsillos (Galvani, 1979, p. 50).

Como vemos, mientras las producciones foráneas se consolidaron, la producción local se volvió cada vez más frágil. Una ex productora hortícola nos señalaba que los mayoristas prefieren productos de otras regiones, como Mendoza o Río IV, debido a su calidad y uniformidad, lo que dificulta la entrada de los productores locales al mercado. Destaca la importancia de organizarse en asociaciones hortícolas para vender directamente y evitar la intermediación de los mayoristas, además de mejorar la calidad de los productos locales para competir eficazmente (Ex productora, 2024).

En el mapa de uso del suelo para la década del noventa (Figura Nº 2) se observa una ampliación de la planta urbana. También se puede observar la integración de zonas de bosque nativo, así como de tierras al sur del Río V. Pero, sobre todo, comienzan a visualizarse los fenómenos asociados a la irrupción de la ciudad sobre el sistema tradicional de riego provocando su dislocación.

Figura Nº 2. Mapa del cinturón verde de Villa Mercedes durante la década del noventa

En este sentido, la política de promoción industrial es un hito insoslayable para comprender el proceso de transformación del periurbano. Una informante de la zona del norte de la ciudad, donde se establecieron numerosas fábricas, nos señalaba:

Con la promoción industrial se terminan de vender todas las quintas. Ahí nos quedamos sin nada. Cuando hacen la autopista, cortan los canales que iban al INTA. Eso les pasó a todos los productores. Quedaron nada más que algunos (Técnico INTA jubilado, 2024).

La llamada radicación industrial fue un proceso acompañado de una importante migración hacia la ciudad, y con el arribo de toda esta gente se hizo necesaria la construcción de viviendas. Como mencionaba un ex productor de la zona:

Y claro, no te digo que ocuparon...o sea entraron a edificar por todos lados y sonó la parte cultivable. ¿Dónde quedó? Quedó con la fábrica, quedó con las habitaciones que se hicieron por todos lados, casas... ¿viste? y te dejaron todas las partes, la tierra que no sirve. En vez de hacer las casas en las tierras que no sirven...porque ahí podés asfaltar, podes hacer lo que vos quieras, en vez de hacer las casas ahí, no, la hicieron en la zona productiva. Toda la orilla del río que era tierra fértil, tierra negra, viste nosotros ahí jamás le echamos guano a la tierra. (Ex quintero 1, 2024).

La carencia de un plan rector que organizara el arribo de las radicaciones, tanto de industrias como de personas, impactó de lleno en el sistema de distribución del agua de riego. Y al afectar el riego se afectó el ya débil sector de familias quinteras que quedaba en la ciudad. Las industrias se encontraban en mejores condiciones a la hora de competir por la mano de obra. Los jóvenes de la ciudad, muchos de ellos hijos de quinteros, se volcaron a los trabajos industriales. Otro ex productor nos mencionaba que:

Vino la promoción industrial y se quedó el campo sin gente. Los hijos de los dueños de los campos se fueron a trabajar a la fábrica, porque le rendía más. Era un sueldo fijo, llegaba fin de mes, cobraban, tenía vacaciones, tenían... y bueno (Familiar quintero, 2024).

(...) porque no, no tenían gente y la gente cercana a ella o sea los hijos, algún pariente, no se ganaba, es que no se ganaba, te convenía ir a cualquier lado laburar. Estás limpito, laburas 8 horas, de lunes a viernes, ganabas más, te pagaban la jubilación todo y ganabas 1000 veces más que estar todo el día renegando con la tierra (Ex quintero_ganadero, 2024).

En efecto, la llegada de las industrias desencadenó un boom inmobiliario que elevó significativamente el precio de la tierra. Estas dejaron de valorarse principalmente por su potencial productivo y pasaron a apreciarse más por su atractivo inmobiliario. Como consecuencia, muchos productores optaron por vender sus terrenos y volcarse a otras actividades económicas. Así lo expresó una ex productora hortícola:

Nosotros tenemos un campo en Juan Jorba, él trabaja ahí, ahí es donde está trabajando. Es como que mi papá ya al vender esta zona, él se compra un campo, como que cambia su actividad, de lo que es hortícola se pasa a un productor ganadero. Sí. Hizo un cambio de lo que hacía él, por todo, porque no era rentable, porque era complicado ya, la ciudad (Ex productora, 2024).

