Pisano, Juan Ignacio y María Vicens. “Imaginarios plebeyos: ficciones, cultura popular y consumo en la construcción de la literatura argentina”. Anclajes, vol. XXIX, n.° 2 mayo-agosto 2025, pp. 1-13.

https://doi.org/10.19137/anclajes-2025-2921


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional

DOSSIER

Imaginarios plebeyos: ficciones, cultura popular y consumo en la construcción de la literatura argentina

Plebeian imaginaries: fictions, popular culture and consumption in the construction of Argentine literature

Imaginários plebeus:  ficções, cultura popular e consumo na construção da literatura argentina

Juan Ignacio Pisano

Universidad de Buenos Aires - CONICET

Universidad Nacional de Hurlingham

Argentina

pisano.juan@gmail.com

ORCID: 0000-0001-8989-2022

María Vicens

Universidad de Buenos Aires - CONICET

Argentina

mavicens@gmail.com

ORCID: 0000-0003-2928-1283

Fecha de Recepción: 15/09/2024 | Fecha de Aceptación: 30/09/2024

Resumen: Los estudios sobre lo plebeyo, lo popular y las derivas del significante pueblo han tenido un sostenido flujo en los últimos años. Se propone para esta inflexión la denominación giro popular que se vincula a apariciones previas de estas problemáticas, pero bajo una forma de realización que tiene como rasgo principal una politización más. Se presenta una serie de trabajos que se vinculan a esta área de estudios y se propone, desde la escritura y la investigación académicas, un modo de intervención y de reflexión que se piensa en tiempo presente, a partir de la coyuntura en la que se encuentran las humanidades. Para ello, los artículos incluidos trabajan sobre objetos literarios disímiles de épocas diversas bajo la convicción de que un estudio como el encarado solo puede arribar a buen puerto bajo perspectivas y temporalidades múltiples y plurales.

Palabras clave: Literatura argentina; Estudios culturales; Popular; Siglos XIX y XX.

Abstract: Studies on the plebeian, the popular and the drifts of the significant “people” have had a sustained flow in recent years. For this inflection is proposed the name “popular turn, which is linked to previous appearances of these problems, but as a form of realization whose main feature implies a further politicization. It is presented a series of works linked to this area of ​​studies that, from academic writing and research, a way of intervention and reflection that is thought in the present time, based on the current situation which the humanities meet. To this end, the articles included work on dissimilar literary objects from diverse periods with the conviction that a study such as the one undertaken can only be successful under multiple and plural perspectives and temporalities.

Key words: Argentine literature; Cultural Studies; Popular; 19th and 20th Centuries.

Resumo: Os estudos sobre o plebeu, o popular e as derivas dos povos significativos tiveram um fluxo sustentado nos últimos anos. Para esta inflexão, propõe-se a denominação “virada popular”, que está ligada a surgimentos anteriores desses problemas, mas sob uma forma de concretização que tem como principal característica uma maior politização. É apresentada uma série de trabalhos vinculados a esta área de estudos que, a partir da escrita e da pesquisa acadêmica, um modo de intervenção e reflexão que se pensa na atualidade, a partir da situação atual que se vive, as humanidades se encontram. Nesse sentido, os artigos incluíram trabalhos sobre objetos literários díspares de épocas diversas, sob a convicção de que um estudo como o empreendido só pode se concretizar sob perspectivas e temporalidades múltiplas e plurais.


Palavras-chave: Literatura argentina; Estudos culturais; Popular; Séculos XIX e XX.

El pueblo, la política y el eterno retorno de lo nuevo

El 1 de marzo de 2024, Javier Milei inauguró el periodo de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación con un gesto disruptivo, acorde a las consignas y performances que lo llevaron a la presidencia: tras un breve discurso dentro del recinto donde fustigó a “la casta”, se ubicó en un podio de espaldas al edificio de ambas cámaras con el fin de hablar de modo directo a las personas que se habían congregado en la plaza para escucharlo. “Hoy comienza una nueva era en la Argentina”, prometió, en un discurso cargado, como era de esperarse, de cifras, referencias económicas y críticas al gobierno anterior, mientras el público coreaba enfurecido todos sus hits de campaña: “Motosierra”, “La casta tiene miedo”, “No hay plata”, “Viva la libertad carajo”, sin olvidar clásicos de siempre como “Milei, querido, el pueblo está contigo”. La escena que narraron las cámaras de televisión buscaron mostrar el vínculo que, según los politólogos, constituye la clave del éxito de Milei: la relación directa del líder con la gente, en contraposición a una clase política en decadencia. Ese vínculo nada tiene de nuevo, como tampoco define en sí mismo una orientación ideológica o un conjunto de decisiones políticas. Ha sido, por el contrario, uno de los modos de construcción de poder en la historia argentina, sin pertenecer, en su realización, a ninguna orientación política o estamental. De nuevas eras y refundaciones está hecha la historia de este país, un eterno retorno de lo nuevo en el que el pueblo, como diría Ernesto Laclau, es siempre el significante en disputa. 

