Quinto Sol, vol. 29, n.º 3, septiembre-diciembre 2025, ISSN 1851-2879, pp. 1-24
http://dx.doi.org/10.19137/qs.v29i3.7842


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Artículos

El principio del distrito hostil (2005-2007): los “elegidos” del kirchnerismo en Córdoba, las estrategias y el armado

The beginning of the hostile district (2005-2007): Kirchnerism's "chosen ones" in Córdoba, the strategies and the structure

O princípio do distrito hostil (2005-2007): os “escolhidos” do kirchnerismo em Córdoba, as estratégias e a organização

Iván Tcach

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Universidad Nacional de Córdoba. Centro de Estudios Avanzados

Argentina

Correo electrónico: ivantcach@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/0009-0005-1497-8979

Resumen

Este artículo tiene como objeto ofrecer una mirada sobre el desarrollo del kirchnerismo en la provincia de Córdoba. Más precisamente, pondremos el foco en la selección y el accionar de sus candidatos durante el período 2005-2007. Nos centraremos en las estrategias desplegadas desde la cúpula del Ejecutivo nacional para posicionar a dicha fuerza política en el territorio provincial. Este análisis está direccionado por una metodología que implica la descripción densa, aunque combinada con algunas herramientas teóricas ligadas a la convivencia entre la política nacional y local. Presentaremos de manera cronológica a “los elegidos” por el gobierno nacional para desempeñar roles protagónicos en la provincia e intentaremos explicar los resultados de estas selecciones y estrategias.

Palabras clave

historia política argentina; partidos políticos; estudios subnacionales

Abstract

This article aims to offer an overview of the development of Kirchnerism in the province of Córdoba. More specifically, we will focus on the selection and actions of its candidates during the 2005-2007 period. We will concentrate on the strategies deployed by the national executive branch to position this political force in the province. This analysis is guided by a methodology that involves a deep description, although combined with some theoretical tools linked to the coexistence between national and local politics. We will present, chronologically, those "chosen" by the national government to play leading roles in the province and attempt to explain the results of these selections and strategies.

Keywords

Argentine political history; political parties; subnational studies

Resumo

Este artigo tem como objetivo oferecer uma visão sobre o desenvolvimento do kirchnerismo na província de Córdoba. Mais precisamente, vamos nos concentrar na seleção e na atuação de seus candidatos durante o período de 2005 a 2007. Vamos nos concentrar nas estratégias implementadas pela cúpula do Executivo nacional para posicionar essa força política no território provincial. Esta análise é orientada por uma metodologia que envolve uma descrição densa, embora combinada com algumas ferramentas teóricas relacionadas à coexistência entre a política nacional e local. Apresentaremos cronologicamente “os escolhidos” pelo governo nacional para desempenhar papéis de destaque na província e tentaremos explicar os resultados dessas seleções e estratégias.

Palavras-chave

história política argentina; partidos políticos; estudos subnacionais

Recepción del original: 4 de octubre de 2023.

Aceptado para publicar: 17 de junio de 2024.

El principio del distrito hostil (2005-2007): los “elegidos” del kirchnerismo en Córdoba, las estrategias y el armado

Introducción

Esta investigación está centrada en analizar la gestación del espacio kirchnerista en la provincia de Córdoba. De esta manera, encuentra correlato con un campo de preocupaciones intelectuales que formaron parte de los estudios de la historia y la ciencia política. Más precisamente, con aquellos estudios sobre peronismo desde el retorno democrático en dicha provincia (Tcach, 1991; Closa, 2010; Servetto, 2010), y también con los recientes estudios sobre los kirchnerismos provinciales (Sosa y Ortiz de Rosas, 2021). Este artículo propone ofrecer una mirada sobre la construcción de este espacio político a partir de indagar en la selección de dirigentes por parte del gobierno nacional para desempeñar roles protagónicos en la provincia de Córdoba. Se intentará dar cuenta de los resultados de estas elecciones y estrategias. De este modo, cobra relevancia el estudio de las redes (intrapartidarias y extrapartidarias) que se tejieron en diálogo con un telón de fondo dominado por el ascenso exitoso del líder de la renovación peronista en Córdoba, José Manuel de la Sota (DLS) –a partir de una exitosa política de alianzas con sectores vinculados al liberalismo a fines de la década del noventa–; y por la incipiente irrupción de Luis Juez como actor político de relevancia tras posicionarse como una figura “nueva” en la política cordobesa –por fuera de los partidos tradicionales–, que llegó a ocupar la intendencia de la ciudad de Córdoba en 2003. Por lo tanto, el siguiente estudio podría significar un aporte con relación al estudio del peronismo, sus dificultades y desafíos, puestos en tensión con el entramado político de una de las provincias predominantes del país. Cabe destacar que el siguiente análisis se desarrolló a partir del uso de fuentes documentales, como archivos de periódicos provinciales y nacionales. También, a través de la realización de entrevistas del autor a protagonistas de la época.

El bienio 2006-2007 fue el período de la calma que antecedió al huracán con relación al kirchnerismo cordobés y a la política argentina en general:[1] esto no significa que durante dicho lapso faltaran tensiones –novedosas con el sector del intendente de la capital cordobesa y aliado circunstancial del presidente Néstor Kirchner, Luis Juez–, que más adelante se profundizarían. La cosecha de diputados nacionales en las elecciones del 2005 aparentaba ser algo favorable al proyecto presidencial, no obstante, las adhesiones al presidente en Córdoba no estaban materializadas en el encolumnamiento a una herramienta política formal ni a una figura influyente. Los apoyos al kirchnerismo en la provincia estaban distribuidos en una especie de archipiélago sin una figura o estructura capaz de canalizar el grueso de dichas adhesiones. El escenario, entonces, evidenciaba que las posibilidades reales de influencia política del kirchnerismo cordobés estaban centradas en algunas figuras que formaban parte de las dos fuerzas políticas más influyentes de la provincia, en ese entonces lideradas por De la Sota y Juez.

Si las figuras del kirchnerismo local se veían impedidas de actuar independientemente de la órbita de estos liderazgos provinciales, deberíamos hacer referencia al fenómeno que Ernesto Calvo y Marcelo Escolar (2005) describen como la territorialización de la política. Los autores reconocen que la imagen de un sistema político bipartidista que representaba a dos electorados claramente definidos                        –peronistas y radicales–, ha ido resquebrajándose en los últimos treinta años. A partir de la paulatina pérdida de influencia de las estructuras partidarias nacionales en la definición de los procesos de toma de decisiones en las arenas provinciales y municipales, la territorialización de la política potenció la relevancia de los liderazgos locales. Quizás producto de esta dinámica podríamos reconocer que, en un principio, Kirchner no tuvo muchas más alternativas que sostener relaciones de manera horizontal[2] con los liderazgos locales: desde el Ejecutivo nacional, se llevaron adelante negociaciones tanto con el gobernador De la Sota como con el intendente Juez, para que estos líderes locales incluyeran cuadros cercanos al presidente en sus estructuras. Juez ya había mostrado voluntad de afianzar una relación con Kirchner desde 2003 – cuando se autodefinía como un exponente de la “nueva política”–, mientras que la relación con De la Sota siempre fue más sinuosa, máxime si se considera el posicionamiento “neutral” que adoptó el gobernador cordobés al momento del balotaje, luego frustrado, entre Kirchner y Carlos Menem. La falta de cuestionamientos o, más bien, las coincidencias en materia de política económica entre el gobernador y el expresidente también era motivo de recelo para Kirchner.

Patricia Vaca Narvaja: la primera bendecida y la discordia

El cuadro kirchnerista más relevante era Patricia Vaca Narvaja (PVN), “implantada”[3] en UPC (Unión por Córdoba), pero también con buena llegada a la línea de Juez.[4] Fue, en ese momento, la figura encargada del mentado “armado” pretendido desde Buenos Aires.[5] La relevancia que adquirió también fue producto de disputas en el entorno presidencial: el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Carlos Kunkel, y Julio de Vido, ministro de Obras Públicas, intentaron desembarcar en la provincia a través del diputado nacional con influencia en el departamento de Río IV, Eduardo Di Cola, y nexos con el dirigente sindical Walter Grahovac y Julio Badrán,[6] dirigente que había conocido a Kirchner en el marco de la renovación peronista a mediados de los ochenta.[7] Finalmente, estas figuras locales no fueron tenidas en cuenta como actores protagónicos. Primó entonces la estrategia del jefe de Gabinete de ministros de la Nación, Alberto Fernández, de buena relación con Vaca Narvaja. Un dato no menor, para dimensionar la relevancia de PVN, es que ya en 2006 fue nominada como vicepresidenta de la Cámara de Diputados de la Nación. La candidata provenía de una familia reconocida por haber tenido una fuerte militancia política en la década del setenta en la agrupación de la izquierda peronista Montoneros. Se había desempeñado, entre 2000 y 2003, como asesora del Área de Capacitación del Ente Único de Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires y luego como subsecretaria de Defensa del Consumidor de la Nación. Hacía muchos años que no residía ni participaba en la vida política de la provincia. Carlos Vicente, exviceintendente de la ciudad de Córdoba (2007-2011),[8] afirmó que la inclusión de PVN en la lista de UPC estuvo vinculada a un acuerdo con el poder central, por el cual el presidente se comprometió a no alentar una línea kirchnerista dentro del peronismo provincial.[9] 

