http://dx.doi.org/10.19137/perspectivas- 2019-v9n2a03


Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0
Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

 

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

 

Cambio de posición política o transformación ideológica de los votantes en Colombia (1974-2018)

Change of political position or ideological transformation of voters in colombia (1974-2018)

Mudança de posição política ou transformação ideológica de eleitores na colômbia (1974-2018)

 

Mary Luz Sandoval Robayo
Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, Argentina
Departamento de Antropología y Sociología, Universidad de Caldas, Manizales, Colombia
maryluz.sandoval@ucaldas.edu.co

 

Cómo citar este artículo: Sandoval Robayo, M. L. (2019). Cambio de posición política o transformación ideológica de los votantes en Colombia (1974-2018). Revista Perspectivas de las Ciencias Económicas y Jurídicas. Vol. 9, N° 2 (julio-diciembre). Santa Rosa: FCEyJ (UNLPam); EdUNLPam; ISSN 2250-4087, e-ISSN 2445-8566. DOI: http://dx.doi.org/10.19137/perspectivas- 2019-v9n2a03.

Resumen: El presente artículo describe el proceso de transformación de las posturas políticas entre derecha e izquierda de los votantes colombianos desde 1974 hasta el presente. En este decurso histórico es posible establecer tres etapas de la izquierda legal colombiana: 1) entre 1974 hasta 1991; 2) entre 1991 y 2003; y 3) de 2003 hasta la actualidad. El artículo muestra estadísticamente la disminución de votantes por la derecha tradicional, el aumento de la votación por la derecha extrema hasta el aumento de la votación por la izquierda moderada, sin por ello considerar la existencia de un cambio ideológico del electorado. Se establece aquí, contrario a la teoría de Rosario Queirolo para otros países de América Latina, que Colombia no muestra una distribución ideológica “bimodal”, sino una dependencia de patrón (path dependence) según la cual ha predominado hasta el presente la ideología de derecha entre los votantes, lo que solo empieza a romperse por la presencia electoral de un líder “untainted”.

Palabras clave: Transformación ideológica; Votación; Derecha; Izquierda.

Abstract: This article describes the process of transformation of political positions between right and left of colombian voters from 1974 to the present. In this historical course, it is possible to establish three stages of the colombian legal left: 1) between 1974 and 1991; 2) between 1991 and 2003 and 3) from 2003 to the present. The article shows statistically the decrease of voters of the traditional right, the increase of the vote for the extreme right until the increase of the vote for the moderate left, without considering the existence of an ideological change of the electorate. It is established here, contrary to the theory of Rosario Queirolo for other Latin American countries, that Colombia does not show a “bimodal” ideological distribution, but rather a path dependence according to which right-wing ideology has prevailed up to the present among the voters, which only begins to be broken by the electoral presence of an “untainted” leader.

Key words: Ideological transformation; Voting; Right; Left.

Resumo: O presente artigo descreve o processo de transformação de posições políticas entre a direita e a esquerda dos eleitores colombianos de 1974 até o presente. Neste percurso histórico é possível estabelecer três etapas da esquerda legal colombiana: 1) entre 1974 e 1991; 2) entre 1991 e 2003 e 3) de 2003 até o presente. O artigo mostra estatisticamente a diminuição dos eleitores pela direita tradicional, o aumento da votação pela extrema direita para o aumento da votação pela esquerda moderada, sem considerar a existência de uma mudança ideológica do eleitorado. Ao contrário da teoria de Rosario Queirolo para outros países da América Latina é estabelecido aqui que a Colômbia não apresentam uma distribuição ideológica “bimodal”, mas um padrão de dependência (path dependence) que tem prevalecido até agora a ideologia de direita, os eleitores, que só começam a ser quebrados pela presença eleitoral de um líder “untainted”.

Palavras chave: Transformação ideológica; Votação; Direita; Esquerda.

 

1. Introducción

Colombia no entró en la ola denominada “giro a la izquierda” en América Latina por distintas razones tanto estructurales como agenciales, esto es, por causas históricas y culturales no controladas por los partidos y movimientos de izquierda, como por causas que han dependido del comportamiento y voluntad de los propios partidos y movimientos de izquierda. No obstante, sus electores han mostrado algunas transformaciones en sus posturas políticas, en particular desde 2003 al presente, claramente perceptibles.
Históricamente la votación por la izquierda legal en Colombia no ha sido significativa: “En el período 1982–2002 la más alta ganada [votación] por los partidos de izquierda obtenida en Colombia fue de 12,74 por ciento en 1990” (Queirolo, 2013, p. 44).
Esta diferencia se mantiene aún respecto de los otros países que no dieron el giro pero que avanzaron en mayor medida en ese sentido, como Perú y México.
Aun cuando en Colombia impactaron las condiciones permisivas, macroeconómicas y políticas causales que señalan las teorías del giro a la izquierda (Levitsky& Roberts, 2011, p. 7; Burguess & Levitsky, 2003; Arnson et al., 2007; Cameron & Hershberg, 2010; Rodríguez Garavito et al., 2005; Weyland et al., 2010; Mazzca, 2012; Murillo et al., 2011; Beasly-Murray et al., 2010; Weyland, 2009; Yashar, 2005, 2011; Samuels, 2004; Handlin & Collier, 2011; Queirolo, 2013; Luna, 2007), sus resultados no solo no fueron los mismos, sino que fueron opuestos a los que obtuvieron los países del giro: ascenso de la derecha en lugar de ascenso de la izquierda al poder presidencial en este período, profundización del modelo de mercado en lugar de su desmonte, violencia y recorte de los derechos políticos en lugar de ampliación de los mismos. Sin embargo, el voto por la izquierda ha ido creciendo hasta convertirse en la segunda fuerza más importante luego de la derecha en 2018.
El presente artículo se ocupa de mostrar –mediante datos de LAPOP citados por Juan Carlos Rodríguez Raga y otros autores, y a través de los resultados de las últimas elecciones presidenciales, según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil– el redireccionamiento de la votación en Colombia hacia la izquierda, buscando evidenciar el proceso de larga duración de la transformación de las posturas políticas del electorado colombiano, sin afirmar que ello obedezca a una transformación ideológica del mismo (Queirolo, 2013), lo que significa que de todas formas en Colombia existe una dependencia de patrón en términos de la predominancia de la ideología de derecha desde los comienzos de la era republicana hasta el presente.