Desde ya, no es pretensión de este dossier discutir las políticas del presente gobierno, ni siquiera su retórica o sus modos de comunicación, aunque sí llamar la atención sobre la actual coyuntura y las diversas formas en que los sentidos de lo popular y lo plebeyo se tensionan ante una nueva inflexión de lo que en su momento llamamos el giro popular en las humanidades y las ciencias sociales (Pisano y Vicens). Lejos de difuminarse, las preguntas por qué es el pueblo y quién lo representa están hoy más vigentes que nunca, así como lo están los debates ideológico-políticos y los imaginarios que estos interrogantes han puesto en juego en la constitución de la Argentina como nación. Por eso, en este país, el pueblo es siempre una pregunta latente que se reactiva y redefine ante cada “nueva era”, creemos indispensable volver a la historia y a la literatura del pasado, lejano y reciente, a su espesura, llena de contradicciones y zonas ciegas (Montaldo Zonas ciegas), para entender mejor el presente y para, al mismo tiempo, proyectar otras posibilidades respecto a lo que vendrá, multiplicándolas —aspecto que constituye, en el mejor de los casos, el objetivo de las investigaciones en el ámbito universitario de cualquier disciplina; motivo por el cual, sostenemos, nuestros campos de trabajo están sufriendo un embate tan potente—. Los textos que integran este dossier toman como punto de partida estos interrogantes en torno a las diversas configuraciones de lo popular en la literatura argentina para indagar en aquellos imaginarios plebeyos que alimentaron y alimentan nuestras ficciones desde miradas que buscan repensar, de modos particulares, ese significante en disputa.

Una pasión crítica argentina

Puede decirse, en relación al tema que nos convoca en la conformación de este dossier, que lo popular y lo plebeyo resultan constitutivos para una comprensión del significante pueblo y sus derivas en el marco de un estado-nación moderno y, especialmente, esto es visible para el caso argentino, que se incluye, a su vez, en un contexto mayor que es lo latinoamericano. Ya sea por el relato del origen de nuestro país, de la mano de la mirada historiográfica que afinca Bartolomé Mitre en el imaginario nacional con sus biografías de José de San Martín y de Manuel Belgrano, sea por la canonización del Martín Fierro, por el lugar del inmigrante entre fines del siglo XIX y principios del XX —y sus continuas reapariciones bajo formas de exclusión xenófobas—, por la disputa sarmientina de la civilización y la barbarie o por la aparición del cabecita negra como sujeto de descarte y objeto de racismo en el marco del peronismo clásico, lo popular y lo plebeyo se despliegan en el interior de los debates culturales y políticos más contundentes por los que atravesó la historia de nuestro país desde sus orígenes. En efecto, esos derroteros de nuestra cultura se afincan alrededor de la idea de que “la Argentina está fundada sobre la invención de un mundo plebeyo amenazante y la promesa de defendernos de esa amenaza” (Semán 13), una invención que tiene como correlato el rol central que tuvieron los sectores populares en el proceso de constitución de la cultura argentina desde el proceso revolucionario (Di Meglio, Palti) en adelante. Algo se agita en cierta ontología de lo argentino y eso conlleva los tonos de lo plebeyo y se disemina bajo la potencia de lo popular.

En las últimas décadas, esa agitación ha tenido un renovado brío. En otro lugar (Pisano y Vicens) hemos considerado que la publicación de La Argentina en pedazos, de Ricardo Piglia, implicaba un mojón articulador para pensar cierta renovación, cierto impulso para un giro popular en el campo de los estudios literarios locales. Allí, en la propuesta del autor de Respiración artificial ya asomaban preguntas que resuenan en nuestro trabajo y que aquí retomamos bajo una reformulación y una ampliación: ¿Cómo se compone y se disputa, el elusivo referente del significante pueblo y quién ostenta la capacidad de representarlo y/o de hegemonizarlo: la cultura popular, la cultura letrada, la cultura letrada imitando a la popular, compuestos híbridos donde lo uno se alimenta de lo otro? ¿Qué lugar ocupa la literatura en esos debates y en sus posibilidades de ser imaginados? ¿Cómo se posicionan los escritores y las escritoras frente a ese pueblo y esa cultura en distintos momentos de nuestra historia? ¿De qué manera los consumos populares atienden a estas cuestiones? Y, sobre todo, ¿cómo analizar la historia de esos lenguajes desde el presente bajo una mirada académica, un presente atravesado por derivas críticas y teóricas que provienen de y vuelven, como modos de intervención, sobre esos problemas que desde otras épocas y otras temporalidades asedian las posibilidades actuales de interpretación?