Es posible advertir dos cuestiones centrales en torno a la candidatura de Vaca Narvaja. Tanto los actores políticos nacionales como los provinciales trataron de maximizar sus estrategias electorales a partir de la formación de alianzas entre nación y provincia, así como mediante el recurso de administrar las reglas del juego electoral en el orden provincial. Estos sistemas de alianza a menudo tienen como contrapartida la “implantación” de candidaturas nacionales en mercados electorales locales (Calvo y Escolar, 2005). En segundo lugar, el tipo de selección que primó en este caso se asemeja a las del Partido Revolucionario Institucional (PRI)[10] mexicano (Freidenberg y Sánchez López, 2002). Este partido ha empleado como mecanismo de elección de sus candidatos presidenciales el tradicional “dedazo”, ya que era el presidente de la república quien designaba a su sucesor a principios del siglo XX. En este caso, habría que hacer la salvedad que implica una diferencia con dicho partido: la selección de PVN como candidata fue fruto de un acuerdo entre el presidente y el gobernador, es decir, no fue una decisión unilateral. No obstante, este mecanismo decisorio desde la cúpula quizás obedeció a una cuestión no menor estudiada por la ciencia política: es posible que la democratización interna acarree impactos negativos en lo relativo al éxito electoral. Flavia Freidenberg (2005) explica que “los partidos disciplinados rígidamente centralizados y altamente cohesionados, pueden llegar a tener mejores resultados electorales que otros que no lo son” (p. 85) y, al mismo tiempo, partidos excesivamente democráticos pueden resultar unos rotundos fracasos electorales. En definitiva, no se premia a los partidos que hacen esfuerzo por democratizarse y, por ello, existe una relación conflictiva entre el éxito electoral y la democracia interna.

El entonces diputado Alberto Cantero[11] –también en UPC– y su coterráneo, Eduardo Di Cola, eran cuadros significativos en el pujante departamento de Río IV, pero carecían de estructura y autonomía. Cantero, exrector de la Universidad de Río IV, trabó rápidamente una buena relación con PVN,[12] mientras que Di Cola era, para ese entonces, una suerte de referente provincial de “Compromiso K”, un modesto armado que, a escala nacional, fue motorizado por el secretario Legal y Técnico de la presidencia, Carlos Zannini, y por el diputado Kunkel.

También sumaba al “armado K” la organización “Barrios de Pie”, ligada a la figura de Cecilia Merchán, integrante de la línea del intendente Juez y un cuadro joven afín al kirchnerismo, que había desarrollado un trabajo territorial junto al Ministerio de Desarrollo Social. El kirchnerismo también contaba con un bloque de tres legisladores provinciales, encabezado por el referente en materia de derechos humanos, Enrique Asbert. Este grupo, en Córdoba, también estaba asociado al liderazgo de Juez.

A principios del 2006, las encuestas arrojaban un 66 % de imagen positiva para la gestión presidencial en Córdoba. La figura del presidente tenía un 83 % de consideraciones favorables.[13] No obstante, se produjeron cortocircuitos a raíz de los acuerdos simultáneos de Kirchner con De la Sota (UPC) y Juez (Frente Nuevo).[14] El nudo central de las turbulencias de fondo estaba en la figura de la propia PVN y en su estrategia en conjunto con Alberto Fernández, dirigida a estrechar lazos con Juez.[15] Es decir: una diputada nacional en alianza con UPC intentaba motorizar un acuerdo con el acérrimo rival de De la Sota –figura central e indiscutida de UPC–. Además, PVN mantuvo reuniones con Hugo Ruarte –Acción Popular– y Juan Carlos de la Peña –Democracia Cristiana– con el objeto de despegarlos de la figura de De la Sota.[16] Si bien estas fuerzas aún no oficializaban su alejamiento de UPC, en la práctica, estaban trabajando para Kirchner.[17]

Los primeros días de marzo de 2006, se realizó un homenaje al padre de PVN, Miguel Hugo Vaca Narvaja,[18] expolítico y abogado de la década del setenta, asesinado por la dictadura militar en 1976. En dicho evento, el legislador delasotista Luis Arias acusó a la diputada kirchnerista de “proclamarse delegada” del presidente de la Nación “sin serlo, renegando y mordiendo la mano de quien la elevó al cargo que detenta”, es decir, De la Sota, quien le había permitido integrar la lista de candidatos de UPC en las elecciones del 2005.[19] PVN no contestó, pero lo hicieron los integrantes del Movimiento 17 de octubre: Héctor Morcillo, Alejandro Mosquera y Walter Grahovac.

En definitiva, si bien la relación entre Kirchner y De la Sota parecía transitar en buenos términos, sobre todo porque el bloque de diputados cordobeses apoyaba todas las iniciativas del oficialismo en la Cámara –incluida la reforma del Consejo de la Magistratura–,[20] las maniobras políticas de la “bendecida” por el kirchnerismo en la provincia iban en dirección de : a) buscar un acercamiento con Luis Juez;[21] b) debilitar a UPC, al tratar de “despegar” a los socios minoritarios de esta alianza y atraerlos hacia la figura del presidente; y c) diferenciarse política e ideológicamente del gobernador De la Sota.

A mediados de marzo del 2006, poco antes de la conmemoración del 30 aniversario del golpe militar de 1976, Sonia Torres,[22] la referente de Abuelas de Plaza de Mayo en Córdoba, sufrió un atentado en el cual fue golpeada y amenazada. La primera reacción del Ejecutivo provincial fue solidarizarse con la víctima. Pero, luego, la investigación no avanzó. Semanas después, PVN reclamó “un poco más de profundidad” en la política de derechos humanos del gobernador y mencionó que, desde el gobierno nacional, se le “recordó en varias oportunidades” al de la provincia que le otorgara mayor jerarquía a esa área. Agregó que: “en otros lugares no se da como acá en Córdoba la presencia de grupos que se creen impunes; y eso es porque todavía no han visto peligrar su situación” e insinuó que los autores podían contar con la complicidad de la Policía provincial.[23] Así, se produjo una desavenencia premonitoria entre PVN y el gobernador.

Previo a la contienda electoral que ungiría al nuevo gobernador a partir de 2007, DLS ratificó su alianza con los grandes agentes del sector agropecuario y recordó que nunca modificó las alícuotas ni las bases imponibles –tasas provinciales– en perjuicio de los agroexportadores de granos.[24] Casi en simultáneo, PVN se pronunció en contra de eliminar las retenciones y de aplicar valores internacionales a productos de la canasta básica en el mercado interno: “Casi un 40 por ciento de los argentinos son pobres”, afirmó.[25]

En marzo del 2006, un suceso relevante incidió de manera negativa en la relación entre PVN y DLS: cuatro de los cinco legisladores provinciales[26] que habían sido expulsados por Luis Juez del Frente Nuevo, por no renunciar al aumento de las dietas como él había ordenado, conformaron una bancada kirchnerista en la legislatura provincial, con un guiño de la dirigencia nacional, que le otorgó el permiso para usar el nombre Frente para la Victoria (FpV). En estas reuniones, en las que también participaban dirigentes como Juan Leyría y Enrique Asbert,[27]se proponía la “articulación del espacio kirchnerista en Córdoba”.[28] Este hecho incomodó al delasotismo, que intentaba mostrarse como una fuerza cercana a Kirchner. Desde UPC, calificaron a esta iniciativa como “el proyecto chupamedias”[29] y dejaban entrever que PVN estaba interesada en apadrinar este nuevo bloque en la legislatura provincial.[30]

Todas estas circunstancias desencadenaron una serie de críticas desde el entorno delasotista y del propio gobernador. El ministro de Seguridad de la provincia, Carlos Alessandri, cuestionado en ese entonces por la escueta investigación con relación al atentado sufrido por Sonia Torres,[31] expresó: “En vez de ser Patricia Vaca Narvaja parece Patricia Borocotó”.[32]

El domingo 9 de julio del 2006, en una entrevista con La Voz del Interior, DLS manifestó que PVN no conocía la provincia porque no pasaba mucho tiempo ahí. Además, le pidió que “haga algo por los cordobeses”. Ante la pregunta de si se arrepentía de haberla respaldado en las elecciones legislativas, respondió que no, porque PVN todavía tenía tiempo de “enmendarse y ser una buena diputada haciendo algo por los cordobeses”.[33] 

Los amagues del basquetbolista: la “nueva estrella”, Héctor Campana

A principios de julio del 2006, los medios anunciaban una vez más, con bombos y platillos, el lanzamiento del Frente para la Victoria en Córdoba. El acontecimiento consistía en la inauguración de un local partidario ubicado en la calle Paraná 471. Estuvo presente la entonces ministra de Desarrollo Social y hermana del presidente, Alicia Kirchner. Los protagonistas locales fueron PVN, Ricardo Jaime y el edil Héctor Campana.[34] Otros de los presentes que cobraron cierto protagonismo fueron Cecilia Merchán               –Barrios de Pie, integrante del Frente Nuevo– y Walter Grahovac, ex 17 de Octubre[35] y, para ese entonces, funcionario de DLS en el área de Educación, quien fue uno de los oradores[36].

