Pascual, Mirian Anabel; Cornejo, Mariana y Silva Teixeira, Thays Helena
Expresiones estudiantiles para la participación ciudadana en comunicación y salud: reflexiones sobre las prácticas socio educativas curriculares para la formación integral
Cuadernos de Extensión Universitaria de la UNLPam, Año 5, Nº 5, abril-diciembre 2021. Sección: Artículos, pp. 69-94
ISSN 2451-5930 e-ISSN 2718-7500. DOI: 10.19137/cuadex-2021-05-04
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es
Mirian Anabel Pascual
Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa
Profesora Adjunta de las cátedras Diseño, gestión y evaluación de Proyectos de Comunicación y Taller de Gestión de la Comunicación Institucional
anabelpascual@humanas.unlpam.edu.ar
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2081-8139
Mariana Cornejo
Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa
Jefa de Trabajos Prácticos de las cátedras Diseño, gestión y evaluación de Proyectos de Comunicación y Taller de Gestión de la Comunicación Institucional
cornejomariana@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5074-6298
Thays Helena Silva Teixeira
Investigadora del Grupo PRAGMA, Universidade Federal do Rio Grande do Norte
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2264-7839
El presente trabajo es resultado de la primera sistematización sobre el impacto del aprendizaje situado, a partir de la puesta en marcha del Programa de Extensión “Integrando saberes para fortalecer la comunicación interna y externa en Instituciones de Salud”, que se ejecuta desde el año 2017. Desde esa fecha, estudiantes de tres cohortes en la materia Taller de Gestión de la Comunicación Institucional de la Licenciatura en Comunicación Social vivenciaron y experimentaron, desde la extensión crítica arraigada al territorio, parte de su formación profesional orientada en comunicación y salud. Así, las prácticas socioeducativas (PSE) curricularizadas y habilitadas mediante la propuesta del aula social junto al grupo educando y la metodología participativa, constituyeron el escenario deseable para la planificación y gestión desde una perspectiva comunicacional que puso en el centro a las prácticas vinculares. Esta visibilización de los procesos comunicacionales en contexto, que habilita el diálogo de saberes para favorecer la aprehensión de habilidades específicas, dio lugar a respuestas concretas a las demandas de las y los actores institucionales en cada interacción. La acumulación de experiencias presentadas para este Cuaderno es reflejo de una práctica de comunicación integral, que reconoce los recorridos diversos de los diferentes niveles de atención en salud y da cuenta de la importancia significativa del grupo educando para la intervención en dichas instituciones.
Palabras clave: aprendizaje situado; comunicación para la salud; extensión crítica; metodologías participativas
ABSTRACT
The present work is the result of the first systematization on the impact of situated learning, from the launch of the Extension Program "Integrating knowledge to strengthen internal and external communication in Health Institutions" that has been running since 2017. Since that date, students from three cohorts of the Bachelor of Social Communication, experienced and experimented from the critical extension rooted in the territory, part of their professional training oriented in communication and health. Thus, the curricularized socio-educational practices (PSE) and enabled through the proposal of the social classroom, from the educating group and the participatory methodology, constituted the desirable stage for planning and management from a communicational perspective that put bonding practices at the center. This visibility of communicational processes in context, which enables dialogue of knowledge to favor the apprehension of specific skills, gave rise to concrete responses to the demands of institutional actors in each interaction. The accumulation of experiences presented for this Book are a reflection of a comprehensive communication practice, which recognizes the diverse paths of the different levels of health care and accounts for the significant importance of the educating group for intervention in these institutions.
Keywords: situated learning; communication for health; critical extension; participatory methodologies
RESUMO
Este trabalho é o resultado da primeira sistematização sobre o impacto da aprendizagem situada, a partir do lançamento do Programa de Extensão “Integrando conhecimentos para fortalecer a comunicação interna e externa nas Instituições de Saúde” que está em execução desde 2017. Desde aquela data, alunos dos três setores da Oficina de Gestão da Comunicação Institucional do Bacharelado em Comunicação Social, vivenciaram e experimentaram desde a extensão crítica enraizada no território, parte de sua formação profissional voltada para a comunicação e a saúde. Assim, as práticas socioeducativas (PSE) curricularizadas e viabilizadas pela proposta da sala de aula social, junto com o grupo educativo e da metodologia participativa, constituíram o cenário desejável para o planejamento e gestão de uma perspectiva comunicacional que colocou no centro às práticas vinculares. Essa visibilidade dos processos comunicacionais em contexto, que habilita o diálogo de saberes para favorecer a apreensão de habilidades específicas, deu lugar a respostas concretas às demandas dos atores institucionais em cada interação. A acumulação de experiência apresentada para este Caderno é um reflexo de uma prática de comunicação integral, que reconhece os diversos caminhos percorridos dos diferentes níveis de atenção em saúde e dar conta da importância significativa do grupo educando para a intervenção em ditas instituições.
Palavras-chave: aprendizagem situada; comunicação para a saúde; extensão crítica; metodologias participativas
La experiencia pedagógica del grupo educando “IntercomUNLPam”[1][2] se ubica curricularmente en el cuarto año del ciclo orientado de la Licenciatura en Comunicación Social. Este espacio educativo revisa las condiciones para enseñar y aprender, desnaturalizando los formatos tradicionales y poniendo en cuestión los determinantes duros como aspectos centrales de la escuela/universidad, que dan sentido a la actividad: gradualidad, fragmentación, control de los cuerpos y currículum único. Estos condicionantes constitutivos del proyecto homogeneizador de la educación formal, que funcionan como dispositivos de disciplinamiento y subjetivación, son puestos en tensión desde el aprendizaje situado. En este sentido, los objetivos pedagógicos del programa curricular de la materia Taller de Gestión de la Comunicación Institucional ponen su atención en el aula social, el grupo educando y el método, para propiciar la interacción, la expresión, la afirmación del propio ser, la puesta en valor de los saberes adquiridos y las habilidades alcanzadas para dar respuesta a las demandas de las y los actores institucionales junto a quienes se dialoga y negocia.