2. Las etapas

Luego de un largo período de hegemonía de los partidos tradicionales Liberal y Conservador desde el siglo XIX hasta 1991 y de la derecha antipartido entre 1991 y 2006, el electorado colombiano empieza a mostrar una ligera inclinación hacia posiciones de izquierda, primero entre 2003 y 2015 en las elecciones de alcaldes en la ciudad de Bogotá, al elegir tres alcaldías secuenciales de izquierda en esa ciudad, y luego al mostrar un grado mayor de cambio de estas posturas a nivel nacional en las últimas elecciones presidenciales (2018).

2.1. Primera etapa (1974-1991)

Antes de la finalización formal del FN (1974), se presenta un período de reflujo de las guerrillas y de ascenso electoral tenue de la izquierda legal. A nivel jurídico, mediante el Acto Legislativo N° 1 del 18 de diciembre de 1975, se modificaron los arts. 14, 15 y 171 de la Constitución Nacional, mediante los cuales el Congreso de Colombia decretó que la calidad de ciudadano se ejercería desde la edad de 18 años; con ello aumentó la cantidad de votantes y buena parte de esa juventud pudo ser cooptada por distintas fuerzas políticas.
Entre 1978 y 1986 la performance electoral de los partidos de izquierda legal fue casi nula: 2,58% en 1978; 1,22% en 1982; y 4,58% en 1986, cuando arreció la violencia guerrillera (Registraduría Nacional del Estado Civil, 1978, 1982 y 1986). A finales de los 70 y comienzos de los 80, las guerrillas se fortalecen, mientras las fuerzas legales de izquierda se debilitan. Esta coyuntura crítica se autorefuerza mediante la continuación del cierre del régimen, a causa del agravamiento de la violencia que impidió la terminación real del FN, el cual llega hasta 1986 y alarga el bipartidismo hasta 1991.
El contexto jurídico estuvo signado por la reforma política realizada a través del Acto Legislativo N° 1 del 9 de enero, correspondiente a la reforma política de 1986 que decretó en su art. 1° que el artículo 171 de la Constitución consideraría nuevas posibilidades de elección popular: presidente, senadores, representantes, diputados consejeros intendenciales y comisariales, alcaldes y concejales municipales y del Distrito Especial. En 1991, con el cambio de la Constitución Nacional, los senadores se elegirían por circunscripción nacional. Esta reforma política terminaría de forma definitiva con el tradicional bipartidismo colombiano.

2.2. Segunda etapa (1991-2003)

La reforma política de 1991 fue en buena medida una reacción al bipartidismo entronizado en el Frente Nacional. Ella constituyó un incentivo para abrir el campo a la conformación de nuevos partidos capaces de disputar el poder político desde lo local hasta lo nacional. El texto definitivo del proyecto de ley 11 de 1992 encabeza el grupo de artículos mediante algunas disposiciones generales cuyo espíritu aparece en el primer parágrafo:

Derecho a constituir partidos y movimientos: todos los colombianos tienen derecho a constituir partidos y movimientos políticos, a organizarlos y desarrollarlos, a afiliarse y retirarse de ellos libremente y a difundir sus ideas y programas. Las organizaciones sociales tienen derecho a manifestarse y a participar en eventos políticos (Mayorga García, 1996, p. 291).

La consecuencia de la Constitución de 1991 fue el cambio del régimen bipartidista por el multipartidista (Navarro Wolff, 2001, p. 4). Este nuevo régimen daría facilidad para fundar nuevos partidos y para hacerse elegir por residuo,1 las listas inscritas se multiplicaron en cada circunscripción, fenómeno que produjo otro denominado “transfugismo”, “operación avispa”, etc.,2 que provocó altos niveles de volatilidad de los votos y de los votantes.
Los partidos de izquierda legal con muy bajo respaldo electoral y poca presencia nacional evidenciaron su debilidad para competir en el marco de ese sistema; varias de sus estrategias de supervivencia tuvieron que ver con alianzas con otros movimientos y partidos como los cívicos y coaliciones con partidos de derecha. Mientras, los partidos de derecha se multiplicaron a nivel nacional y en las regiones y hubo una dispersión clientelista que se presentó mediante la multiplicación de listas liberales y conservadoras (Navarro Wolff, 2001, p. 7). A la vez inicia un fenómeno de emergencia de líderes políticos poco o nada ligados con los partidos tradicionales (Bernardo Hoyos, Antanas Mockus, Gustavo Álvarez Gardeazábal, Ingrid Betancur, Navarro Wolff). Es un momento en el que el interés por ganar electoralmente y la dispersión de las fuerzas políticas provoca la desaparición de los clivajes ideológicos. El debilitamiento de los partidos y el arrasamiento de los clivajes ideológicos acaban por convertirse en el contexto del ascenso del populismo de derecha antipartido en 2002 con la elección de Álvaro Uribe Vélez y su reelección en 2006.
Al mismo tiempo, las reformas políticas de 1991, 2003 y posteriores (2005, 2009 y 2011) incidieron sobre las estrategias de unificación de la izquierda y fueron consecuencia del proceso de desinstitucionalización de los partidos tradicionales (Batlle & Puyana, 2013, p. 75; Castro Agudelo, 2012, p. 45; Hoskin & García Sánchez, 2006, pp. 54-55; Correa & Cañón, 2008, p. 52; Gechem Sarmiento, 2005, pp. 113-115; Ley de Partidos N° 1475; Rodríguez Garavito, 2005, p. 199; Jaramillo& Franco-Cuervo, 2005; BID, 2003, pp. 145-149; Registraduría del Estado Civil).

