DOI: http://dx.doi.org/10.19137/an1502


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ARTÍCULOS

 

De cómo la densidad léxica devela la identidad en The Speckled People de Hugo Hamilton

Lexical density and identity in The speckled people by Hugo Hamilton

 

Alfonso, Norma Liliana1

 

Resumen: El lenguaje constituye una práctica social y el carácter de un individuo se valora, entre otros aspectos, en referencia a su uso de la lengua. El enfoque sistémico funcional de Michael Halliday (1985a) ofrece una perspectiva teórica que considera al lenguaje como un recurso para crear significados. En pos de entender cómo se usa una lengua en la interacción diaria, es importante tener en cuenta el contexto en el que se negocian tales interacciones. A efectos del presente análisis es fundamental establecer una conexión entre los conceptos de lenguaje e identidad. El lenguaje es uno de los signos más importantes de identidad colectiva y el historiador Peter Burke expresa que hablar el mismo idioma, o la misma variedad, es una indicación simple y efectiva de solidaridad, mientras que hablar una lengua y u otra variedad es una forma igualmente efectiva de diferenciarse uno mismo de otros individuos o grupos (Blot, 2003, p. 232). El problema surge en casos como el de la autobiografía The Speckled People (2003) escrita por Hugo Hamilton en la cual describe la sociedad irlandesa de la posguerra, una sociedad que no está precisamente compuesta por ‘un tipo de gente’ con ‘una historia.’ El propósito de este análisis es develar cómo la selección de diversos recursos lingüísticos le permite al autor crear una realidad social a través del lenguaje, y reflejar así una compleja experiencia de vida.

Palabras clave: Análisis del discurso; GSF; Función textual; Literatura irlandesa; Identidad

Abstract: Language is a social practice and a person’s character is assessed, among other aspects, by reference to language use. Michael Halliday’s (1985a) systemic functional approach to language provides a descriptive basis that considers language as a meaning-making resource. In order to understand how language is used in everyday interaction, it is significant to consider the context in which such interactions are negotiated. For the present work it is crucial to bring together the concepts of language and identity. Language is one of the most important of the signs of collective identity, and the cultural historian Peter Burke expresses that “speaking the same language, or variety of language, as someone else is a simple and effective way of indicating solidarity; speaking a different language or variety of language is an equally effective way of distinguishing oneself from other individuals or groups” (Blot, 2003, p. 232). The problem emerges in those cases as the one in Hamilton’s memoir The Speckled People (2003) which depicts post-war Irish society – a society that is not composed of ‘one people’ with ‘one history.’ The present analysis is concerned with exploring how the selection of diverse linguistic resources allows the writer to create a social reality through language as well as reveal a difficult life experience.

Keywords: Discourse Analysis; SFL; Textual function; Irish literature; Identity

 

1. Introducción

El lenguaje constituye una práctica social y el carácter de un individuo se valora, entre otros aspectos, en referencia a su uso de la lengua. El análisis del discurso aborda el estudio del lenguaje, su comportamiento en diversos textos y su relación con el contexto social y cultural en el que se utiliza. De igual modo, estudia cómo la relación entre participantes influye en el uso de la lengua y cómo tal uso afecta la construcción de las identidades sociales y las relaciones (Paltridge, 2006, p. 2). Asimismo, el tema de la identidad se ha convertido en un concepto clave en el mundo contemporáneo ya que desde la segunda guerra mundial los legados de colonialismo, migración, globalización, así como el surgimiento de nuevos movimientos sociales y de otras formas de identidad han puesto la cuestión de la identidad en el centro del debate de las humanidades y de las ciencias sociales (Weedon, 2004, p. 20). Si bien el hombre define su historia en el marco de un contexto sociocultural preexistente, al mismo tiempo la cuestiona en pos de construir su identidad actual en medio de las vicisitudes de la vida diaria. Tal lo expresado por Stuart Hall, la identidad cultural se define en términos de una cultura compartida, una especie de ‘yo’ colectivo, que se oculta dentro de otros ‘yo’ más superficiales y artificialmente impuestos, que los individuos con una historia y ascendencia compartidas tienen en común. De acuerdo con esta definición, nuestras identidades culturales reflejan:

[…] las experiencias históricas comunes y los códigos culturales compartidos que nos proveen, como ‘un ser único’, de marcos de referencia y significado estables y continuos, a pesar de las divisiones y acontecimientos variables de nuestra historia cultural (Hall, 1989, p. 51).