Hacia la segunda década del siglo XXI el crecimiento de la planta urbana es evidente, con una expansión en todas direcciones que ha desarticulado el sistema de riego (Figura Nº 3). Este fenómeno es especialmente notable en las zonas de riego, destacándose la urbanización en la margen derecha, donde se ubica el Barrio La Ribera, y el desarrollo del cordón industrial en esa área. Es considerable también la retracción del monte nativo, pocas veces mencionado en las entrevistas como otro proceso concomitante al de la urbanización.

Figura Nº 3. Mapa del cinturón verde de Villa Mercedes durante la década del 2020

La construcción de los barrios tuvo lugar de manera intempestiva y es señalada por numerosos informantes como un fenómeno que rozaba la arbitrariedad. Un productor comentaba acerca de esto, referido a los campos bajo riego donde vivía desde su niñez:

Si, si yo cuando recién comenzó, o sea cuando yo vine acá, venían los canales, o sea, había que salirlos a limpiar ¿viste? Yo me acuerdo era chico y me mandaban a limpiar todo ahí para regar, salía de lo Rubeolo y venía para acá. Yo alcancé a sembrar acá maíz y alfalfa, tenía unas alfalfas hermosas. Pero después taparon todo viste... ¡uy! después no me acuerdo qué año fue, que yo pelié, pelié por el riego. Y empezaron viste, empezaron y abrieron hasta acá, y alcanzó a llegar el agua. Después no sé qué cambio el tema de la administración de agua, que se yo, y ya se volvió atrás. Y bueno después los otros años también pasó lo mismo (Ex quintero familiar, 2024).

Situaciones similares se vivieron en diferentes puntos de la provincia donde los campos con derecho a riego sorpresivamente se quedaban sin él. Esto fue un proceso gradual, pero lamentablemente histórico, ya que se han relevado situaciones similares desde la década de 1980 hasta casos más recientes. Como comentaba un ex productor tambero:

Acá esta zona había una zona bajo riego, ¿viste? En la zona donde yo estoy tenía riego, que ese fue uno de los problemas por los que me deshice del tambo. Yo lo puse a pedido del gobierno provincial y lo tuve que cerrar porque me cortaron el riego con el barrio de La Ribera. Ahí taparon los canales que con eso se regaban casi 10.000 hectáreas de campo. Y todos los tambos estaban en la zona bajo riego. O sea que ahí no había problema. Cuando se corta el riego se pierde todo eso. La posibilidad de hacer alfalfa, todos los pastos…. Yo no tengo un campo grande, digamos, pero con riego se podía tener muchos animales (Ex tambero, 2019).

La falta de un plan rector que regulase estas dinámicas, junto con la débil institucionalidad y limitada autoridad de organismos como las comisiones de riego, derivó en situaciones insólitas a lo largo de las áreas de cultivo bajo riego. Un ejemplo de estas situaciones era el taponamiento de canales de distribución de riego, tradicionales y preexistentes a la llegada de los barrios. Como era de esperarse, estas circunstancias impactaron negativamente en las posibilidades de sustento y continuidad de las unidades familiares quinteras.

Al analizar la evolución histórica de la superficie del actual periurbano de la ciudad de Villa Mercedes, se evidencian transformaciones significativas en el uso del suelo (Figura Nº 4). Particularmente, se puede identificar los avances del sector urbano sobre el trazado de los canales de riego en ambas márgenes del Río Quinto.

Figura Nº 4. Evolución de la superficie urbanizada en Villa Mercedes entre la década del setenta y la década del veinte

Como se mencionó anteriormente, uno de los cambios de uso del suelo más subestimados fue el del bosque nativo, con una transformación significativa de 351,59 hectáreas en áreas urbanas. Adicionalmente, 1.210,09 hectáreas de bosque nativo fueron incorporadas al cinturón verde, lo que evidencia un ajuste importante en los usos del suelo en la región. Si analizamos la tabla Nº 3, se comprende por qué la dinámica del cambio de uso del suelo parece relativamente estable cuando no se consideran estas tierras de bosque nativo.