Como hemos reconocido, si el escenario era confuso y ambiguo, este acontecimiento empujaba dicha dinámica a un extremo. Cecilia Merchán, en esa oportunidad, expresó:

El proyecto del presidente se expresa de distintas maneras en cada lugar. Para nosotros, en Córdoba, quien mejor interpreta y expresa el proyecto del presidente es Luis Juez. El Frente Nuevo es la mejor alternativa para construir una opción transformadora, que se diferencie de la gestión delasotista.[37] 

En simultáneo, Grahovac, ya como funcionario de UPC, manifestó: “Muchos me preguntan si este acto era en contra de alguien. Quiero decir es en favor de todos aquellos que quieran sumarse al proyecto del presidente”.[38] En el mismo acto, convivían voces que ponían al kirchnerismo cordobés como opositor al gobierno de DLS junto a otras que no solo consideraban lo contrario, sino que, como en el caso de Grahovac, eran funcionarios de DLS. Tampoco podía soslayarse la fuerte influencia de Ricardo Jaime, hombre tan cercano a Kirchner como a DLS y mentor del acercamiento Kirchner-Campana.[39]

Otra cuestión no menor durante este acontecimiento fue la participación de la “nueva estrella” pretendida por Kirchner y Jaime: Héctor “Pichi” Campana. Tres meses antes de la inauguración del local, el “Pichi”, destacado basquetbolista de la llamada “generación dorada” del básquet nacional, había mantenido una reunión con Kirchner en la Casa Rosada, en la cual el presidente le transmitió “todo su apoyo”[40] si en algún momento este tomaba la decisión de ser candidato a intendente de Córdoba. Ocurre que dicho apuntalamiento incluía la condición de que el edil del Frente Nuevo fuera candidato por el FpV. A tal punto llegaba el nivel de protagonismo que el gobierno nacional procuraba darle a Campana, que Ricardo Jaime pretendía que el exbasquetbolista presidiera el “Partido de la Victoria”, sello partidario que a nivel nacional conducía Graciela Ocaña y, en Córdoba, Víctor Gigena.[41] Ambos habían expresado públicamente su apoyo a la postulación de Luis Juez a gobernador.[42] En referencia al traspaso de Campana desde el Frente Nuevo al FpV, Juez advirtió que cualquier dirigente de su partido que fuera candidato por otra fuerza sería rival del Frente Nuevo en las próximas elecciones.[43]

Podría decirse que el affaire Campana es una síntesis del revoltijo que significaba la estrategia del kirchnerismo en Córdoba. El concejal formaba parte del partido de Juez, pero, merced a sus lazos con Ricardo Jaime, comenzó a mantener reuniones nada menos que con el presidente de la nación. Tras reunirse con Kirchner, se podía pensar en la posibilidad de que encabezara la lista como intendente por el Frente para la Victoria en la ciudad de Córdoba. De los contactos que había acercado Jaime, esta figura era la más relevante. Y justamente, por medio de los estrechos vínculos entre el ministro de Transporte, UPC también se ilusionaba con compartir la figura de Campana en una lista de unidad con el FpV cordobés.[44] Es decir, Campana pertenecía al juecismo y era, junto al viceintendente Daniel Giacomino, uno de los apuntados por el Frente Nuevo para ser el sucesor de Juez en la intendencia. Asimismo, podía ser el candidato a intendente en la Capital, en un esquema kirchnerista. Pero también se pensaba en la posibilidad de que fuera el candidato a intendente en una alianza FpV-UPC, con Juan Schiaretti como postulante a la gobernación: “Campana es alguien con el cuál he coincidido en lo que es necesario para la provincia y la ciudad de Córdoba. Es una persona honesta que viene a oxigenar la cuestión pública y la política de Córdoba”, manifestó en ese momento el candidato Schiaretti.[45]

Después de marchas y contramarchas, a principios de 2007 hubo un anuncio respecto al futuro de la nueva estrella en Córdoba: Héctor Campana sería candidato a intendente por el kirchnerismo. En esa oportunidad, en un acto que anunciaba un plan para rehabilitar el Tren de las Sierras, Kirchner dijo: "Hay una generación que empuja fuerte. Bueno, veo el caso, acá, de mi amigo Campana en Córdoba”.[46] Lo curioso era que no estaba “definida” la política de alianzas: es decir, el exedil del Frente Nuevo podía secundar tanto a Juez como a Schiaretti en la fórmula para la gobernación. El propio Luis Juez no le cerraba las puertas a Campana para que el exbasquetbolista lo acompañara en la lista del Frente Nuevo como candidato a intendente. Expresaba que a Campana lo estaban “apurando y apretando”.[47]

El colmo de la confusión respecto al rol de Campana lo aportaba nada más y nada menos que el acercamiento entre Néstor Kirchner y un sector de la Unión Cívica Radical (UCR) de Córdoba.[48] Se trataba del espacio liderado por el exintendente Rubén Martí. Este contacto también estaba mediado por el operador más importante del kirchnerismo en la provincia durante este período, Ricardo Jaime. De allí, surgió la posibilidad de que el legislador provincial por la UCR, Gustavo Santos, acompañara a Campana como candidato a viceintendente de la ciudad.[49]

Aunque había rumores, resultó altamente sorpresiva la noticia del 26 de junio del 2007: Campana sería candidato a vicegobernador, acompañando a Schiaretti, en una fórmula UPC-FpV. Campana manifestó que Kirchner había “permitido” esta alianza y que este hecho no hacía más que demostrar “a donde ponía los porotos” el presidente, pese a que un sector del gabinete nacional –en referencia a Alberto Fernández y a Graciela Ocaña– y la propia PVN[50] estuvieran apostando por Luis Juez.[51] De este modo, la fórmula Schiaretti-Campana competiría con el ahora denominado Frente Cívico y Social –una coalición entre el Frente Nuevo y parte de la UCR– cuya fórmula estaba compuesta por Luis Juez y el –en ese entonces– intendente de Río IV y “radical K”, Antonio Rins. Mario Negri, radical opositor al gobierno nacional, declaró que esta fórmula también había sido “armada” por el gabinete nacional y señaló la injerencia de Alberto Fernández.[52] En definitiva, esta contingencia es una demostración de una de las falencias que evidenció el armado político kirchnerista en la provincia de Córdoba: la selección de candidatos. En retrospectiva, el exministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido, ha expresado que, en el caso de Campana, lo que se reconoce es la selección de un candidato que ha privilegiado un proyecto personal por sobre un proyecto colectivo.[53] Si bien Campana no tenía bases propias por ser un outsider de la política, en un escenario post crisis de 2001 era percibido como positivo que personas ajenas a la actividad quisieran sumarse a la arena política. Aunque finalmente no terminó siendo candidato del kirchnerismo, sino de UPC, el criterio que primó cuando se evaluaba la inclusión de Campana en “las filas K” fue el de sumar figuras que tuvieran cierto capital simbólico, en este caso, producto de su éxito como deportista.

Urquía: una apuesta de alto riesgo

La senadora y candidata a presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) impuso el nombre del senador nacional Roberto Urquía para liderar la nómina de postulantes del FpV a la Cámara Baja del Congreso. Luego, se escalonó el único delasotista “puro” de la grilla: Jorge Montoya. La intendenta de Villa María, Nora Bedano, ocupó el tercer lugar, y el cuarto fue para Walter Grahovac. En el quinto escalón, aparecía el intendente de Las Varillas, Fernando Coicet. El caso de Roberto Urquía podría considerarse como otra apuesta de riesgo para la estrategia política de ese entonces. Urquía, uno de los empresarios más importantes del país, propietario de Aceitera General Deheza, ya participaba en política desde el retorno democrático. Se enroló en las filas de la Unión de Centro Democrático[54] y fue electo concejal en su pueblo. En 1987, siguiendo los pasos de su padre, se presentó como candidato a intendente y ganó por amplio margen. Fue reelecto en 1991 y, cuatro años después, protagonizó un fenómeno extraño: fue el candidato a intendente de las tres listas que se presentaron (con distintos candidatos a concejales), el radicalismo, el peronismo y el vecinalismo. Ganó por el 99 % de los votos. Luego, fue seducido por De la Sota y, en 1999, fue electo senador provincial por el departamento de Juárez Celman, apalancado por la Fundación Mediterránea,[55] y presidió la comisión de Economía, Presupuesto y Hacienda. En 2001, fue elegido miembro de la Legislatura provincial por el mismo departamento y ocupó también la presidencia de la comisión de Economía, Presupuesto y Hacienda. A principios de 2003, antes del trunco balotaje entre Menem y Kirchner, Urquía fue uno de los miembros más destacados del comando de campaña Menem-De la Sota.[56] 

Mientras Urquía se desempeñaba como senador nacional, en 2003, conoció a CFK y se ganó su confianza.[57] Ella misma, durante el 2006, fue quien intentó convencerlo para que encabezara la lista de diputados del FpV en Córdoba: lo consideraba como un empresario ejemplar y lo eligió en varias oportunidades para acompañarla en la mesa del Día de la Industria.[58] Otras versiones mencionaban la posibilidad de que CFK impulsara la candidatura de Urquía a gobernador de la provincia. Este hecho puso en alerta al peronismo de Córdoba, que salió a respaldar a Schiaretti. Desde el entorno delasotista, decían que se trataba de una "operación política gestada por funcionarios K” para desgastar a Schiaretti, justo cuando se acercaba a Juez en las encuestas.[59] Respecto a esa eventual candidatura de Urquía a la gobernación, De la Sota expresaba:

Estuve con Urquía en el Congreso, me vino a saludar y me dijo, “Éstos yo no sé de dónde sacan estas cosas, yo nunca he hablado con nadie. Además, te imaginas que, si a mí alguien me propusiera algo, con el primero que hablo es con De la Sota”.[60]