2.3. Tercera etapa (2003 hasta la actualidad)

Cinco años después de que llegara por primera vez la izquierda al poder nacional en Venezuela (1998), en Colombia, en 2003, la izquierda asciende al gobierno en la ciudad de Bogotá, representada por el ex sindicalista y ex militante del Partido Comunista, Luis Eduardo Garzón, quien se había presentado a las elecciones presidenciales de 2002 y ya constituía un personaje conocido en los medios.
En las elecciones presidenciales de 2006, el abogado constitucionalista Carlos Gaviria Díaz obtuvo la segunda votación más alta, pero muy alejada de la primera por el derechista Álvaro Uribe (22% vs. 62%). Esta votación sería la más alta en la historia de la izquierda en el país hasta ese momento.
Dos gobiernos más de izquierda gobernaron la ciudad en 2007 con Samuel Moreno, militante de la Alianza Nacional Popular (ANAPO), y en 2011 con Gustavo Petro, ex militante del grupo guerrillero M-19. Los primeros dos son elegidos a nombre del Polo Democrático Alternativo y el último a nombre del Movimiento Progresistas separado un año antes del PDA (2010). Sin embargo, en 2015 la izquierda pierde las elecciones en Bogotá con Clara López y con ello la oportunidad no solo de seguir gobernando en el segundo puesto más importante luego de la Presidencia de la República, sino la posibilidad de ascender a la misma.
En la última jornada electoral para la presidencia en Colombia, primera elección sin las FARC como guerrillas levantadas en armas, la izquierda, a pesar de estar dividida, logra atraer un número histórico de votantes. En la primera vuelta (27 de mayo de 2018) alcanzó 4.855.069 votos en cabeza de Gustavo Petro por el movimiento “Colombia Humana” y la “Alianza Coalición Colombia” obtuvo 4.602.916 en cabeza de Sergio Fajardo (por la alianza Partido Verde y el Polo Democrático Alternativo), frente al ganador de derecha “La Gran Alianza por Colombia” con 7.616.857 votos. En la segunda vuelta el Movimiento denominado “Colombia Humana” alcanzó un resultado histórico de más de 8 millones de votos, frente al ganador de derecha que obtuvo más de 10 millones de votos (10.406.582).3
Otro sector de la izquierda aliado con el fajardismo (movimiento liderado por Sergio Fajardo) y un sector del Polo Democrático Alternativo (PDA), defendió el voto en blanco frente a las opciones de izquierda y derecha y restó así posibilidades para la izquierda de Gustavo Petro; esta opción alcanzó en la segunda vuelta 827.924 votos.
Entre 2002 y 2003, cuando la derecha antipartido llegó al poder, también la izquierda democrática o legal logra fortalecerse y el clivaje ideológico vuelve a protagonizar las elecciones tanto nacionales como regionales y locales.

