RESEÑAS
Detrás de la mirilla. Trabajo y género en las nuevas formas de asociatividad.
María de los Angeles Dicapua, Julieta Mascheroni y Melina Perbellini (compiladoras) (2013), Rosario, Ediciones del Revés, 176 páginas.
Desde hace más de una década el Centro de investigaciones y Estudios del Trabajo (CIET) de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional del Rosario, promueve producciones científicas que invitan a reflexionar acerca de los vínculos laborales en una modalidad que emergió en Argentina luego de la crisis de 2001. Se trata de las nuevas formas asociativas que han hallado trabajadoras y trabajadores para rescatar, gestionar, permanecer y reivindicar las empresas recuperadas.
Con un primer escenario en el Gran Rosario y luego extendido a la provincia de Santa Fe, según los casos, un equipo de trabajo interdisciplinario impulsó cuatro Proyectos de Investigación y Desarrollo que fueron combinando diferentes inquietudes respecto de este fenómeno de empresas recuperadas. El abordaje consistió en indagar cómo eran estas formas asociativas desde su definición y complejidad, cuáles eran los cambios y continuidades que se percibían en el transcurso de los años, qué problemas de identidad y género configuraban nuevas identidades en el seno de las empresas y si dentro de ellas se vive aún una situación de precariedad.
Los cuatros proyectos de investigación, dirigidos por María de los Ángeles Dicapua, permiten visualizar un hilo que enhebra las vivencias de las y los trabajadores de estas empresas y las inquietudes de las y los trabajadores de la academia, como el mismo equipo de la universidad se autodenomina.
El primer relato de la construcción colectiva de ese conocimiento, se circunscribe al inicio del proyecto de investigación “Estrategias de asociatividad en la reconstrucción de los lazos sociales a través del trabajo: pymes y empresas recuperadas” (2003-2006).
Según se traduce en los artículos que refieren a la trayectoria de este trabajo, la fragmentación social heredada de los noventa y posterior crisis de 2001, y la búsqueda en la recuperación de derechos sociales, fueron elementos que establecieron el reclamo por mantener la fuente de trabajo y su visibilización, que se constituyó en algo más que una demanda laboral y se transformó en acción política a través de la conformación de cooperativas de trabajo. Es una mirada general de una experiencia que fue solidaria en la difusión de sus luchas y permitió que grupos en similar situación pudieran aprender de ella.
El análisis preciso de la regularidad de los obstáculos que han atravesado trabajadoras y trabajadores están bien definidos. Los obstáculos jurídicos que estaban dados por marcos legales que dispusieron una mirada capitalista y no social de la economía; los económicos determinados por la dificultad de mantener y actualizar la tecnología de máquinas e instalaciones que se deterioraban por el estado de cierre de muchas fábricas y la espera de su reapertura; y los organizacionales cruzados por la inexperiencia en gestión y la falta de calificación de las y los trabajadores en estos saberes. En este marco, ¿cuáles son las estrategias alcanzadas para no sucumbir en este intento de mantener la fuente laboral? El trabajo indaga sobre las maneras, a veces creativas, de sobrellevar estos conflictos e invita a recapacitar sobre las posibilidades de “invención” de cada grupo donde el estado asambleario compone el ámbito en el que la autogestión se acrecienta y manifiesta.
El grupo de investigación propone un segundo proyecto: “La organización y gestión del trabajo en las empresas recuperadas. Un estudio de caso” (2006-2009) que refiere a tres análisis que identifican procesos innovadores o continuidades que se manifiestan en estos espacios.
Un ejemplo de cambio concreto es en el rol de las mujeres en el proceso de recuperación de las empresas cuando defienden el puesto de trabajo de sus cónyuges en un lugar que, según las y los investigadores, traduce registros de la vida privada que marcan la configuración del espacio público. Con esclarecedores testimonios de esta lucha, el trabajo apunta a visualizar el papel de las mujeres que relatan en primera persona, las estrategias de recuperación de la fuente laboral, la consecuente ruptura de los estereotipos de género y la posterior asunción de roles protagonistas dentro de la empresa.