Cuando Néstor y Cristina Kirchner eligieron a Roberto Urquía como primer candidato a diputado nacional por la lista cordobesa del FpV, no desconocían sus intereses ni los de su empresa. El 5 de octubre de 2007, a menos de un mes de las elecciones que definirían la próxima presidencia y la renovación del poder legislativo, el presidente visitó Villa María con motivo de la inauguración de la Escuela de Bellas Artes “Emiliano Gómez Clara” y, fundamentalmente, por la habilitación del tramo de la autopista James Craik-Villa María. En esa ocasión, respondió a los cuestionamientos que le venían realizando los dirigentes cordobeses del campo que respaldaban la gestión delasotista: “El campo de Córdoba debe seguir trabajando con el gobierno nacional y provincial. Discutamos con apertura, pero siempre buscando el crecimiento. Estamos mucho mejor que en los ‘90”.[61] La inclusión de Urquía obedeció a lo explicado por Gerardo Scherlis (2009): “los actores políticos para ser exitosos deben dar respuestas casi exclusivamente a las demandas de la opinión, por lo tanto, en este escenario, la ideología pierde terreno” (p. 148). En la decisión de seleccionar a Urquía, primó una lógica que realzaba su capital simbólico producto de su éxito empresarial. Pero también es posible reconocer cierta ingenuidad que imaginaba al candidato como dique de contención ante los reclamos de los grandes actores del negocio agroexportador. Por otra parte, si el proceso de selección proporciona una considerable cantidad de información, que permite conocer cómo funcionan las organizaciones por dentro e identificar dónde se sitúa el poder político en un ámbito determinado (De Luca, 2014), podríamos dar cuenta de que tanto en el caso de PVN como en el de Urquía se empleó el “dedazo” como mecanismo de selección.

Las elecciones, el escándalo y el peor final para el juego de las dos canastas

A finales de febrero, desde el Ejecutivo, se le dio impulso a un proyecto de ley que tenía como objeto reformar el Consejo de la Magistratura. Entre otras cosas, la aprobación de esta iniciativa iba a otorgarle al presidente mayor injerencia en el nombramiento y la remoción de jueces. Unos días antes de la votación, el grupo de diputados del juecismo había publicado un documento titulado “En esto, no estamos de acuerdo”. Daniel Giacomino, Raúl Merino, Francisco Delich, Norma Morandini y Gumersindo Alonso plantearon sus argumentos en contra del proyecto: “No podemos acompañar el proyecto del oficialismo si éste no garantiza el equilibrio de poderes que establece la Constitución nacional, valor que merece ser ponderado por sobre cualquier aspecto en toda institución de la Justicia”.[62] Luis Juez hizo conocer su posición, pero en otra tónica: “el proyecto es un mamarracho”, aunque luego relativizó esta declaración.[63]

El 22 de febrero se llevó adelante la votación y los diputados del Partido Nuevo adoptaron, discursivamente, una posición intermedia. Compartieron la necesidad de reformar el Consejo y se reivindicaron como aliados del presidente, pero rechazaron el proyecto por entender que la nueva composición del organismo le daría preeminencia al gobierno nacional para nombrar o destituir jueces federales.

En definitiva, los votos negativos para aprobar la ley de reforma del Consejo de la Magistratura y la salida de los cuatro diputados provinciales del Frente Nuevo, que posteriormente formaron un bloque kirchnerista en la legislatura provincial,[64] propiciaron la emergencia de ciertas tensiones entre Kirchner y Juez, eventual aliado del presidente en la provincia durante el bienio 2003-2005. El rechazo de los diputados nacionales del Frente Nuevo respecto a votar afirmativamente por la ley que reformaba el Consejo de la Magistratura evidenció que este sector tenía autonomía, al margen de las declaraciones del propio Juez, que, en varias oportunidades, se había considerado como “aliado del presidente”. El traspaso de los diputados del Frente Nuevo al Frente Para la Victoria en la legislatura provincial encendió las alarmas en el juecismo, en lo que respecta a la cooptación de cuadros que, de hecho, se traducía en una pérdida de influencia del intendente en la Unicameral.

Un mes antes de los comicios que definirían al próximo gobernador de la provincia, la candidata presidencial CFK visitó, por un lapso de 150 minutos, la ciudad de Córdoba. El motivo era el acto de inauguración del Paseo del Buen Pastor, evento que iba compartir con el gobernador DLS y con el candidato Schiaretti, porque la obra pertenecía a la órbita provincial. La presencia de la entonces primera dama, a menos de un mes de las elecciones, causó fastidio en el intendente Juez:[65]

Cristina Fernández viene a Córdoba a inaugurar un shopping de la mano de lo peor de la política. De la mano de De la Sota, vino a auspiciar a Schiaretti, mano derecha de Cavallo. Entonces, me pregunto: ¿Qué tiene que ver esto con el discurso de combatir la vieja política?[66]

Lo llamativo fue que, ni bien pisó suelo cordobés, en el aeropuerto, CFK mantuvo una reunión improvisada de 25 minutos con dirigentes kirchneristas aliados a Luis Juez. Esta reunión había perdido el halo institucional y se realizó en una oficina de la Dirección Provincial de Aeronáutica. Entre los dirigentes que fueron recibidos por la senadora, se encontraban los candidatos a legisladores provinciales Raúl Jiménez, Sergio Kornatosky, Santiago Clavijo, Horacio Viqueira, Enrique Asbert y Augusto Varas. Aunque no se trató de una reunión contemplada en el protocolo, hubo autorización del equipo de CFK para el ingreso de fotógrafos, en una clara señal de que a la primera dama le interesaba que se difundiera el encuentro con los dirigentes que decidieron enfrentar al delasotismo en Córdoba.[67] Los asistentes a la reunión expresaron que el encuentro fue “amable” y en todo momento la senadora trató de dejar claro que su presencia en el acto no significaba un aval a la fórmula impulsada por De la Sota: expresó que creía en el “pluralismo en serio”. No hubo reproches, pero algunos de estos dirigentes le plantearon que el delasotismo no representaba en Córdoba el proyecto del presidente Néstor Kirchner.

Este grupo enfrentado a DLS no fue el único que fue a recibir a CFK en el aeropuerto: también habían llegado el candidato a gobernador Juan Schiaretti y su compañero de fórmula, Héctor Campana. Luego de saludarla, Schiaretti y Campana emprendieron la retirada, lo que fue visto por los juecistas como un pequeño triunfo. Al irse, Schiaretti trató de disimular la reunión política que encabezó la candidata con los opositores al peronismo cordobés: “Cristina está reunida con organismos de derechos humanos”.[68] Un mes después, Schiaretti fustigó la estrategia kirchnerista en Córdoba: “el Jefe de Gabinete [en alusión a Alberto Fernández] está en guerra con todo lo que tenga olor a peronismo… este jueguito de apoyar a uno y a otro lo vienen haciendo desde hace tiempo”.[69] El malestar de Schiaretti se extendía para con la figura de PVN, que había hecho público su apoyo a Juez para las elecciones:[70] pocos días después, la tildaría de “empleada de Alberto Fernández” y de “oligarca venida a menos”.[71] 

Las rupturas

Las noticias del lunes 3 de septiembre del 2007 indicaban que Schiaretti aventajaba a Juez por un estrecho margen que apenas superaba el 1 % de los sufragios en la contienda electoral por la gobernación provincial. El escrutinio del domingo estuvo demorado y se prolongó hasta el amanecer. Alrededor de la 01:30 h de la madrugada, juecistas y peronistas realizaron sendas conferencias de prensa para ratificar que se sentían ganadores. A esa altura, la diferencia en favor de Schiaretti se había reducido notablemente. A las 02:32 h de la madrugada, pasó adelante Juez en el escrutinio oficial y ocurrió un apagón eléctrico en la sede del Correo Argentino. Siete minutos después, quedaron iguales y, luego, Schiaretti comenzó a sacar una leve ventaja, que se fue estirando lentamente.

El martes 4, Luis Juez desconoció el escrutinio que daba ganador a Schiaretti por un porcentaje de 1,11 % y denunció fraude. Ese mismo día, los apoderados del Frente Cívico y Social realizaron una presentación ante el juzgado electoral de Marta Vidal para reclamar la nulidad del escrutinio provisorio y la realización de un conteo voto por voto.

En un principio, el presidente Kirchner decidió no pronunciarse sobre el escándalo electoral en Córdoba, pero, en la intimidad, dejó trascender su malestar por el “desprolijo” manejo institucional del escrutinio cordobés. Cuatro días después de las elecciones, durante una ceremonia de anuncio de obras públicas para la provincia de Chubut, Kirchner dijo: “Esta discusión se debe definir en Córdoba. Pelearse y hablar es una forma de no hacer nada”.[72] El primer objetivo de la Casa Rosada fue contener a Juez, quien había recibido al menos tres llamados del secretario de Legal y Técnica de la presidencia, Carlos Zaninni, funcionario especialmente comisionado por Kirchner para apaciguar el ánimo del candidato del Frente Cívico y Social.

