Manganas, Nicholas. “Reseña de Hablo por mi diferencia: Articulaciones del yo en las culturas homosexuales hispanoamericanas de los siglos XX y XXI, de Dieter Ingenschay”. Anclajes, vol. XXIX, n.° 2, mayo-agosto 2025, pp. 183-85.

https://doi.org/10.19137/anclajes-2025-29214 


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RESEÑAS CRÍTICAS

 

Hablo por mi diferencia: Articulaciones del yo en las culturas homosexuales hispanoamericanas de los siglos XX y XXI

Ingenschay, Dieter

Iberoamericana, Vervuert, 2024, 214 páginas.

ISBN: 978-84-9192-439-5

ISBN: 978-3-96869-595-2

En Hablo por mi diferencia, Dieter Ingenschay desarrolla una amplia e incisiva exploración de las disidencias sexuales en las literaturas mexicana, cubana y argentina, que se centra en la evolución del yo y la identidad sexual en diversos contextos culturales e históricos. Mediante los ocho ensayos reunidos en esta obra, Ingenschay presenta una visión personal sobre la diversidad y riqueza de las representaciones de la disidencia sexual en Hispanoamérica, y destaca cómo estos fenómenos culturales han evolucionado y han pasado de una perspectiva gay más limitada a un entendimiento más amplio e inclusivo de las identidades LGBTQ+ en los últimos cuarenta años.

Al evocar la frase Hablo por mi diferencia –tomada del poema “Manifiesto” (1986) de Pedro Lemebel–, Ingenschay subraya la importancia de la autoexpresión y autodefinición para las voces marginadas. La obra de Lemebel, reconocida por su representación vívida de los marginados y su desafío a las nociones hegemónicas de género y sexualidad, se convierte, en esta pieza, en un referente central para Ingenschay, ya que ejemplifica el trayecto de un marco de expresiones individuales de identidad a una articulación colectiva e inclusiva del disenso sexual. El libro ofrece una visión panorámica de cómo las experiencias traumáticas, los cambios sociales y políticos y las luchas por la emancipación han influido en las narrativas de la disidencia sexual en Hispanoamérica. Así, Ingenschay, en esta obra, pone de relieve la importancia de estas representaciones en la construcción de una cultura inclusiva y diversa.

El autor, Dieter Ingenschay, es un académico destacado en estudios hispánicos, reconocido por sus amplias contribuciones a las literaturas contemporáneas española y latinoamericana, así como a las narrativas posmodernas y postdictatoriales, los estudios de género, la teoría queer y la literatura urbana. Esta trayectoria académica se refleja en Hablo por mi diferencia, en el cual su investigación interdisciplinaria demuestra un compromiso con enfoques innovadores y transdisciplinarios, lo que sitúa su obra a la vanguardia de los estudios culturales hispánicos.

Uno de los temas centrales en el trabajo de Ingenschay es la intersección entre masculinidad e identidad nacional y cómo las crisis de masculinidades emergen en momentos históricos cruciales. Ingenschay analiza cómo, tras la independencia en el siglo XIX y a finales del siglo XX—marcados por movimientos poscoloniales y postdictatoriales, la pandemia del SIDA y el cuestionamiento de los roles de género—las masculinidades en Hispanoamérica enfrentaron crisis significativas que desafiaron las construcciones tradicionales de género. Examina cómo la masculinidad hegemónica se construyó para simbolizar la fuerza nacional y contribuyó a perpetuar estructuras coloniales de poder y exclusión social. Destaca figuras como Juan Rafael Allende y Nicolás Palacios quienes promovieron una visión de la masculinidad que combinaba elementos indígenas y europeos, creando así el ideal del “gótico araucano”. Según Ingenschay, las masculinidades hegemónicas en Chile no solo fueron una respuesta a las necesidades de construcción nacional poscolonial, sino además una forma de perpetuar estructuras de poder y exclusión social, reflejadas en la literatura y la cultura chilena de la época.

