Población & Sociedad 2025, Vol. 32 (1), pp. 1-33
DOI: http://dx.doi.org/10.19137/pys-2025-320107
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ARTÍCULOS
Factores subyacentes a las chances desiguales de acceso al empleo de calidad entre los hogares urbanos argentinos (2004-2023)
Underlying factors behind uneven chances to access quality employment among urban Argentine households (2004-2023)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad de Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Argentina.
Resumen
Se evalúan los factores que inciden en las brechas de acceso al empleo de calidad en la estructura del mercado de trabajo argentino desde la perspectiva de hogares. Se consideran variables demográficas, estrategias y las coordenadas sectoriales y ocupacionales de la inserción del principal sostén. Se utilizan los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos, y se aplican modelos de regresión logística binaria. El principal hallazgo es que la configuración sectorial de la estructura del mercado de trabajo constituye brechas durables e importantes en el acceso a los mejores empleos.
Palabras clave: estructura del empleo; empleo de calidad; sector informal; hogares
Abstract
This study evaluates the factors that affect gaps in access to quality employment in the structure of the Argentine labor market, from a household perspective. The variables considered are demographic attributes, household strategies and the sectoral and occupational positioning of the main breadwinner. The analysis draws on microdata from the Permanent Household Survey of the National Institute of Statistics and Census, and applies binary logistic regression models. The main finding is that the sectoral configuration of the labor market structure creates persistent and significant gaps in access to higher-quality jobs.
Keywords: employment structure; quality employment; informal sector; households
Recibido: 02/12/2024 - Aceptado: 06/03/2025
Introducción[1]
El estudio de las problemáticas de inserción laboral tiene vigencia en la literatura local e internacional (Arim y Amarante, 2015; Kalleberg y Vallas, 2018; Pérez Sáinz, 2023; Shin et al., 2023). En América Latina, la preocupación por la polarización ocupacional y la precarización laboral ante la globalización se encuadra en la vigencia histórica de la heterogeneidad productiva y la exclusión del empleo dado el desarrollo periférico de la región (Weller y Roethlisberger, 2011; Arim y Amarante, 2015; Pérez Sáinz, 2023). A su vez, en las economías periféricas estas problemáticas se habrían agudizado ante los shocks internacionales, de índole sanitario y geopolítico más recientes (Amarante et al., 2023; Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2023; International Labour Organization, 2023).
Este trabajo se interesa por el acceso desigual al empleo de calidad durante 2004-2023 en la sociedad argentina contemporánea. Para el siglo XXI, la literatura ha registrado que las problemáticas laborales más agudas, de exclusión y desocupación abierta, descendieron de forma relevante (Beccaria y Groisman, 2015; Arakaki et al., 2018; Poy et al., 2021).
En sintonía con el resto de la región, la generación de empleo en la economía argentina se vio favorecida por las mejoras en los saldos exportadores y, de manera específica al caso nacional, por el modelo de intervenciones adoptadas tras la crisis política y económica de 2001-2002 (Kulfas, 2016; Amarante et al., 2023; CEPAL, 2023). Sin embargo, también se ha advertido acerca del sostenimiento de otras problemáticas sociolaborales: el empleo informal, el subempleo, las brechas de pobreza laboral y las actividades de subsistencia (Beccaria y Groisman, 2015; Salvia et al., 2015; Maceira, 2023). Luego de la crisis financiera internacional (2008-2009), la restricción externa al crecimiento y las estrategias infructuosas de reactivación (Kulfas, 2016; Wainer, 2021) agudizaron el deterioro laboral, particularmente con relación a sus condiciones de retribución y regulación al empleo (Guinsburg et al., 2023).
El trabajo se emplaza en un marco conceptual estructuralista latinoamericano y con enfoque en la reproducción social de la fuerza de trabajo y los hogares. Esto permite abordar las brechas sociolaborales desde la interrelación entre los atributos de la estructura del mercado de trabajo, los comportamientos del hogar y los efectos de las políticas públicas o los ciclos económicos (García et al., 1982; Margulis, 1988; Salvia, 2012; Cortés, 2000). La desigual captación de oportunidades laborales repercute en las condiciones de reproducción y bienestar de los individuos y sus hogares. A la vez, se relaciona con la concomitancia de diversos factores que remiten tanto a los puestos de trabajo como a condicionantes domésticos (Margulis, 1988; Torrado, 2006).
Buena parte de los estudios de precariedad y segmentación del empleo en Argentina se concentran en el efecto de determinantes observados al nivel de las personas o puestos de trabajo individuales, o se focalizan en lo ocurrido durante períodos relativamente escuetos de tiempo (Sconfienza, 2017; Balza, 2020; Giosa Zuazua y Fernández Massi, 2020). El escrito busca aportar evidencias empíricas contemporáneas del caso argentino en clave estructuralista, con miras a facilitar la comprensión del derrotero sociolaboral y de las brechas conducentes a asimetrías de bienestar, bajo ciclos político-económicos dispares. Además, busca contribuir a refinar la comprensión de los procesos de segmentación en el mercado de trabajo a través de la relación entre la heterogeneidad de su configuración productiva y los atributos y relaciones que condensan las características de los hogares.
La pregunta principal es: ¿cómo se configuró, modificó o mantuvo durante las etapas del período la relación entre los hogares y el acceso al empleo de calidad en la estructura social del trabajo urbano, teniendo en cuenta factores y características demográficas, comportamientos económicos de los hogares y condicionantes asociados a los atributos estructurales de la inserción ocupacional de su principal sostén?
Por lo tanto, se plantean dos objetivos. Por una parte, analizar los cambios y continuidades en el acceso al empleo regulado a la luz de la relación entre los hogares y la estructura del mercado de trabajo urbano durante las etapas del período (2004-2023). Por otro lado, evaluar la influencia de los atributos estructurales de la demanda laboral, observables a través de los puestos de trabajo disponibles, en la configuración de procesos de acceso desigual a oportunidades de empleo regulado entre los hogares urbanos en Argentina durante el período.
El estudio plantea como hipótesis la presencia de una pauta segmentada e invariante de acceso al empleo de calidad para los principales sostenes del hogar en la argentina urbana durante el período analizado (2004-2023), atribuible a la vigencia de la heterogeneidad en su estructura productiva y laboral. En este sentido, las disparidades técnico-productivas en la estructura del mercado de trabajo, el sector y calificación ocupacional, son un organizador determinante de las brechas de oportunidades de acceso al empleo de calidad entre hogares, observados a través de la posición de su principal sostén, que atraviesa diferencias de configuración sociodemográfica o ciclos expansivos o recesivos.
Para llevar adelante el análisis, este trabajo plantea utilizar los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) continúa publicados regularmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El artículo se organiza del siguiente modo. Primero, se desarrolla la discusión teórica, delinea el marco conceptual que orienta el análisis y plantea las definiciones operacionales de las variables puestas bajo estudio. Segundo, se aborda la evolución del acceso al empleo regulado entre los hogares, los cambios y continuidades en sus comportamientos y características domésticas, y se analizan los rasgos salientes de la estructura del mercado de trabajo urbano en el país durante las etapas señaladas. Tercero, se analizan los efectos concomitantes de las características de la inserción, las etapas político-económicas y las características de los hogares sobre las brechas de acceso a empleos regulados, o de calidad, para el principal sostén de los mismos a través de sucesivos modelos de regresión probit. Por último, se explicitan una serie de conclusiones y reflexiones generales a la luz de la hipótesis planteada.