El problema surge en casos como el de la autobiografía The Speckled People2 (2003) escrita por Hugo Hamilton donde describe la sociedad irlandesa de la posguerra, época durante la que transcurre su niñez. Es una sociedad que no está precisamente compuesta por ‘un tipo de gente’ con ‘una historia.’ La novela refleja la historia de vida conmovedora de un niño que crece en Dublín con unos padres nostálgicos por un país que ambos anhelan: una Irlanda anterior en el caso del padre y Alemania por parte de la madre. Hamilton escribe desde la perspectiva de identidad colectiva de un niño que narra su experiencia dolorosa y su lucha, desde una edad muy temprana, por construir su identidad en medio de concepciones en conflicto entre la historia irlandesa y la alemana. El libro está escrito en un estilo muy simple, desde la visión de un niño, y expresa efectivamente las emociones más profundas y el aislamiento que conlleva la emigración. Para el presente análisis es fundamental establecer una conexión entre los conceptos de lenguaje e identidad ya que el lenguaje es uno de los signos más importantes de identidad colectiva. En el texto de Blot (2003), se expresa la siguiente idea del historiador Peter Burke:

[…] hablar el mismo idioma, o la misma variedad, es una indicación simple y efectiva de solidaridad, mientras que hablar una lengua diferente u otra variedad es una forma igualmente efectiva de diferenciarse uno mismo de otros individuos o grupos (pp. 232).

En referencia a la historia objeto de este análisis, es importante recordar que Hamilton, el autor, nació en Dublín en 1953, su madre de descendencia alemana y su padre de origen irlandés. Tal lo que él mismo expresa en una entrevista, su crecimiento se da en medio de las memorias/los recuerdos de su madre y el idealismo de su padre -un padre insistente en relación al idioma ya que sus hijos debían hablar sólo alemán o irlandés en el seno del hogar, en el cual inglés estaba estrictamente prohibido. El narrador y sus hermanos y hermanas viven en una confusión de idiomas entre el interior de su hogar (irlandés/alemán) y el exterior (inglés). Los niños se sienten the speckled people -gente ‘marcada’, mitad irlandeses, mitad alemanes, en una sociedad a la que desean adaptarse y de esa manera sentir pertenencia, pero que les resulta extremadamente complicado por el hecho de ser y sentirse diferentes al hablar un idioma diferente. El niño que narra la historia hace referencia a las implicancias del término speckled en las siguientes palabras:

[…] También significa que estamos ‘marcados’. Significa que somos foráneos, y que nunca seremos lo suficientemente irlandeses, aunque hablemos el idioma irlandés y como dice mi padre somos más irlandeses que los mismos irlandeses. Tenemos caras ‘marcadas’ por lo tanto es mejor permanecer adentro, donde ellos no pueden llegar. Adentro podemos ser nosotros mismos (Hamilton, 2003, p. 7-8).

Sin duda alguna, la lengua es un signo identitario. El uso de una lengua determinada sitúa a un individuo geográfica, física, étnica, nacional y socialmente.