3. La teoría

El éxito electoral de la izquierda en América Latina entre 1998 y el 2002 obedeció a un conjunto de variables que incidieron de manera diferenciada sobre los votantes en estos países como reacción no directa sino mediada a las consecuencias sociales de las reformas de mercado contra los gobiernos identificados con el neoliberalismo. Los votantes castigaron a los partidos políticos que fueron incapaces de mejorar el bienestar de sus electores, los partidos de izquierda tomaron ventaja al capitalizar el descontento social y económico generado por esta insatisfacción al presentarse como únicos partidos de oposición no contaminados por el poder (Queirolo, 2013, pp. xv y xvi).
El poder agencial de los partidos políticos de izquierda radica, en principio, en su capacidad de supervivencia frente a la represión estatal, su capacidad organizativa y la obtención de resultados positivos como el aprovechamiento de las condiciones permisivas al giro en estos años en la región (Queirolo, 2013; Luna, 2007); ello requirió trabajo constante con militantes de base y líderes capaces de sostenerse en el tiempo y de organizar a la población para el alcance del poder tanto en los casos de los partidos de izquierda institucionalizada como en los casos de los movimientos sociales. La dominancia de los factores estructurales impide ver y cuestionarse acerca de cómo los partidos de la nueva izquierda fueron construyendo su propia oportunidad de gobernar.
Rosario Queirolo (2013) va a explorar las condiciones políticas y económicas relevantes en el proceso del giro a la izquierda. Es clave aquí su señalamiento según el cual no todos los países de la región se movieron hacia la izquierda por las consecuencias sociales luego de la implementación de las reformas neoliberales; cita el caso de la República Dominicana, pero habría que agregar el caso de Colombia que tuvo un corrimiento hacia la derecha (Perú y México se movieron a la izquierda). Queirolo testea sus hipótesis en Brasil, México y Uruguay entre 1980 y 2004, países que tienen diferentes sistemas de partidos (pluripartidista, partido hegemónico y bipartidismo, respectivamente).
Los individuos llevan a cabo decisiones con base en sus percepciones, sean estas falsas o verdaderas. Las percepciones están atravesadas por la ideología, de manera que Queirolo argumenta contra otros autores que la dimensión ideológica es significativa en América Latina y representa una herramienta metodológica y analítica. La mayoría de los individuos de los países de la región son capaces de ubicarse en el espectro ideológico. Según los datos de AmericasBarometer 2010, con grados distintos, los labels derecha-izquierda tienen significación, aunque los votantes no posean un alto grado de sofisticación ideológica, pero es una herramienta que simplifica la información para el votante (Queirolo, 2013, p. 8).
El voto de los latinoamericanos entonces no es azaroso, obedece a una racionalidad que depende del tiempo (momento de la elección) y el lugar (particularidades por país). Estos votantes tienen en consideración el desempeño económico del gobierno, el partidismo y la ideología, y buscan nuevas alternativas políticas que mejoren su bienestar.
Un factor que tiene que ver con el cambio ideológico de los partidos de izquierda es la incorporación por parte de estos de la democracia como un componente de su proyecto, luego de haber sido rechazada como una tradición de la burguesía liberal.4 Este cambio ideológico, también señalado por los demás teóricos del giro, está en la base de una de las diferencias respecto de la nueva izquierda en Colombia, donde el fin de la guerra fría no significó el fin del Conflicto Armado Interno (CAI), a diferencia de los casos de El Salvador (1992) y Guatemala (1996), ni la aceptación inmediata de la democracia como única vía para llegar al poder por parte del sector de izquierda.
El argumento central de Queirolo es que los partidos de izquierda en la región llegaron al poder como resultado del castigo que los votantes le infligieron a los partidos que no fueron capaces de mejorar el bienestar de sus electorados (Queirolo, 2013, p. 14). La autora muestra que los latinoamericanos votan a favor de la izquierda, pero no se convierten en izquierdistas en sus posturas políticas. Señala que no es la primera vez que la izquierda ha dominado el panorama político, ocurrió entre 1949-1956, período que coincide con la emergencia de los populismos y el inicio del modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI).5
Las principales teorías que explican el comportamiento del votante individual son: la teoría económica, la teoría del clivaje de clase social, la teoría prospectiva, la teoría del partidismo y la teoría de los clivajes creados por el proceso político, las cuales utiliza para testear el dilema entre “mandato político vs. mandato de desempeño”.
Sus conclusiones se pueden sintetizar así:

1) el giro a la izquierda no es nuevo en la región;
2) lo que ha cambiado entre el lapso 70-80 cuando predominó la izquierda, frente al lapso de auge del modelo ISI y el 2000, es la aceptación de la izquierda de la vía democrática sobre la vía revolucionaria;
3) el descontento con las consecuencias del modelo neoliberal no necesariamente significa más votos para los partidos de izquierda;
4) lo que incrementa el voto por la izquierda no son las medidas neoliberales sino el desempleo;
5) la implementación de reformas de mercado, así sean moderadas, afecta negativamente las posibilidades de reelección para la izquierda;
6) los partidos de izquierda que alcanzan el gobierno pierden sus votos si elevan el desempleo y realizan medidas de liberalización;
7) desde el punto de vista macro o agregado, los votantes están más orientados hacia el resultado que hacia el programa político, con excepción de lo anterior y castigan a los partidos que han tenido un mal desempeño económico;
8) los latinoamericanos no votan a partidos de centro izquierda porque estén contra las medidas neoliberales; por ejemplo, los brasileros no lo hacen porque estén a favor del intervencionismo de Estado, ni porque sean socialistas o igualitaristas, aunque es probable que estén en contra de la privatización;
9) el electorado en la región vota simplemente porque desea alternativas nuevas que mejoren su bienestar;
10) el giro a la izquierda es más el resultado del descontento popular, y estar a favor del mercado o del Estado no tiene incidencia;
11) las posibilidades del éxito electoral de la izquierda tienen que ver con la capitalización del descontento y con la disponibilidad de partidos de oposición que no estén contaminados por el poder (untainted), para sobrepasar la resistencia a votar por un partido sin experiencia –por ejemplo, en México la izquierda tuvo que competir con otro partido de oposición no contaminado–. A nivel micro se trata de canalizar el descontento económico además de que los partidos sean percibidos como una oposición “no contaminada”;
12) los perdedores de las elecciones tienden a apoyar menos la democracia (Queirolo, 2013, pp. 148-151, 154).

Estos resultados pueden respaldar el análisis del caso colombiano en varios sentidos:

1) la nueva izquierda acepta la vía democrática;
2) la existencia de los “untainted parties” es una característica de una de las facciones de la izquierda colombiana (el Movimiento Progresistas, luego llamado “Colombia Humana”);
3) la evidencia que se adjunta muestra la ausencia de lo que Queirolo llama una distribución ideológica “bimodal”, a diferencia del resto de la región. Una distribución “bimodal” indica que la historia de la política latinoamericana no ha sido dominada por una sola ideología, en contraste con el caso colombiano (Queirolo, 2013, p. 28), lo cual impone un path dependence particular sobre la izquierda en este país. En Colombia siempre ha predominado durante su historia política la perspectiva de derecha y la derrota permanente de la izquierda democrática o de aquella que decidió aceptar las reglas del juego electoral y se retiró de la vía insurreccional.