IntercomUNLPam aborda la salud desde problemáticas sociales relevantes, fuera del aula de la Universidad, para complejizar los aprendizajes y situar “el aula” en las instituciones de salud. La demanda o problema de comunicación para la salud se construye desde el diálogo de saberes, de manera horizontal, entre las y los comunicadores (estudiantes y docentes) y el equipo de salud. La rigurosidad metodológica, sumada a los enfoques críticos, potencia la formación disciplinar del/la estudiante al destacar la importancia de la curricularidad; “la actividad educativa debe transcurrir en un espacio formativo inscripto en el diseño curricular de la carrera en la que estudiantes y docentes forman parte” (Erreguerena 2020, p. 7)
Las corrientes que clausuran el sentido de lo educativo a la limitación del objeto de la pedagogía junto con otras disciplinas educativas que se circunscriben solo a contemplar lo escolar, han conducido innecesariamente a la exclusión de una serie de prácticas y espacios socioculturales formadores de sujetos en el concepto de educación, o incluso a soslayar otras prácticas sociales –no necesariamente escolares– relacionadas con las prácticas educativas. Esto implica, básicamente, que las prácticas educativas no se llevan a cabo sólo en las instituciones educativas específicas, sino en muchas otras agencias sociales (Buenfil Burgos, 1993). En un sentido deconstructivo –en tanto crítica al estatuto producido sobre la educación- es preciso atender y reflexionar sobre las prácticas y los espacios, institucionales o no, que contribuyen a la formación, para describir en qué condiciones se producen, a través de qué quehaceres, relacionados con qué fuerzas políticas, con qué tipo de contradicciones y qué tipo de sujeto constituyen a través de las alternativas que ofrecen a los problemas del territorio.
A lo largo de tres años ininterrumpidos de trabajo en territorio, las distintas cohortes que formaron parte de IntercomUNLPam han incorporado saberes específicos sobre los distintos niveles del servicio público de salud de la provincia. La consolidación de los distintos trayectos permitió hacer un mapeo general de actores intervinientes del Hospital Lucio Molas, institución de máxima complejidad por los servicios en salud que ofrece, y de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) del barrio Zona Norte y Villa Germinal de Santa Rosa, La Pampa.
El diagnóstico y reconocimiento de los ámbitos institucionales, sumados al trabajo de recorrido por las barriadas circundantes a los efectores de salud, fueron los espacios donde primó el encuentro de las y los estudiantes con saberes diversos, que propiciaron el desarrollo de las propuestas comunicacionales orientadas a la salud. Temas vinculados con el medioambiente, la finalización del secundario dentro del ámbito laboral, consejerías de educación sexual, visibilización de estrategias diferenciales, entre otros, redundaron en desafíos a resolver mediante aprendizajes situados en los que cada estudiante es sujeto de la educación, pero a la vez interactúa con un contexto que posee un entramado de actores determinantes.
Las sistematizaciones de las prácticas socio educativas curriculares realizadas en el marco de IntercomUNLPam, son el insumo para la evaluación del trabajo realizado por parte de las y los estudiantes. Estas reflexiones han dejado valiosos aportes que contribuyen al campo de la comunicación institucional a la par que permiten el análisis de los procesos de formación en la educación superior.
Es importante mencionar que estas fichas de evaluación son sistematizaciones que las y los estudiantes, individual y grupalmente, entregan una vez finalizada la cursada regular de Taller de gestión de la comunicación institucional en la institución de salud. Para organizar y reflexionar sobre esas prácticas, se tomaron como unidad de análisis tres momentos claves de aprendizajes que aparecen reflejados en dichos documentos:
● el aula situada en instituciones de salud: los actores del nuevo acto educativo
● la organización de las tareas y el trabajo a realizar: el proceso metodológico
● el momento de la exposición de los resultados y propuestas: la experiencia de las Jornadas de Comunicación y Salud.
La propuesta de profundizar, en principio, sobre la comunicación institucional interna, planteó desafíos que permitieron reconfigurar los roles estereotipados de docente/estudiante para empezar a pensarse desde el grupo y con base en la confianza. El acompañamiento y asesoramiento en el proceso educativo por parte de las docentes buscó generar instancias de reflexión sobre la práctica in situ, y la evaluación colectiva de cada una de las acciones generaron el espacio para resignificar y replanificar las actividades a medida que se desarrollaban. Este proceso educativo tuvo como base la confianza y se buscó “el reconocimiento de lo que el otro es y puede dar de sí” (Prieto Castillo, 2004, p.14). Las citas directas que leerán a continuación reflejan el proceso de formación de las y los estudiantes en el armado y desarrollo de talleres participativos con las y los trabajadores de salud.