Antecedentes, enfoque teórico y metodología
El debate teórico y los antecedentes para el caso argentino
Los ritmos de generación del empleo, las características de estos y sus patrones de acceso entre la población, específicamente aquellos considerados de mejor calidad o regulados, han estado en el centro de los estudios de las desigualdades laborales. Estos análisis se presentan tanto para el caso de la Argentina como en el marco más general de América Latina durante el siglo XXI (Beccaria y Groisman, 2015; Salvia et al., 2015; Sconfienza, 2017; Acosta et al., 2019; Beccaria et al., 2022).
En general, se descansa sobre el aparato teórico tradicional neoclásico, la perspectiva del capital humano, el concepto de empleabilidad y los mecanismos de competencia que asignan a las personas a los puestos según la carrera entre la tecnología y la educación ( Marchionni, 2015; Messina y Silva, 2019; Gasparini, 2022). Sobre este marco conceptual, se han realizado sucesivas ampliaciones para considerar efectos puntuales por períodos, consecuencias asociadas a la discriminación por género y el rol de las políticas sociales sobre las decisiones de participación laboral (Garganta y Gasparini, 2015; Ciaschi y Neidhofer, 2022; Berniell et al., 2023).
Las alternativas retoman de forma crítica o plantean explicaciones de otro tipo a las disparidades o regularidades empíricas entre la fuerza de trabajo (Weller y Roethlisberger, 2011; Weller y Kaldewei, 2014; Beccaria y Groisman, 2015; Vejar, 2017). Se resaltan las consecuencias que operan los arreglos institucionales sobre los mecanismos regulatorios y remunerativos de diferentes grupos ocupacionales (Palomino y Dalle, 2016; Beccaria et al., 2020).[2] Por su parte, el enfoque estructuralista sobre las economías periféricas de América Latina (CEPAL, 2012; Weller y Kaldewei, 2014) destaca la heterogeneidad productiva, la incorporación sesgada del cambio tecnológico y la dinámica concentrada y subordinada del patrón de acumulación de capital sobre la configuración fragmentada y rígida del mercado de trabajo (Salvia et al., 2015; Poy, 2016; Giosa Zuazua y Fernández Massi, 2020; Maceira, 2023).[3] En ambos casos, se enfatiza que las disparidades en el acceso a los empleos de calidad, la institucionalidad laboral y el bienestar asociado al empleo remiten también a la exclusión que operan las limitaciones de absorción productiva, patrones de segmentación institucional, estrategias de precarización y flexibilización sobre las relaciones laborales y otros factores que sobrepasan las diferencias por dotaciones educativas (Weller y Roethlisberger, 2011; Weller y Kaldewei, 2014; Beccaria y Groisman, 2015; Salvia et al., 2015).
El análisis desde los hogares resulta más infrecuente en la literatura. Este permite explicitar analíticamente que los procesos conducentes a la satisfacción de necesidades y los fenómenos que condicionan las chances y modalidades de inserción laboral están mutuamente condicionados (Jelin, 1994; Pennartz y Niehof, 1999; Razavi, 2013). Esta perspectiva ha sido tematizada desde la óptica de la acción racional y las estrategias de subsistencia (Moen y Wethington, 1992; Pennartz y Niehof, 1999; Torrado, 2006). También, desde perspectivas sistémicas o histórico-estructurales, que resaltan el papel de los hogares como espacios que sostienen la manutención y reposición de las condiciones de vida y la fuerza de trabajo en el plano particular y societal, dentro de la dinámica general de reproducción social de la vida en cada formación social concreta (Margulis, 1988; Cortés y Cuéllar, 1990; Razavi, 2013; Bhattacharya, 2017). De la misma manera, los hogares resultan la principal ventana de observación de la perspectiva de la vulnerabilidad social, los activos y la estructura de oportunidades (Moser, 1998; Kaztman y Filgueira, 1999).
De manera creciente, se han incrementado los antecedentes para el caso argentino. Desde un modelo centrado en los efectos microsociales de la interacción entre incentivos, instituciones y preferencias sobre la situación de los hogares se ha examinado: I) las brechas de participación e inserción laboral por los efectos de las cargas reproductivas y su asociación a desigualdades de género (Berniell et al., 2023); II) el impacto de las políticas de transferencia sobre las preferencias por acceder a empleos regulados o flexibles, bajo condiciones informales y/o precarias (Garganta y Gasparini, 2015); III) los efectos de la exclusión del empleo registrado, y la presencia de mecanismos de segmentación sobre las oportunidades de los hogares (Groisman, 2011); y IV) los efectos de la interrelación entre las cargas reproductivas de género y los movimientos en la educación formal de las mujeres sobre sus modalidades y niveles de participación laboral (Marchionni, 2015; Rodríguez Enriquez y Marzonetto, 2015; Domínguez Amorós et al., 2019).
Con una mirada de carácter estructural, tanto en clave marxista como desde la visión de CEPAL, se han realizado aportes sobre la reproducción de la fuerza de trabajo y hogares: I) sus estrategias de reproducción y ajustes de comportamientos en respuesta a cambios abruptos en el contexto socioeconómico (Salvia, 2012; Comas y Poy, 2020; Salvia et al., 2024); III) las condiciones de reproducción, segmentación y diferenciación entre los hogares pertenecientes a distintas fracciones asalariadas (Elbert, 2016; Kennedy et al., 2020); y III) las limitaciones de absorción de fuerza de trabajo, expresadas en las modalidades de inserción ocupacional disponibles, sobre la distribución, capacidades de subsistencia y acceso al bienestar (Maceira, 2023; Salvia et al., 2024).
En la presente investigación, se parte de las contribuciones derivadas de esta última línea, retomando los postulados estructuralistas latinoamericanos y el enfoque de la reproducción social.[4] Dicha perspectiva, permite encuadrar los procesos de acceso desigual a las oportunidades dentro de la problemática clásica de intersección entre los esfuerzos de utilización de la fuerza de trabajo, los condicionantes sociodemográficos, los ciclos político-económicas y la configuración de la demanda de empleo (García et al., 1982; Cortés, 2000; Torrado, 2006; Salvia, 2012). El hogar, por su ubicación privilegiada respecto a la reproducción de la sociedad, intermedia procesos macro y microsociales –incluidas sus propias iniciativas, estrategias o comportamientos– que regulan la magnitud de la oferta de fuerza de trabajo y su inserción efectiva dados los puestos que gesta la demanda de la estructura productiva. Así, resulta un espacio privilegiado para observar estas dinámicas y sus efectos (Margulis, 1988; Pennartz y Niehof, 1999; Torrado, 2006).