Desde el Ejecutivo nacional, analizaban con preocupación el desarrollo de la movilización convocada por Luis Juez en la ciudad de Córdoba. Simultáneamente, Alberto Fernández intentaba desarticular la marcha de apoyo a Juez en el centro porteño, que terminaría frente a la Casa de Córdoba.[73] Mientras tanto, Juez atacaba al gobierno nacional:

Néstor Kirchner tiene que hacerse cargo del conflicto que estalló en Córdoba por dejar operar a funcionarios nacionales [en alusión a Ricardo Jaime y Julio de Vido] a favor de la fórmula oficialista. Que no me vengan a meter en las discusiones del kirchnerismo. Alberto Fernández no me dio ni una tutuca y ahora me hablan por teléfono.[74]

El entonces intendente de Córdoba exigía, a través de la presentación de un pedido judicial, comparar los telegramas con los votos de las urnas. “No acepto el robo de la elección como una cuestión normal… Se cargaron mesas inexistentes, que no tenían posibilidad cierta de ser parte del proceso electoral. Se cargaron telegramas de manera fraudulenta... Hay 30.000 votos nulos”.[75]

 Los reclamos no venían solamente del juecismo. Desde el gobierno provincial, se quería evitar la apertura de las urnas, tal como lo pedía Juez, para contar “voto por voto”. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, atendió y avaló el reclamo de Schiaretti para que esto no sucediera: “Seguimos con mucha atención qué es lo que pasa y esperamos que en el ámbito de la Justicia se pueda resolver la verosimilitud de las denuncias”, dijo.[76] Alberto Fernández fue atacado por Schiaretti –recordar los dichos sobre el rechazo al “olor a peronismo”– por su alineamiento con Juez, a través PVN y de la titular del Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI), Graciela Ocaña. Pero Alberto Fernández negó haber dado apoyo explícito a alguno de los candidatos e insistió en que debían ser “los propios cordobeses” los que esclarecieran el conflicto sobre el resultado electoral.[77] 

Desde Buenos Aires, se consideraba que había que terminar con el conflicto cuanto antes. Carlos Zaninni y Alberto Fernández mantuvieron una reunión reservada en la Casa Rosada con Carlos Caserio, jefe de campaña de Schiaretti, y con el ministro de Gobierno de Córdoba, Jorge Montoya. Hubo una conclusión: debía terminar cuanto antes el clima enrarecido en Córdoba porque el escenario iba a desfavorecer a la candidata presidencial CFK para hacer campaña en la provincia.[78]

Cecilia Merchán explicó que Luis Juez no esperaba que Kirchner hablara explícitamente de fraude en las elecciones, pero sí pretendía un guiño del presidente en medio de esta contienda.[79] Enrique Asbert –exlegislador juecista y exdelegado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación– manifestó que el propio Luis Juez fue quien le encomendó reunirse con Carlos Zannini  –a quien conocía desde la década del setenta– en Buenos Aires, para que el gobierno nacional intercediera de alguna manera y el recuento de los votos se realizara tal como lo pedía el líder del Frente Cívico y Social. La respuesta de Zannini fue que el gobierno nacional no podía hacer nada al respecto.[80]

Finalmente, el 19 de septiembre, Juez sufrió un fuerte revés en la justicia. El Tribunal Superior rechazó de plano el planteo del Frente Cívico,[81] que implicaba abrir todas las urnas y contar voto por voto. De tal modo, ratificó el conteo que venía realizando desde hacía nueve días la jueza electoral Marta Vidal, que cotejaba las actas de las urnas con los telegramas enviados al correo por las autoridades de mesa.

Este hecho significó la ruptura definitiva de la relación entre Luis Juez y Néstor Kirchner. Juez vinculaba al gobierno nacional con el supuesto fraude: “En el Correo Argentino se violó impunemente la voluntad popular”.[82] El líder del Frente Cívico y Social (FCyS), además, se encontró en una situación de debilidad por la desobediencia de sus propios legisladores provinciales. Les había reclamado que, dada la situación, no asumieran sus bancas. Pero estos no obedecieron la orden. Además, el fundador del Frente Nuevo también decidió que su fuerza no participara en los comicios nacionales del 28 de octubre, en los que CFK saldría electa presidenta de la Nación.

El entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había respaldado la candidatura a gobernador de Luis Juez. Si bien el apoyo nunca fue público, el funcionario kirchnerista había enviado a Córdoba a la diputada nacional PVN y a la titular del PAMI, Graciela Ocaña, para que trabajaran en la postulación del intendente de Córdoba. Pero la relación entre Alberto Fernández y Juez comenzó a resquebrajarse el 3 de septiembre, cuando el intendente cordobés denunció fraude luego del escrutinio provisorio. En ese momento, la Casa Rosada cerró filas con el Partido Justicialista (PJ) y se distanció de las denuncias de fraude. A partir de allí, Fernández volvió a criticar a su exaliado: calificó como “injustos” los dichos de Juez sobre el gobierno nacional y expresó que “los nervios le estaban jugando una mala pasada” al intendente cordobés.[83]

Podría decirse que, luego del escándalo derivado de las elecciones a gobernador, el delasotismo logró el respaldo de la Casa Rosada a Juan Schiaretti en su confrontación con Luis Juez. Se suponía que este respaldo le serviría a Kirchner para negociar la lista de diputados nacionales de cara a las elecciones que vendrían. En este sentido, habría que destacar un dato no menor: esta lista se denominó sólo “Frente para la Victoria” y desapareció la clásica denominación “Unión por Córdoba”. En segundo lugar, deberíamos hacer referencia a la candidatura de Roberto Urquía, impuesta por el presidente y la primera dama. En definitiva, si bien el delasotismo resignó cierto protagonismo en la boleta y en la campaña,[84] tampoco podía reconocerse que la lista de candidatos que asumirían las diputaciones fuera demasiado cercana al kirchnerismo.

Lo más cercano a un armado netamente kirchnerista en la provincia, para las elecciones legislativas del 2007, venía de la mano de lo que dejó la ruptura con Luis Juez. Más precisamente, de los cuadros que iban a candidatearse como diputados y diputadas nacionales por el juecismo, antes de que el propio Juez desistiera de presentar una lista. Un mes y medio antes de los comicios, desde el gobierno nacional, se le dio impulso a la presentación del Frente Córdoba Nueva,[85] conformado por exjuecistas que adherían al kirchnerismo. A esta nómina, la encabezaba Cecilia Merchán, seguida por el “radical K” Guillermo Marinachi y por María Eugenia Taquela. Mientras tanto, Juez llamaba a votar “A cualquiera menos a Cristina”.[86] 

Otro actor que cobró relevancia en términos de su protagonismo en el kirchnerismo de Córdoba a partir del año 2007 fue el entonces intendente electo Daniel Giacomino. Tres semanas antes de las elecciones presidenciales, durante el acto que celebraba el Día del Empleado de Comercio, Giacomino se mostró junto a la diputada kirchnerista Diana Conti y a un grupo de sindicalistas afines al gobierno nacional. En la convocatoria, que en ese momento fue la más importante del “kirchnerismo puro” en Córdoba, evitó hacer referencia al conflicto derivado de los comicios a gobernador.[87] 

Mientras Juez organizaba una “ronda cívica” en la plaza San Martín para manifestar “el luto de la democracia con K”,[88] aunque después matizara su postura al hablar de “libertad de acción”[89] a sus votantes, Giacomino se declaraba “kirchnerista de la primera hora”.[90] Uno de los últimos actos de campaña de CFK en la provincia se realizó en la ciudad de Río Cuarto. Pocas horas después de finalizado, De la Sota calificó como “apresurado” y sin “compromisos” para Córdoba el discurso de la primera dama. Expresó que fue a Río Cuarto “por una cortesía”. Además, DLS dijo que no iría a otro acto de la candidata CFK porque él no estaba en campaña. En efecto, el gobernador había dicho que no concurría al acto aquella ciudad, pero, finalmente, decidió participar luego del pedido del presidente. Durante su discurso, CFK no lo mencionó ni a él ni a Schiaretti.[91] A principios de octubre, DLS había criticado al gobierno nacional por “el permanente maquillaje que se le hace a la inflación”.[92] Diez días antes de las elecciones presidenciales, Kirchner trató a DLS de ingrato por las recientes declaraciones del cordobés, que se había referido a la falta de compromiso con Córdoba por parte de la senadora y candidata CFK. Kirchner dijo que, durante su gestión, invirtió “miles de millones de pesos” en la provincia;[93] “Con absoluta objetividad, en Córdoba, durante mucho tiempo hemos volcado mucha inversión del gobierno nacional. Pero sabemos que a pesar de los esfuerzos que se llevan adelante, a veces hay pequeñas mezquindades políticas o actitudes de ingratitud”.[94]

También hubo una respuesta a las declaraciones de DLS en el último acto de campaña de la candidata presidencial CFK, en la ciudad de Córdoba: este no fue organizado por el PJ, sino por el Frente Córdoba Nueva, la fuerza kirchnerista que había pertenecido al espacio juecista. Este grupo estaba encabezado por Cecilia Merchán. La primera dama hizo referencias a la realidad política de Córdoba y aseguró: “No voy a venir a Córdoba a hacer un inventario de obras. Ustedes saben todo lo que hemos hecho en esta provincia y yo confío en su capacidad de análisis”.[95]

Una semana antes de las elecciones y a pesar de la presentación de una lista en conjunto para ocupar cargos en el Poder Legislativo, DLS rompería por años su relación con el kirchnerismo. Se ofreció para conducir el PJ nacional y pronunció un discurso en el que afirmó que los Kirchner procuraban “sustituir al peronismo”: “en lugar de reemplazarlo hay que reconstituirlo”;[96] “Hay que construir una patria federal, donde el Gobierno nacional no se quede con la plata de las provincias”.[97]

