DOI https://doi.org/10.19137/cuadex-2024-08-03


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DOSSIER

Plantineras comunitarias como herramientas agroecológicas para la soberanía alimentaria

Community planters as agroecological tools for food sovereignty 

Sementeiras comunitárias como ferramentas agroecológicas para a soberania alimentar 

Leticia Ana Guzmán

Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, Universidad Nacional de Villa María

lguzman@unvm.edu.ar 

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9409-7557

Leonardo Castoldi

Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, Universidad Nacional de Villa María

castoldileonardo91@gmail.com 

ORCID: https://orcid.org/0009-0006-4706-4337 

Fecha de recepción: 16-09-2023

Fecha de aceptación: 20-12-2023

Resumen

Los cinturones verdes hortícolas son una importante fuente de alimento de proximidad para las ciudades. Villa María y Villa Nueva son centros de producción, que además de la producción convencional, cuentan con producciones agroecológicas. La construcción de una plantinera comunitaria, dentro de un establecimiento hortícola agroecológico, proporciona un espacio de articulación y conocimiento que aporta al entramado social.  El proyecto de extensión permitió que estudiantes de la universidad y habitantes de la localidad de Villa María visibilicen las actividades que se desarrollan en las producciones locales de alimentos, comprendiendo la importancia y el alcance que poseen las acciones participativas que se llevan adelante en el marco del mismo.

Palabras clave: producción agroecológica; periurbano; ambiente; plantinera comunitaria.

Abstract

Horticultural greenbelts are an important source of local food for cities. Villa María and Villa Nueva are production centers that, in addition to conventional production, have agroecological productions. The construction of a community planter, within an agroecological horticultural establishment, provides a space for articulation and knowledge that contributes to the social fabric. The extension project allowed university students and residents of the town of Villa María to make visible the activities that are carried out in local food productions, understanding the importance and scope of the participatory actions carried out within the framework of the same.

Keywords: production agroecologícal; peri-urban; environment; community planter.

Resumo

Os cinturões verdes hortícolas são uma importante fonte de alimentos locais para as cidades. Villa María e Villa Nueva são centros de produção que, além da produção convencional, possuem produções agroecológicas. A construção de uma sementeira comunitária, dentro de um estabelecimento hortícola agroecológico, proporciona um espaço de articulação e conhecimento que contribui para o tecido social. O projeto de extensão permitiu a estudantes universitários e moradores da cidade de Villa María dar visibilidade às atividades que se realizam na produção local de alimentos, entendendo a importância e o alcance das ações participativas realizadas no âmbito da mesma.

Palavras-chave: produção agroecológica; periurbano; atmosfera; plantador comunitário.

Introducción

Los cinturones verdes hortícolas son una importante fuente de alimento de proximidad para las ciudades que, a partir de la alta dinámica de transformación de los territorios y la migración de la población a los conglomerados urbanos, llevó a los productores a ser actores relevantes dentro de los periurbanos de las medianas y grandes ciudades (Guzmán et al., 2020). Lo producido en estas zonas no solo llega a la población donde desarrollan la actividad, sino que, a través de la concentración en Mercados de Abasto, intermediarios abastecen de verduras y hortalizas a diferentes localidades colindantes menos pobladas. A la vez, estos centros son puntos de destino para frutas y verduras provenientes de otras zonas productivas que vienen a suplir lo que no se produce en la ciudad (Castoldi y Emiliani, 2016).