Tabla Nº 3. Evolución de las superficies del sector urbano y el cinturón verde en Villa Mercedes durante el período 1970-2020 (en hectáreas)

El análisis de los datos muestra una transformación significativa en el uso del suelo en el periurbano de Villa Mercedes entre 1970 y 2020. La superficie urbana experimentó un crecimiento sostenido a lo largo de las décadas, y pasa de 459,11 hectáreas en 1970 a 3.906,23 hectáreas en 2020, lo que representa un incremento neto de 3.447,12 hectáreas. Este crecimiento refleja la expansión urbana constante, impulsada por la radicación industrial y el consecuente aumento de la población. En contraste, la superficie del cinturón verde muestra una tendencia opuesta, disminuyendo de 16.033,47 hectáreas en 1970 a 14.262,79 hectáreas en 2020, con una pérdida total de 1.770,68 hectáreas. Esta reducción estuvo asociada a la presión urbana sobre las áreas agrícolas periurbanas y a la reconfiguración del uso del suelo una vez dislocado el sistema de riego.

La configuración actual del periurbano de Villa Mercedes es el producto de numerosas dinámicas territoriales históricas. Siguiendo a Dascal y Villagran (1997), se puede pensar el periurbano de la ciudad de Villa Mercedes como una superficie territorial “caracterizada por una fuerte presión demográfica, importantes transformaciones sociales y culturales, así como por cambios en el uso del suelo en el contexto de grandes mutaciones en el mercado de tierras” (Dascal & Villagran, 1997, p. 74).

La configuración actual del periurbano de Villa Mercedes responde a un proceso histórico con hitos significativos, marcado por tensiones entre las áreas agrícolas irrigadas y el crecimiento urbano. Estas tensiones se desarrollaron en un contexto de actividad agrícola “muy sacrificada” y de innovaciones en infraestructura que complicaron las prácticas tradicionales. El crecimiento exponencial de la ciudad valorizó las tierras irrigadas por su cercanía al casco urbano y a las zonas industriales, lo que llevó a muchas familias hortícolas a orientarse hacia empleos industriales o administrativos. Así, el periurbano se configuró en una tensión entre lógicas tradicionales de producción hortícola y tambera, por un lado, y lógicas industriales, inmobiliarias y urbanas, por otro. En un período relativamente corto, los cambios en los usos del suelo redujeron las áreas de regadío a una pequeña fracción, subutilizando tanto las capacidades de riego como las tierras de la zona.

El análisis de los datos recabados sugiere que el crecimiento de la ciudad y la retracción del cinturón verde impactaron directamente en la disponibilidad de tierras fértiles y los sistemas de riego. La urbanización descontrolada y la destrucción de la infraestructura de riego desarticularon los sistemas tradicionales de producción hortícola, generando un cambio en la valoración de las tierras y las actividades económicas asociadas, favoreciendo sectores industriales y comerciales sobre la producción agropecuaria. Dinámicas similares se han registrado en otros puntos del país. Pérez et al. (2021) destacan la importancia de una gestión territorial adecuada para enfrentar los desafíos del crecimiento urbano, incluyendo la gestión del agua y del suelo. A nivel internacional, estudios como el de Inwood & Sharp (2012) señalan que la gestión efectiva de estos recursos ha favorecido la persistencia de la agricultura familiar.

A lo largo de las décadas, las familias quinteras enfrentaron desafíos económicos y estructurales, como la migración hacia trabajos industriales y el cambio en la demanda de productos hortícolas hacia la importación desde otras provincias. Estas transformaciones reflejan la sustitución de la agricultura tradicional por sectores más rentables, afectando la resiliencia del modelo agroalimentario local. A nivel nacional e internacional, se ha destacado la importancia de gestionar las áreas de “interfaz” rural-urbana para garantizar la seguridad y diversidad alimentaria de las ciudades (Quintero & Restrepo, 2023). Estudios recientes resaltan el papel de estas zonas en la provisión de alimentos sanos y como sostén de economías agropecuarias locales vinculadas al comercio circular y de cercanía (Ávila Sánchez, 2024).

Para finalizar, la situación del periurbano de Villa Mercedes puede constituirse en un caso de estudio sobre el avance de lógicas no agropecuarias sobre zonas irrigadas, reflejando también las causas del encarecimiento de los productos agropecuarios de consumo cotidiano. Desde esta perspectiva, es necesario profundizar en fuentes de información confiables que permitan analizar la trayectoria del sistema de riego y cómo su dislocación afectó a los sectores productivos tradicionales.

