https://dx.doi.org/10.19137/praxiseducativa-2022-260301
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EDITORIAL
Educación para resistir
María Graciela Di Franco
Universidad Nacional de La Pampa, Argentina
chdifranco@gmail.com
ORCID 0000-0002-6312 -1825
Tiempos de pandemia, tiempos de posibilidades escribíamos en marzo 2020 cuando COVID 19 penetraba nuestras vidas, donde nos
comprometíamos a asumir una pedagogía de cuidados, entendidos como un derecho básico de
la humanidad y pensamos en una sociedad que se actualiza en sentidos de otredad y de solidaridad.
Los
vínculos, los aprendizajes de ida y vuelta, el placer disfrutar de otras construcciones, otras
ecologías de saberes, de tiempos de espacios, de reconocimientos; resignificar lo político de
la vida cotidiana nos ayudaría a sentipensarnos compartiendo esta nueva lectura de mundo y de la
palabra. Allí veíamos el horizonte político de posibilidades.
En estos tiempos de excepción confiamos esencialmente que son tiempos de comunidad, donde la escuela, la universidad reservan un lugar central. La pandemia nos hace valorar especialmente a la educación pública como el lugar donde nos formamos en lo común, en la construcción de una ciudadanía democrática. Como diría Jurjo Torres (2020) el único lugar para aprender a vivir juntxs, para construir un nosotrxs a partir de colaborar, visibilizar a otrxs, a desmontar prejuicios sobre otrxs; allí aprendemos a vernos como iguales.
En las disputas por los sentidos de la educación nos ubicamos en la construcción de ese nosotrxs y desde allí pensar la formación de profesorxs. Por eso hacemos nuestras las argumentaciones de Merieu (2020) porque compartimos su fuerte convicción y confianza en esta formación, en especial del sentido de la enseñanza: Educar es a la vez emancipar, hacer posible el surgimiento de otrx. Así al educar estamos obligadxs al doble juego de comunicar, construir, transmitir saberes, instrumentos, pero solo puede hacerse si a la vez se promueve la emancipación sin la cual la transmisión pierde su valor. Construir, y emancipar. La tarea es equipar al otrx en la perspectiva de su liberación. Diría Neil Postman (1982) enseñar es resistir.
Merieu nos recuerda que la pedagogía siempre se encuentra en la doble dimensión/ contradicción: el principio de libertar: nadie puede aprender en el lugar de nadie y el de educabilidad todos pueden aprender. Hay pedagogía cuando existe esa contradicción. Agrega: nadie puede obligar a nadie a aprender. Pero si alguien no aprende debemos preguntarnos una y otra vez como docentes qué más podemos hacer para que el aprendizaje tenga lugar. Desde la docencia no debemos dejar de inventar, ensayar como la libertad y la educabilidad se cumplen en la escuela.
La escuela es un lugar esencial para la formación en democracia. Uno puede imaginar una dictadura sin Escuela, con simplemente un catecismo ideológico y sistemas de restricción. No podemos concebir la democracia sin Escuela. No hay democracias sin ciudadanos entrenado en la comprensión de los problemas colectivos, capaces de distanciarse de todos los dogmatismos y definir juntos, más allá de los intereses individuales legítimos, el “bien común” (2020: 22)
Por ello el debate democrático –que no es fácil- es el único horizonte posible y es tarea de la escuela, formar a lxs jóvenes en esta capacidad de debate, contra fundamentalismos y abandonos, debe enseñar a argumentar, a estructurar y conflictuar puntos de vista, a identificar problemas, intervenir. La tarea docente es irrenunciable ayudando en la preparación rigurosa, el trabajo sistemático y una vigilancia política, epistémica, ética, didáctica permanente.
De este modo la escuela es necesaria, es condición de posibilidad de una sociedad democrática; allí se hace posible entender el mundo (y transformarlo) desde una perspectiva de derechos: a los conocimientos, a la cultura, a formar parte de ese nosotros. Derecho que se sostiene en la confianza en que todxs podemos aprender y buscar de manera incansable los modos para que ello suceda. Allí lo común se construye a partir de poner en valor las diferencias, el conflicto, lo humano, lo vital. Este proyecto político, nos vuelve narradoxs de una utopía fundante.
Serán las experiencias formativas, amorosas, creativas – al decir de Andrea Alliaud – las que permitan
“una vuelta de tuerca a la complejidad escolar y apostar por una escuela en la que la puesta en valor y la amorosidad por lo que se va a transmitir puedan despertar curiosidad y deseo entre quienes están en situación de formarse. Una escuela que desafíe la adversidad o lo establecido por una supuesta normalidad, y genere gestos contestatarios o contraculturales (…). Una escuela que en estado de mutación tiene que seguir educando, formando, enamorando, emancipando a las nuevas generaciones. Que limita (…) pero, que, a la vez, y por ello mismo, cuida, protege, conservando aún la capacidad de lograr que el encuentro (con el saber y la cultura) acontezca (…). Una escuela que no se reproduzcan en su interior las peores injusticias que produce una sociedad cada vez más desigual” (2021: 178-179).
Por ello entiende que enseñar es abrir el mundo, es convocar, es invitar a un convite que vale la pena, es mediar, es comunicar, es acompañar, es crear, producir saberes, emprender una aventura, reconocer y respetar. La enseñanza es una apuesta esperanzadora sobre las posibilidades de formación/transformación de lxs sujetxs, basada en las potencialidades que encierran y esto sostenemos hacerlo en esta escuela y en esta universidad formadora de formadorxs.
Hace unos días, cuando Carlos Skliar analizaba en un conversatorio algunos problemas de la enseñanza después de la pandemia donde destacaba la preeminencia en los vínculos educacionales, los afectos; el desplazamiento de la figura de lxs educadores como enseñantes; colocar la idea de la educación en la nube (con la pérdida de lo público), traducir lo educativo solo a la esfera digital nos invitaba a volver a la escuela como comunidad de pensamiento encarnado en el mundo.
Esta es nuestra oportunidad y posibilidad de habitar la formación hoy.
Serie Puerta antiguas, técnica mixta. Matías Sapegno
Referencias
Alliaud, A. 2021. Enseñar hoy. Apuntes para la formación. Paidós
Meirieu, P. 2020. Pedagogía: el deber de resistir. Universidad Nacional del Ecuador. UNAE y Universidad Pedagógica Nacional UNIPE
Skliar, C. 2022. La educación como intervalo: volver a hacer escuelas. Aula Abierta