El path dependence enfatiza el alto costo del cambio a medida que pasa el tiempo, solo posible bajo ciertas condiciones durante las llamadas critical junctures, las cuales funcionan como ventanas de apertura al cambio en un momento histórico (Rhodes et al., 2006, p. xv). La teoría de las trayectorias dependientes brinda una perspectiva analítica para establecer las continuidades del desarrollo nacional y la prevalencia de ciertas formas institucionales (Mahoney, 2000).
Según Queirolo (2013), el clivaje ideológico solo se vuelve relevante si los líderes y los partidos políticos estructuran un conflicto político en términos ideológicos (como en el caso de la violencia en Colombia). Los votantes pueden comportarse orientados por la política si los políticos enmarcan los debates políticos usando categorías ideológicas (p. 137).
Lo que muestran los datos a continuación es la predominancia de una sola ideología durante todo el curso histórico del sistema político colombiano.

4. Tendencia ideológica hacia la derecha

El Frente Nacional finaliza formalmente en 1974, pero se extendió hasta 1986 por medio de la reforma constitucional de 1968 (art. 120). 6 Algunos autores sostienen que el régimen bipartista sobrevivió hasta la realización de la Asamblea Constitucional de 1991 (Villarraga Sarmiento, 2006a, p. 51; Villarraga Sarmiento, 2006b, p. 40; Pécaut, 2006, pp. 78-79; Duque Daza, 2011, p. 319). El bipartidismo se constituyó en un legado del FN y este generó una trayectoria dependiente (path dependence) con consecuencias negativas para la oposición de izquierda y para las demandas sociales, mediante las restricciones democráticas que le sobrevivieron. Este “sistema no competitivo” que no permitía elecciones disputadas (Sartori, 1992, p. 258) disminuyó oportunidades a la izquierda colombiana dado que se prohibió la participación de terceras fuerzas distintas del bipartidismo. Luego de la terminación formal del FN, la represión contra toda oposición política continuó e incluyó a la izquierda legal.

Tabla 1. Elecciones presidenciales (1974-2002)


Fuente: Datos suministrados por la Misión de Observació Electoral, MOE, obtenidos del Banco de Datos electorales históricos de la Registraduría Nacional
del Estado Civil de los años 1978, 1982 y 1986 y los datos de los años 1990, 1994, 1998 y 2002.

En la tabla anterior se evidencia el predominio electoral de los partidos de derecha desde 1974 hasta el 2002 y un crecimiento poco significativo de los partidos de izquierda a excepción del M-19 en 1990 y del FSP en 2002, pero muy alejados de los partidos victoriosos.

5. Comparación con otros países

Los colombianos se ubican en mayor medida hacia la derecha en el espectro ideológico que la mayor parte de los países latinoamericanos que llevaron a cabo el giro a la izquierda, según la encuesta del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP, en inglés) realizada en 2006 a 19 países de la región.
En el gráfico 1 se muestra que Colombia es el tercer país más derechista luego de República Dominicana y Honduras (Rodríguez-Raga, 2007), tendencia que se modificó con el tiempo, pero ligeramente.

Gráfico 1. Posición ideológica por país, (2006)


Fuente: LAPOP, 2004-2007, citado por Rodríguez-Raga (2007, p. 186).

En la comparación regional, citada por Rodríguez-Raga (2007), la encuesta LAPOP (2006) muestra que los bogotanos entre 2003 y 2007 se ubicaron más a la izquierda en contraste con la región de la Costa Atlántica, la cual se ubicó más hacia la derecha en el espectro ideológico como se muestra en el gráfico 2.
Se localizaron a la izquierda los miembros y simpatizantes del PDA, se consideraron independientes quienes se declararon sin partido (centro del espectro) y quienes se localizaron a la derecha eran miembros y simpatizantes de los partidos tradicionales (Liberal y Conservador).

Gráfico 2. Posición ideológica según región (2006)


Fuente: LAPOP 2004-2007, citado por Rodríguez-Raga (2007, p. 187).

Rodríguez-Raga compara los gobiernos de Colombia, Uruguay y Venezuela, pero el gráfico solo incluye la comparación entre Colombia y Uruguay, para establecer las diferencias ideológicas entre dos países con historias partidarias similares, pero con resultados distintos respecto del giro a la izquierda. El autor describe que mientras en Uruguay se ubican hacia la izquierda quienes evalúan mejor el gobierno de Tabaré Vásquez, en Colombia ocurre lo opuesto: los izquierdistas son quienes evalúan peor el gobierno de derecha de Álvaro Uribe, lo cual es esperable, no obstante, constituye un indicador de las diferencias entre estos dos países como se muestra en el gráfico 3.

Gráfico 3. Evaluación de gobierno según posición ideológica en Colombia y Uruguay (2006)


Fuente: Rodríguez-Raga (2007, p. 188).