El domingo 28 de octubre, CFK se consagró presidenta de la Nación al obtener el 45,28 % de los sufragios en una buena elección para la candidata, en la que aventajó por más de 20 puntos porcentuales a la segunda fuerza, comandada por Elisa Carrió. En Córdoba, la elección no fue tan buena: obtuvo un 24 % y quedó a más de 10 puntos de la fórmula que encabezó Roberto Lavagna. Este hecho originó reproches del gobierno nacional para con el provincial, en esta ocasión, acusándolo de no poner a disposición todos los recursos para la campaña.[98] Más precisamente, se lo sindicaba al gobernador saliente DLS por su eventual apoyo a la candidatura de Alberto Rodríguez Saá.[99] Las principales críticas recayeron en el PJ de la capital cordobesa, donde CFK obtuvo el tercer lugar, detrás de Carrió y Lavagna, con el 19 %. En definitiva, es posible reconocer que tanto las disputas con DLS como con Juez repercutieron negativamente en la sociedad cordobesa al momento de optar por brindarle apoyo electoral a la nueva presidenta. Por caso, parte de los votantes urbanos de clase media que apoyaron a Luis Juez para gobernador repartieron sus preferencias entre Carrió y Lavagna, con la intención de expresar un voto antikirchnerista. Podría decirse que, a partir de ese momento, la figura más relevante de la política provincial, en la que el kirchnerismo cordobés podía apoyarse, era el intendente electo Daniel Giacomino. El nuevo intendente declamaba su pertenencia al kirchnerismo, estaba convencido de que la polémica desatada por las elecciones provinciales del 2 de septiembre había sido decisiva en el pobre desempeño electoral de CFK en Córdoba. Por ese motivo, esperaba que la Nación, además de canalizar aportes económicos para obras, realizara “gestos concretos” para reconciliarse con los cordobeses.[100] 

Reflexiones finales

Las dificultades por las que ha atravesado el kirchnerismo en la provincia de Córdoba para consolidarse como una fuerza política competitiva han sido un tema recurrente de discusión. La mayoría de las explicaciones parten desde una óptica que pone el foco en el aspecto socioeconómico y giran de manera pertinente en torno al perfil agrícola-productivo de la provincia: la relación primero de Néstor y luego de Cristina Kirchner con los grandes agentes de la producción agropecuaria siempre mantuvo altos niveles de tensión, aunque la ruptura decisiva ocurrió a partir de 2008. Pero, antes de eso, CFK ya había obtenido una mediocre performance electoral en la provincia. También se ha señalado cierto “halo antiperonista” en Córdoba. No obstante, esta hipótesis debería matizarse si tenemos en consideración que el PJ gobierna Córdoba desde 1998.

Lo que se podría reconocer, aquí, son los distintos peronismos: desde el plano discursivo, es pertinente señalar diferencias entre el kirchnerismo y el delasotismo, más adelante denominado –en palabras del propio exgobernador De la Sota– como cordobesismo.[101] Es decir, un peronismo impulsado desde el poder central, con un discurso tendiente a realizar aspectos progresistas vinculados a los derechos humanos, al fortalecimiento del Estado y la redistribución del ingreso; frente a otro peronismo, provincial, que desde el retorno democrático se ha caracterizado por su cercanía ideológica al establishment empresarial. Si consideramos la cuestión de las tensiones entre ambos peronismos, podríamos decir que aquí han colisionado dos visiones bastante enfrentadas sobre el propio movimiento. El centro de la discusión estuvo dominado por lo acontecido durante la década del setenta, lo cual no es para nada menor. Se ponían en juego dos interpretaciones disímiles sobre el peronismo y sobre la historia nacional reciente.

Nuestro trabajo se encarga de que las explicaciones respecto de las dificultades del kirchnerismo en una provincia que se le ha mostrado hostil no se limiten a ello. En efecto, hemos podido reconocer que la estrategia de construcción política del kirchnerismo en Córdoba ha evidenciado varias falencias que podríamos esquematizar de la siguiente manera: a) los vínculos construidos con las fuerzas políticas más relevantes de la provincia y con sus respectivos líderes; b) la selección de los candidatos y referentes; y c) el renunciamiento a la conformación de una línea propia a partir de las eventuales contingencias con los aliados locales. 

En principio, no parece problemático que un gobierno nacional construya buenas relaciones con los distintos liderazgos subnacionales, aunque exista un férreo enfrentamiento entre estos. El mayor problema que hemos podido reconocer en el caso analizado fue la empresa que se le encomendó a PVN desde el Ejecutivo nacional: asumió como diputada de la nación por la alianza FpV-UPC y, a los pocos meses, comenzó a construir el “armado” provincial del kirchnerismo cordobés con la oposición a UPC. Fue la primera figura del kirchnerismo provincial e ingresó al Congreso de la Nación a través de un acuerdo con el líder del PJ local (DLS), que implicó la presentación de una lista de candidatos a diputados nacionales en conjunto con el gobierno central. Una vez electa, y con la venia del jefe de Gabinete de ministros, PVN impulso el “armado” del kirchnerismo local. Una de las figuras predilectas para incluir en este proyecto fue nada menos que el enemigo político número uno del peronismo local, Luis Juez, que, a priori y para parte del gabinete nacional, debía desempeñar un rol protagónico en la estructura.

La situación de fragilidad que se le podía presentar a Néstor Kirchner, producto del contexto sociopolítico, propició que el presidente buscara consolidarse también en el parlamento. De allí el origen de la estrategia de las dos canastas, a partir de la cual procuraba sumar diputados de diferentes fuerzas políticas que acompañaran los proyectos del Ejecutivo. Ocurre que, una vez asentado el liderazgo presidencial, verificable a través de los altos índices de aprobación en la sociedad y en gran parte de la dirigencia política, quizás podría haberse atenuado esta estrategia paulatinamente. En un principio, el juego de las dos canastas le trajo aparejado al kirchnerismo más problemas con el PJ local que con el Frente Nuevo. Cecilia Merchán explicó que Luis Juez no esperaba que Kirchner rompiera relaciones con el gobernador De la Sota. Ahora bien: cuatro años consecutivos con la misma táctica política –aplicada por momentos al extremo– horadó las relaciones con ambos liderazgos locales y, como producto de ello, con los votantes de sus respectivas fuerzas políticas. La evidencia está en el magro resultado que obtuvo CFK en las elecciones presidenciales del 2007. En definitiva, la estrategia utilizada benefició los intereses del presidente Kirchner al principio de su gestión, pero fue insostenible y resultó nociva pensando en construir un proyecto a largo plazo.

Otra de las falencias relacionadas a la construcción del kirchnerismo cordobés fue, sin lugar a dudas, la selección tanto de los candidatos para ocupar cargos electivos como de los encargados de diseñar las estrategias políticas. Como hemos mencionado, Patricia Vaca Narvaja fue postulada desde el poder central como la primera “bendecida” para conducir el kirchnerismo cordobés. No hacemos referencia únicamente a su inclusión en la lista de candidatos a diputados nacionales, sino también al rol que debía desempeñar como una de las “armadoras” del kirchnerismo local. Podríamos decir que PVN era una figura que guardaba cierto prestigio en relación con su desempeño como subsecretaria de Defensa del Consumidor, lo que le imprimía cierta valía, como consecuencia de ser reconocida como una funcionaria honesta. Ahora bien, existen dos déficits importantes con relación a su selección y ambos eran fácilmente reconocibles al momento de su designación. El primero se trataba lisa y llanamente de cierto desconocimiento de la “bendecida” respecto a la dinámica de la política cordobesa. Nunca había tenido participación política a nivel provincial y hacía más de diez años que no residía en Córdoba. Este dato, además de exponer su falta de conocimiento sobre los engranajes de la política local, la hacía ver como una especie de “extranjera” impuesta desde Buenos Aires para formular directrices en Córdoba. El segundo déficit ligado a su postulación estaba vinculado a su orientación ideológica. Si bien tanto ella como su familia tenían historia en el peronismo, PVN era un cuadro con un perfil ideológico reñido con el del gobernador De la Sota. En este sentido, no era extraño esperar que las desavenencias con el jefe del PJ local no tardaran en aparecer. Si Kirchner debía mantener una relación sin tantos sobresaltos con el líder local, la selección de PVN no se presentaba como la opción más adecuada para cumplir este objetivo.

Luego de Vaca Narvaja, todas las luces de la Casa Rosada apuntaron al exbasquetbolista Héctor Oscar Campana. En primer lugar, habría que mencionar que, si bien era una figura popular, la experiencia de Campana en la arena política era muy escueta. En segundo lugar, habría que hacer mención a lo que manifestó Julio de Vido cuando fue entrevistado para esta investigación: Campana estaba preocupado por su proyecto personal. No se inclinaba por ningún tipo de pertenencia a un proyecto político en particular, por lo que su permanencia en cualquier fila partidaria era altamente inestable: literalmente, en el lapso de un mes, pudo ser candidato de tres fuerzas políticas distintas.

Una vez apagada la luz de la estrella Campana, el elegido por el gobierno nacional para sentar las bases del kirchnerismo cordobés fue el empresario agropecuario Roberto Urquía. El período de nuestra investigación se limita al 2007 inclusive, año en el cual Urquía fue seleccionado para ocupar el primer lugar en la lista de diputados nacionales por la lista del FpV en Córdoba. Además de su historial político, que incluía la participación en el comando de campaña Menem-De la Sota en 2003, cuando el riojano enfrentaba a Kirchner para ocupar el cargo de presidente de la Nación, parece más que evidente que, dadas las críticas del sector agropecuario hacia el gobierno nacional –que ya se manifestaban desde 2006–, la selección de Urquía como protagonista del kirchnerismo cordobés era una apuesta de altísimo riesgo.