2. Marco teórico

Sociolingüistas, antropólogos y otros investigadores que estudian los usos sociales y las funciones de la lengua se interesan por la implicancia que conlleva juzgar la vida de diferentes personas alrededor del mundo, y entre personas y clases dentro de su propia sociedad (Blot, 2003, p. 1-5). Desde fines de los años setenta, Michael Halliday y un grupo de estudiosos de la lingüística sistémico funcional han desarrollado un profundo interés por entender la calidad de los textos y analizar cómo los individuos utilizan la lengua en su vida diaria. Dicho interés conduce a los lingüistas sistémicos a proponer “cuatro lineamientos teóricos acerca del lenguaje: que el lenguaje es funcional, que su función es la de producir significados, que el contexto social y cultural afecta esos significados y que el proceso de usar la lengua es un proceso semiótico de producir significados a través de elecciones” (Eggins, 1994, p. 2).
El enfoque sistémico funcional (Halliday, 1985a) ofrece una perspectiva teórica que considera al lenguaje como un recurso para crear significados. Las elecciones lingüísticas disponibles para los usuarios de una lengua se presumen significativas y las intenciones de quien habla o escribe están relacionadas a las formas concretas del lenguaje. En pos de entender cómo se usa una lengua en la interacción diaria, es importante tener en cuenta el contexto en el que se negocian tales interacciones. A través del lenguaje oral o escrito se logran diferentes propósitos. Así, se tendrá en cuenta aquí el carácter escrito del texto ya que, en el decir de Halliday (1985b, p. 62), “la diferencia entre la lengua escrita y la oral es una cuestión de densidad; la densidad con la que se presenta la información. Con relación a cada uno, la lengua escrita es densa, la lengua oral es escasa/dispersa”. Asimismo, es necesario hacer una distinción entre palabras léxicas o de contenido, y palabras gramaticales o funcionales. Las unidades gramaticales tienden a ocurrir con mayor frecuencia mientras que las léxicas no se repiten tan asiduamente. Como se mencionara anteriormente, el lenguaje sólo tiene sentido cuando se interpreta dentro de sus contextos -un contexto de cultura y un contexto de situación. El contexto de cultura es lo que los miembros de una comunidad pueden significar en términos culturales” mientras que el contexto de situación refiere a “identificar y describir distintos tipos de situaciones, que constituyen el dominio cultural colectivo” (Halliday, 1985b, p. 33). Al indagar acerca de qué aspectos del contexto son importantes para marcar una diferencia en cuanto a cómo se usa el lenguaje, Halliday (1985b) sugiere que:

[…] existen tres variables de registro que proveen la descripción de un texto: campo, tenor y modo. Campo denota qué sucede en una situación, tenor refiere a quienes participan de la situación, y modo describe el rol del lenguaje en la interacción. De todo lo relacionado a lo que sucede en torno al uso del lenguaje en una situación, estos tres aspectos impactan directa y significativamente sobre el tipo de lenguaje que se pone en juego (pp. 33-34).