Estos dos países, en cambio, coinciden en la posición ideológica según el tamaño del lugar (ciudad). Así, la izquierda es un fenómeno más urbano en ambos países; en ambos los estratos medios acomodados se ubican más hacia la izquierda y los estratos populares más hacia la derecha; en los dos casos la tendencia a la izquierda se corresponde con los estratos más educados (Rodríguez- Raga, 2007, pp. 190-192).
El gráfico 4 muestra un ligero desplazamiento de Colombia hacia la izquierda de 2004 a 2014. Según el Barómetro de las Américas (LAPOP) de 2014, esto es, siete años más tarde, la posición ideológica de Colombia cambia ligeramente pero se mantiene localizada a la derecha de la escala, 7 y respecto de los demás países de América Latina, Colombia pasa de ubicarse en el tercer lugar de los países más derechistas, al sexto lugar en 2014, luego de República Dominicana, Paraguay, Honduras, Venezuela y Costa Rica (gráfico 5).

Gráfico 4. Posición ideológica de Colombia (2004-2014)


Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, citado por García Sánchez, Rodríguez-Raga,
Seligson & Zechmeister (2015, p. 216).

Gráfico 5. Posición ideológica en las Américas (2014)


Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, citado por García Sánchez, Rodríguez-Raga,
Seligson & Zechmeister (2015, p. 179).

Resulta significativo este desplazamiento hacia la izquierda durante estos últimos diez años en el caso de un país que como Colombia estuvo seducido, según los medios de comunicación, por el discurso de derecha, en particular entre los años 2002 y 2010. Este desplazamiento coincide temporalmente con la llegada a Bogotá de gobiernos subnacionales de izquierda y con el proceso de paz con las guerrillas de las Fuerzas Armadas de Colombia–Ejército del Pueblo (FARC-EP) y los esfuerzos del gobierno de Juan Manuel Santos de legitimar ante la opinión pública, a través de los medios de comunicación, la necesidad de llevar a buen término la dejación de las armas y la reinserción a la vida civil de esta guerrilla.

6. Crecimiento electoral histórico (campaña presidencial de 2018)

La última jornada electoral para la presidencia en Colombia en 2018, primera elección sin las FARC-EP, como guerrillas levantadas en armas, la izquierda legal, a pesar de estar dividida, logra atraer un número histórico de votantes.

Tabla 2. Resultados electorales de las elecciones presidenciales de 2018 (primera vuelta)


Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil

Tabla 3. Resultados electorales, de las elecciones presidenciales de 2018 (segunda vuelta)


Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil

En la primera vuelta (27 de mayo de 2018) alcanzó 4.859.069 votos en cabeza de Gustavo Petro por el movimiento “Colombia Humana” y la “Alianza Coalición Colombia” obtuvo 4.602.916 en cabeza de Sergio Fajardo (por la alianza Partido Verde y el Polo Democrático Alternativo), frente al ganador de derecha de “La Gran Alianza por Colombia” con 7.616.857 votos. En la segunda vuelta, el movimiento denominado “Colombia Humana” encabezado por Petro, alcanzó un resultado histórico de más de ocho (8) millones de votos, frente al ganador de derecha que obtuvo más de diez (10) millones de votos (10.406.582). 8
Otro sector de la izquierda, aliado con el fajardismo (movimiento liderado por Sergio Fajardo) y un sector del Polo Democrático Alternativo (PDA), defendió el voto en blanco frente a las opciones de izquierda y derecha y restó así posibilidades para la izquierda de Gustavo Petro; esta opción alcanzó en la segunda vuelta 827.924 votos.

Tabla 4. Resultados electorales de los partidos de izquierda en las elecciones presidenciales entre 1994 y 2018 (en porcentaje)

 

Es por tanto evidente que la izquierda alcanzó en Colombia una cifra electoral nunca antes vista, en un contexto salpicado de situaciones de inseguridad, escándalos de corrupción, polarización entre quienes pretenden modificar los acuerdos de paz con las FARC-EP y quienes lo defienden y especialmente por el asesinato de más de 300 líderes sociales desde 2016.

7. Conclusiones

Existen al menos tres ciclos o etapas por las cuales ha pasado la izquierda legal colombiana desde 1974. Una etapa de auge de los partidos tradicionales y del bipartidismo (1974-1991), una etapa de transición hacia el multipartidismo (1991-2003) y una etapa de resurrección de los clivajes ideológicos gracias a la polarización entre derecha e izquierda (2003-2018).
Los partidos tradicionales de derecha y los partidos de derecha derivados de estos luego de la reforma política de 1991, que creó las condiciones para pasar del bipartidismo al multipartidismo, han predominado en el panorama electoral colombiano, lo que reafirma la hipótesis de un comportamiento “unimodal” en términos ideológicos, contrario a la hipótesis de Queirolo para otros países de América Latina, y obedece igualmente a un patrón de dependencia histórico generado por muy diversas causas.
No obstante, es claro que en algunas ocasiones ha habido saltos significativos en los niveles de votación alcanzados por la izquierda legal colombiana: el primero de ellos en 1990 con el M-19, el segundo en 2003 con Eduardo Garzón, en 2006 bajo el liderazgo de Carlos Gaviria Díaz y en tercer lugar en 2018, a cuya cabeza estuvo Gustavo Petro. Es posible establecer que estos liderazgos tuvieron en común que fueron encarnados por líderes “untainted” o únicos partidos de oposición no contaminados por el poder hasta ese momento, a excepción de Gustavo Petro quien ya había ejercido como alcalde de Bogotá pero que salió indemne en términos de imagen no corrupta. En todos los casos, hubo causas claves para ascender electoralmente, caracterizados por constituir momentos de apertura democrática institucional o agencial: una nueva constitución (1990), reforma política (2003), oposición radical a la reelección de la derecha extrema (2006), y proceso de paz con las guerrillas de las FARCEP (2018). En todos estos casos estos liderazgos representaron el cambio para sus electores.