Respecto a la selección de los estrategas en el armado del kirchnerismo cordobés, deberíamos incluir un apartado sobre Ricardo Jaime. Producto de su relación personal con De la Sota, desde el comienzo de la gestión de Kirchner cobró un rol central para el kirchnerismo cordobés, esencialmente en animar la relación con el PJ provincial. En primer lugar, habría que señalar que su figura generaba cierto resquemor no solo en los kirchneristas no encuadrados en el peronismo, sino también en algunos dirigentes del PJ. La importancia que se le otorgó a Jaime estaba más vinculada a la relación con el gobierno provincial en lo concerniente a los planes de obra pública: desde el Ejecutivo nacional, se le dio prioridad a una cuestión extrapolítica, hecho que, lógicamente, trajo inconvenientes en el plano de la construcción política. En definitiva, si en un principio Kirchner pudo sostener una relación sin demasiadas turbulencias con el gobernador, fue, en gran parte, gracias a la participación de Ricardo Jaime. No obstante, su lugar protagónico conspiró contra la formación de una estructura propia de largo plazo.

El criterio de construcción fue, entonces, más una ingeniería de captación de figuras prestigiosas que de construcción territorial. Esta forma de hacer política desde el poder central tenía tres ventajas: 1) era más rápida, ágil y de efectos inmediatos; 2) impactaba en el plano del capital simbólico; y 3) garantizaba una amplia asimetría de poder entre el elector (Néstor Kirchner) y los elegidos. La implementación de dicho criterio también está vinculado a la ausencia de anclaje territorial o de aparato, en definitiva, de no estar bien posicionados en el partido a nivel subnacional. Como manifestó el exministro de Obras Públicas Julio de Vido,[102] el posicionamiento de UPC en la provincia era tan potente que resultaba una barrera infranqueable para que el kirchnerismo local pudiera desarrollarse dentro del PJ provincial.

Como hemos señalado en nuestro trabajo, la relación que debía mantener Kirchner con ambos liderazgos locales estaba dominada por la labilidad, lo que implicaba un clima de tensión permanente, principalmente con el líder del PJ local. Por lo tanto, la renuncia a darle impulso a una línea propia en la provincia significó una falencia estratégica: no se edificó una red de contención más o menos sólida ante las eventuales rupturas con aliados coyunturales. Hemos reconocido que, para fines del 2007, a cuatro años de la asunción de Kirchner en el Ejecutivo nacional, los frutos de la construcción del kirchnerismo cordobés no cumplieron con las expectativas del presidente. Por caso, fue central la ruptura en malos términos con el jefe del PJ local, pero también podríamos hacer referencia al traumático alejamiento de Luis Juez luego del escándalo ocurrido producto del escrutinio de las elecciones provinciales del 2007. En este sentido, pareciera que el kirchnerismo no capitalizó los cuatro años con una buena imagen de Kirchner como presidente para edificar un proyecto subnacional que le respondiera en Córdoba. A través de nuestra investigación, hemos constatado que la abdicación a esta empresa fue decisión del propio Kirchner, quien le impidió tanto a Eduardo Accastello como a Eduardo Di Cola seguir adelante con sus respectivas campañas, cuando querían competir por la gobernación, representando al kirchnerismo local. Lo mismo podría decirse con respecto de la breve organización Movimiento 17 de octubre y la dimisión a participar de las internas partidarias, aunque este suceso ocurrió en un lejano 2004, cuando Kirchner aún debía afianzar su liderazgo nacional dentro del PJ y no parecía favorable enfrentar a uno de los líderes subnacionales más importantes del partido. En el estudio, varios de nuestros entrevistados expresaron que, durante estos años, el kirchnerismo nunca tuvo un referente en la provincia. Queda, entonces, la tarea de dilucidar si esto ocurrió producto de que ninguno de los seleccionados por el gobierno nacional tuvo la capacidad para erigirse como tal; como resultado de las trabas impuestas por el poder central a los distintos cuadros que se postularon para emerger como cabezas del proyecto local; o porque existió una combinación de ambos factores.

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Notas


[1] En 2008, sucedió el fuerte enfrentamiento entre el gobierno nacional y las patronales agropecuarias que decretaron un lock out y dejaron de comercializar granos.

[2] Para Ángelo Panebianco (1990), resulta necesario referirse a los juegos de poder horizontales cuando las negociaciones son entre líderes nacionales y locales.

[3] La candidata hacía décadas que no residía en la provincia.

[4] Periódico La Mañana de Córdoba. 30 de octubre de 2005, p. 6. Hemeroteca del Centro Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba, Córdoba, Argentina.

[5] Vaca Narvaja acelera el armado del kirchnerismo (12 de marzo de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0312/UM/nota397686_1.htm

[6] La Mañana de Córdoba. 24 de octubre de 2005, p. 23.

[7] Esteban Dómina recordó que Badrán militó en la ortodoxia peronista en los años setenta. Y, en la previa al retorno de la democracia, fue parte de la línea interna del justicialismo que respondía a Raúl Bercovich Rodríguez y enfrentó a la renovación comandada por José Manuel de la Sota. En las elecciones de 1983, obtuvo una banca en la Cámara de Diputados de Córdoba. Sin embargo, en 1985 conformó el bloque del peronismo renovador junto a Nora López, Manir Fatala y Alejandro Mosquera. En 1987, fue convencional constituyente y se encarga de ser el armador del interior provincial del espacio de De la Sota.

[8] Carlos Vicente había formado parte del Frente Grande durante la década del noventa y, a comienzos de los dos mil, se sumó al Partido Nuevo, proyecto político de Luis Juez.

[9] Entrevista realizada por el autor a Carlos Vicente en marzo de 2023.

[10] El PRI es un partido político mexicano fundado en 1929.

[11] Exrector de la Universidad de Río Cuarto y, en ese entonces, intendente de la ciudad.

[12] Vaca Narvaja: Hay que trabajar sin hablar de candidaturas (20 de febrero de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0220/politica/nota393059_1.htm

[13] La Mañana de Córdoba. 9 de marzo de 2006, p. 9.

[14] El Frente Nuevo fue una coalición no peronista formada en 2003 por el Partido Nuevo, el Frente Grande, Cambio Córdoba y el vecinalismo.

[15] Vaca Narvaja: Hay que trabajar sin hablar de candidaturas (20 de febrero de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0220/politica/nota393059_1.htm 

[16] La Mañana de Córdoba. 13 de junio de 2006, p. 9.

[17] El kirchnerismo seduce a los socios de Unión por Córdoba (7 de junio de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0607/politica/nota418197_1.asp

[18] Exministro del Interior del presidente Arturo Frondizi en 1962 y dirigente de la Unión Cívica Radical Intransigente.

[19] La Mañana de Córdoba. 16 de junio de 2006, p. 8.

[20] Cámara, J. (28 de febrero de 2006). Socios y sabuesos. La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0228/politica/nota394879_1.htm

[21] Se reúnen Juez y Vaca Narvaja (5 de abril de 2006). http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0405/UM/nota403526_1.htm. La Mañana de Córdoba. 23 de marzo de 2006, p. 6. 

[22] Su hija fue secuestrada junto con su pareja en 1976 por la dictadura militar.

[23] Duro reproche kirchnerista a De la Sota (28 de marzo de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0328/politica/nota401533_1.htm

[24] La Mañana de Córdoba. 8 de junio de 2006, p. 3.

[25] Vaca Narvaja volvió a disentir con De la Sota (5 de septiembre de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0905/politica/nota440494_1.asp

[26] Los integrantes eran: Mónica Gutiérrez (presidenta de la bancada), Mónica Prato (vice), Zulema Hernández y Julián Benassi. Días después, PVN comenzó a mantener contactos con este grupo de dirigentes.

[27] Enrique Asbert fue un contacto primario del kirchnerismo en Córdoba gracias a la relación que este mantenía con Kunkel, con quien compartió cautiverio durante la última dictadura militar. A partir de 2004, se convirtió en delegado regional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y comenzó una tarea de militancia con Juez.

[28] La Mañana de Córdoba. 23 de marzo de 2006, p. 6.

[29] Cámara, J. (10 de marzo de 2006). Córdoba, más kirchnerista que Kirchner. La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0310/politica/nota397210_1.htm

[30] La Mañana de Córdoba. 25 de marzo de 2006, p. 10.

[31] La Mañana de Córdoba. 13 de marzo de 2006, p. 9.

[32] Lorenzo Borocotó fue elegido diputado nacional en las elecciones del 23 de octubre de 2005, dentro del partido Propuesta Republicana –PRO–, por el período comprendido entre el 10 de diciembre de 2005 y la misma fecha de 2009. Pero, antes de asumir su banca, conformó un Movimiento Independiente unipersonal aliado al kirchnerismo ​dentro de la Cámara de Diputados de la Nación, esto fue considerado un acto de transfuguismo.

[33] Ferreras, A. (9 de julio de 2006). Dura réplica de De la Sota a Accastello y Vaca Narvaja. La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0709/politica/nota426581_1.asp

[34] Héctor Oscar Campana fue un famoso basquetbolista cordobés. Su popularidad como deportista, sumado a un contexto social que privilegiaba el arribo a la actividad de figuras ajenas a la política luego de la crisis del 2001, y su trabajo social desde la “Fundación Corazoncitos” lo llevaron, en 2003, a incursionar en la arena política a través del recientemente creado Partido Nuevo contra la Corrupción, liderado por Luis Juez. Desde ese año, se desempeñó como concejal en el Concejo Deliberante de la Ciudad.