Variables utilizadas, definiciones operacionales, universo alcanzado y periodización propuesta
En esta sección, se detalla la fuente de datos utilizada para el análisis, se delinean las principales definiciones operativas de las variables puestas en relación y se advierten algunos de los principales alcances y limitaciones presentes en el estudio para cada uno de estos aspectos.
Acerca de la información empírica utilizada, se utilizan los microdatos correspondientes a los cuartos trimestres de la EPH modalidad continua que publica regularmente el INDEC (2003).[5] A raíz de la temática de interés, los efectos de la interacción entre los ciclos político-económicos, la estructura del mercado de trabajo y los comportamientos de los hogares sobre las oportunidades de acceso al empleo de calidad, se limita el universo de análisis a aquellos multipersonales, familiares o no familiares, vinculados al mercado laboral a través de al menos un integrante económicamente activo (Arriagada, 2007; Cerrutti y Binstock, 2009).
La periodización utilizada para caracterizar el recorrido económico y social argentino contemporáneo remite a ciclos y tendencias económicas documentadas por la literatura especializada en antecedentes previos (Kulfas, 2016; Poy et al., 2021; Wainer, 2021). Pueden identificarse tres etapas de desempeño macroeconómico y funcionamiento del mercado de trabajo: la recuperación y expansión (2003-2011), crecimiento con redistribución durante la primera década del siglo XXI, más favorable a las clases asalariadas; el estancamiento (2012-2017), desaceleración del crecimiento, la absorción de fuerza de trabajo y ensayos limitados e infructuosos por reanimar el ciclo ascendente; crisis y reactivación post-COVID (2018-2023), marcada por la crisis externa, la sociosanitaria y la rápida pero deficiente reabsorción de fuerza de trabajo pauperizada. El Cuadro A.1, presente en el anexo estadístico, exhibe la evolución de la desocupación abierta, subocupación demandante, el Producto Interno Bruto per cápita constante y las variaciones de este último para el período.
Para dar cuenta de los elementos de interés entre los períodos delimitados, y considerando el carácter estructural de buena parte de los factores evaluados, se definió trabajar con los cuartos trimestres para los años testigo de la serie y utilizar los promedios por período de estos trimestres para examinar las relaciones durables entre variables.
Para abordar la relación de los hogares y la estructura del mercado de trabajo se recurre a la estrategia de identificación del principal sostén económico del hogar (PSH),[6] seleccionando al integrante cuyo ingreso laboral constituye el aporte monetario más relevante dentro del grupo.[7] Este método de identificación reporta antecedentes locales importantes en el estudio de diferentes problemáticas socioeconómicas asociadas al mercado de trabajo (Groisman, 2011; Poy, 2019; Comas y Poy, 2020; Maceira, 2023).
Según la literatura, la relevancia otorgada al papel del hogar en la intermediación de la oferta de fuerza de trabajo y la movilización de recursos para la obtención de las mejores chances de inserción, implica operacionalizar el abordaje de algunas de las dimensiones de los hogares que son conducentes a este fenómeno (Margulis, 1988; Arriagada, 2007; Cerrutti y Binstock, 2009).
Por un lado, los comportamientos y características sociodemográficas de los hogares que, a través de variar la carga reproductiva y uso del tiempo, operan como habilitantes o condicionantes de las oportunidades y/o modalidades de inserción laboral de los integrantes (Rodríguez Enriquez y Marzonetto, 2015; Comas y Poy, 2020; Gasparini, 2022). Por otra parte, aquellos comportamientos dirigidos a la obtención de recursos para la manutención que resultan en distintas estrategias económicas respecto al uso de la fuerza de trabajo y la búsqueda de fuentes alternativas de ingreso (Comas y Poy, 2020; Torrado, 2006). La preocupación por estos factores en las brechas de acceso al empleo es la que obliga a circunscribir el análisis a los hogares de tipo multipersonal, en tanto permiten reflejar con mayor precisión el rol de comportamientos y condicionantes colectivos sobre las oportunidades de inserción. Sin embargo, esto no invalida la creciente relevancia estadística que tiene el fenómeno de los hogares unipersonales en el contexto urbano argentino, inescindible de tendencias demográficas de largo plazo que también son evaluadas en este trabajo. Por ello, debe considerarse que las conclusiones obtenidas por este trabajo sufren de un déficit de generalización acerca de hogares o unidades compuestas por un solo integrante, donde las dinámicas reproductivas y la relación al mercado de trabajo no es homologable a la aquí estudiada. Las decisiones operativas pueden consultarse en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Tipología de comportamientos y características de la reproducción de los hogares
Fuente: reconstrucción en base a Santiago Poy (2019), Guillermina Comas y Poy (2020). Nota: *Relación entre el total de horas de trabajo de los ocupados del hogar y el total potencialmente disponible –40 horas semanales por adulto de entre 18 y 64 años– (Margulis, 1988; Poy, 2019).
La calidad de las inserciones remite a sus dimensiones contractuales, retributivas, estabilidad y condiciones de desempeño, entre otras (Ghai, 2003; Weller y Roethlisberger, 2011; Giosa Zuazua y Fernández Massi, 2020). La estrategia de operacionalización que se plantea asocia a los empleos de calidad a la denominada relación de empleo estándar: protegidos por la institucionalidad laboral, estables y a tiempo completo. Dichos atributos son conducentes al bienestar económico, con relativa autonomía de las características derivadas del puesto que se inscriben en la división técnica del trabajo (Kalleberg y Sorensen, 1979; Weller y Roethlisberger, 2011).[8]
Para caracterizar las principales coordenadas de la estructura del mercado de trabajo, aquellas que constituyen desigualdades sociolaborales en la calidad de los empleos, se recurre a dos factores, el sector de empleo y la calificación del puesto de trabajo. Sus efectos sobre las remuneraciones, la segmentación de condiciones de inserción y la desigualdad es ampliamente destacada (Kalleberg y Sorensen, 1979; Weller y Roethlisberger, 2011; Grimshaw et al., 2017).
La calificación ocupacional, y los atributos de los puestos de trabajo que la misma condensa, son señalados como los principales vectores de configuración de las estructuras del mercado laboral y como condicionantes centrales de las relaciones de empleo (McGovern et al., 2007; Goldthorpe, 2010; Acemoglu y Autor, 2011; Weller y Roethlisberger, 2011). Para la sociología y la economía laboral la calificación de los puestos de trabajo refleja: requisitos de conocimiento, variaciones en la capacidad de monitoreo, habilidades técnicas aprendidas y otros factores incorporados a las tareas de una ocupación dados ciertos tipos y niveles de tecnología, lo cual incide en las condiciones contractuales y regulatorias bajo la que se desempeña el empleo (McGovern et al., 2007).