Notas

1 Esto resulta luego de dividir el número total de votos válidos incluidos votos en blanco por el número de cargo, se asignan a las listas que hayan tenido el mayor número de votos en orden descendente, el número de curules de cada lista será igual a cuántas veces cabe el cociente en el número de votos obtenidos por la lista, en caso de que queden curules por proveer, serán los residuos más altos los que las obtendrán en orden descendente.

2 Se llama así al paso de un partido a otro.

3 De 49.804.240 habitantes, 1.643.676 inscribieron sus cédulas o son potencial población votante.

4 Queirolo se basa en la clasificación ideológica entre derecha, centro e izquierda establecida por Coppedge (1997).

5 Este período no se dio en el caso colombiano, donde no hubo ninguna experiencia populista y la ISI fue muy moderada. El evento que quebranta este path dependende regional en Colombia es el asesinato del candidato presidencial liberal populista Jorge Eliécer Gaitán en 1948 a raíz de lo cual emerge el período llamado “La violencia” entre liberales y conservadores.

6 El FN fue una figura político-jurídica de pacto y alternación en el poder entre los partidos tradicionales Liberal y Conservador. Pese a acciones de preparación para la transición del régimen del FN hacia uno más competitivo, el art. 120 de la Constitución mantiene “[l]a participación justa y equitativa del segundo partido en votación”, lo que en la práctica limitaba la participación de terceros partidos.

7 El concepto de ideología según el Barómetro de las Américas (LAPOP) se fundamenta en la siguiente pregunta: de 1 a 10 que va de izquierda a derecha en la que 1 significa izquierda y 10 derecha, según el sentido que tengan para usted izquierda y derecha, cuando piensa sobre su punto de vista político ¿dónde se encontraría usted en esta escala?

8 De 49.804.240 habitantes, 19.643.676 inscribieron sus cédulas.

 

Referencias bibliográficas

1. Arnson, C., Roberts, K., Bethell, L., Mayorga, R. A., Kraufman, R., Agüero, F., Armony A., Hershberg, E. & Russell R. (2007). The New Left’s and Democratic Governance in Latin America. En C. Arnson y J. R. Perales (Eds.), The New Left’s and Democratic Governance in Latin America. Washington: Woodrow Wilson International Center for Scholars. Latin American Program.

2. Beasly-Murray, J., Cameron, M. A & Hershberg, E. (2010). Latin America’s Left Turns: A Tour d’Horizon. En M. A. Cameron y E. Hershberg (Eds.), Latin Americas Left Turns: Policies, and Trajectories of Change. Boulder, Londres: Lynne Rienner Publishers Inc.

3. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2003). La política importa. En J. M. Payne et. al., Democracia y desarrollo en América Latina. Washington: Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral.

4. Burgess, K. & Levitsky, S. (2003). Explaining Populist Party Adaptation in Latin America. Environmental and Organizational Determinants of Party Change in Argentina, México, Perú and Venezuela. Comparative Political Studies, 36(8), pp. 881-911.

5. Batlle, M. & Puyana, J. R. (2013). Reformas políticas y partidos en Colombia: cuando el cambio es la regla. Politai: Revista de Ciencia Política, (7), año 4, segundo Semestre, pp. 73-88.

6. Cameron, M. A. & Hershberg, E. (Eds.). (2010). Latin America’s Left Turns. Politics, Policies and Trajectories of Change. Boulder, Londres: Lynne Rienner Publishers Inc.

7. Castro Agudelo, S. J. (2012). Del dicho al hecho: reformas políticas y sistema de partidos en Colombia 2002-2010. Transformaciones en el sistema de partidos en Colombia a partir de las reformas políticas de 2003 y 2009 y la reelección presidencial. Bogotá: Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.

8. Coppedge, M. (1997). The Dynamic Diversity of Latin American Party Systems. Paper Prepared for Delivery at the 1997 meeting of the Latin American Studies Association. April 17-19. Recuperado el 21 de mayo de 2019 de: http://lasa.international.pitt.edu/lasa97/coppedge.pdf.

9. Correa, M. E. y Cañón, N. (2008). Análisis comparativo de las elecciones presidenciales y de Congreso de 2002 y 2006 y de los partidos políticos en relación con el impacto de la reforma política de 2003. Bogotá: Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.

10. Duque Daza, J. (2011). La oposición de izquierda en el Frente Nacional prolongado, 1974-1986. El caso del Partido Comunista colombiano. En J. Guerrero Barón y O. Y. Acuña (Comps.), Para reescribir el siglo XX. Memoria, insurgencia, paramilitarismo y narcotráfico. Bogotá: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia/Carreta Editores.

11. García Sánchez, M., Rodríguez-Raga, J. C., Seligson, M. A. & Zechmeister, E. J. (2015). Cultura política de la democracia en Colombia, 2014. Dilemas de la democracia y desconfianza institucional en el marco del proceso de paz. Universidad de los Andes/Observatorio de la Democracia/Centro Nacional de Consultoría.com/LAPOP/Americas Barometer/ Vanderbilt University/USAID del pueblo de los Estados Unidos de América. Recuperado el 21 de mayo de 2019 de: http://www.vanderbilt.edu/lapop/colombia/AB2014_Colombia_Country_Report_v21_revised_W_06042015.pdf.