[35] Primera agrupación peronista de corte kirchnerista formada en Córdoba durante 2004: estaba integrada centralmente por sectores ligados al sindicalismo y contaba con el apadrinamiento del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y del ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido.

[36] La Mañana de Córdoba. 8 de junio de 2006, p. 4.

[37] Con un acto, Militancia K oficializa su respaldo a Juez (6 de septiembre de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0906/politica/nota440748_1.asp

[38] Con un acto, Militancia K oficializa su respaldo a Juez (6 de septiembre de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0906/politica/nota440748_1.asp

[39] Opiniones (4 de junio de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0604/UM/nota417428_1.asp

[40] Campana dice que logró el aval de Kirchner (5 de abril de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0405/politica/nota403525_1.htm

[41] El testimonio de Carlos Vicente, en entrevista con el autor (julio de 2023), indica que Víctor Gigena era, en principio, una figura menor del Partido Justicialista cordobés. Este era cercano a Ricardo Jaime, quien lo designó como titular del Partido de la Victoria. Luego, Gigena tejió vínculos con Giacomino, que, en pos de impedir que Campana obtuviera la titularidad del sello, alentaba a Gigena a no otorgárselo.

[42] La Mañana de Córdoba. 27 de agosto de 2007, p. 3.

[43] Campana dice que logró el aval de Kirchner (5 de abril de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0405/politica/nota403525_1.htm

[44] Entrevista realizada por el autor a Carlos Vicente en junio de 2023.

[45] La Mañana de Córdoba. 22 de junio de 2007, p. 4.

[46] Serafini, H. (16 de febrero de 2007). Campana será el candidato a intendente K. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/02/16/secciones/politica/nota.asp?nota_id=44882

[47] Opiniones (17 de febrero de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/02/17/secciones/politica/nota.asp?nota_id=45203

[48] La UCR y Kirchner (7 de marzo de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/03/07/secciones/politica/nota.asp?nota_id=50473

[49] Martí dijo que él no decide si Santos secundará a Campana (23 de marzo de 2007). La Voz del interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/03/23/secciones/politica/nota.asp?nota_id=55482

[50] Mariño, V. (4 de septiembre de 2007). Kirchner eligió el silencio y en la Casa Rosada hubo malestar. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/09/04/secciones/politica/nota.asp?nota_id=111247

[51] La Mañana de Córdoba. 26 de junio de 2007, p. 2.

[52] La Mañana de Córdoba. 26 de junio de 2007, p. 3.

[53] Entrevista realizada por el autor a Julio de Vido en junio de 2023.

[54] Partido de corte ideológico neoliberal.

[55] Organización de notoria influencia política que nuclea a los empresarios más importantes de la provincia.

[56] La Mañana de Córdoba. 14 de abril de 2003, p. 4.

[57] 'Urkía traidor' decía la leyenda del hombre que le quita la mayoría a los Kirchner (25 de junio de 2008). Urgente 24. https://urgente24.com/archivo/node/181436

[58] Renou, L. (7 de septiembre de 2019). El "burgués nacional" del albertismo cordobés. Letra P. https://www.letrap.com.ar/nota/2019-9-7-14-16-0-el-burgues-nacional-del-albertismo-cordobes

[59] De la Sota descartó a Urquía como candidato (3 de marzo de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/03/03/secciones/politica/nota.asp?nota_id=49257

[60] De la Sota descartó a Urquía como candidato (3 de marzo de 2007). La Voz del Interior.

[61] Kirchner pidió armonía a los cordobeses (5 de octubre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/05/secciones/politica/nota.asp?nota_id=121382

[62] Los juecistas definieron su voto negativo (19 de febrero de 2006). La Voz del Interior. http://buscador.lavoz.com.ar/2006/0219/politica/nota392747_1.htm

[63] Meyer, A. (19 de enero de 2006). La tropa de Juez visitó a Cristina por la reforma de la Magistratura. Página 12. https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-61858-2006-01-19.html

[64] Mónica Gutiérrez, Mónica Prato, Zulema Hernández y Julián Benassi fueron expulsados del Frente Nuevo por Luis Juez por no renunciar al aumento de las dietas de legisladores. En ese momento, armaron un nuevo bloque en la legislatura provincial y pidieron permiso para usar la denominación Frente Para la Victoria.

[65] Con delasotistas y juecistas (5 de agosto de 2007). Página 12. https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-89233-2007-08-05.html

[66] Cristina estuvo sólo unas horas en Córdoba (4 de agosto de 2007). Clarín. https://www.clarin.com/ediciones-anteriores/cristina-solo-horas-cordoba_0_HydxfXeJRFl.amp.html 

[67] Juez pegó con dureza (5 de agosto de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/08/05/secciones/politica/nota.asp?nota_id=97319

[68] La visita de la primera dama tuvo condimento político en el aeropuerto (5 de agosto de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/08/05/secciones/politica/nota.asp?nota_id=97320

[69] La Mañana de Córdoba. 4 de septiembre de 2007, p. 4.

[70] Mariño, V. (4 de septiembre de 2007). Kirchner eligió el silencio y en la Casa Rosada hubo malestar. La Voz del Interior.

[71] La Mañana de Córdoba. 4 de septiembre de 2007, p. 4.

[72] Mariño, V. (4 de septiembre de 2007). Kirchner eligió el silencio y en la Casa Rosada hubo malestar. La Voz del Interior. 

[73] Mariño, V. (6 de septiembre de 2007). Kirchner intenta despegarse del conflicto. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/09/06/secciones/politica/nota.asp?nota_id=111875

[74] La Mañana de Córdoba. 4 de septiembre de 2007, p. 4.

[75] La Mañana de Córdoba. 4 de septiembre de 2007, p. 4.

[76] Kirchner rompió el silencio, pero tomó distancia (7 de septiembre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/09/07/secciones/politica/nota.asp?nota_id=112288

[77] Kirchner rompió el silencio, pero tomó distancia (7 de septiembre de 2007). La Voz del Interior. 

[78] Cañas, J. (7 de septiembre de 2007). Presión. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/09/07/secciones/politica/nota.asp?nota_id=112287 

[79] Entrevista realizada por el autor a Cecilia Merchán en julio de 2023.

[80] Entrevista realizada por el autor a Enrique Asbert en noviembre de 2022.

[81] El fallo argumentaba que, para materializar el fraude, se debían haber confabulado los propios fiscales del Frente Cívico y Social. El escrutinio definitivo arrojó números casi idénticos a los del escrutinio provisorio, incluso, ampliaron en 634 votos la diferencia a favor de Schiaretti.

[82] La Mañana de Córdoba. 9 de septiembre de 2007, p. 2.

[83] Fuerte réplica de la Nación a dichos de Juez (26 de septiembre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/09/26/secciones/politica/nota.asp?nota_id=118472

[84] Cuando Roberto Urquía aceptó encabezar la boleta oficialista por pedido del matrimonio Kirchner, puso algunas condiciones. Una de ellas fue que algunos de los dirigentes más prominentes del delasotismo no participaran en la campaña; estos fueron: Carlos Caserio, Domingo Carbonetti y Herman Olivero. Kirchner y Urquía se fueron por las ramas (8 de octubre de 2007). La Voz del interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/08/secciones/politica/nota.asp?nota_id=122347

[85] La Mañana de Córdoba. 13 de septiembre de 2007, p. 3.

[86] La Mañana de Córdoba. 22 de septiembre de 2007, tapa.

[87] La Mañana de Córdoba. 1° de octubre de 2007, p. 2.

[88] La Mañana de Córdoba. 3 de octubre de 2007, p. 2.

[89] Micca, F. (11 de octubre de 2007). Especulaciones en el reino de la indecisión. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/11/secciones/opinion/nota.asp?nota_id=123495

[90] La Mañana de Córdoba. 14 de octubre de 2007, p. 3.

[91] De la Sota no irá a otro acto de Cristina (12 de octubre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/12/secciones/politica/nota.asp?nota_id=123831

[92] La Mañana de Córdoba. 3 de octubre de 2007, p. 3.

[93] La Mañana de Córdoba. 18 de octubre de 2007, p. 2.

[94] Serafini, H. (18 de octubre de 2007). Gestos de malestar K con De la Sota. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/18/secciones/politica/nota.asp?nota_id=125559

[95] "Ustedes saben lo que hicimos por Córdoba" (19 de octubre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/19/secciones/politica/nota.asp?nota_id=126051

[96] La Mañana de Córdoba. 20 de octubre de 2007, p. 2.

[97] De la Sota cuestionó a Giacomino y a los K (20 de octubre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/20/secciones/politica/nota.asp?nota_id=126391 

[98] La Mañana de Córdoba. 30 de octubre de 2007, p. 8.

[99] Cañas, J. (30 de octubre de 2007). El kirchnerismo acusa a De la Sota de apoyar a Rodríguez Saá. La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/30/secciones/politica/nota.asp?nota_id=129500

[100] Giacomino ratificó su alineamiento con los Kirchner (30 de octubre de 2007). La Voz del Interior. http://archivo.lavoz.com.ar/07/10/30/secciones/politica/nota.asp?nota_id=129513

[101] En el ideario del exgobernador De la Sota, el concepto refiere a una manera de concebir y hacer política en favor de los intereses de la provincia de Córdoba.

[102] Entrevista realizada por el autor a Julio de Vido.