Durante 2020 y 2021, a fines de evitar la propagación del COVID-19, los gobiernos provinciales promulgaron una serie de medidas sanitarias y restricciones que indirectamente resultaron en la discontinuidad y/o escasez de determinadas frutas y verduras en las localidades carentes de un cinturón verde hortícola en su periferia. De este modo, la pandemia mostró las falencias del sistema actual para abastecer de alimentos (Barsky, 2020) a la población y mostró la importancia de este sector en la sociedad. Entre las consecuencias, se evidenció la falta de formalidad y de estructuras de conservación y logística del sector hortícola al no poder desarrollar plenamente la actividad aun siendo personal esencial. También la fragilidad del sistema alimentario globalizado, en la que los organismos oficiales y no oficiales denotaron impericia y no se logró garantizar el derecho a la alimentación de sus pobladores (Altieri y Nicholls, 2020). En este contexto y partiendo de la premisa de que la alimentación es un derecho humano fundamental, que debe ser considerado un bien común o un patrimonio colectivo al cual atender, cobran relevancia las acciones que promueven la soberanía alimentaria y los sistemas productivos que apliquen los principios y conceptos agroecológicos. Es decir, que sean los habitantes los que puedan optar y ser partícipes de políticas agrarias de producción y abastecimiento local, promoviendo aquellos que administren sus recursos de manera consciente, a la vez que presenten una alternativa socioambiental justa.

Por esta razón, tanto los espacios periurbanos como los alimentos que allí se producen constituyen un recurso valioso que se debe gestionar y consumir con responsabilidad. Aquí, la participación ciudadana puede ser una herramienta no solo para la dotación física de los territorios, sino también para impulsar el desarrollo de las producciones agrarias que se encuentran en estos espacios. La participación podría considerarse desde una implicación e involucramiento que posibilite la transformación de las condiciones para el desarrollo productivo; de esta forma, se recuperaría su potencialidad en los procesos de territorialización comunitaria.

Las transformaciones en el territorio de la provincia de Córdoba han ido en detrimento de la calidad ambiental. En ese marco la agroecología se presenta con una herramienta viable para recuperar no solo calidad ambiental, sino aportar a la soberanía alimentaria. En los últimos años, dentro del territorio que comprende el periurbano de Villa María, surgieron distintas iniciativas que atienden a la búsqueda de nuevas alternativas de producción familiar de hortalizas agroecológicas a pequeña y mediana escala. Siendo estos ambientalmente compatibles con los usos de suelo destinados a lo habitacional y que socialmente respondan a una demanda laboral o de abastecimiento local (Guzmán et al., 2020). Uno de estos emprendimientos es el establecimiento hortícola agroecológico “De la Pacha” donde, a través del Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), se desarrollaron dos proyectos de extensión denominados: “Plantinera comunitaria para el trabajo en conjunto del productor hortícola agroecológico y el ciudadano local” y “Producción de plantines agroecológicos para potenciar espacios locales productivos y socio-comunitarios”. Estos contaron con diferentes actividades junto a productores hortícolas, estudiantes y docentes universitarios/as, académicos de distintas especialidades y consumidores locales. En orden de establecer y consolidar relaciones sociales sustentables cada vez más multiculturales, una alternativa sinérgica fue la generación de vínculos entre los ciudadanos/as, consumidores y los productores hortícolas que conforman el sistema de abastecimiento de alimentos.

Periurbano y producciones: la búsqueda de un encuentro

La localidad de Villa María junto a Villa Nueva (ciudad aledaña separada solo por el Río Ctalamochita) conforman un área o polo productivo hortícola con uno de los tres mercados de abasto más grande de la provincia de Córdoba. Desde allí los alimentos locales generados se comercializan a diferentes intermediarios, como verduleros, que distribuyen y revenden en el conglomerado y a decenas de localidades de la región. Bajo esta lógica y estructura histórica de mercado con intermediarios, en detrimento del trabajo de quien produce los alimentos, los productores/as hortícolas están expuestos a cierto grado de vulnerabilidad. Frente a las tendencias globales que provocan la concentración de la riqueza, la degradación ambiental y la desarticulación de las culturas locales, el concepto de soberanía alimentaria, asociado a los fundamentos de la agroecología, emerge como enfoque orientador de políticas alternativas destinadas a reestructurar los sistemas agroalimentarios y a remodelar los patrones de desarrollo rural en curso. Ello incluye, indisociablemente, el ejercicio pleno del derecho al acceso a la tierra para las y los productores, ya que mayoritariamente no son propietarios y el aumento del valor inmobiliario de los terrenos periurbanos provoca el abandono de la actividad o la migración interna a sitios más alejados de la consolidación urbana y más cercanos a los sistemas productivos extensivos (Mitidieri et al., 2012). La convivencia con producciones extensivas muchas veces genera conflicto respecto al uso de agroquímicos y la deriva de estos, puesto que se trata de una actividad no compatible con las producciones hortícolas.