El presente trabajo indaga en las transformaciones del periurbano de la ciudad de Villa Mercedes a lo largo de sesenta años (desde 1970 hasta 2020). En función de ello pudimos establecer que la expansión desorganizada de la planta urbana ha dislocado el sistema de riego, y afectó directamente la capacidad de producción agrícola en las zonas periurbanas.

La dinámica que adoptó esta transformación determinó el desplazamiento y abandono productivo de las familias quinteras, lo que refleja un cambio significativo en el modelo económico de la región y el cambio de actividad de las familias. El auge de la industria y la promoción de nuevas actividades urbanas contribuyeron al declive de la producción hortícola y tambera, que se volvió cada vez más marginal frente a los sectores industriales.

A grandes rasgos podría decirse que la dependencia de un sistema de riego históricamente inestable y vulnerable ante sequías y otros fenómenos climáticos ha limitado la capacidad de las familias quinteras para mantener una producción estable. La falta de agua durante los períodos críticos de riego ha generado incertidumbre y ha llevado al abandono de tierras productivas. Estas transformaciones también fueron posibles por una débil institucionalidad y limitada autoridad de organismos como las comisiones de riego.

Vale destacar a su vez la utilidad que tuvo para este trabajo la puesta en diálogo de diferentes fuentes de datos, como fueron las imágenes satelitales, las entrevistas y el acceso a archivos personales que nos permitieron reconstruir la historia y los cambios de usos de suelo. Estas fuentes resultaron complementarias y permitieron rellenar los vacíos en cada una de ellas. Por último, el estudio del periurbano de Villa Mercedes ofrece un caso ejemplar de cómo las lógicas urbanas y no agropecuarias han comenzado a predominar sobre las zonas históricamente irrigadas, y han transformado tanto el paisaje como las dinámicas socioeconómicas de la región.

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[1] Fili, Juan Pablo: Doctor en Estudios Sociales Agrarios por la Universidad Nacional de Córdoba / Centro de Estudios Avanzados. Investigador en la EEA San Luis. Especializado en sistemas agroalimentarios y estructura agraria.

[2] Mas, Guillermo Enrique: Magister en Ciencias Agropecuarias por la Universidad Nacional de Córdoba. Extensionista de la Agencia de Extensión Rural de Villa Mercedes, INTA San Luis. Especializado en teledetección y cartografía digital aplicados a la producción agropecuaria y el monitoreo de recursos naturales.

[3] Montiel, Eduardo Oscar Montiel, Ingeniero Agrónomo por la Universidad Nacional de San Luis. Técnico de la Agencia de Extensión Rural, Villa Mercedes, INTA. Especializado en Riego, Desarrollo y Gestión de Áreas bajo riego.

[4] Pelaitay Ángel. Ingeniero Agrónomo por la Universidad Nacional de Córdoba. Jefe de Agencia de Extensión Rural del INTA, Villa Mercedes. Especializado en Desarrollo Local y Regional y Agroecología.

[5] En este trabajo, se entiende por “familias quinteras” o “quinteros” a los productores que trabajaban la tierra de forma familiar. Estas familias se caracterizaban por una notable diversificación productiva, que incluía actividades como la horticultura, la fruticultura, la producción de pasturas y la lechería. En otras provincias argentinas, esta figura es equivalente a la del chacarero o finquero. Para una perspectiva mas amplia sobre el sujeto social “productor hortícola” en Argentina remitirse a Lemmi (2020).

	1869-1895	1895-1947	1947-1960	1960-1970	1970-1980	1980-1991	1991-2001	2001-2010	2010-2022
San Luis	1,33%	0,98%	0,39%	0,50%	1,44%	2,29%	2,21%	1,65%	1,69%
Pedernera	2,58%	1,40%	-0,07%	1,00%	1,58%	2,63%	1,79%	1,33%	1,29%
Villa Mercedes	2,74%	1,51%	2,07%	1,25%	2,03%	3,09%	2,04%	1,46%	s/d

Año	Empadronada	Efectivamente regada	Potencial
1929 (MOP)	-	13000	-
1936 (MOP)	10799	12000	16000
1951 (informe Dirección General de Irrigación)		12000
1994-1995 (INTA-Gob. San Luis)	1515	7000	14700
2000 (Gob. San Luis-CFI)	9534,98	9534, 98	13534,98
2022 municipalidad de Villa Mercedes	549	-	-