Por su parte, el sector de empleo resalta como un factor que tiende a condicionar la disponibilidad, regulación y remuneración de los puestos de trabajo según brechas entre escalas productivas y estratos de la demanda laboral (Programa Regional del Empleo para América Latina y el Caribe [PREALC] - Organización Internacional del Trabajo [OIT], 1978; Pinto y Di Filippo, 1979; Tokman, 2001). La constitución de asimetrías en el mercado laboral según la escala de las unidades productivas toma particular centralidad cuándo se está ante sistemas productivos sujetos a la heterogeneidad estructural (Tokman, 2001; CEPAL, 2012). Una porción significativa del empleo precario, inestable o extralegal se asocia a la inserción en establecimientos con tasas de productividad y uso de tecnología muy escuetos, donde las relaciones laborales se desarrollan al margen de la norma y/o con una lógica de subsistencia (Pinto y Di Filippo, 1979; Cortés, 2000; Tokman, 2001).[9]
Por un lado, la definición operacional del sector sigue al PREALC-OIT (1978), autores estructuralistas latinoamericanos y la definición que retoma la CEPAL como sector de baja productividad (Infante, 2011; CEPAL, 2012; Salvia, 2012). Por su parte, la calificación de los puestos se organiza según tres niveles que reflejan el contenido de requisitos y complejidad técnica en diferentes grupos ocupacionales del Clasificador Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO-08) y se ha aplicado en diferentes trabajos comparativos internacionales (Castellano et al., 2017; Graña et al., 2022). Las decisiones operacionales se presentan en el Cuadro 2.
Cuadro 2. Clasificación de los puestos de trabajo según su calidad, sector de empleo y calificación ocupacional del cuadro
Fuente: elaboración propia en base a Agustín Salvia (2012), tipologías del Programa Cambio Estructural y Desigualdad Social –Instituto de Investigaciones Gino Germani, Universidad de Buenos Aires– (Salvia et al., 2015) y documentación de INDEC (2018).
Modelo estadístico empleado
Para evaluar los factores que moldean las brechas de acceso al empleo de calidad se aplican regresiones probit binarias sobre la probabilidad de que el principal sostén ocupado disponga de un empleo regulado. Estos modelos facilitan establecer en qué medida categorías de variables discretas, o numéricas, inciden en la probabilidad de respuesta sobre un evento binario o dicotómico, mientras que se controlan o mantienen constante otros factores.
Donde en el modelo probit denota un vector compuesto por el conjunto de variables explicativas asociadas a
características cada principal sostén y de su hogar,
representa a la variable explicada de presencia o ausencia de empleo regulado y
es la función de distribución acumulada normal
estándar, que asume valores entre cero y uno para todos los valores introducidos y asegura que todas
las probabilidades de respuesta estimada se encuentren en un intervalo entre 0 y 1. Por lo tanto, cada
coeficiente
puede interpretarse como el sentido
en qué un cambio en
afecta la probabilidad
de la variable dependiente.
Las regresiones probit y otros modelos binarios presentan problemas para representar adecuadamente el peso de los factores factor introducidos sobre la variable dependiente, para comparar el efecto de iguales variables entre muestras o para evaluar los efectos de cada factor entre diferentes subgrupos de una misma muestra (Mood, 2010). Por lo tanto, es usual complementar su presentación con el cálculo de los efectos marginales. Los mismos se formalizan de la siguiente manera:
En los modelos de respuesta binaria, el promedio de los efectos marginales facilita comparar el grado y sentido en que las distintas categorías de una variable o factor cualitativa influyen en la probabilidad de que ocurra el evento contenido en la variable dependiente binaria (Wooldridge, 2010). En este caso, los promedios de efectos marginales se expresan en puntos porcentuales en los que cambia la probabilidad de disponer de un empleo regulado ante la introducción del factor independiente.
Un segundo desafío en la estimación de los modelos estadísticos de regresión es la autoselección o sesgos de selección entre los individuos o casos evaluados (Heckman, 1979; Wooldridge, 2010). En otros términos, la presencia de patrones no considerados por el análisis recorta de forma no aleatoria las muestras obtenidas para evaluar la modulación de una variable dependiente. Este problema puede degradar o directamente sesgar los resultados al sobrerrepresentar de antemano ciertos tipos de individuos: la incidencia del acceso al empleo regulado, sin considerar antes factores que condicionan la participación laboral o la ocupación efectiva, es un caso entre otros de sesgo de selección (Heckman, 1979). Por lo tanto, los modelos probit propuestos son estimados considerando, previamente, una ecuación de sesgo de selección que incorpora a la posibilidad de estar ocupado la situación conyugal, la edad, el nivel educativo y la cantidad de menores en el hogar del principal sostén.
Principales coordenadas de la relación entre los hogares y la estructura del mercado de trabajo en la Argentina urbana contemporánea (2004 - 2023)
En esta sección se analiza la evolución de los niveles de acceso al empleo regulado entre los principales sostenes en hogares urbanos a la luz de: I) los denominados factores de oferta, que gradúan o condicionan los hogares; y II) las posibilidades de inserción según la demanda de empleo, por coordenadas sectoriales y de calificación estrechamente asociadas a la calidad del empleo.
La Figura 1 presenta la participación de los empleos de calidad o regulados entre las inserciones de los principales sostenes de los hogares y la presencia de la desocupación abierta entre los integrantes de los mismos: da cuenta del nivel de integración provisto por la inserción agregada de los hogares al mercado de trabajo.
Figura 1. Participación del empleo regulado entre los principales sostenes del hogar (PSH) y proporción de hogares* con al menos un integrante desocupado según período político-económico. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 - 2023)
Fuente: elaboración propia en base a los micro-datos de los cuartos
trimestres de la EPH-INDEC.
*Calculado sobre el conjunto de hogares multipersonales con al menos un
integrante laboralmente activo.
Las principales tendencias que resaltan a partir de este gráfico son compatibles con la literatura previa. Entre 2004 y 2011, los principales sostenes de hogar incrementaron fuertemente su acceso al empleo regulado (13,4 pp.) y descendió la presencia de hogares con desocupados (-8,9 pp.). Con el escenario de estancamiento, la relación de los principales sostenes del hogar con el empleo regulado se deterioró levemente (-1,7 pp.). Entre 2018 y 2023, el empleo regulado disminuyó hasta 2020 (-1.3 pp.) a la vez que continúo aumentando la desocupación en hogares (1,1 pp.) tras un salto entre 2017 y 2018 (3,3 pp.). Luego, como resultado de una fuerte reabsorción del empleo tras la primera ola de COVID-19, mejoró moderadamente el empleo regulado (2,6 pp.) y volvió a disminuir fuertemente la presencia de desocupación (6,4 pp.).
La expansión en la primera década del siglo XXI, cuando el crecimiento y las políticas públicas laborales conjugaron fuerte absorción de empleo por la vía asalariada registrada, redujo la exclusión laboral (Beccaria y Groisman, 2015; Sconfienza, 2017; Balza, 2020). Al nivel de los hogares, ello significó más oportunidades para integrarse a la institucionalidad laboral y atenuar la precarización heredada de la década de reformas y su crisis (Groisman, 2011; Poy, 2019).