En este análisis se considera la variable de modo con el propósito de describir cómo es usado el lenguaje en un texto de ficción para reflejar una experiencia de vida a través de la densidad léxica del lenguaje utilizado por los personajes del padre, la madre y el niño en las memorias de Hamilton en el momento en que expresan sus propias ideas acerca del mundo que han creado en su hogar. Esto develará cómo la selección de diversos recursos lingüísticos le permite al autor crear una realidad social a través del lenguaje, así como revelar su intención al producir el texto.
La densidad léxica3 se define por el número de palabras léxicas –de contenido– que proveen al texto de significado informando al lector de qué se trata; es decir, el porcentaje de estas palabras en la lengua escrita u oral expresa lo que se desea comunicar. Con relación al lenguaje escrito, es simplemente una medida de cuán informativo es un texto, que en general es alto. Ya que las palabras léxicas tales como los sustantivos, los adjetivos, los verbos léxicos y los adverbios proporcionan significado al lenguaje usado, si se leen sólo este tipo de palabras se logra obtener la idea general de un texto. Las nominalizaciones permiten expresar mayor contenido al estar compuestas por sustantivos y las demás palabras que pueden acompañarlos. Tal lo expresado por Eggins (1994, p. 69): “podemos hacer muchas cosas con los sustantivos en el idioma inglés: los podemos contar, especificar, describir, clasificar y calificar”. En referencia a la diversidad de textos, los textos expositivos como los artículos de noticias, técnicos e informativos tienden a contener mayor densidad léxica (56% o más). En el caso de los textos de ficción, en promedio contienen entre 49 y 51%. En la novela The Speckled People (2003), Hamilton cuenta acerca de las condiciones de vida de su familia a través de los ojos de un niño quien relata la historia desde la observación. Su temprana edad no le permite comprender la gravedad de la situación familiar en ese hogar. Los niños de la familia viven en un conflicto constante entre dos mundos: el hogar y el mundo exterior. Dentro del hogar también existen desavenencias entre el padre y la madre porque tienen una concepción de vida absolutamente diferente. En el exterior, los niños son intimidados y fastidiados en su intento por hacer amigos. Ambos espacios contribuyen a un estado de permanente confusión traumática para los niños sobre la familia, la lengua y la identidad. Prager (2009, p. 139) refiere al trauma como “un orden de experiencia al que los individuos son incapaces de asimilar”. Un individuo que sufre de melancolía vive en la memoria de su origen traumático, y su identidad está unida por siempre a ese pasado comunal. No obstante, aunque con dificultad, es posible recuperarse. El ‘sentimiento de trauma’ constituye una manera de recordar encarnada (Prager 2009, p. 144). Además, una de las percepciones más importantes de Freud refiere a que “la pérdida traumática tiene la habilidad de promover en los individuos ‘una incapacidad para vivir’” […] y ellos son “dominados por una ‘realidad física interna’ que tiene prioridad sobre la realidad del mundo exterior” (Prager, 2009, p. 147). En lo que respecta a la vida cotidiana en la historia, el personaje del padre está obsesionado con aferrarse a su herencia cultural y lingüística. De habla galesa y un nacionalista irlandés, él gobierna la casa de manera tiránica. De habla alemana, la madre subsiste en base a sus memorias y siente nostalgia por su ‘hogar’ -Alemania. En una oportunidad el padre se enfurece porque lo niños usan amapolas -flores que recuerdan a los caídos en la guerra- que un vecino les había obsequiado, y entonces él decide contarles a sus hijos sobre las guerras mundiales.

She doesn’t like things being taken away from us without something else put in its place. She wants everything to be explained in a calm way, sitting down. So my father sits at a table and we sit opposite him and he tells us why we can’t accept poppies from anyone. First of all, he says, there was the British Empire. He takes out a map of the world and points to all the pink bits that were owned by the British. […] “That’s the end of the road,” he says, and I think there are people being killed at the end of the road and I don’t want to go down there any more. My father says all we need to know is that poppies are not allowed in the house and that’s the end of the story. We’ll get our own badges and flags and songs. On St Patrick’s Day, we get shamrock and green badges and tricoloured jelly and icecream. […] At night in bed I’m afraid of silence (Hamilton, 2003, p. 48-50).

Para empeorar aún más la situación, la niñez de Hamilton transcurre rodeada de secretos que ambos padres ocultan, pero, que una vez revelados, ayudan al lector a un mayor entendimiento de la personalidad y el comportamiento de los progenitores. Los niños descubren parte de los secretos del padre cuando, dentro de un placar, encuentran escondidos un cuadro de un marino británico -su abuelo- junto a un artículo en contra del pueblo judío que su padre había escrito antes de la guerra. La madre se ve profundamente afectada ya que ella no tenía conocimiento acerca de un trabajo de su esposo en un periódico. Lejos de guardarlo en secreto el padre les miente acerca de su condición de cojo ya que no es producto de una enfermedad sino una deformación de nacimiento. A partir de esto, el padre les describe a los niños el momento en que su familia debe escapar de su propia casa cuando soldados británicos amenazan con incendiarla. También les cuenta partes de una canción cargada de matanza y muerte, así como grandes casas incendiadas.