“En cuanto al proceso de trabajo, el aula situada fue una excelente oportunidad para que el grupo de comunicadores pudiera desenvolverse en un campo de acción sin la monotonía de los aprendizajes unidireccionales y la transmisión de saberes sin posibilidad de reflexión y comprensión. La materia apunta a la colaboración entre el equipo de trabajo y los actores de la institución en la que se interviene y eso implica salir de las paredes de la Universidad y adentrarse en realidades totalmente diferentes a las propias. A lo largo de la cursada, y con altibajos, se logró dejar una impresión de lo que la Comunicación puede desarrollar” Velázquez, M. (2019)
“Es importante mencionar también, la sincronización y articulación entre ambas docentes, esto no es un dato menor. En experiencias en las cuales esto no sucede, los niveles de enseñanza suelen ser menos eficaces. En el mismo sentido, los momentos de discusión y contrapunto entre las mismas docentes, generaron dinamismo y reforzaron el espíritu crítico y la construcción colectiva de conocimiento” Massa, J. (2018)
En una primera etapa, las acciones apuntaron fundamentalmente a la sensibilización y puesta en común de una estrategia práctica-teórica pensada para trabajar sobre los roles y funciones del personal hospitalario, en clave comunicacional. En esa línea, las tareas fueron reconocer, convocar e interpelar de manera adecuada y efectiva a las y los integrantes del equipo de salud para lograr que dejaran de vernos como periodistas o extractores de información para publicar. A la propuesta de encuentros/talleres se sumó la tarea de emplear dinámicas interactivas como disparadoras para presentar la comunicación como una dimensión transversal que permite leer la complejidad de las instituciones y su relación con el entorno inmediato.
“Otro jueves, ya tenía puesta la chaqueta, la llave para conseguir lo que estábamos buscando. No la entendí así hasta que recorrí la institución con ella puesta. Más allá del placer que genera a nivel personal lograr algo lindo, concreto y claro que represente lo que queríamos contar, salir a recorrer el hospital en busca de respuestas a encuestas que nos iban a conducir al producto final, fue una de las experiencias que más me gustó. Conocer a las personas que trabajan en la institución, la atención y predisposición que ofrecen para guiarte hasta un lugar o despejarte una duda, estaban a la vista. Y como dije al principio, este reconocimiento de la institución lo hice a la par del desprendimiento de mis prejuicios sobre la salud pública” Torres, M. (2018)
Se buscó en el correlato de los encuentros, que se pudieran elevar los niveles de complejidad y profundidad de los contenidos en debate, para luego poder realizar acciones concretas y elaborar trabajos escritos que registraran el trayecto recorrido y sirvieran de insumo para la sustentabilidad de acciones futuras. En paralelo, las y los estudiantes pudieron desarrollar sus prácticas como talleristas, hecho que habilitó la reflexión crítica sobre sus herramientas y mapas conceptuales, sus limitaciones y potencialidades de cara a definir la última parte de su formación académica de grado.
“Como un niño que recién comienza a caminar, mis primeros pasos dentro de la Institución fueron difíciles, me encontraba en un lugar completamente nuevo para mí, rodeado de ‘actores’ (los cuales se transformaron en parte fundamental del camino) que no conocía” Cossio, F. (2018)
“La apropiación del lugar físico fue un paso clave para trabajar desde la comunicación, el primer día éramos todxs extraños y el último nos enojamos porque pusieron el stand sobre lavado de manos adelante del camino de la ESI, que habíamos armado y diseñado con mucho amor. Ninguna novedad: cualquier lugar físico es un espacio de lucha de poder, de visibilizaciones. Ahí se vivió el ejemplo” Pagella, C. (2019)
La incorporación de un espacio de trabajo específico para abordar la comunicación y la salud abrió una posibilidad inédita en el área de salud institucional para el intercambio entre todas las personas partícipes. Tanto estudiantes y docentes de la carrera, como las y los trabajadores del hospital y del CAPS (profesionales y de administración), tuvieron su momento de intercambio en las diferentes acciones que se realizaron, hecho que favoreció la puesta en valor de los aportes realizados en el marco de la situación de aprendizaje.
“La experiencia en el Molas nos puso los pies sobre la tierra en cuanto a la importancia de la formación de grupos, entendimiento, utilidades, niveles de compromiso e instancias de diálogo dentro y fuera del grupo” Gómez, M. (2018)
Desde el aula situada se trabajó en mejorar la producción de los mensajes, las formas de interpelación, los canales internos de circulación de datos claves y las habilidades comunicacionales del personal de salud que estaban en contacto con las y los usuarios del sistema. Los datos de retroalimentación obtenidos luego de realizar las convocatorias a las diferentes actividades fueron analizados entre las y los educandos en conjunto con las y los responsables del área sanitaria.
“Cada momento del proceso requirió instancias de encuentro, debate y construcción de conocimiento en conjunto con las docentes y con los actores principales. El compromiso es para destacar como un factor que amplió considerablemente el proceso de aprendizaje” Massa, J. (2019)
Los encuentros semanales redundaron en una mejora continua desde una perspectiva de salud que implicó poner a la comunicación como herramienta poderosa de gestión, que se pudo implementar gradualmente. Las experiencias previas en aula situada para trabajar desde una mirada comunicacional hasta ese momento eran muy escasas, motivo suficiente para esperar que el impacto se notara rápidamente, tal como lo reflejaron las devoluciones y evaluaciones del trabajo desde las materias curriculares durante el ciclo 2017, 2018 y 2019.
Los tres primeros años de desarrollo del programa de extensión “Integrando saberes para fortalecer la comunicación interna y externa en instituciones de salud”[3], su reconocimiento como espacio de prácticas socioeducativas dentro de la carrera y la conformación del aula situada de Taller de Gestión de la Comunicación Institucional, permitió pensar en resultados a mediano plazo que implican básicamente dos puntos centrales: promover la institucionalización del espacio para el equipo de comunicación dentro de las instituciones de salud y acumular antecedentes sólidos en la formación de comunicadoras y comunicadores especializados en las temáticas transversales de salud, dentro de la institución y a nivel externo, potenciando la necesidad de profesionales desde un enfoque de derechos y comprometidos con su realidad histórica. Asimismo, la posibilidad de trabajar a nivel central con las derivaciones y las interacciones que provienen de otros efectores del sistema, como la necesidad de capacitación en comunicación dentro de las instituciones, abrió potentes líneas de proyección a profundizar.
