Quinto Sol, vol. 29, nº 2, mayo-agosto 2025, ISSN 1851-2879, pp. 1-3

http://dx.doi.org/10.19137/qs.v29i2.8893


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Reseñas

Elvio Monasterolo. La democracia en tensión. Una mirada desde la militancia estudiantil pampeana en la década de 1980. Universidad Nacional de La Plata/Universidad Nacional de Misiones/Universidad Nacional de General Sarmiento, 2024, 314 páginas

Nicolás Dip

Centro de Investigación y Docencia Económicas. División de Historia

México

Correo electrónico: nicolasdip@filos.unam.mx

ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6565-7319

El nuevo libro del investigador Elvio Monasterolo es una contribución al campo de estudios sobre los activismos estudiantiles argentinos y, también, una expresión de su estado actual. Este ámbito posee un acumulado importante de pesquisas en su haber, aunque no está exento de limitaciones y de lugares comunes. En este escenario, el trabajo La democracia en tensión. Una mirada desde la militancia estudiantil pampeana en la década de 1980 es un aporte relevante porque se desmarca de dos sesgos que, en ocasiones, transita la bibliografía nacional cuando aborda la historia reciente.  El primero, es el excesivo énfasis en el análisis de experiencias radicadas en la Universidad de Buenos Aires. El segundo, son los recortes temporales de sus investigaciones que, sobre todo, hacen alusión a las décadas del sesenta y setenta del siglo XX. Esa época “modernizadora”, “revolucionaria” o “violenta”, según quién la observe, exalte o condene, sigue acaparando la mayor atención. El libro de Monasterolo se desmarca de esos dos reduccionismos al reconstruir la historia sobre la militancia estudiantil de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) durante los años ochenta, en especial entre la trágica intentona militar de recuperar las Islas Malvinas en 1982 y los levantamientos “carapintadas” de 1987.    

Esta obra otorga un nuevo conocimiento empírico y eso no se plantea como frase hecha. La pesquisa de Monasterolo brinda una amplia y variada recopilación de documentos estudiantiles, revistas universitarias y materiales fotográficos de los activistas pampeanos de ese entonces. A ese material se suman las 14 entrevistas en profundidad realizadas a dichos protagonistas. El uso de los testimonios es cuidadoso y está basado en recaudos teóricos y metodológicos que surgen de las lecturas de autores como Elizabeth Jelin, Vera Carnovale, Roberto Pittaluga, Federico Lorenz y Alejandra Oberti, entre otros. En lo que respecta a usos teórico-metodológicos, quizá la deuda del libro es una apuesta más directa sobre lo que implica la utilización de escalas locales y provinciales en el análisis de los movimientos estudiantiles argentinos. Este es un aspecto que adolece en general todo el campo de estudios que, si bien cuenta con reconstrucciones de casos referidos a distintas provincias, todavía no posee una discusión más explícita acerca de cómo utilizar esas dimensiones geográficas, políticas, culturales, sociales y económicas para escapar al predominio de los relatos centrados en las universidades más tradicionales y longevas, como la de Buenos Aires, Córdoba o La Plata.

Gracias a la bibliografía existente hasta la actualidad, sabemos que la militancia estudiantil argentina de los años ochenta fue diversa en materia política, con expresiones de la izquierda, el peronismo, el radicalismo e incluso de la derecha. Lo interesante del trabajo de Monasterolo es que analiza cómo se desarrollaron esas experiencias desde las propias vivencias de los estudiantes de la UNLPam, y muestra un escenario particular que también fue parte de una militancia universitaria fuertemente ligada a agrupaciones juveniles partidarias. Aunque es importante recordar que esa partidización del activismo estudiantil, que se pone en primer plano al hablar de los ochenta, es un aspecto que venía arrastrando ese sector desde veinte años atrás, como se ha analizado audazmente en el clásico libro de Silvia Sigal publicado en 1991: Intelectuales y poder en la década del sesenta.

Buena parte de la bibliografía argentina referida a movimientos estudiantiles manifiesta una tendencia hacia una sociología excesivamente centrada en la recopilación de eventos de protesta y en la confección de cronologías. Ese sesgo “empirista”, en ocasiones, ha obstaculizado la incorporación de herramientas de la nueva historia intelectual, que hace hincapié en el carácter performativo que poseen las representaciones y los discursos de los actores que forman parte de la arena política, social y cultural. Por esa razón, aún contamos con relativamente pocos estudios respecto a cómo han sido discutidos y resignificados por los activismos estudiantiles los símbolos fuertes de la historia de las universidades argentinas en distintos contextos históricos, como la propia Reforma Universitaria de 1918 y la experiencia peronista de los años cuarenta y cincuenta que se tradujo en la gratuidad de la educación superior.

En este marco, el libro de Monasterolo realiza una gran contribución a la bibliografía existente, al comprender las maneras en que los militantes estudiantiles pampeanos intervinieron en la disputa por los sentidos del símbolo paradigmático de los años ochenta: la democracia. Lejos de tener un significado evidente, esa palabra tiene tras de sí un contenido polisémico, histórico y relacional que depende del tipo de contextos y de actores que se nombran. Lo que demuestra el escenario pampeano y sus activismos estudiantiles de los ochenta, es que el vocablo democracia no significaba en sí mismo la solución a las contiendas sociales y políticas mediante el sufragio, el sistema representativo y la no violencia, pues para algunos sectores del estudiantado vinculados a la izquierda, el radicalismo y el peronismo, no bastaba con el Estado de derecho si no era acompañado de la soberanía popular, la justicia social y la liberación nacional. Lo más interesante en el debate de la militancia estudiantil pampeana respecto a los significados de la democracia, es que abre la veta para cruzar temporalidades que, por lo general, son indagadas de manera compartimentada en la historia reciente argentina entre, por un lado, las décadas del sesenta/setenta, y por otro, los años ochenta. La investigación de Monasterolo diluye esas fronteras al mostrar que varias referencias asociadas a los grupos juveniles y estudiantiles de los sesenta, como el lenguaje tercermundista y liberacionista, no estuvieron ausentes en el escenario postdictatorial de los ochenta, en el cual supuestamente esos símbolos fuertes se habrían diluido bajo el ideario liberal democrático y la condena de las prácticas políticas previas.

Los libros están para ser leídos, pero no todos ostentan ese merecimiento. En el caso de Monasterolo está completamente justificado porque no solo transita por lugares diferentes a la bibliografía más recurrente, sino que abre nuevas vetas para pensar de otra manera las temporalidades y las geografías en los estudios sobre activismos estudiantiles. Todavía estamos lejos de una cartografía más exhaustiva y diversa que sea capaz de indagar la militancia estudiantil en la extensión federal de toda la República Argentina. Por eso, es bienvenida esta investigación y otras futuras que sigan sus pistas de exploración y debate.