DOI: http://dx.doi.org/10.19137/huellas-2023-2813
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TESIS
Los imaginarios urbanos del miedo con perspectiva de género: un estudio de caso en Bahía Blanca
Tesis de grado en Geografía
Universidad Nacional del Sur
Autora: Antonella Mauri
Directora: María Belén Nieto
Defensa pública: 20/04/2023
Resumen
El miedo puede ser percibido en forma desigual entre hombres y mujeres debido a distintas variables materiales e inmateriales que se presentan en los recorridos cotidianos por el espacio público. Cuando dicha percepción se espacializa en lugares y/o trayectos de la ciudad se reconocen los espacios del miedo y, cuando estos son reiterados por personas de las mismas características, se convierten en imaginarios urbanos del miedo. Estos, condicionan el accionar cotidiano y dan como resultado comportamientos espaciales singulares según el momento del día que son diferenciales para cada grupo el sexo-género.
Las diferentes percepciones entre mujeres y hombres, se vincula a que en el espacio urbano el patriarcado asume formas específicas y da como resultado un orden opresivo para las mujeres y para lo femenino (Soto Villagrán, 2014). En consecuencia, se define sistemática y estructuralmente la relación que este colectivo desarrolla en la ciudad (Soto Villagrán, 2014) como resultado de la re-producción de la división sexual del espacio patriarcal en el marco del capitalismo que ha asignado roles a cada grupo según sus características sexo-genéricas.
En este sentido, McDowell (2000) citando a Eisentein (1979), menciona: la imposición de los roles socioculturalmente impuestos por su género –familia, esposa y madre; mantener las tareas reproductivas, la estabilidad del sistema económico y finalmente, participar en las tareas productivas –mercado laboral- con salarios inferiores. Como resultado, a la mujer se le asigna el espacio privado/reproductivo y al hombre el espacio público/productivo.
Si bien progresivamente se ha ido tomando conciencia de lo anterior, se cuestiona y se lucha por el cambio, históricamente se ha naturalizado. Por lo tanto, desde la mirada patriarcal, se espera que las personas obedezcan a ese discurso hegemónico que define los roles de cada persona según su sexo-género y si no se cumple se considera como una “transgresión”. En este marco, el miedo subyace como un sentimiento reiterado en las mujeres al “irrumpir” en el espacio público debido a la dominación de género que las posiciona como seres más vulnerables ante los diferentes peligros (Elizalde Zuñiga, 2014).
Por lo tanto, las vivencias en el espacio público no son neutras ni asexuadas ya que la producción del mismo responde a formas asimétricas de discriminación derivadas de las relaciones de poder patriarcales bajo estereotipos y normas de género heredadas. Las personas le temen a que “otra persona amenazadora” pueda atentar contra sus cuerpos y/o pertenencias. A los peligros que se puede enfrentar una persona en el espacio público independientemente de su sexo-género, en las mujeres se suman aquellas violencias cotidianas (Elizalde Zúñiga, 2014) derivadas de la sexualización y vulneración de los cuerpos femeninos, conocidas popularmente como acoso sexual callejero.
En la tesis de grado que aquí se reseña, se buscó identificar los espacios e imaginarios urbanos del miedo con perspectiva de género y demostrar cómo condiciona la conducta cotidiana en las personas de entre 18 y 30 años que circulan por el sector aledaño a la Universidad Nacional del Sur. Para lograr el análisis, fue pertinente incorporar el enfoque propuesto por la Geografía de Género y/o feminista, para complejizar los aportes que se realizan en la Geografía Urbana desde la Geografía de la Percepción y el Comportamiento.
En la investigación, a partir de los aportes teóricos, conceptuales y prácticos, se logró definir a los espacios del miedo como aquellos lugares/trayectos donde la combinación de variables materiales e inmateriales que influyen en la imagen mental individual da como resultado un incremento en la sensación de temor ante la posibilidad de ocurrencia de un hecho de peligro (robo, hurto, agresión, acoso sexual callejero, etc.) por parte de otra persona amenazadora. Cuando los espacios del miedo son reiterados en la imagen mental de un grupo de personas que poseen las mismas características y ello se expresa en el accionar cotidiano, se catalogan como imaginarios urbanos del miedo.
En el plano metodológico cuali-cuantitativo, se realizó un cuestionario virtual no probalístico ni dirigido (2020) donde se reconocieron las principales variables que intervienen en la percepción del miedo: características de las personas entre 18 y 30 años que determinan sus quehaceres cotidianos por el sector; características de las personas (grupo sexo-género y ocupación); quehaceres cotidianos que condicionan los desplazamientos en el área de estudio (motivo del desplazamiento, frecuencia, días y horarios, medios de transporte); vivencias individuales que influyen directamente en la percepción de espacios del miedo (hechos de peligro experimentados en primera persona, situaciones de peligro a las que se les teme –donde influyen las propias experiencias como también las situaciones vividas por personas conocidas o difundidas en los medios de comunicación- y las variables que consideran que llevan a percibir miedo); por último, las características materiales del entorno urbano.
A partir del análisis de las variables, se logró comprender que el espacio público combina el imaginario y la razón y se funda en reglas aceptadas por todos (Berdoulay, 2012). Ello, se traduce en prácticas que se evidencia cuando las personas evitan circular por los lugares/trayectos con rasgos “topofóbicos” y toman precauciones para sortear sus temores.
