DOI https://doi.org/10.19137/cuadex-2023-07-021 RESEÑAS
Julián D’Adam Departamento de Extensión e Investigación, Facultad de Ciencias de
la Salud, Universidad Nacional de La Pampa. dadamjulian97@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0009-0001-4028-3901
Título del libro: Poner en Común. Sistematización de
experiencias de extensión universitaria Autor/es/as: Candela Victoria Díaz y Jerónimo Pinedo (eds.)
Año de publicación: 2021 Editorial y lugar de edición: Colección Andamios, 8.
Serie Experiencias. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La
Plata. ISBN: 978-950-34-2079-9 Sitio de descarga gratuita: https://www.libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/catalog/book/190
Nombre y apellido: Julián D’Adam Pertenencia institucional: Trabajador nodocente en el Departamento de
Extensión e Investigación, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional de La
Pampa. ORCID: https://orcid.org/0009-0001-4028-3901 Dirección electrónica: dadamjulian97@gmail.com
Las universidades nacionales en la República Argentina tienen el compromiso
de marcar la agenda pública y, para lograrlo, resulta clave una correcta articulación entre
docencia, investigación y extensión. Estas funciones sustantivas de las instituciones de
educación superior deberían estar interrelacionadas y yuxtapuestas. Sin embargo, la extensión universitaria se encuentra, en muchos casos,
relegada, ya que la docencia y la investigación son las funciones a las que se otorga mayor
prioridad. Tradicionalmente, las instituciones de educación superior se concibieron como las
encargadas de la transmisión del conocimiento considerado socialmente “legítimo”.
En este sentido, es imperioso transformar este imaginario y para ello las prácticas extensionistas
deberían convertirse en prioridad al momento de conformar equipos de trabajo, que articulen la
teoría y la práctica, trabajen con y para la comunidad y en ese vínculo se produzca un
intercambio de saberes. De este modo, las propuestas extensionistas podrían enriquecer los espacios
formativos y lograr una vinculación con el territorio, que reformule –o intente
reformular– la concepción tradicional de la educación superior. Al respecto,
Poner en común: sistematización de experiencias de extensión
universitaria se presenta como un valioso aporte. En esta obra se narran
seis experiencias de actividades extensionistas, desarrolladas por equipos de la Universidad Nacional de La
Plata (UNLP). A lo largo de casi 300 páginas, el equipo editor sumerge al público lector en
una serie de descripciones que permiten ejemplificar la articulación entre teoría y
práctica, aspecto inherente a la extensión universitaria. El libro presenta seis resultados de sistematizaciones de experiencias
notoriamente diversas, cuyo contenido nos invita a entender la Extensión Universitaria desde una
perspectiva integral, que apunta a la producción de contenido colaborativo –atravesado por el
diálogo y la circulación de saberes–, al mismo tiempo que genera conocimiento en ese
intercambio. Estas prácticas validan y refuerzan la noción de “experiencia” como
creadora de entornos innovadores para la enseñanza, el aprendizaje y la investigación.
En cada uno de los relatos se manifiestan fuertemente las particularidades del
equipo extensionista, sin dejar de mantener una articulación constante con las organizaciones con las
que trabajaron. Sin embargo, hay un punto en común entre ellas: en todas se manifiesta que la
Extensión Universitaria (y particularmente la sistematización de los trabajos realizados) es
clave para la construcción del conocimiento en el territorio, con y para las comunidades,
entendiéndose como un proceso clave del aprendizaje colectivo y no como la mera
“conclusión” de un trabajo. El primer capítulo presenta un acercamiento hacia una vivencia de
extensión que, mediante la expresión artística y la formación de un grupo
específico, logró entrelazar diversas narrativas sobre la localidad y su comunidad. Escrito
por Soledad Balerdi, Paula Cuestas, Roberto Garlatti y Martín Urtasun, esta experiencia reúne
las acciones llevadas a cabo por un grupo extensionista desde el año 2010. Las y los autores expresan
que a lo largo de su trabajo han adquirido una notable capacidad de escucha. El segundo capítulo ilustra el análisis y la preocupación por la
creación de experiencias compartidas a través del trabajo comunitario en un centro para
niños, niñas, adolescentes y jóvenes. En él, Candela Barriach, Mariana Chaves,
Federico González, Macarena Molaro, Juan Oscar, Milagros Poratto, Camila Trebucq y Graciana Zarausa
examinan los acuerdos, tensiones y búsquedas del colectivo, en los que la
palabra aparece como lugar común. Con la autoría de Matías Cajal, Jennifer Ivanovich Ingravallo,
Luciana Ermelinda Qüin, Dulce María Pallero y Paula Talamonti Calzetta, en el tercer
capítulo del libro se describe una experiencia que vincula a la Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educación de la UNLP con las infancias y juventudes, que transitan el predio universitario.