There are parts of the song that my father will not tell us anything about. Some of the verses are to do with the town of Leap and the things he doesn’t want to remember. Like the picture of the sailor over the mantelpiece. Or the people in the town who used to laugh at him for having a father who fell and lost his memory in the navy. It was a bad thing to have a mother who was still getting money from the King of England. So they called him names and said he would never be able to jump across the gorge (Hamilton, 2003, p. 16).

Los secretos que la madre oculta son tan dolorosos y penosos como los del padre. Se sugiere en la historia que ha sido violada por un antiguo empleador cuando era una adolescente de 19 años. Ella asocia ese período tan cruel de su vida en Alemania con ‘una mala película’ -una imagen en blanco y negro que la atormenta día y noche. Sin embargo, se propone escapar de ese pasado a través de la escritura de lo que le ha sucedido en un diario íntimo -una manera silenciosa de ‘expresar su verdad’. Es más, la mujer protege a sus hijos al decirles que solo conocerán su experiencia pasada cuando tengan edad suficiente para hacerlo. Les dice que “es una película que podrán ver cuando crezcan” (Hamilton, 2003, p. 16). En una ocasión, Mr. McNally, un trabajador que repara el techo de la casa, dialoga con la madre sobre la importancia de la memoria, de recordar cosas. Cuando este hombre se va, la madre comienza a pensar “si le es posible recordar aquellas cosas que había olvidado” (Hamilton, 2003, p. 173).

But it was only something that she could not put out of her head. Something from the time in Germany that she had almost put away by writing it down in a diary for her children. Still, it came back again and again. Sometimes it was there at the back of her mind and she didn’t even know what was upsetting her, until she sat down and remembered. She smelled the smoke and thought about when she was trapped in the past, as if she were still unable to move on and she would never see the future. She would live her whole life in the same moment, when Stiegler was coming up the stairs, and it felt like helpless infinity. At first she tried to resist. […] He had power in his words and she had none (p. 173-174). All we need to know is that at the end of the film, when the war is over, my mother runs away to Ireland to go on a pilgrimage. She meets my father in Dublin and they talk about everything except the time she was trapped once by the man in Venlo. They go back to Germany to get married with the snow all around […] and after that my father brings her back to Ireland, […] “And that’s how the film ends,” she says. […] “The End. Film over” (p. 16-17).

El hecho de guardar secretos es un componente esencial a lo largo de la historia no solo porque es una circunstancia que afecta profundamente a la familia, especialmente a los niños, sino porque está íntimamente relacionado al concepto de usar el lenguaje; es decir, de hablar o permanecer en silencio. La cita de Elias Canetti que aparece en el epígrafe constituye una anticipación a la idea de ser incapaz de expresarse con libertad, de un silencio impuesto. En palabras de Canetti, “espero la orden para poder mostrar mi lengua. Sé que va a ser amputada, y me asusta más cada vez.”
Existen diversos momentos en la novela que refieren a los niños quienes se privan de hablar sea por temor a ser castigados o porque no logran discernir cuando pueden o no expresarse.

The radio made you feel that you belonged to a great country. It made you feel safe and hurt and proud, all at the same time. […] You can’t switch off what’s happening, Ta Maria said. But Onkel Gerd preferred the silence. […] In our house it’s dangerous to sing a song or say what’s inside your head. You have to be careful or else my father will get up and switch you off like the radio (Hamilton, 2003, p. 80). On Sunday, Onkel Ted comes to tea again with his wet hair combed in lines. I tell him about all the balls that Miss Tarleton gave back but Miss Lanes took away again. I tell him that we were allowed to wash Mr Cullen’s car and that we got chocolate. I tell him about the poppies and all the people being killed at the end of the road, but my mother says we won’t talk about that now. I tell him that a man on the bus said Nazi to my mother under his breath, but we won’t talk about that either (Hamilton, 2003, p. 50).