Sin embargo, tras la etapa expansiva, particularmente hacia 2008, la pérdida de dinamismo en estas tendencias consolidó la relación de los principales sostenes de hogar con el empleo regulado, lo cual sugiere la mayor inflexibilidad en la pauta de inserción al empleo para los hogares (Poy, 2019). Desde entonces, e incluso cuándo el empleo crece fuertemente como en el trienio de 2021 a 2023, los movimientos en el acceso al empleo regulado para el principal sostén son pequeños entre ciclos recesivos y recomposiciones insuficientes (Comas y Poy, 2020; Maceira, 2023).
Aquí, se avanza en el examen de los condicionantes próximos de las modalidades de participación e inserción del principal sostén de hogar en la Argentina urbana durante las últimas décadas: factores sociodemográficos, económicos y productivos. La lectura de las variaciones y/o permanencia de estos indicadores a lo largo de las etapas político-económicas delimitadas otorga indicios para: I) emplazar la interpretación del derrotero de los niveles de acceso al empleo regulado; y II) advertir qué factores, en qué medida y/o sentido, podrían estar destacándose en la constitución del patrón desigual de captación de oportunidades laborales entre los hogares argentinos contemporáneos.
En primer lugar, se reconstruyen las principales características demográficas y de uso de fuerza de trabajo que resultan condicionantes de las posibilidades y modalidades de participación laboral en el Cuadro 3.
Cuadro 3. Comportamientos sociodemográficos y económicos de los hogares (en porcentajes o promedio de la unidad según corresponda) según período político-económico. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 – 2023)
Fuente: elaboración propia en base a de los micro-datos de los cuartos trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período. Nota: Calculado sobre el conjunto de hogares multipersonales con al menos un integrante laboralmente activo.
Aquí, se destaca la reducción del número promedio de integrantes (-0,49) y el paulatino incremento de las jefaturas económicas femeninas (34%). Debe señalarse la continua expansión de los hogares con ingresos no laborales, sobre todo en la primera (1,84 pp.) y segunda etapa (1,18 pp.).
Los cambios en la configuración típica de los hogares son congruentes con el aumento del acceso al sistema educativo, de la participación laboral femenina y la menor nupcialidad y fecundidad, incidiendo en las posibilidades o preferencias de inserción laboral (Arriagada, 2007; Cerrutti y Binstock, 2009; Marchionni, 2015; Berniell et al., 2023). Además, las variaciones en el costo de vida y las modalidades de intervención social modifican las alternativas de subsistencia, como es la masificación del sistema de políticas sociales (Poy, 2019).
El análisis por etapas político-económicas permite identificar invarianzas o modificaciones en el vínculo entre los hogares y la estructura del mercado de trabajo, particularmente con relación al papel de esta última como condicionante estructural de las chances de inserción. En sintonía con el marco conceptual planteado, el sector y la calificación ocupacional son variables que afectan directamente la calidad de la inserción. El Cuadro 4 y la Figura 2, presentadas a continuación, compilan evidencias acerca de las inserciones de los principales sostenes de hogar y sus variaciones por período.
Cuadro 4. Distribución de los hogares según coordenadas de sector y calificación ocupacional del Principal Sostén del Hogar por período político-económico. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 - 2023)
Fuente: elaboración propia en base a de los micro-datos de los cuartos
trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período. Nota: *Se obtiene como la proporción
entre los principales sostenes de hogar multipersonal desocupados o con un programa de empleo sobre el total
de principales sostenes de hogar multipersonales con al menos un integrante económicamente activo.
** Se obtiene como la proporción entre el total de hogares con Principal Sostén activo
(ocupado o desocupado) sobre el total de hogares multipersonales.
Durante la dinámica de recomposición inicial (2004-2011), esquina superior izquierda de la Figura 2, se refrenda el rol de las inserciones asalariadas en el sector privado formal (3,4) y el empleo estatal (4,2) en esta expansión de las oportunidades de inserción. Sin embargo, como muestra el Cuadro 4, el sector de baja productividad continúa alojando a un importante contingente de principales sostenes de hogar durante esta década (38,1%).
En promedio, el Cuadro 4 también refleja una pauta estable de diferenciación según calificaciones, con la prevalencia de las inserciones intermedias, que se reproduce en las etapas de expansión (51,5%), de estancamiento (52,7%) y crisis (52,9%).
Figura 2. Variación porcentual en la cantidad de hogares según posición del Principal Sostén por periodos político-económicos. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004–2023)
Fuente: elaboración propia en base a los micro-datos de los cuartos trimestres de la EPH-INDEC.
Por su parte, la Figura 2 también permite observar que las inserciones no asalariadas en el sector de baja productividad, características de la fragmentación y las modalidades de subsistencia en los mercados laborales latinoamericanos, observan tasas de crecimiento positivas tanto durante el estancamiento (2,4) como en la fase de crisis (2,8). En el mismo sentido, el Cuadro 4 observa que la inserción de principales sostenes en puestos no asalariados de baja productividad reporta un promedio más alto en el último período (20,9%).
Las tendencias en los patrones de inserción ocupacional de los hogares a través de su principal sostén son congruentes con los antecedentes de la literatura (Beccaria y Maurizio, 2012; Salvia et al., 2015; Arakaki et al., 2018; Maceira, 2023). A pesar de la expansión cuantitativa asalariada en el sector privado formal, a expensas de la exclusión abierta, el dinamismo inicial habría resultado obstaculizado tanto por su corta duración como por la permanencia del sector de baja productividad (Salvia et al., 2015; Arakaki et al., 2018).
Los puestos del sector informal constituyen una alternativa de empleo significativa y persistente para alrededor de cuatro de cada diez hogares argentinos urbanos. La fragmentación y la heterogeneidad productiva que afectan al empleo en esta franja dan cuenta del carácter estructural de los obstáculos que afrontan los hogares para acceder al empleo de calidad si se articulan a este segmento (Groisman, 2011; Weller y Roethlisberger, 2011; Salvia et al., 2015).
Por otra parte, la pauta de diferenciación vertical de los puestos, por requisitos técnicos o de calificación incorporados a los mismos, no se habría transformado de manera sustancial, con predominancia de puestos intermedios (Benza, 2016; Palomino y Dalle, 2016; Maurizio et al., 2023).[10] Lo ocurrido con las condiciones de regulación al interior de los puestos de este perfil durante las etapas analizadas adquiere protagonismo sobre el total de inserciones del principal sostén por su relevancia cuantitativa.
La pauta de acceso segmentado al empleo de calidad entre los hogares urbanos y sus factores subyacentes
En esta sección, se evalúa el acceso desigual al empleo regulado entre los hogares urbanos argentinos, a través de la inserción de su principal sostén. Se consideran variaciones por etapas político-económicas, características de los hogares y atributos sectoriales y de calificación del puesto laboral. Se espera que las coordenadas productivas de la estructura del mercado de trabajo resulten el ordenador primordial y persistente de la disponibilidad de los empleos regulados. En particular, concentrados en aquellos hogares que logran vincular a su principal sostén a sectores formales de mayor escala y puestos de mayor calificación.