Hacemos propia la cuarta reflexión del docente mendocino Daniel Prieto Castillo sobre una pedagogía del sentido, en la que a las y los educadores (y a la institución en general) nos cabe la responsabilidad de la mediación pedagógica lo que implica hacer vivir a las y los estudiantes el aprendizaje, es decir, la tarea de construirse y de apropiarse del mundo y de sí mismos/as, sin invadir y sin abandonar, para que algún día sean capaces de continuar aprendiendo (Prieto Castillo, 2004).
Compartir el método in situ permite dar cuenta de las estrategias y claves para llevar adelante esa mediación, e impulsar para gestionar desde la comunicación y la interacción. Es hacer justicia social, es tender puentes que implican tomar a las y los otros como puntos de partida para poder construirse con y desde ellas/os.
“El primer día de encuentro fue de reconocimiento a los y las trabajadores del Centro de Salud, en esta primera intervención en nuestro lugar de trabajo/estudio se realizaron entrevistas semi – formales para conocer en detalle el organigrama de la institución. Esta práctica se sistematizó en los próximos encuentros con los trabajadores de Salud” Vázquez, F. (2019)
“El motivo por el cual se pudo llegar a estos resultados fue a causa de un trabajo de gestión integral en la institución, que surgió de la investigación diagnóstica, que se juntó y relacionó con los saberes teóricos y técnicos que se han ido incorporando. A partir del cual, se observó e indagó cuál es la visión y misión del centro de salud, la interpretación y la manera en que se vinculan los diversos actores, su concepción de salud y relación con la comunidad, los lenguajes y códigos que utilizan” Lucero, A. (2019)
“Supimos desde un primer momento que la encuesta sería una herramienta fundamental para poder tener datos sobre los que trabajar. La decisión de llevarlas a cabo a través de una plataforma virtual fue un primer fallo, un poco de exceso de seguridad en cuanto al tiempo y en cuanto a la población de estudio. En un primer momento dejamos todo a merced de Whatsapp en detrimento de lo sensible que podía ser la temática. Como era de esperar y nadie esperó con suficiente seriedad, no funcionó y hubo que emprender la misión contrarreloj de salir a hacer encuestas cara a cara. Ahí se notó el pasaje del aula al campo, no tuvimos en cuenta al otro realmente. Los mensajes fueron enviados un viernes y para el lunes había pocas respuestas. A pesar de eso el grupo siguió insistiendo. Finalmente se decidió salir a buscar a lxs trabajadorxs uno por uno. Fue en esa instancia donde salieron a la luz muchos datos interesantes. Lo intangible e imposible de planificar en la comunicación, el componente humano en toda su diversidad y su delicadeza. Lo sensible del tema quedó manifiesto en esa instancia, idas y vueltas con seres humanos que quizás se sentían amenazados por un grupo de estudiantes disfrazados de médicos que cazaban información acerca de sus estudios incompletos. Aparte de eso el trabajo del equipo fue bastante metódico” Gómez, M. (2018)
Tanto en el hospital de mayor complejidad de la provincia como en el centro de atención primaria se cumplió con acuerdos interinstitucionales, ya que la burocracia y legalidad de la función educativa y de salud pública implican contar con acuerdos marco firmados, propuestas curriculares aprobadas, hasta seguros de traslado para las y los estudiantes y docentes. Una vez realizadas estas gestiones, que como dimensión política-administrativa también son parte del método, se concreta la intervención a la institución de salud desde el aula situada. Así, la situación de aprendizaje cobra valor cuando las y los estudiantes llevan adelante, junto con la compañía y asesoramiento de las docentes, las herramientas metodológicas: observación del espacio físico y uso por parte de las y los usuarios y trabajadores de la salud; registro en imágenes de la institución y del barrio; confección de un organigrama para establecer roles y funciones; análisis de flujos de comunicación interna y mapeo de actores para identificar redes y tramas de sentido de lo público.
“La Planificación Estratégica, las relaciones internas y la misión de los centros junto con la situación global desde el FODA eran aspectos a considerar, mejorar y trabajar. Ahí es cuando los/as comunicadores/as intervienen desde la extensión crítica y con herramientas reflexivas y participantes. Pero, ¿qué hace este equipo de comunicadores/as en una ‘Posta sanitaria’ de barrios considerados por la visión externa como ‘marginales’, ‘periféricos’ y ‘peligrosos’ de la ciudad? Gestionan, en el constante hacer reconocen la visión y misión de la institución, interpretan las formas de vinculación, tienen la capacidad de leer entre líneas los modos de enunciación del Centro de Salud y de las personas que atraviesan la institución y trabajan en el entorno inmediato: la comunidad. El deseo es el articulador y desde allí se plantea cómo quisiera la institución que fuera la situación. Esta perspectiva es la que prevalece en el análisis de las representaciones sociales. Como comunicadores/as identificamos (mapas) y gestionamos, articulamos” Larrea, M. (2019)
Se comprende de esta manera a la metodología como elemento de construcción social, donde los sujetos son parte efectiva de los procesos de racionalidad y razón práctica. Delante de estos elementos metodológicos, el aprendizaje es un elemento del territorio, o sea, existe en la territorialidad, construimos colectivamente los abordajes de la comunicación y salud. En el involucramiento con el Hospital Lucio Molas y con el Centro de Salud de Zona Norte, se mimetizan sus modos de hacer y existir en el territorio. Es un principio que considera la metodología como elemento de la comunidad, dicho de otra manera, se entiende la composición metodológica a partir del concepto de ciudadanía comunicativa (Mata, 2006; Teixeira, 2019) que está involucrada en sus modos de hacer, de existir y de percibirse como elemento social.