La madre les enseña a los niños ‘el silencio negativo’, una forma de resistencia que ha adquirido en tiempos de guerra y que implica permanecer en silencio ante una situación adversa, repitiendo esa frase. Una vez los niños son hostigados por un grupo de niños que los denominan “Nazis bastardos” (Hamilton, 2003, p. 140) y el narrador describe esa situación tan repulsiva con las siguientes palabras.

They made a circle around us and whispered among themselves. One of the boys was pushing a dirty piece of brown snow towards Franz with his shoe, saying that he was going to make him eat it. But Franz ignored him. I knew Franz was saying the silent negative in his head. Then Maria started crying and I wanted to cry as well only Franz stopped me (Hamilton, 2003, p. 140-141).

Sin duda, ambos padres padecen de una crisis de identidad -personal y nacional- que caracteriza a los desplazamientos forzados, y los encuentra en busca de sus propias raíces. La madre viaja a Irlanda en una procesión, contrae matrimonio con un irlandés y se establece en un país extranjero. Ella extraña su familia y su país, pero, de alguna manera, compensa ese sentimiento de nostalgia recreando en su hogar hábitos y costumbres similares a los de su tierra y protegiendo a sus niños con su carácter afectuoso. Cuando tiene la posibilidad de regresar con su familia a su ‘lugar’, “se siente perdida y no logra reconocer algo” (Hamilton, 2003, p. 296) porque el hogar que ella anhela ya no existe. Por lo contrario, el padre es un nacionalista irlandés fanático que tiene la sensación de que su cultura está desapareciendo por la única razón que Irlanda es una colonia británica. No hay negociación posible en su actitud y, por lo tanto, rechaza toda forma de cultura británica. Como resultado de la inestabilidad de sus padres y de la disputa persistente entre Alemania e Irlanda, el niño narrador es incapaz de construir su propia identidad puesto que se siente “irlandés por encima y alemán por debajo” (Hamilton, 2003, p. 2), vistiendo pantalones de cuero alemanes con sweaters irlandeses.
En consonancia con esa guerra de lenguas en nombre del idioma irlandés, el padre priva a sus hijos de la oportunidad de vivir como los demás niños. Desde su punto de vista, ellos pueden jugar con otros niños siempre que sus amigos sepan hablar irlandés, motivo por el cual contacta personas de diversas áreas de la ciudad. Tal lo expresado por el narrador, los demás niños “pensaban que era una tontería jugar en irlandés, y no querían regresar ni siquiera por las galletas. No podían ser vaqueros en irlandés. […] No era divertido morir en irlandés” (Hamilton, 2003, p. 190). Un día el padre regresa de su trabajo y ve a Franz -uno de sus hijos- observando a otros niños que juegan en la calle con palos y armas.

They ignored him and didn’t call him any names, so he stood there with one foot on and one foot off the scooter, looking at them, from the distance […] until my father came round the corner with his limp and his briefcase swinging. Then Franz turned around and tried to scoot back to the house as fast as he could, but it was already too late. […] My mother came to kiss him, but that didn’t stop him saying that Franz had to be punished for pretending to be with the other boys on the street. He was listening to them in English, my father said. […] “Not with violence,” she begged him. “Please not with violence” (Hamilton, 2003, p. 191-192).

Otorgar un nombre es extremadamente importante ya que las personas se reconocen a sí mismas a través de su nombre. En consecuencia, el uso indebido o la apropiación de un nombre instituye un ataque manifiesto a la identidad. El nombre de la madre es Irmgard Kaiser y el del padre es Jack Hamilton, pero en un momento de su vida en el que rechaza la cultura británica, el padre se rehúsa a usar el nombre de la familia e insiste con la versión irlandesa, Seán O’h Urmoltaigh. Asimismo, no todos los hijos de la familia se mencionan por sus nombres, sólo Franz, Johannes and María. El concepto de nombrar está íntimamente relacionado al de identidad, y el siguiente párrafo confirma la confusión del niño en lo que se refiere a su identidad personal y a su identidad ‘compartida’. Hamilton (2003) cree que:

[…] as a child you’re like a piece of white paper with nothing written on it. My father writes down his name in Irish and my mother writes down her name in German and there’s a blank space left over for all the people on the outside who speak English (pp. 3).