Diferentes enfoques enfatizan el rol de las características o comportamientos de los hogares sobre la situación laboral. Estas inciden sobre la oferta de trabajo, condicionan la participación, moldean las modalidades de inserción e interactúa con el entorno institucional más amplio (Rodríguez Enriquez y Marzonetto, 2015; Caruso Bloeck et al., 2019; Ciaschi y Neidhofer, 2022; Berniell et al., 2023). En igual sentido, el efecto macroeconómico agregado en la absorción de fuerza de trabajo es conducentes a elevar o recortar la disponibilidad de puestos de trabajo de diversa calidad.
El Cuadro 5 presenta las tasas de empleo regulado del principal sostén, compiladas por promedios en cada período y con las variaciones entre los mismos, para una serie de características seleccionadas de los hogares.
La incidencia del empleo regulado entre el principal sostén del hogar, según atributos seleccionados da cuenta de: menores niveles promedio de acceso al empleo regulado para los principales sostenes mujeres (54,7%), en hogares con menores de 10 años (53,8%) o de carácter extenso (51,2%).
También hay una mayor prevalencia del empleo regulado entre aquellos principales sostenes en hogares con dos o más perceptores laborales (67,5%) y cuándo el principal sostén tiene más de un empleo (58,3%).
Cuadro 5. Participación del empleo regulado en el Principal Sostén según características seleccionadas del hogar por período político-económico. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 - 2023)
Fuente: elaboración propia en base a de los micro-datos de
los cuartos trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período. Nota: *Calculado sobre el total
de hogares multipersonales con al menos un integrante económicamente activo.
Asimismo, bajo contextos de mayor o menor exclusión abierta o desocupación por etapas, el promedio de principales sostenes con un empleo regulado solo tiene cambios limitados: con un pico durante la fase de estancamiento (61,6%).
Por un lado, se refrenda que la conjugación de diferentes situaciones en las unidades domésticas argentinas urbanas, resultado de las características y relaciones entre sus integrantes, se asocia de manera durable a la diferenciación de modalidades de participación e inserción para el principal sostén. Hogares extensos dirigidos por mujeres y con menores de diez años muestran menor acceso al empleo regulado para el principal sostén. Al contrario, la presencia de múltiples perceptores laborales se asocia a mayor acceso al empleo regulado para el principal sostén. La participación económica y la inserción se mediatizan en el ámbito del hogar: el tiempo disponible para la búsqueda de empleo, la distribución de tareas de cuidado, la reserva de fuerza de trabajo disponible, la inmediatez respecto a la necesidad de acceder a una fuente de ingresos, entre otros.
Por otra parte, algunas variaciones entre los períodos bajo análisis, asociadas a factores que interactúan con la reproducción cotidiana del hogar y la necesidad de ofertar fuerza de trabajo, también habrían tenido un papel sobre la pauta de acceso al empleo de calidad: I) la expansión y presencia de ingresos no laborales, que por diseño de las políticas tiende a reflejar la falta de acceso a empleos regulados, sería compatible con ciertas facilidades para la búsqueda y obtención de empleos de calidad;[11] y II) el pluriempleo del referente/a económico del hogar, un fenómeno levemente creciente durante los últimos años, estrategia que reacciona a la menor retribución o remuneración laboral de una sola inserción.
En sintonía con la perspectiva de este trabajo, se recoge la literatura que asocia la pauta de acceso diferencial al empleo de calidad, y su reverso en la incidencia de distintas problemáticas de exclusión, con ciertas localizaciones y coordenadas de la estructura del mercado de trabajo que traducen las características del aparato productivo (Groisman, 2011; Beccaria y Groisman, 2015; Salvia et al., 2015).
La fragmentación en la demanda, asociada a la heterogeneidad estructural y a la composición tecnológica asimétrica del aparato productivo, segmenta la disponibilidad y calidad de las oportunidades laborales para los hogares y sus integrantes (Groisman, 2011; Poy, 2016; Maceira, 2023). En el Cuadro 7 se observa la participación relativa de los empleos regulados o de calidad por posición sectorial o de calificación ocupacional del principal sostén.
Cuadro 6. Incidencia del empleo regulado en el Principal Sostén del hogar según coordenadas de sector y calificación ocupacional de su puesto por período político-económico. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 – 2023)
Fuente: elaboración propia en base a los micro-datos de los cuartos trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período. Nota: *Calculado como la participación relativa del empleo regulado entre los principales sostenes de hogar que se encuentran ocupados.
El acceso al empleo regulado entre los hogares según el puesto de trabajo de su principal sostén refleja una relación estable y desigual de acceso al trabajo de calidad según sectores de ocupación. Los principales sostenes de hogar en unidades de mayor escala y estructuración, privadas (75,8%) o públicas (85,8%), exhiben niveles de regulación en su puesto mucho más elevadas que aquellos en el sector informal o de baja productividad (30,2%).
Asimismo, las brechas por calificación del puesto, menos marcadas pero relevantes para el acceso al empleo regulado, se presentan particularmente entre puestos de alta (79,1%) y baja (47%) calificación, con una situación oscilante en puestos intermedios (57,8%).
La Figura 3 presenta la descomposición de los cambios absolutos en el empleo regulado entre las inserciones del principal sostén del hogar ocupado. Permite establecer en qué medida y dirección las modificaciones en el total de trabajos de calidad para los principales sostenes de hogar responden a distintas coordenadas de la estructura del mercado de trabajo.
Figura 3. Descomposición del cambio en el volumen de inserciones del PSH del hogar en empleos regulados* según coordenadas de sector de empleo y calificación ocupacional de su puesto por período político-económico. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 – 2023)
Fuente: elaboración propia en base a los micro-datos de los
cuartos trimestres de la EPH-INDEC. *Calculado sobre el total de hogares multipersonales con PSH ocupado en
empleos regulados.
La descomposición del cambio en el empleo regulado permite discernir la centralidad de cada posición o localización dentro de la estructura del mercado de trabajo en los movimientos ocurridos por período.
Durante la expansión (2004-2011), todas las categorías de sector y calificación aportaron de manera positiva, aunque las inserciones en el sector privado formal (61,7%) y de nivel intermedio (57%) hicieron las contribuciones decisivas. En la etapa subsiguiente (2011-2017), los incrementos en la tasa de empleo regulado entre principales sostenes del hogar se desaceleran de manera abrupta. En este contexto, la escasa generación de puestos regulados dependió mayormente del empleo del sector público (69,1%) y de puestos de calificación elevada (56,2%).
En la fase más reciente, el cambio del empleo regulado entre el principal sostén del hogar fue marcado por la calificación intermedia y el empleo en el sector privado formal, aunque a niveles más bajos que en la fase inicial y con mayor protagonismo de las inserciones del sector de baja productividad (28,7%).
La pauta de inserciones entre el principal sostén del hogar refleja los límites que establece la estructura del mercado de trabajo urbana sobre las oportunidades de beneficiarse del empleo de calidad para los hogares. Bajo la vigencia de segmentación y heterogeneidad estructural, da indicios de ser el principal factor en la distribución sesgada de las inserciones mejor reguladas y retribuidas entre las unidades domésticas del caso argentino durante las últimas décadas.