La consideración de las perspectivas sobre los modelos de ordenamiento del pensamiento científico entiende el método científico como resultado del proceso histórico, de las relaciones de éxito y fracaso de la ciencia y de la resistencia de los sujetos que operan o no en las comunidades científicas. Asimismo, la metodología se entiende como el conjunto de técnicas y asociaciones de herramientas, acordes con la orientación investigativa que permiten la comprensión de un problema, pero también la estructuración de una racionalidad que se forma y reforma en un intento por comprender los procesos de los seres humanos, de la naturaleza y sus contradicciones (Descartes, 2012; Kuhn, 1998; Feyrabend, 1977; Bachelard, 2006; Maldonado 2008, 2011b, 2012; Orozco -Gómez González, 2012).
La intencionalidad de estas estrategias metodológicas es comprender las prácticas socioeducativas que se propician desde IntercomUNLPam y sus relaciones con el territorio donde existen. Y así componer los mecanismos hacia una racionalidad científica que Teixeira (2019) entiende como metodología de resistencia (el enfoque investigativo). Tal metodología construye los caminos para la constitución de la ciudadanía comunicativa, en el seno de los movimientos de resistencia social y cómo se pueden entender desde esta perspectiva y sus dimensiones.
Sobre el momento de la exposición de los resultados y las propuestas. La Experiencia de las Jornadas de Comunicación y Salud
En acuerdo con las y los responsables del área de Investigación y Docencia del Hospital Lucio Molas durante la cohorte 2017 y 2018 y con el equipo de salud del CAPS Zona Norte en el 2019, se decidió hacer la devolución del diagnóstico comunicacional en el marco de la materia, como así también la propuesta de planificación, a través de una Jornada de Comunicación y Salud. En cada institución la puesta en escena de dicho acontecimiento fue distinta y sin duda tuvo que ver con las características del texto –institución de salud propiamente dicha–; y del contexto –como el territorio que habita y los derechos y garantías de ser parte del Estado–. La definición de una Jornada abierta al público interno y externo implicó visibilizar el trabajo realizado, convocar desde otro lugar a quienes participaron activamente y, fundamentalmente, destinar un espacio concreto para plantear la importancia de la comunicación y la salud.
La concreción de los eventos significó la reorganización de prácticas y el reconocimiento de nuevas formas de convocar, administrar los tiempos y trabajar en equipo, para resolver contratiempos propios de la gestión de la 2da. Jornada de Comunicación y Salud “La educación como herramienta para el desarrollo en las instituciones de salud”[4].
“Tal como el transcurso de la intervención en general, la presentación se vivió como la posibilidad concreta de trasladar el conocimiento científico académico a la práctica en la realidad. Al mismo tiempo, la instancia resultó valiosa por la dinámica grupal, este aspecto es crucial y difiere de las experiencias de aprendizaje y evaluación en forma individual. La heterogeneidad del público presente fue otro motivo para destacar, debido al desafío en sí mismo que implica realizar una presentación con diferentes perfiles de destinatarios” Massa, J. (2018)
Para estimular este proceso, se promovió la vinculación con integrantes y autoridades de otras dependencias públicas como educación, desarrollo social, además de convocar siempre al Ministro de Salud y a las autoridades de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam.
Sobre el momento de la exposición afirman:
“La dinámica contó con una instancia descriptiva del 'porqué´ y 'desde qué lugar’, otra del ‘cómo’ y del ‘para qué’, y finalmente una tercera etapa propositiva, en la cual nos dirigimos directamente a las y los trabajadores. Resaltamos la trascendencia del proceso de ‘aprender’ y les agradecimos por la confianza y la buena predisposición para colaborar en nuestra intervención, lo cual también resultó un proceso de aprendizaje profundo” Massa, J. (2018)
“La presentación frente a diferentes directivos y trabajadores/trabajadoras, tanto de Educación como del Hospital Lucio Molas, fue la peculiar manera de culminar un extenso y sorpresivo camino, repleto de experiencias nuevas, conocimientos, trabajo, unión y compañerismo. Un camino en donde muchas veces lo sentimental y personal se antepuso ampliamente sobre lo profesional o educativo: no estaba recorriendo ese trayecto por obligación para aprobar una materia, lo estaba recorriendo porque me sentía parte, me vi en la obligación de intentar aportar mi granito de arena en pos de una solución” Cossio, F. (2018)
Para la realización de la Jornada se trabajó en una propuesta comunicacional que debía contemplar diferentes variables. En primer lugar, se determinó “el sentido” del evento, para enfatizar la importancia institucional que se les otorgaba a las acciones educativas en perspectiva comunicacional. Luego, se debía resolver la comunicabilidad de todo lo trabajado. Con esos dos ejes vertebradores, se dispuso, entonces, elaborar el plan de gestión institucional que resolviera la compatibilidad entre dos instituciones altamente burocráticas como son la Universidad y el Hospital Lucio Molas. Fijar fechas, cerrar programa, lograr las certificaciones y acreditaciones, fueron gestiones concretas que los/las estudiantes vivenciaron y sobre las que, en más de una oportunidad, tuvieron que maniobrar para solucionar imprevistos. Con ese marco preestablecido, se planificó y se diseñaron después los materiales audiovisuales y escritos para llevar adelante la devolución del trabajo de campo. Ese momento, esperado por las y los estudiantes puso de relieve, a manera de recuento, los obstáculos encontrados, las estrategias que fracasaron y se volvieron a repensar, la necesidad de elaborar materiales accesibles, amigables y desestructurados que dieran cuenta de la diversidad registrada en los diagnósticos.