Las mujeres sienten miedo con mayor frecuencia que los hombres y las estrategias que crean son más visibles en ellas. Ellas, tienden a utilizar medidas para disminuir su exposición individual como caminar en grupo, usar ropa poco llamativa, enviar ubicación por alguna red social o llamar a personas de confianza, etc. Estas técnicas dan como resultado comportamientos espaciales singulares que se hacen visibles según el contexto y la percepción individual del miedo.
El reconocimiento de las variables materiales e inmateriales, llevaron a identificar los espacios del miedo que subyacen en la imagen mental individual de cada persona y se los ponderó mediante el “Principio de Pareto” en percepción nula, baja, media y alta del miedo, para reconocer en estos últimos los imaginarios urbanos del miedo con perspectiva de género según el grupo sexo-género-edad.
De esta manera, se logró reconocer que hay una percepción del miedo generalizada en el área de estudio (con baja o media percepción del miedo) y que existen dos lugares en común donde la percepción del miedo es alta independientemente del grupo sexo-género, la principal asimetría emerge cuando se da cuenta que las personas de género femenino reconocen diez lugares y/o trayectos con alta ponderación y los masculinos, solo identifican seis espacios con esta calificación.
Al profundizar en estos espacios, se evidencia que, para ser considerados como tales, deben combinar al menos cuatro de los siguientes elementos que conllevan a incrementar la percepción del miedo: oscuridad/nocturnidad; inadecuada iluminación; menor circulación de gente; ausencia de personal de seguridad; espacios con abundante arbolado; intersección de calles; calles cortadas; presencia de otras personas amenazadoras y/o posibilidad u ocurrencia de hechos de peligro.
Para representar la ponderación de los espacios del miedo (nulo, bajo, medio y alto) se elaboraron mapas temáticos para cada grupo sexo-género a modo de producto final. Este tipo de representación que permite visibilizar aquellos temas históricamente silenciados, como son las desigualdades de género que surgen por la percepción del miedo en los recorridos cotidianos por la ciudad, se identifica como cartografía feminista.
En complemento, también se diseñó un taller de cartografía feminista alternativa que, con el mismo objetivo que la tradicional, se focaliza en la reflexión que surge del proceso de producción del mapeo. Así, el “taller de mapeo para visibilizar los espacios del miedo” (2021) permitió profundizar las reflexiones en torno a la problemática con quienes transitan cotidianamente por el sector.
Posteriormente a la realización del taller, se realizaron entrevistas semi-estructuradas a cuatro estudiantes de geografía que participaron de la jornada, con el objetivo de destacar aquellos comentarios que permitieron reforzar las conclusiones parciales obtenidas oralmente en el taller de mapeo desde la perspectiva geográfica.
También, se diseñaron y aplicaron entrevistas semi-estructuradas a actores locales claves que abordan temáticas. Las mismas, fueron sistematizadas a partir del análisis de contenido haciendo énfasis en las formas que adquiere la gestión pública y la acción colectiva en torno a nuestra problemática de trabajo.
En este sentido, la reflexión que surgió en el taller de mapeo y en las entrevistas a actores claves fueron la base para reconocer el marco normativo nacional, provincial y local y las acciones concretas que se llevan a cabo por diferentes instituciones y espontáneamente por la población en relación a la violencia de género en el espacio público.
El trabajo que se desarrolló, permitió proponer líneas de acción que buscan orientar la política pública en pos de una disminución de la percepción del miedo independientemente del grupo sexo-género al que pertenece la persona y en el caso particular de las mujeres para poder atender a sus problemáticas específicas vinculadas al temor de ser víctimas de violencia de género en el espacio público o acoso sexual callejero.
En ambos casos, es fundamental contar con información actualizada que permita llevar a cabo medidas eficientes y eficaces en el marco de una agenda local con perspectiva de género.
Para finalizar cabe señalar que, si bien las hipótesis de trabajo fueron corroboradas y los objetivos se cumplieron, esta tesis se presenta como una puerta de entrada al abordaje de una problemática emergente y dinámica que abre nuevos interrogantes en cuanto al estudio de otros espacios de la ciudad, otros grupos poblacionales y las posibles formas de abordar el tema desde la gestión pública de abordaje del tema, etc.
Referencias bibliográficas
Berdoulay, V. (2012). “El sujeto, el lugar y la mediación del imaginario” (49-65). En Hinernaux, D. y Lindón, A. Geografías de lo imaginario. Universidad Autónoma Metropolitana, México: Anthropos.
Elizalde Zúñiga, M. (2014). Las mujeres en los espacios públicos: entre violencia y libertad. Región y sociedad, 26(4), 77-100. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-39252014000600004.
McDowell, L. (2000). Género, identidad y lugar. Un estudio de las geografías feministas. Madrid: Ediciones Cátedra.
Segura, R. (2006). Territorios del miedo en el espacio urbano de la ciudad de La Plata: efectos y ambivalencias. Revista de la UNLP, 1(12). Recuperado de https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/309/245.
Soto Villagrán, P. (2010). “Los giros de las geografías del género: re-pensando las diferencias” (217-240). En Hiernaux, D. y Lindón, A. Los giros de la geografía humana desafíos y horizontes. Universidad Autónoma Metropolitana, México: Anhropos.
Soto Villagrán, P. (2014). Patriarcado y Orden Urbano. Nuevas y viejas formas
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Tuan, Y. F. (1974). Topophilia. A study of environmental perception, attitudes and
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_formas_de_dominacion_de_genero_en_la_ciudad.