DOI: 10.19137/cuadex-2022-06-07

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RESEÑAS

Datos de publicación

Título del libro: Lenguaje inclusivo y ESI en las aulas. Propuestas teórico-prácticas para un debate en curso

Autoras: Valeria Sardi y Carolina Tosi

Año de publicación: 2021

Editorial y lugar de edición: Paidós Educación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

ISBN: 978-950-12-9904-5

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Datos de la autora de la reseña

Nombre y apellido: Sabrina Valeria Miño

Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

Dirección electrónica: vm15617@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/ 0000-0003-0465-3431 

Fecha de recepción: 12- 02- 2022 / Fecha de aceptación: 04- 03 - 2022

El debate en torno al lenguaje inclusivo dejó de ser una preocupación exclusiva de quienes nos interesamos en los estudios de género y sexualidades para instalarse en la agenda de discusión pública. Como bien indican Valeria Sardi y Carolina Tosi, autoras del libro que reseñamos, en Argentina este debate se instaló en reuniones vinculares, en los medios de comunicación, en las aulas, las calles y en una amplia diversidad de encuentros sociales. En este contexto, las autoras proponen un material que ofrece postulados firmes en lo teórico y lo empírico con el fin de enriquecer el abordaje del tema. Entendemos, por lo tanto, que esta publicación es pionera y de crucial consulta.

El libro fue escrito por dos especialistas en el campo del lenguaje. Valeria Sardi es profesora, licenciada y doctora en Letras por la Universidad Nacional de la Plata. Se desempeña como docente en la misma casa de estudios y es investigadora en el Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género perteneciente al Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales. Ha publicado artículos en múltiples revistas de carácter nacional e internacional. Carolina Tosi es profesora y licenciada en Letras, magister en Análisis del Discurso y doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Ha estado vinculada con políticas ministeriales y editoriales. En la actualidad ejerce como docente, tanto en la UBA como en la UNLZ y como investigadora adjunta del CONICET. Pese a las formaciones afines, ellas no poseen las mismas proyecciones sobre el lenguaje inclusivo. Para Sardi, es un germen del cambio lingüístico en cambio, Tosi lo interpreta como un fenómeno discursivo que provoca efectos de sentidos. Desde esa diferencia en el punto de partida, ambas logran un libro sugerente para pensar el lenguaje desde una lógica inclusiva y no segregativa.

En relación con “Lenguaje inclusivo y ESI en las aulas. Propuestas teórico-prácticas para un debate en curso”, este fue elaborado no solo desde aportes teóricos y conceptuales del campo del lenguaje, sino que las autoras emprendieron una investigación en la que otorgan voz a docentes de nivel secundario y superior, docentes en formación, estudiantes, equipos editoriales y profesionales de la corrección. Es por ello que es posible advertir una pluralidad de voces que enriquece la producción y trasluce la complejidad de la problemática.

El libro se encuentra divido en cinco capítulos. El primero se denomina “¿Qué es eso llamado lenguaje inclusivo? Posturas que lo promueven, posturas que lo desestiman” en el que las autoras presentan sus miradas discordantes respecto del sentido del objeto de estudio. En el segundo capítulo, “La educación sexual integral y el lenguaje inclusivo. Del curriculum a la práctica”, recurren a la Ley ESI y de allí se desprende la vinculación lengua-escuela-personas usuarias de la lengua. El tercer capítulo, “El lenguaje inclusivo en contextos educativos. Diálogos y tensiones en las prácticas en terreno”, tal como su nombre lo indica, recaba información de actores educativos y registros visuales en terreno para problematizar el lenguaje inclusivo. En el cuarto capítulo, “Usos del lenguaje inclusivo. Acerca de guías de escritura, políticas editoriales y ámbitos de circulación”, nos presentan la perspectiva del ámbito editorial mediante una serie de encuestas que las autoras administran a profesionales de este campo. Finalmente, en el quinto y último capítulo, Sardi y Tosi, como docentes y estudiosas de las letras, aportan una serie de estrategias didácticas plausibles de incorporar en las aulas de secundaria, formación docente y universidad, de allí que al mismo lo nombren “Lenguaje inclusivo en las aulas: propuestas didácticas”.

En el interior de cada uno de los capítulos, transitamos por tensiones, interrogantes, debates teóricos y testimonios de personas involucradas en el tema. Incluso, los mismos se construyen sobre los posicionamientos disímiles de las autoras respecto de la naturaleza del lenguaje inclusivo. Entonces ¿se trata de un germen de cambio lingüístico o de un fenómeno discursivo que provoca efectos de sentido? Las miradas arriban a un consenso que respeta las concepciones de ambas. De esta forma, Sardi y Tosi, como especialistas en su campo de estudio, evidencian una vez más la ebullición social del lenguaje inclusivo y nos permiten dilucidar que nos enfrentamos a una problemática que carece  al menos por ahora de únicas respuestas y abordajes.

Las autoras capitalizan esta discordancia para enriquecer la producción y, sin desconocer la complejidad del lenguaje inclusivo en la escritura y en la oralidad, abordan la temática sin tapujos, sin ignorar las limitaciones y las críticas que se le imputan y abren nuevos interrogantes y propuestas de acción.

¿Por qué las personas en general y quienes ejercen la docencia e investigación, en particular nos debemos esta lectura? Porque el debate atraviesa la totalidad de ámbitos sociales, incluidas nuestras aulas. Porque nos concierne la reflexión crítica y consciente del lenguaje y la lengua que habilitamos o censuramos en las relaciones entre docentes y estudiantes. Porque pensarlo en tensión con la Educación Sexual Integral, tal como lo proponen las autoras, nos permite introducir las dimensiones sociales y políticas del lenguaje y la vinculación con modos de decir subalternizados socialmente y las luchas por instaurarlos como lengua legítima. De este modo, se nos permite aventurarnos en una compleja travesía de reflexión-acción-transformación respecto de nuestras prácticas educativas.

Ahora bien, Sardi y Tosi dejan en claro que nos enfrentamos a un fenómeno en expansión, por lo tanto, resulta sustancial analizar el lenguaje como espacio en el que se dirimen luchas sociales y relaciones de poder. Nos hace falta, entonces, interrogarnos e instalar las preguntas ¿a quiénes invisibilizamos? ¿Qué haremos al respecto? Tal vez no obtengamos respuestas en lo inmediato, pero nos debemos y le debemos a la otredad genérica, silenciada históricamente, instalar y profundizar el debate.