El trabajo de entrevistas realizado por las y los estudiantes les permitió conocer historias personales conmovedoras, de grandes esfuerzos, de trabajadoras y trabajadores dispuestos a auto superarse y salir adelante. Como estudiantes en el tramo final de su carrera de grado, también reflexionaron sobre sus incapacidades manifiestas para comprender la complejidad de la cultura institucional y su profundidad histórica en el poco tiempo disponible de la intervención y cómo aprendieron a leer entre líneas ciertos comportamientos y expresiones del personal de salud que querían ser evitadas o no expuestas. Todos estos elementos estuvieron presentes en la fase creativa del diseño de las piezas comunicacionales producidas para la Jornada.
“El otro elemento de relevancia fue también de tinte humano, el trabajo en equipo es una nota que merece ser resaltada. Como parte de un grupo de seis personas todos lidiamos con una metodología de trabajo que requirió momentos de coordinación y de lime de diferencias. Aprender a trabajar en equipo es algo que no se aprende en las aulas cuando se hacen trabajos prácticos de a tres. La tendencia fordista de los alumnos a dividir las preguntas no es lo mismo que cumplir un rol en un equipo de trabajo donde uno tiene que hacer algo para habilitar al resto a hacer lo suyo. Es una red de interdependencia y cooperación que no siempre funciona igual ya que otra vez lo real entra en la ecuación, no hay una fecha límite para cada una de las pequeñas tareas. Si falta voluntad de liderazgo o no se permite que surja una figura que lleve la punta de la coordinación queda todo ahogado en una pileta de individuos comprometidos por un algo exterior” Gómez M. (2018)
La experiencia de devolución sistematizada de la información y la presentación de propuestas para el Centro de Salud de Zona Norte, durante el 2019, recorrió un camino procesual y de construcción colectiva junto con las y los actores de características muy diferentes a las que se dieron para el hospital. Desde la elección de una fecha hasta la propuesta programática, fueron diseñadas y gestionadas con las y los integrantes del centro de salud. La interconsulta directa con referentes del centro de salud de los datos consolidados del diagnóstico comunicacional barrial y organizacional, realizada semana tras semana, propició cambios en las estrategias que fueron adoptadas por el grupo educando sin mayores conflictos. De esa manera, las sistematizaciones que realizaban las y los estudiantes sobre los temas de salud que preocupaban a vecinas y vecinos, sumadas a la interpretación de la información obtenida por las entrevistas a efectores de salud, coincidieron en focalizar como problemáticas centrales a la contaminación medioambiental y a la implementación de la educación sexual integral como política pública. Con ese marco general de acuerdo, se profundizaron los diagnósticos para definir con mayor precisión cómo trabajar los enunciados de acuerdo a las realidades de usuarias y usuarios que concurren habitualmente al centro de salud.
La posibilidad de establecer un día específico dedicado a la comunicación y salud expresado como una jornada de puertas abiertas del centro de salud hacia el barrio sumó propuestas de actividades que las y los integrantes del centro ofrecieron para fortalecer el espacio.
La 3ra Jornada de Comunicación y Salud, “En nuestro Barrio, el Norte es la Salud”, fue diseñada para poner en diálogo la comunicación y la salud en dos momentos diferentes. Una primera instancia de encuentro con las y los vecinos en el centro de salud un día y horario determinados para poner en acción un programa de actividades que incluía la participación activa de las y los universitarios y el equipo de salud del centro. Finalizados estos eventos, la segunda parte consistió en dejar instalada una exposición fotográfica y otras piezas comunicacionales elaboradas para esta intervención, aportando a la educación (y reflexión) permanente en salud.
La “voluntad de aprendizaje” (Prieto Castillo, 2004, p. 35) y su fuerza encuentra sentido en la interacción y negociación del equipo de salud con las y los estudiantes. Es valioso reconocer cómo estos trabajadores/as abrieron un espacio de encuentro en sus reuniones de equipo semanales, para coordinar y programar acciones conjuntas: se armaron stands de salud que proponían a las y los usuarios que durante la espera para su atención recorrieran las propuestas de prevención sobre higiene personal, salud bucal y lavado de manos (se entregó folletería del ministerio y jabones), salud sexual y reproductiva, nutrición, técnicas de RCP, entre otros.
Los materiales que se utilizaron para comunicar se planificaron y diseñaron para interpelar a diferentes públicos. De esa manera, se trabajó con materiales didácticos para niñas y niños a través de juegos con premios, la entrega de cartillas con métodos anticonceptivos y normas de bioseguridad. Se ofreció una mesa con desayunos saludables y se realizó la demostración en taller para RCP, de la que participaron activamente estudiantes y docentes de comunicación junto a integrantes del centro de salud.
Un aporte original fue la producción de un stand de “redes” @laesiandadiciendo[5], que ofrecía a adolescentes una serie de mensajes de prevención para fotografiarse, reservando la identidad de la persona, y subir esas imágenes a las redes sociales que cubrían la Jornada. Para el desarrollo de la actividad se utilizaron las instalaciones de la sala de espera, los pasillos y el amplio patio con el que cuenta el centro de salud de Zona Norte. Se buscó en todo momento abrir los espacios físicos para promover la circulación interna y para integrar las distintas dependencias que, generalmente, se restringen a los asientos ubicados en la sala de espera.