El proyecto de plantinera comunitaria le permitió al ciudadano/a local y al estudiante universitario/a compartir el espacio productivo con el horticultor y, a través del vínculo y la participación, posibilitó vivenciar y empatizar con la realidad del día a día del productor. De este modo, se recuperó el valor del alimento cultivado y revalorizó la importancia de este actor social dentro del entramado local.

Se contó con la participación de estudiantes de carreras afines disciplinarmente y/o con abordajes temáticos en común considerando sus campos de intervención con el objeto de seguir sumando herramientas a la formación de los y las futuros profesionales comprometidos/as con la realidad social y productiva de la localidad; es el caso de Ingeniería Agronómica, Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables y Licenciatura en Desarrollo Local y Regional. A través del proyecto de la plantinera comunitaria, no solo se buscó el aprendizaje colectivo a partir de la práctica de producir plantines hortícolas a pequeña y mediana escala, sino que se posibilitó una integralidad en la realización del acto educativo, comprometida socialmente, donde las funciones académicas se sustancian como parte de un mismo movimiento pedagógico, científico e innovador.

Justificación de la estrategia seleccionada

El abordaje de los recursos alimentarios, en torno al paradigma de la soberanía y en pos del reforzamiento de las autonomías locales, conlleva el desafío de crear políticas de fortalecimiento de los circuitos locales basadas en los alimentos frescos de proximidad, a partir de mano de obra calificada. Además, fomenta nuevas formas de relación de trabajo y alternativas económicas populares al suscitar debates para llegar a modelos productivos asociativos más justos (De Schutter, 2010). La posibilidad de contar con un espacio de abastecimiento participativo, en donde los y las productores/as y consumidores/as sean parte de un sistema asociativo junto a docentes y estudiantes, es una fortaleza estratégica para poner en valor el trabajo del productor hortícola; además de promover tanto el autoabastecimiento domiciliario como los cinturones verdes productivos.

Bajo esta modalidad de trabajo en conjunto, se buscó contribuir a la seguridad alimentaria con la generación de plantines hortícolas para el establecimiento productivo de mediana escala y autoabastecimiento de productos frescos y sanos domiciliarios; y, también, con el aporte a la economía familiar.

Dicho despliegue contempló estratégicamente dos etapas anualizadas, períodos 2021-2022 y 2022-2023. Durante el primero de ellos, el equipo de extensión tuvo como objetivo general construir y desarrollar una plantinera comunitaria para el trabajo en conjunto del productor hortícola agroecológico y el/la ciudadano/a local. El accionar por parte del grupo de trabajo y extensión universitaria contempló el seguimiento y la coordinación de actividades para obtener los plantines. También se posibilitó la promoción y la transferencia de los conocimientos adquiridos por medio de talleres junto a los productores del establecimiento, dirigidos a estudiantes, emprendimientos cooperativos y a familias participantes de la iniciativa. La integralidad indicada refiere al abordaje complejo y complementario por parte de los dispositivos de intervención, en tanto abarcaron no sólo temáticas productivas varias, sino también la problematización y profundización en torno a educación ambiental, ordenamiento ambiental del territorio, los servicios ambientales y cuestiones afines.

Para la segunda etapa del proyecto, durante el período 2022-2023, se trabajó con la escuela granja “Los amigos”, se trata de un espacio municipal socio-comunitario, y se buscó la generación de plantines para la escuela y mantener la actividad comunitaria de la plantinera.

Acciones en marcha

Durante el desarrollo del período 2021-2022, se relevaron los posibles emprendimientos productivos y socio-comunitarios que requerían los plantines hortícolas agroecológicos como insumo para potenciar sus producciones o las iniciativas que llevaban adelante en sus espacios. Además, en el establecimiento hortícola agroecológico "De la Pacha", se construyó un invernadero tipo “capilla a dos aguas” acondicionado para ser utilizado como plantinera (Figura 1). El mismo permitió generar las condiciones ambientales propicias y necesarias para lograr diversos plantines de hortalizas.