No obstante, no le resulta sencillo escribir su propia historia sobre ese ‘trozo de papel en blanco’ en vista de que está fragmentado entre dos culturas enfrentadas y tres idiomas diferentes sin importar el lugar que habita ni la gente que lo rodea. El padre sostiene que “tu lengua es tu hogar y tu país es tu lengua y tu lengua es tu bandera” (Hamilton, 2003, p. 3). Aunque, unas páginas más adelante, expresa lo contrario cuando dice “tu hogar es tu lengua” (Hamilton, 2003, p. 12) -obvia referencia a la prohibición de los niños de hablar en inglés en el ámbito del hogar, sólo en irlandés, o en su defecto en alemán con la madre. La lengua que se usa influye en la percepción del lugar, y el lugar afecta la elección de una lengua.

My mother likes the radio, she likes the song ‘Roses Are red, My Love, Violets Are Blue’, but she is not allowed to sing it and she can only listen to it when my father is at work. When he comes home he switches on the news. […] After the news the radio should be speaking Irish. […] If there is a pop song in English my father suddenly pushes back the chair with a big yelp on the floor and rushes over to switch it off. […] But enough of the song has escaped and the words are floating around the breakfast room and mother [she] can’t stop humming to herself in the kitchen afterwards. […] In Germany, my mother says, there was good music on the radio (Hamilton, 2003, p. 78-79).

El silencio es un recurso que el niño narrador emplea para expresar cuanto extraña a su madre cuando ella viaja sola a Alemania por problemas familiares y los niños “deben permanecer en una casa con una puerta amarilla donde no se habla irlandés o alemán, sino sólo inglés” (Hamilton, 2003, p. 60). El lenguaje es otra herramienta que ambos niños utilizan para ofrecer resistencia.

It’s still dark when we get on the bus and still dark when we come up to the yellow door and then I can’t walk because my legs are soft. I have a limp in both legs and I hold on to my mother’s coat because I don’t want to emigrate and live in a different country from her (p. 60). […] The house with the yellow door and the yellow custard is a place where you wait for your mother to come back and sometimes you hear other children crying on the stairs because they’re waiting too. Franz would not eat the custard or go to the toilet. He closed his mouth and said he would never open it again for the rest of his life. […] He could only eat and go to the toilet in German. So my father had to come and bring him to the toilet. I closed my mouth and refused to speak because the nurse would not say goodbye to the moon. I said she was from a different country and then my father had to come another time and give the nurse the word for moon in Irish (Hamilton, 2003, p. 60-61).