Aquí, se sistematiza la intervención institucional ante la presencia problemática de un
grupo de niñas y niños que habían experimentado la vida en la calle y que frecuentaban
las instalaciones de esa unidad académica. Entre sus conclusiones, destacamos la importancia de
mantener una constante vigilancia epistemológica sobre los modos de hacer extensión.
El cuarto capítulo presenta las prácticas desarrolladas entre 2017 y
2018, a partir de los registros efectuados por el equipo de trabajo en el barrio La Islita de Ringuelet y el
Barrio Nuevo en El Mercadito, de la ciudad de La Plata. Sus objetivos fueron valorar y enseñar
prácticas deportivas y lúdicas en las infancias y juventudes. La autoría es de
Agustín Lescano, Emanuel Sosa, Lucía Servera, Damián Musicco, Agostina Maillo, Ramiro
De Pedro, Julieta Verzello, Marilen Canosa, Agostina Lapuente y Franco Horfferler. En el quinto apartado, Florencia Musante y María Emilia Nieto narran las
experiencias en torno a los talleres de alfabetización popular realizados en la Escuela Primaria
N°70, a 15km de La Plata. Este proceso inició en el año 2013. Las autoras trazan un
itinerario en el cual los talleres de alfabetización propuestos en un principio gradualmente
expandieron sus horizontes y mutaron en nuevos escenarios. La actividad extensionista se constituyó
así en un espacio de conocimiento y construcción de aprendizajes. Finalmente, el último capítulo nos introduce en las prácticas
extensionistas del conjunto "Affidamento",
cuya iniciativa tomó forma al surgir de una necesidad específica del grupo de género
del Movimiento Justicia y Libertad, que buscaba establecer conexiones y consolidar un espacio de
acción contra la violencia de género. En esta relatoría, escrita por Paula Soza Rossi,
Lucía Trotta, Adriana Rodríguez Durán, Yamila Duarte, Antonella Giordano, María
Muro y Graciela Lofeudo se mencionan las instancias de formación de promotoras comunitarias contra la
violencia de género y la colaboración en redes focalizadas en puntos clave, que permiten
intervenciones territoriales. Los seis relatos exponen el meritorio trabajo de sistematización efectuado
por cada uno de los equipos extensionistas. Hay descripciones muy detalladas de las actividades realizadas,
de las problemáticas o situaciones no previstas, de avances y también de retrocesos en el
trabajo proyectado. Asimismo, expresan cómo se tejieron los vínculos con las y los integrantes
de organizaciones. En relación con lo vincular, la dimensión emocional es una variable que
ninguna de las seis experiencias pasó por alto y este es un aspecto central: la extensión es
comunicación, implica el trabajo con y entre personas y, por lo tanto, la inclusión de las
emociones como eje de análisis es un aporte muy valioso en esta publicación. Este libro manifiesta con claridad que la sistematización de experiencias
implica una exploración enriquecedora y desafiante que puede modificar nuestra percepción del
estado de cosas y, por ende, nuestra participación en los procesos diarios en los que estamos
inmersos como extensionistas. A través de esta práctica emergen narrativas novedosas y
reveladoras, descubrimientos que yacían ocultos en la complejidad de lo cotidiano; lo que nos conduce
a formular y reformular cuestionamientos, afirmaciones y percepciones acerca de la realidad. A lo largo de la lectura puede notarse que hay un permanente debate y
preocupación por lo común. El diálogo de saberes implica el trabajo situado, y para
lograrlo, los grupos extensionistas deben estar preparados para desempeñarse en la diversidad, con
enfoques flexibles, abiertos a posibles cambios. Fiel reflejo de ello son las líneas de este libro,
en las que la vigilancia constante de los modos de hacer extensión está presente, a la vez que
produce bibliografía de divulgación interesante, necesaria, profesional y sumamente
enriquecedora.
Fecha de recepción: 26-08-2023 /
Fecha de aceptación: 30-08-2023
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