Ese mismo día, pero con vistas a perdurar un poco más en el tiempo, se hizo una instalación fotográfica y audiovisual que trabajó específicamente sobre dos líneas detectadas en el diagnóstico comunicacional. Para concretarlas, se recorrió el barrio tomando imágenes que sintetizaron las problemáticas relevadas, con los lugares, las caras y los personajes reales. Con el material obtenido, se guionó, en el formato de mini relato, la historia de un perro callejero del barrio cuando en el tramo de su recorrido diario llevaba el barro contaminado con afluentes cloacales de un lado a otro, de la calle a la casa, del charco a las manitos de su dueño/a. Esta producción se correlacionó con otro recorrido fotográfico que propuso en diferentes imágenes, reflexionar sobre la educación sexual integral. Para la elaboración de las cinco piezas finales que integraron la muestra, las y los estudiantes trabajaron en contacto estrecho con la responsable de la consejería en salud sexual del centro sanitario. El proceso quedó reflejado en cada una de las imágenes pensadas para representar un recorrido que comenzaba en la puerta de entrada al centro de salud y se desplegaba a lo largo del pasillo para culminar en la puerta del consultorio de salud sexual.
“Como experiencia de aprendizaje la jornada fue muy positiva en cuanto a analizar la concurrencia de la gente del barrio, de las actividades propuestas y las relaciones que se establecieron con todo el equipo de trabajadores. Si bien se esperaba una mayor concurrencia de vecinas y vecinos, fue eso lo que me hizo reflexionar que deberíamos acercarnos a la gente del barrio, es decir establecer relaciones más estrechas escuchando sus necesidades, deseos y demandas” Vázquez, F. (2019)
El discurso acerca de la educación en la diversidad surgió en las últimas décadas del siglo XX con la intención de superar la mirada homogeneizadora y proponer enfoques y estrategias más inclusivas que contemplen al mismo tiempo las diferencias que existen entre las personas, los derechos de la ciudadanía y las obligaciones de los Estados.
El orden de lo simbólico e institucional es el corazón en las organizaciones y la letra de la política pública es la base de la equidad y la herramienta de disputa por el sentido. ¿Cómo? Hay que proponer y garantizar la participación, hay que “curiosear”, dudar y no naturalizar, porque se corre el riesgo de invisibilizar por obvio.
Cada cuatrimestre, que es el tiempo de duración de la materia, las y los estudiantes junto con los actores institucionales, formulan diagnósticos participativos de comunicación institucional con una perspectiva comunicacional que mira desde y la comunicación (Uranga, 2012) prácticas comunicacionales emplazadas en escenarios diversos. A través de la observación directa y en el diálogo continuo que va más allá de la pregunta respuesta, se reconocen a través de universos vocabulares específicos, los aspectos que no están funcionando en la institución y se identifican las fortalezas y debilidades en materia de comunicación interna y externa. De esta manera, los procesos comunicativos que se desarrollan en la cotidianeidad de la institución de salud incorporan gradual y progresivamente a las y los estudiantes en ese entramado de flujos, redes y canales de comunicación que ponen en juego el reconocimiento sobre la importancia del universo simbólico –plano de la cultura– junto con valores y relaciones entre sus integrantes que incluyen relaciones armónicas o contradictorias, grados de tensión interna, tolerancia, solidaridad y sentimiento de pertenencia.
En forma permanente se interpelan las teorías desde situaciones problemáticas, con una mirada sobre las prácticas, con el propósito de inducir la reflexión, abrir interrogantes y multiplicar experiencias para contribuir al desarrollo de procesos de transformación que favorezcan los aprendizajes de todas las personas, “ningún sujeto de la palabra está imposibilitado, ni inhabilitado, en el territorio de lo común, para ser par, para formar parte y para tener su parte” (Frigerio 2004, p. 5).
Los abordajes que aquí se proponen parten de esta lógica. La construcción social del método como parte integrante de las y los sujetos, es el camino metodológico que abre la mirada al territorio a partir de sus componentes, de los enunciados de su existencia. De esta forma, se comprende el método como ambiente de la sociedad, no solamente como mecanismos lógicos que estructuran problemas de investigación.
El análisis realizado considera los múltiples procesos de organización de la ciencia y reverbera en un debate necesario en la construcción y deconstrucción de paradigmas científicos. Comprender este enfoque progresivo que se intercala en niveles de relevancia similares al empirismo y sus discusiones teóricas (Bachelard, 2006), nos presenta una organización para el método científico que este autor denomina como racionalismo aplicado. Esta afirmación es uno de los preceptos asumidos desde IntercomUNLPam.
La racionalidad de la ciencia no debe encontrar sus fuerzas y multiplicidades en el ámbito exclusivo de la experiencia o del idealismo teórico; por el contrario, “[e]l pensamiento científico necesita de una realidad social [...]. Debemos, por tanto, instalarnos en la posición central del racionalismo aplicado, esforzándonos por crear una filosofía específica para el pensamiento científico” (Bachelard, 2006, p.123). De esta forma, se comprende a la ciencia como no disociada de la lógica racional, ni tampoco de lo que sucede en las calles, ni a los sujetos del Centro de Salud de Zona Norte.
La intención es distanciarse de los catálogos de normas y manuales científicos, paso necesario para comprender por qué sus técnicas también se pueden utilizar y hacer la composición con este entrelazamiento entre teoría y experiencia. “Las ideas ordenadas, reordenadas y las coordenadas en el tiempo lógico determinan una auténtica emergencia para la memoria” (Bachelard, 2006, p.119). El autor trabaja la memoria empírica como factor preponderante en la epistemología discursiva de la racionalidad científica y deroga esta exclusividad del empirismo y la razón.