3. Conclusión

El modelo propuesto por Halliday (1985a) examina las relaciones entre los textos y los factores sociales que determinan su significado. Un autor contextualiza el texto y opta entre formas lingüísticas, según el significado que quiere trasmitir dentro de un contexto cultural. Es el lector quien ha de interpretarlo según los sistemas de conocimiento y, mediante el proceso de decodificación, participa en la construcción del significado del mismo.
En el decir de Halliday (1985a), la esencia del lenguaje es su capacidad para producir significados. Así, al contar la historia a través de los ojos de su propia niñez, Hugo Hamilton rememora la bizarra guerra de lenguas que ha afectado profundamente la formación de su identidad y su sentimiento de pertenencia. El análisis de la densidad léxica de los extractos seleccionados revela que este texto reflexivo describe minuciosamente cómo la experiencia traumática vivida por el niño narrador de esta historia ha afectado su vida. Tal como se evidencia en las palabras léxicas empleadas por el autor, el relato de su propia historia está densamente colmado de sustantivos en su mayoría relacionados a conceptos tales como miedo, oscuridad, silencio, ocultamiento, tristeza, violencia, resistencia junto a adjetivos que realzan su sentimiento de confusión traumática. Con relación al uso de verbos y adverbios, ambos realizan una contribución contundente que refuerza la idea de la relación violenta que existe entre el padre y los demás miembros de la familia. Esto se pone de manifiesto por medio de una descripción detallada de las acciones y actitudes del padre para con ellos -acciones que se expresan por medio de verbos como advertir, molestar, atrapar, resistir, apagar, empujar, ignorar, simular, olvidar, escapar, entre otros.
La alteridad a la que el niño está sometido por los irlandeses que lo rodean desencadena una búsqueda de raíces que podría llegar a compensar su sensación de no pertenencia. La presencia de la memoria puede volverse parte de ‘su propia cultura’. Nora (1989, p. 8) argumenta que existe una diferencia entre la memoria y la historia; la primera es vida y conexión al presente, mientras que la segunda implica una reconstrucción de lo que ya no es y una representación del pasado.
Hamilton parece haber atravesado un proceso de liberación de la historia y de los secretos de sus padres antes de ser capaz de encontrar un lugar en un mundo de diversidad cultural. Como expresa Hall (1989, p. 15): “sabemos que tenemos que reconceptualizar la identidad como un proceso de identificación, […] como algo que sucede a través del tiempo, que nunca es absolutamente estable, que está sujeto al juego de la historia y la diferencia”. Así, resulta apropiado citar una reflexión realmente interesante que sintetiza el pensamiento del narrador.

Hay cosas que también heredas de tu padre, no sólo la frente, la sonrisa o la renguera, pero otras cosas como la tristeza, el hambre y el dolor. Puedes heredar memorias que preferirías olvidar. Las cosas te las pueden transmitir, como la ira indefensa. Todo está en tu voz, como está en la de tu padre, como si nacieras con una piedra en tu mano. Cuando crezca huiré de mi historia, también existen cosas que quiero olvidar, entonces cambiaré mi nombre y nunca regresaré (Hamilton, 2003, p. 37). There are things you inherit from your father, too, not just a forehead or a smile or a limp, but other things like sadness and hunger and hurt. You can inherit memories you’d rather forget. Things can be passed on to you as a child, like helpless anger. It’s all there in your voice, like it is in your father’s voice, as if you were born with a stone in your hand. When I grow up I’ll run away from my story, too, I have things I want to forget, so I’ll change my name and never come back (Hamilton, 2003, p. 37).

Notas

1 Pertenencia institucional: Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa. Correo electrónico: normaalfonso1@gmail.com.

2 La traducción de algunas citas es de mi autoría. Otras citas seleccionadas se mantienen en inglés porque son relevantes para el análisis propuesto y a fin de mantener la idea expresada en las mismas.

3 Las citas seleccionadas se mantienen en inglés con el propósito de analizar la densidad léxica. Las palabras léxicas –sustantivos, adjetivos, verbos léxicos y adverbios– están en negrita en las citas de la novela.

 

Referencias Bibliográficas

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4. Halliday, M. (1985a). An Introduction to Functional Grammar. London: Edward Arnold.

5. Halliday, M. (1985b). Spoken and Written Language. Hong Kong: OUP.

6. Hamilton, H. (2003). The Speckled People. Bungay: Clays Ltd.

7. Nora, P. (1989). “Between Memory and History: Les Lieux de Mémoire”. Representations, Nº 26, pp.7-24.

8. Paltridge, B. (2006). Discourse Analysis: An Introduction. London: Continuum.

9. Prager, J. (2009). Melancholic Identities: Post-Traumatic Loss, Memory and Identity Formation. En Elliot, A. y du Gay, P. (eds.), Identity in Question (pp. 139-157). India: Sage Publications Ltd.

10. Weedon, Ch. (2004). Identity & Culture. Narratives of Difference and Belonging. London: Open University Press.

Fecha de recepción: 04/12/2018
Fecha de aceptación: 01/11/2019