Para cerrar esta sección, se desarrollan modelos por pasos de tipo probit binario sobre la probabilidad de que el principal sostén del hogar disponga de un empleo regulado. Para controlar los sesgos de selección asociados a estimar un modelo de incidencia del empleo regulado, considerando que este fenómeno tiene implícitos patrones no aleatorios de participación laboral y desocupación, cada modelo tiene incorporados controles por: tamaño del hogar, edad, situación conyugal y nivel educativo del principal sostén. Este tipo de modelos de regresión, aplicados sobre variables discretas, tiene variados antecedentes en el caso de la Argentina y América Latina (Groisman, 2011; Groisman y Marshall, 2015; Poy, 2016; Bolívar Restrepo et al., 2024).
El Cuadro 7 a continuación resume los resultados de la aplicación de tres modelos donde se introducen los factores estructurales del mercado de trabajo, los períodos o etapas político-económicas y los efectos de los factores sociodemográficos sobre las chances de que el principal sostén del hogar tenga un empleo regulado. Los Cuadros A.1 y A.2 en el anexo estadístico completan la información referida a los modelos y a la ecuación de selección muestral que controla los sesgos presentes.
Cuadro 7. Estimación de los determinantes del acceso al empleo regulado del principal sostén entre los hogares con referente ocupado. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004 – 2023)
Fuente: elaboración propia en base a los micro-datos de
los cuartos trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período. Significancia de los efectos:
***p-value < 0.01; **p-value < 0.05; *p-value <0.1
Resulta relevante mencionar que: I) las variables introducidas en el modelo resultan estadísticamente significativas; y II) el coeficiente rho (0,496) muestra que hay sesgos de selección en el modelo inicial y en los restantes pasos, por lo que resulta procedente controlarlo mediante la incorporación de una ecuación previa de selección muestral. Los factores introducidos para dar cuenta de las oportunidades diferenciales de acceso al empleo regulado del principal sostén del hogar destacan: I) el efecto de la configuración de los hogares sobre las modalidades de participación e inserción; y II) los procesos de diferenciación vinculados a las variables que rigen la estructura laboral. Asimismo, todos los pasos de la regresión probit han sido controlados por variables dicotómicas de región estadísticamente significativas.[12]
Con relación a la primera cuestión, los principales sostenes varones (0,026) y de hogares extensos (0,012) tienen una relación positiva pequeña con las chances de acceder al empleo regulado. Asimismo, el tamaño del hogar y la presencia de un integrante más implica una penalidad (-0,007) sobre estas chances. Junto con la desventaja para los principales sostenes mujeres y la penalidad asociada a la presencia de menores (-0,007), la información es congruente con la asociación que la literatura identifica entre mayor carga reproductiva y menor acceso al empleo formal y regulado (Arriagada, 2007; Berniell, 2023).
Sin embargo, las evidencias obtenidas realzan la transversalidad del desigual acceso al empleo como resultado de factores productivos en la estructura del mercado laboral. El modelo presenta una importante asociación entre el sector de inserción público y el empleo regulado (0,480). De la misma manera, los puestos laborales de alta calificación (0,098) contribuyen moderadamente a las chances de disponer de un empleo regulado para el principal sostén. Por su parte, los puestos de calificación intermedia (0,091) también aportan chances favorables de una inserción de calidad para el principal sostén, aunque muy similares a las de puestos de alta calificación. La magnitud de estos factores sobre la calidad del puesto, particularmente al haber controlado tanto por períodos como estrategias y configuración de los hogares, apunta a refrendar la centralidad de los atributos productivos y organizacionales que encuadran las inserciones disponibles en la segmentación de oportunidades que opera al interior del mercado laboral argentino urbano (Salvia et al., 2015; Poy, 2019).
De manera más precisa, el papel destacado que tiene el sector sobre la calidad del puesto, que a su vez es sensiblemente más relevante y menos elástico a la incorporación de otros factores de control que la calificación, sugiere que la desigualdad de oportunidades laborales entre los hogares y el mercado laboral no necesariamente refleja una polarización ocupacional por calificación. En este sentido, los resultados remiten a las reflexiones estructuralistas latinoamericanas acerca de la preeminencia que tienen características sectoriales, asociadas a la heterogeneidad de escalas y productividad, en la organización de la matriz de desigualdad de la región (CEPAL, 2012).
Reflexiones finales
Este trabajo se preocupa por el papel que tiene la estructura del mercado de trabajo urbano en Argentina, específicamente la fragmentación sectorial y las brechas por calificación entre los puestos de trabajo, en las condiciones de acceso al empleo de calidad para los hogares durante las últimas dos décadas.
Buena parte de la literatura se ha concentrado en abordar las brechas en las condiciones de inserción y participación laboral desde atributos individuales y/o condicionantes que operan al interior del mercado de trabajo. En este sentido, resultan menos usuales los aportes que buscan integrar la desigualdad en el mercado de trabajo con las asimetrías relacionadas a procesos económicos y demográficos emergentes de la reproducción y manutención de las unidades domésticas. El trabajo busca inscribirse en esta línea de contribuciones con la incorporación de distintos factores explicativos vinculados a la participación e inserción laboral desde la perspectiva del hogar.
La hipótesis planteada retoma contribuciones estructuralistas y el enfoque de la reproducción social de los hogares, de larga tradición latinoamericana. Se postula que en la Argentina prevalece una pauta rígida y sesgada de acceso a los empleos regulados producto del perfil de la demanda laboral: la heterogeneidad productiva y la segmentación de los puestos de trabajo en la estructura del mercado de trabajo. En este punto, se ofrece una explicación alternativa a las desigualdades laborales, donde se enfatiza el papel durable de la estructura del mercado de trabajo, particularmente su configuración sectorial, como una organizadora sustancial de las oportunidades de inserción disponibles, por sobre condicionantes, comportamientos y preferencias al nivel del hogar.
Los principales hallazgos del trabajo refrendan las tesis estructuralistas latinoamericanas sobre este planteamiento, particularmente la centralidad de la heterogeneidad del mercado de trabajo urbano en la matriz de desigualdad en condiciones de desarrollo periféricas, para el caso de las relaciones entre hogar y mercado de trabajo en la Argentina contemporánea.
Primero, ha habido cambios sociodemográficos e institucionales que inciden en facilitar la participación económica, disminuyendo la carga reproductiva por hogar e incrementado el rol de las mujeres como principal sostén, a pesar de preservarse importantes brechas, aunque su efecto sobre la calidad de la inserción resulta menos claro.
Segundo, luego del período inicial expansivo que atestiguó la recomposición moderada de las oportunidades de inserción en el sector privado formal, en puestos de calificación intermedia y en empleos de mayor calidad, en la relación entre hogares y estructura del mercado de trabajo se cristaliza una pauta segmentada y estable, con oscilaciones coyunturales, que distribuye sesgadamente de los mejores empleos a sectores de alta productividad formales y puestos de alta calificación.