Esa percepción de memoria empírica interpela a las clases situadas, al aula como un espacio descentralizado y a las voces de estudiantes frente a las prácticas socioeducativas, además de las experiencias que genera. Los mecanismos puestos en escena en las jornadas, las voces que se expresan y sus reverberaciones se figuran como técnicas donde el ordenamiento científico es cuestionado, mientras se utilizan dispositivos que experimentan el territorio, por ejemplo el stand de redes o las huellas de un pie adulto, que dibujaban en el piso los caminos a recorrer en las muestras de fotos sobre contaminación por desborde cloacal y ESI.
Para Bachelard (2006), son la dialéctica de la razón y la técnica las que se ajustan al racionalismo aplicado y a su contribución más fructífera. “En resumen, ni la racionalidad vacía, ni el empirismo desconectado, estas son las dos obligaciones filosóficas que subyacen al estrecho y necesitan una síntesis de teoría y experiencia” (Bachelard, 2006, p.122). El formalismo científico no conduce a la producción de pensamiento racional, sino a su debilitamiento. “La investigación científica normal está dirigida a la articulación de aquellos fenómenos y teorías ya provistas por el paradigma” (Kuhn, 1998, p. 45). Esto nos lleva a una práctica que debilita el papel de la experiencia.
La postura crítica del racionalismo aplicado busca cuestionar estas nociones de ciencia normal que no buscan eliminar nuevos tipos de fenómenos, sino entender solo a aquellos que encajan en el paradigma aceptado institucionalmente. El diseño epistemológico cuestionó que sea posible integrar fenómenos con teoría, partiendo de la exclusividad teórica para comprender las realidades. Por lo tanto, lo que se plantea no es una anulación de los estudios teóricos; sino que, por el contrario, partimos del empirismo para articular una racionalidad metodológica para la praxis en ciudadanía comunicativa.
Esta racionalidad metodológica involucra dimensiones que apuntan a comprender los fenómenos comunicacionales en la resistencia social y cómo estos son parte responsable del ordenamiento lógico de las estrategias utilizadas por los sujetos, en el proceso de extensión universitaria con perspectiva crítica. Hay coincidencia en afirmar que los enfoques científicos atraviesan las dimensiones del discurso (dimensión teórica), la práctica (dimensión técnica), el objeto (dimensión metódica), cuestiones filosóficas (dimensión epistemológica), según la perspectiva defendida por Lopes (2016) para las metodologías de investigación en comunicación. A esto le agregamos la dimensión de la sensibilidad (Sodré, 2006), que refiere al entrelazamiento de las y los sujetos que realizan la tan ansiada integración de las funciones sustantivas de investigación, extensión y docencia.
La conciencia constituida a través de la praxis ciudadana, como resultante de la comprensión dialógica de las actividades de extensión y las prácticas socioeducativas, son escenarios para la comprensión de las complejidades e interacciones sociales. En ese marco, IntercomUNLPam se construye como un espacio colectivo para la producción de saberes situados de comunicación para la salud. Hecho concreto es el dialogismo que solo existe en el proceso de interacción social, cuando el sujeto abandona la esfera individual y asciende a la conciencia que hace posible el conocimiento y comprensión adquiridos en espacios de diálogo, a través del lenguaje.
Por ese camino, el sujeto “se construye en la crisis entre el “equilibrio” y el “desequilibrio”, en un proceso de interacción con el otro y con el mundo cultural, que está compuesto y rehecho [...] por el instrumental tecnológico” (Gomes, 2008, p.6), nunca en una acción solitaria y distanciada del concreto real.
Reflexionar críticamente sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje situados desde el 2017 en instituciones de salud implica cargar de significación conceptual y reflexión los saberes adquiridos y aprender a leer el espíritu de época de las y los estudiantes, su proyecto de vida para reconocer qué los/as moviliza, qué injusticias les preocupan, porque su potencial transformador radica en la imposibilidad de olvidar dicha experiencia formativa (Peralta, 2020). Estas vivencias están caracterizadas por su fuerza puesta en la solidaridad sustentada en derechos y en el ejercicio real de resolver las diferencias desde el diálogo de saberes no jerarquizados. Son estos trayectos los que generan roles del nuevo acto educativo que construyen un sujeto del conocimiento que aprende en relación con las y los otros, desde la complejidad de abordar problemas que están fuera de la Universidad mientras adquieren voluntad de acción para la educación e incidencia pública que responde a la demanda de las y los actores del territorio.
Pensar la integralidad también implica pensar en los procesos formativos de las y los estudiantes, en sus prácticas, en lo que hacen, y con ello, desde dónde leen el mundo. La extensión crítica es una guía política, ética, epistemológica de la integralidad, que destaca la motivación de estudiantes y el tiempo transcurrido en el territorio.
Para desterritorializar el espacio áulico primero hay que generar espacios de sensibilización y acompañamiento que en los primeros años de la carrera de grado pueden ser claves; pero después, resulta indispensable profundizar este proceso desde las prácticas socio educativas, como dispositivos de la docencia universitaria, que puestos en relación con funciones sustantivas de la universidad en palabras de Erreguerena (2020), procuran la vinculación teórica y metodológica con la solución de problemas socialmente relevantes, favoreciendo así la formación integral y el compromiso social universitario.
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[1] Intercom significa “Intervención desde la Comunicación” y responde al nombre elegido colectivamente, fruto de un proceso educativo curricular de comunicación en Instituciones de Salud. Se crea en el marco de la materia Taller de Gestión de la Comunicación Institucional, de la Universidad Nacional de La Pampa. Ver más https://intercomunlpam.com/
2Aprobado por Resolución del Consejo Superior Nº 082, 21 de marzo de 2018.
3Aprobadas por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. Número de Resolución 609/2018.
4 Ver el perfil educativo en Instagram: https://www.instagram.com/laesiandadiciendo/
Fecha de recepción: 07/09/2020
Fecha de aceptación: 16/12/2020