Figura 1. Construcción del invernadero para la plantinera

Fuente: Elaboración propia (2022).

La puesta en marcha de la plantinera fue acompañada con dos disertaciones que integraban las diferentes temáticas socio-productivas abordadas por el proyecto. En las disertaciones el Ingeniero Agrónomo y Doctor en Desarrollo Territorial Claudio Sarmiento expuso "La importancia del huerto urbano en la economía familiar", un caso-estudio de producción familiar agroecológico domiciliario. El disertante compartió los resultados obtenidos luego de 8 años con respecto al número de variedades cultivadas, kilos producidos, ahorro en la economía familiar y tiempo promedio de trabajo que demanda una huerta de 100 m2. La segunda Jornada denominada “Taller de diseño y construcción de una plantinera comunitaria para el trabajo en conjunto del productor hortícola agroecológico y el ciudadano local” contó con las disertaciones de los Ingenieros Agrónomos Francisco Bianchi, Alfredo Satler y Tomás Forte acerca de elementos teóricos generales de tipos, diseño y materiales para estructuras de protección de cultivos hortícolas.

A partir de las charlas generadas y búsqueda de nuevos actores, para el segundo periodo se identificó la necesidad de articular trabajos en conjunto con la Escuela Granja “Los amigos”. Este cuenta con 35 parcelas disponibles para que las y los habitantes de la localidad cultiven sus propias hortalizas y un espacio específico para el hogar de día “Encuentro”, donde pacientes con distintas problemáticas relacionadas a la salud mental desarrollan la "Huerta florecer" y cultivan hortalizas para vender en la feria agroecológica que realiza mensualmente la escuela. El proyecto permitió generar plantines hortícolas agroecológicos para este espacio con el fin de aumentar los volúmenes producidos y generar una mayor variedad de hortalizas cultivadas. Los diferentes plantines se trasladaron desde la plantinera comunitaria a dicho lugar, donde fueron trasplantados por el personal que allí trabaja y llevados adelante hasta el momento de cosecha (Figura 2).

Figura 2. Plantines producidos en la plantinera y trasplantados en la Escuela Granja

Fuente: Elaboración propia (2023).

Además, estudiantes de la UNVM, productores/as y habitantes de la localidad de la región recibieron en diferentes instancias el conocimiento teórico-práctico básico en instalaciones y métodos de producción de plantines hortícolas, plantas frutales y nativas.

Al igual que en la primera etapa del proyecto, se realizaron dos instancias de capacitación. La primera se denominó “Taller de gestión y manejo de diferentes plantines para potenciar espacios locales productivos y socio-comunitarios”, donde los Ingenieros Agrónomos Aldo Rangone, Evangelina Matoff y Patricio Paez Morón explicaron las diferentes instalaciones y manejos para producir especies nativas, plantines hortícolas y plantas frutales respectivamente. El taller contó con la participación de más de 50 personas (Figura 3 y 4), entre las cuales se encontraban estudiantes y docentes de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables y la carrera de Agronomía, productores hortícolas, profesionales y técnicos afines, viveristas y habitantes de la localidad.

Figura 3. Asistentes al taller

Fuente: Elaboración propia (2023).

Figura 4. Charla de apertura del taller

Fuente: Elaboración propia (2023).

La segunda jornada fue un encuentro en el marco de la feria agroecológica que se realiza una vez al mes en el predio de la Escuela Granja “Los Amigos”. En dicha ocasión el Ingeniero Agrónomo Leonardo Castoldi realizó una charla teórico-práctica sobre producción de plantines de temporada Otoño-invierno a los asistentes de la feria (Figura 5).

Figura 5. Taller de producción de plantines

Fuente: Elaboración propia (2023).