12. Gechem Sarmiento, C. E. (2005). El congreso colombiano a partir de 1991. Revista Temas de Derecho Público, (73).

13. Handlin, S. & Collier, R. B. (2011). The Diversity of Left Party Linkages and Competitive Advantages. En S. Levitsky y K. M. Roberts (Eds.). The Resurgence of the Latin American Left. Baltimore: The Johns Hopkins University Press.

14. Hoskin, G. & García Sánchez, M. (2006). La reforma política de 2003 ¿La salvación de los partidos políticos colombianos? Bogotá: Departamento de Ciencia Política, Universidad de Los Andes/Fundación Konrad Adenauer/London School of Economics and Political Science.

15. Jaramillo, J. & Franco-Cuervo, B. (2005). Colombia. En D. Nohlen (Ed.), Elections in the Americas. A data Handbook. Volume 2: South America. Oxford: Oxford University Press.

16. Mahoney, J. (2000). Path Dependence in Historical Sociology. Theory and Society, 29(49), pp. 507-548.

17. Levitsky, S. & Roberts, K. M. (2011). The Resurgence of American Left. Baltimore: The John Hopkins University Press.

18. Luna, J. P. (2007). Frente Amplio and the Crafting of a Social Democratic Alternative in Uruguay. Latin American Politics and Society, 49(4), pp. 1-30.

19. Mayorga García, F. (1996). Ley 30 de 1994, por la cual se dicta el estatuto de los partidos y movimientos políticos, se dictan normas sobre su financiación y la de las campañas electorales y se dictan otras disposiciones. Santafé de Bogotá: Consejo Nacional Electoral, presidente Oscar Jiménez Leal, RNEC, p. 291.

20. Mazzuca, S. (2012). The Rise of Rentier Populism. Journal of Democracy, 24(2), pp. 108-122.

21. Murillo, M., Oliveros, V. & Vaishnav, M. (2011). Economic Constraints and Presidential Agency. En S. Levitsky y K. M Roberts (Eds.) The Resurgence of the Left in Latin America. Baltimore: Johns Hopkins University Press.

22. Navarro Wolf, A. (2001). La constitución y la política. Revista trimestral de la Fundación Foro Nacional por Colombia, (41), julio, p. 4.

23. Pécaut, D. (2006). Crónica de cuatro décadas de política colombiana. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

24. Queirolo, R. (2013). The Success of the Left in Latin America. Untainted Parties, Market Reform and Voting Behavoir. Notre Dame, Indiana: University of Notre Dame.

25. Registraduría Nacional del Estado Civil. (s/f). Histórico de resultados. Recuperado el 11 de febrero de 2019 de: https://www.registraduria.gov.co/-Historico-de-Resultados,3635-.html.

26. Rodríguez Garavito, C. A. (2005). La nueva izquierda colombiana: orígenes, características y perspectivas. En C. Rodríguez Garavito, P. Barrett y D. Chávez (Eds.), La nueva izquierda en América Latina. Sus orígenes y trayectoria futura. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

27. Rodríguez Garavito, C., Barrett, P. & Chávez, D. (Eds.). (2005). La nueva izquierda en América Latina. Sus orígenes y trayectoria futura. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

28. Rodríguez-Raga, J. C. (julio-diciembre, 2007). Izquierdas y derechas en Colombia. Una mirada rápida a los rasgos sociodemográficos del espectro ideológico del país. Revista Colombia Internacional, (66).

29. Rhodes, R. A. W., Binder, S. A. & Rockman B. A. (2006). The Oxford Handbook of Political Institutions. Oxford: Oxford University Press.

30. Samuels, D. (2004). From Socialism to Social Democracy: Party Organization and the Transformation of the Workers’ Party in Brasil. Comparative Political Studies, 37(9), pp. 999-1024.

31. Sartori, G. (1992). Partidos y sistemas de partidos. Marco para un Análisis (versión española de F. Santos Fontanela). Madrid: Alianza Universidad.

32. Weyland, K. (2009). Leftist Governments in Latin America. Success and Shortcomings. Nueva York: Cambridge University Press.

33. Weyland, K., Madrid, R. L., & Hunter, W. (Eds.). (2010). Leftist Governments in Latin America. Successes and Shortcomings. Washington: Cambridge Studies in Comparative Politics, University of Washington.

34. Villarraga Sarmiento, Á. (2006a). Pluralización política y oposición. En E. Pizarro Leongómez, A. Villarraga Sarmiento y F. Gutiérrez Sanín (Eds.). La oposición política en Colombia. Bogotá: IEPRI/FESCOL.

35. Villarraga Sarmiento, Á. (2006b). El Polo Democrático Alternativo: el reto de forjar un proyecto de oposición democrático y civilista. Revista Foro, (58), pp. 37-54.

36. Yashar, D. J. (2005). The Argument. Indigenous Movilization in Latin America. In Contesting Citizenship in Latin America. Cambridge: Cambridge University Press.

37. Yashar, D. J. (2011). The Left and Citizenship Rights. En S. Levitsky y K. Roberts (Eds.) The Resurgence of the Latin American Left. Baltimore: The Johns Hopkins University Press.

Fecha de recepción: 11/02/2019
Fecha de aceptación: 15/04/2019