Por último, el análisis de las chances de acceso al empleo regulado a los hogares por sucesivas regresiones binarias probit asigna cierta relevancia a los factores sociodemográficos, particularmente las ventajas de inserción para los principales sostenes varones y la correlación inversa entre tamaño del hogar, presencia de menores y chances de acceso al empleo de calidad. Sin embargo, los factores productivos resultan determinantes y constantes en términos de chances de acceso al empleo de calidad, a la vez que operan transversalmente a diferentes configuraciones y/o esfuerzos económicos de los hogares. En particular, la información analizada encuentra que la ubicación del hogar respecto a los sectores de la demanda de empleo, que agrupan unidades económicas y puestos de trabajo de diversa estructuración y escala, resultan la principal coordenada de diferenciación de condiciones regulatorias y de calidad en el mercado de trabajo argentino durante las últimas décadas.
En conjunto, se aportan evidencias que se ajustan a la vigencia de una pauta segmentada de acceso al empleo de calidad, principalmente por sectores, en la relación entre los hogares y el mercado de trabajo durante la totalidad del período.
Anexo estadístico: tabulados adicionales
Cuadro A.1. Evolución de los promedios anuales de indicadores económico-laborales seleccionados durante el período. Argentina (2004-2023)
Fuente: Elaboración propia en base a
publicaciones regulares de INDEC-Ministerio de Economía. Véase: https://www.economia.gob.ar/datos/
Cuadro A.2. Determinantes del acceso al empleo regulado del principal sostén entre los hogares con referente ocupado, total de factores introducidos. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004-2023)
Fuente: elaboración propia en base a los
micro-datos de los cuartos trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período.
Cuadro A.3. Resultados de las ecuaciones de selección muestral probit sobre la ocupación del principal sostén del hogar, total de factores introducidos. Total 31 aglomerados urbanos. Argentina (2004-2023)
Fuente: elaboración propia en base a los micro-datos de los cuartos
trimestres de la EPH-INDEC y sus promedios por período.
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Notas
[1] Este artículo forma parte de una investigación más amplia desarrollada en el marco del Programa Cambio Estructural y Desigualdad Social y el proyecto UBACyT (20020220300162BA) “Heterogeneidad Estructural, brechas socioeconómicas y reproducción de la marginalidad en la sociedad argentina urbana frente a una nueva crisis sistémica: 2010-2023” bajo la dirección del Dr. Agustín Salvia y con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires. El autor agradece a los evaluadores y responsables de la revista por los comentarios y sugerencias relativas al contenido de este artículo, elementos que han mejorado sustancialmente la versión original del mismo. Por último, todos los contenidos e interpretaciones resultan de la responsabilidad estricta del autor.
[2] Pueden mencionarse los que enfatizan las variaciones en la exclusión según el rol las políticas públicas laborales, los regímenes de bienestar y los modelos de crecimiento (Filgueira, 2015, Pérez Sáinz, 2023). En los estudios de clases sociales ocupacionales se han enfatizado los efectos que tienen las disputas y el poder entre agentes u actores del mercado laboral sobre los resultados distributivos y las relaciones laborales bajo diferentes ciclos (Benza, 2016; Palomino y Dalle, 2016).
[3] Por lo tanto, los empleos mejor retribuidos y su desigual distribución se asimilan a la persistencia de una amplia franja de actividades de subsistencia y de baja productividad en el modelo de acumulación vigente en la sociedad argentina (Salvia, 2012; Poy, 2019; Kennedy et al., 2020; Maceira, 2023).
[4] Esta intersección teórica reconoce sustanciales antecedentes empíricos en los estudios demográficos histórico-estructurales latinoamericanos durante los años ochenta, particularmente para analizar las condiciones de vida en las metrópolis de la región durante los períodos de ajuste estructural (García et al., 1982; Przeworski, 1982; Margulis, 1988).
[5] Los micro-datos de la EPH continua aportan información estadísticamente comparable acerca de las características demográficas, socioeconómicas y de inserción laboral de los hogares e individuos de los 31 principales aglomeraciones urbanas de la República Argentina con periodicidad trimestral (INDEC, 2003).
[6] En el documento se utiliza el término Principal Sostén del Hogar que es comparado a jefe/a de hogar o jefe/a económico del hogar en las estrategias de otras contribuciones en esta línea de investigación.
[7] Resulta la más usual en la literatura que analiza la configuración de las disparidades sociales discretas y se preocupa por la modulación del vínculo entre hogares y estructura del mercado de trabajo. Consiste en homologar una situación global para el hogar desde la situación individual de su principal aportante (Torrado, 2006). Es de esperar que el empleo elegido a partir del integrante mejor retribuido del hogar también sea de mayor calidad, lo cual realiza un “ajuste” hacia arriba de la incidencia diferencial de empleos regulados o no regulados. En este sentido, los resultados pueden dar lugar a una estimación generosa de las brechas de acceso al empleo de calidad, fenómeno que se agravaría si se considerase en simultaneo a diferentes integrantes por la acumulación de desventajas (Groisman, 2011).
[8] Esta perspectiva toma distancia de buena parte de los análisis de la calidad de los empleos, donde se consideran aspectos pertinentes a su encuadramiento institucional, el tipo de tareas que implica el puesto o su localización respecto a estratos o sectores productivos como indicadores o variables próximas al bienestar que aporta (Infante y Vega-Centeno, 2001; Weller y Roethlisberger, 2011). Al contrario, aquí se plantea que a pesar de las relaciones probables entre todos estos estos factores, el aspecto que media directamente sobre el bienestar o retribución del empleo a los ocupados es su calidad, en términos de regulación.
[9] El empleo en el sector informal o de baja productividad se agrupa en un sector cuyas unidades comparten características de funcionamiento, metas y prácticas similares y es transversal a las distintas ramas de actividad del aparato productivo, aunque no necesariamente se presente con análoga magnitud o centralidad en cada una (Hussmanns, 2005).
[10] Esta tendencia, contraria a las dinámicas de polarización ocupacional que se advierten en los países centrales, habría favorecido la expansión de puestos rutinarios en la administración, empleos en el comercio y puestos con tareas operativas en el transporte y logística (Palomino y Dalle, 2016; Maurizio et al., 2023).
[11] El modelo de políticas sociales de transferencia proveyó fuentes de ingreso alternativas al mercado laboral, recortó la incertidumbre en las remuneraciones de hogares más pobres, disminuyó las variantes más agudas de explotación de la fuerza de trabajo, entre otros factores que pueden afectar la búsqueda de empleo (Poy, 2016; Salvia et al., 2016).
[12] En el anexo estadístico pueden verificarse los efectos marginales y coeficientes correspondientes a las variables de región. Los valores que asume en el modelo reflejan que la geografía es un factor importante en las chances desiguales de acceso al empleo. Esta asociación puede interpretarse como la expresión espacial de los patrones de desarrollo bajo la heterogeneidad productiva. Su despliegue influye en constituir áreas o regiones con composiciones sectoriales y ocupacionales muy distintas, a pesar de conformar la estructura del mercado de trabajo urbano de una misma unidad nacional (Pinto y Di Filippo, 1979).