Durante los dos años de proyecto, se realizaron articulaciones con el programa Pro-HUERTA de A.E.R. INTA Villa María y con el Centro de Estudios de Ordenamiento Ambiental del Territorio (CEOAT-UNVM) que permitió consolidar el trabajo interinstitucional e interdisciplinario del proyecto, aportar herramientas para un abordaje territorial más complejo y sumar especialistas en diversas ramas científicas que fortalecieron el desarrollo del proyecto.

Conclusiones

La educación ambiental y la actividad en los huertos urbanos han dado paso a nuevas formas de aprender, de enseñar, de relacionarse, de entender el mundo. Su práctica promueve el consumo de alimentos ecológicos de bajo costo, colabora con la sostenibilidad ambiental de los entornos urbanos y atrajo la atención de un amplio sector de la sociedad a través del intercambio de experiencias y saberes. Es una herramienta indispensable de alimentación para las personas con mayores carencias alimentarias y motivo de reclamo para una alimentación más saludable y un ambiente menos contaminado. A su vez, la lucha por la soberanía alimentaria y las herramientas que se aportan desde la agroecología articulan los procesos de aprendizaje. Las y los estudiantes que estuvieron involucrados manifestaron en los espacios curriculares que articularon contenidos, los diferentes conocimientos que adquirieron y como aportaron a consolidar redes de formación. Además, expresaron descubrir la complejidad de la soberanía alimentaria y las problemáticas ambientales, saliendo del encierro disciplinar y monotemático para comprender que los sistemas son complejos y dinámicos.

En la misma línea y entendiendo a las personas como sujetos y sujetas sociales hacedores y transformadores de las condiciones de vida de forma racional y situada, el trabajo articulado con el proyecto de extensión dio cuerpo al accionar por un camino de soberanía alimentaria. El trabajo en proyectos de extensión de este tipo permite asimilar las problemáticas y conflictos territoriales de forma integral y habitada. Al visualizarse como parte de un entorno físico y social, comprendiendo las capacidades productivas y reproductivas; y la relación directa con las capacidades físicas, psíquicas y socio ambientales que poseen. De esta manera, resulta de suma importancia atender la salud en toda su definición al ser un tema transversal a las diferentes aristas que comprende la vida del ciudadano/a. Por tal motivo, la participación en proyectos productivos y reproductivos que conecten a la comunidad, que provean alimentos, que aporten espacios de diálogo y saberes fue de suma relevancia ya que no se contaban con antecedentes similares en la región.  

Referencias

Altieri, M. A. y Nicholls, C. I. (2020). La Agroecología en tiempos del COVID-19. Centro Latinoamericano de Investigaciones Agroecológicas. CELIA. http://celia.agroeco.org/ 

Barsky, A. (2020). Las tensiones del abasto alimentario del AMBA frente al COVID-19. En Serie especial COVID 19. La gestión de la crisis en el conurbano Bonaerese, pp. 22-29. http://observatorioconurbano.ungs.edu.ar/wp-content/uploads/FINAL_COVID.pdf

Castoldi, l. R., y Emiliani I. E. (2016). Relevamiento y caracterización del sector hortícola en el cinturón verde de Villa María- Villa Nueva (Informe de Pasantías Académicas). Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, Universidad Nacional de Villa María, Villa María, Argentina.

De Schutter, O. (2010). Informe sobre el derecho a la alimentación. Consejo de Derechos Humanos. 16º período de sesiones. Tema 3 de la agenda. Promoción y protección de todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo.

Guzmán, L. A., Mizdraje, D., Castoldi, L. y Becker, A. (2020). Conceptualización del periurbano villamariense y las actividades agrícolas presentes. Proyección. Estudios geográficos yde ordenamiento territorial, 14(27), 80-100.  https://revistas.uncu.edu.ar/ojs3/index.php/proyeccion/article/view/3191 

Mitidieri, M. S., Sangiacomo, M. A. y Zembo, J.C. (2012). Desarrollo de tecnologías y procesos de gestión para la producción urbana y periurbana de hortalizas. INTA. Estación experimental San Pedro. http://inta.gob.ar/proyectos/PNHFA-063001