Si de continuidades de trata, el segundo artículo manifiesta la persistencia del oficio como estructurador de una identidad que, sustentada en la tradición, conforma la carrera profesional ya que la calificación obrera es necesaria para la pervivencia de la empresa recuperada. La identidad está claramente ligada al oficio y su transmisión, y se estructura en torno a él, una comunidad donde es posible reflexionar sobre las tensiones entre los portadores del saber y las nuevas generaciones que, incorporadas a la cooperativa, no alcanzan a proyectar un futuro dentro de ella.
La tercera mirada de este proyecto refiere al componente más tirano: el tiempo.
La espera que han tenido las recuperadas en lograr estabilizar su situación económica, jurídica y política, las denominadas precariedades, ya sea por la imposibilidad de sostener una fabricación continua o por la indefinición en la expropiación y posible propiedad de la empresa, todo es tiempo que no puede esperar de definiciones políticas o legales porque en ello va la subsistencia. Ante este panorama, la conformación en cooperativa constituye un aprendizaje más en un grupo que pugna por la fuente laboral y la manutención de los medios de producción.
Los últimos dos proyectos de investigación que forman parte del libro, han sido casi simultáneos y colocan el foco en los cambios que se producen en las relaciones sociales cuando la empresa deja de tener la forma jurídica original, para ser recuperada y adoptar la forma de cooperativa de trabajo. Se trata de una “Nueva identidad y precarización laboral: mujeres y varones redefiniendo sus relaciones de género. Estudio de casos” (2009-2012) y “Regularidades y rupturas en la construcción de las relaciones sociales e identidades en los procesos de recuperación de empresas.
Estudio exploratorio y comparativo de las empresas recuperadas en el municipio de Rosario” (2010-2012).
Un primer artículo relata el cambio que se evidencia en los vínculos interpersonales en el pasaje, conflictivo a veces, de ser asalariado a socio de una cooperativa. El carácter horizontal de estas organizaciones, y la ausencia de la figura del patrón, obligan a refuncionalizar la producción y la gestión y sitúa la atención en el grado de compromiso que todos debieran de asumir de manera colectiva. Este último aspecto es el más sensible, la solidaridad también forma parte de un aprendizaje y de una multiplicación.
A continuación, un segundo trabajo se posiciona en la incorporación de las mujeres a un mercado del trabajo que precariza e invisibiliza la doble o triple jornada laboral femenina. En este marco las autoras se preguntan si existe un cambio en las representaciones de género cuando una empresa se transforma en cooperativa de trabajo. Se abordan así algunas cuestiones vinculadas a cómo juegan los estereotipos femeninos y masculinos en el interior de la gestión de las cooperativas, de qué manera tensionan los espacios que cada uno ocupa en el trabajo manual e intelectual, cuáles son los prejuicios que predominan en el clima laboral y si existen preconceptos que perviven en el funcionamiento cotidiano de las fábricas.
Con una serie de testimonios que sustentan, de manera contundente el artículo, se perciben además, las dificultades que atraviesan las mujeres en la toma de decisiones y la distribución de tareas y cómo la lógica doméstica-privada es traída al espacio de trabajo por las y los trabajadores.
El último aporte del libro lo constituye una indagación necesaria: cómo se incorporan las empresas recuperadas como actores en el mercado de trabajo. Se profundiza en las dificultades que afrontan al momento de competir y la demanda de nueva fuerza de trabajo para cumplir con un estándar de producción. Esto repercute en las tensiones que se generan entre los asociados y los no asociados en el colectivo de trabajo.
Cada artículo que compone este libro, despliega una profunda descripción histórica y social del contexto en el que surgen las empresas recuperadas y aporta un marco teórico que permite comprender categorías conceptuales que definen una realidad. La lectura es dinámica, en un lenguaje que convierte en cercana la experiencia.
“Detrás de la mirilla” es más que una compilación de trabajos de investigación, es una invitación a asomarse a un espacio de trabajo, de lucha, de recuperación y formas laborales horizontales y, a su vez, complejas. Es un modo de asomarnos a un fenómeno que modificó trayectorias laborales, impulsó otras formas de producción no capitalista y transformó ciertas representaciones sociales. Sin dejar de advertir que esa lucha está signada de contradicciones, tensiones, matices y fisuras en un orden capitalista y patriarcal.
Pero la mirilla nos permite no sólo mirar al interior de estas fábricas, sino también ver quién llama a la puerta de estas experiencias de autogestión que propician una economía más justa y solidaria.
Eleonora Gómez Castrilli
Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer FCH-UNLPam