Ingenschay también analiza obras literarias como El matadero (1871) de Esteban Echeverría, donde se pone de relieve la interconexión entre masculinidad y poder autoritario, y muestra cómo la violencia refuerza la masculinidad hegemónica y refleja ansiedades sobre la estabilidad y la soberanía. Ingenschay reflexiona cómo en Cuba, se buscaba redefinir la masculinidad con el ideal revolucionario del “Hombre Nuevo”. Esto marginó a quienes no se ajustaban a normas de género rígidas y evidenció tensiones entre los ideales revolucionarios y las identidades personales. Asimismo, analiza las obras de José Donoso, como Historia personal del ‘boom’ (1972) y El jardín de al lado (1981), para ilustrar de qué modo los movimientos culturales dominantes excluyen voces disidentes y cómo la identidad es un espacio de conflicto y resistencia. Además, su estudio de Mario Vargas Llosa, que incluye novelas como Historia de Mayta (1984) y El sueño del celta (2010), muestra cómo las sexualidades disidentes se entrelazan con identidades nacionales y contextos sociopolíticos y pone en cuestión las contradicciones en las construcciones hegemónicas de masculinidad en América Latina.

Un componente importante del trabajo de Ingenschay es su enfoque en el trauma y la memoria y las formas en que estos elementos moldean las narrativas de identidad sexual y disenso. Al centrarse en eventos como la crisis del SIDA y la represión política en Cuba, Ingenschay analiza cómo la literatura sirve como medio para expresar y soportar el sufrimiento de las comunidades LGBTQ+, especialmente en las obras de Severo Sarduy y Reinaldo Arenas. Con estos textos, demuestra cómo el SIDA se convierte en una metáfora de la exclusión social y cómo la literatura cubana transforma el dolor en una crítica poderosa contra las políticas homofóbicas del estado, y enriquece así la teoría queer y nuestra comprensión del disenso sexual en América Latina.

Ingenschay dedica especial atención a Pedro Lemebel y explora su doble rol como performer y escritor para mostrar cómo sus obras funcionan como actos de resistencia contra la represión sociopolítica en Chile. Analiza los modos en que Lemebel, mediante performances como las de Las Yeguas del Apocalipsis y escritos como “Manifiesto”, utiliza su cuerpo y su voz autobiográfica para desafiar el orden heteronormativo y la homofobia política, subvertir conceptos tradicionales de masculinidad y afirmar una ética queer basada en el pacifismo y la resistencia. Ingenschay argumenta que Lemebel no abandonó la performance al dedicarse a la escritura, sino que reconfiguró elementos performativos en sus crónicas, lo que lo posiciona como una figura clave en la reimaginación de la estética queer en América Latina y destaca el potencial transformador de su obra en la articulación de identidades alternativas y la crítica a estructuras hegemónicas.

El libro culmina al examinar cómo la literatura y el cine contemporáneos han reimaginado Santiago de Chile como una ciudad queer y se centra en creadores como Lemebel, Pablo Simonetti, Alberto Fuguet y Sebastián Lelio. Ingenschay analiza cómo estas obras representan las experiencias LGBTQ+ en el paisaje urbano y explora las intersecciones de espacio, identidad y poder. Estudia el impacto del neoliberalismo, la tecnología y las disparidades socioeconómicas en la comunidad queer, y destaca cómo estos factores influyen en la inclusividad, la asimilación y la mercantilización de las identidades queer en Santiago. Asimismo, refleja las complejidades de habitar un espacio urbano que es simultáneamente empoderador y opresivo.

En el panorama más amplio de los estudios queer y la crítica literaria latinoamericana, Hablo por mi diferencia emerge como una obra seminal que entrelaza realidades locales y marcos teóricos globales. La exploración exhaustiva de Ingenschay sobre las sexualidades disidentes ofrece importantes perspectivas sobre cómo la literatura y otras expresiones culturales sirven de catalizadores del cambio social. Al situar su análisis dentro de contextos históricos y sociopolíticos específicos, Ingenschay no solo amplifica voces marginadas, sino que, también, desafía narrativas dominantes que históricamente han excluido o malinterpretado las experiencias LGBTQ+. Hablo por mi diferencia se erige como un testimonio del compromiso de Ingenschay con la erudición ética y su dedicación a dar voz a quienes a menudo son silenciados en el discurso académico. Su trabajo enriquece el campo de los estudios LGBTQ+ dentro de los contextos hispánicos y resuena con las luchas universales por el reconocimiento, la igualdad y la justicia. La colección de Ingenschay es más que un examen académico; es un acto de solidaridad y un llamamiento para reconocer y abrazar la diferencia. Al hacerlo, no solo contribuye significativamente al debate académico, sino que, también, inspira conversaciones continuas sobre el papel del arte y la erudición en la defensa de comunidades marginadas en Latinoamérica.

Nicholas Manganas

University of Technology Sydney (UTS)

Australia

ORCID: 0000-0001-6121-2531