Si el interés por lo popular ha sido una constante en el campo de los estudios críticos sobre literatura argentina, por lo menos, desde los trabajos de Ernesto Quesada sobre el criollismo y la fundamental Historia de la Literatura Argentina de Ricardo Rojas en adelante, pasando por trabajos insoslayables como los de David Viñas, Adolfo Prieto, Josefina Ludmer y Beatriz Sarlo, las primeras décadas de este siglo han mostrado un renovado interés por volver a indagar en el mundo de la cultura popular y en la cultura masiva desde nuevas perspectivas historiográficas y críticas que se proponen repolitizar estas nociones. Mientras que, por un lado, trabajos como los de Gabriel Di Meglio, Elías Palti, Raúl Fradkin, Ezequiel Adamovsky y Magdalena Candioti, por mencionar algunos del lado de la historiografía, han abordado el pasado argentino desde una perspectiva que repiensa el rol de las clases populares en la constitución de la comunidad nacional, mostrando en sus análisis la diversidad de ese campo tanto desde el punto de vista étnico, como económico, social y cultural; por otro lado, los análisis de Graciela Montaldo (Museo del consumo), Carlos Gamerro, Juan Pablo Dabove, Fermín Rodríguez, Alejandra Laera, Jaime Peire, Gabriel Giorgi, Mariano Dubin, Guillermo Korn, entre otros, han vuelto a interrogar la tradición literaria argentina desde abordajes que reubican lo plebeyo, la cultura popular y la cultura de masas en el centro de la escena, a la luz de los nuevos diálogos que estos críticos han trazado con las propuestas de autores como Jacques Rancière, Georges Didi-Huberman, Ernesto Laclau, Giorgio Agamben, Roberto Esposito, Judith Butler (Cuerpos aliados, Cuerpos que importan), en torno a la categoría de pueblo y las relaciones entre literatura, identidad y política. En este contexto, investigaciones más recientes como las de Nicolás Suárez, Loreley El Jaber, Graciela Batticuore, María Vicens, Juan Ignacio Pisano, María Laura Romano, Martín Pérez Calarco y Guido Hercovich, entre otras, se hacen eco desde distintas perspectivas de estos nuevos debates y abordajes críticos, para pensar el amplio espectro de problemas que emergen en torno a los imaginarios plebeyos en la tradición literaria argentina y colonial rioplatense, sobre todo cuando se abordan en diálogo con otras prácticas artísticas (el cine, el teatro, la radio), dispositivos y soportes. 

Los estudios sobre la prensa se han convertido en uno de los campos más fructíferos en el que se evidencia este giro popular, ya que se articulan sobre una doble basculación: la prensa fue el motor indiscutible de la literatura, no solo argentina sino latinoamericana, durante el siglo XIX (Goldgel); pero también ha sido un espacio de estudios que excede a los literarios, ya que también es importante en la historiografía. Esas zonas de contacto provocan agenciamientos que hacen de la interdisciplinariedad otro de los rasgos de este giro popular. En una nota al pie de El género gauchesco, de Josefina Ludmer —un libro que, además, es clave en la renovación que, como señalamos, se produce en este caso con la vuelta de la democracia—, ella se declara deudora, historiográficamente, de Revolución y guerra, de Tulio Halperin Donghi. En ese sentido, los canales de diálogo y confluencia entre la crítica literaria, la historia, la antropología, entre otras disciplinas posibles, son parte constitutiva de este giro popular que, para realizarse, requiere de perspectivas múltiples.

Este giro implica, además, una politización en los estudios que se erige ante un elemento de los estudios culturales que ya había sido mencionado (Grüner, Jameson y Zizek); esto es, que el multiculturalismo que se desprende de ese campo de trabajo, en muchas ocasiones, tiende a homogeneizar lo que de por sí acontece como heterogéneo y configura categorías abarcadoras —mujeres, pueblo, entre otras— cuyo uso trae como consecuencia un relativismo apaciguador de las propias configuraciones culturales que pretende poner en cuestión. Como señala Eduardo Viveiros de Castro, antes que “la bella diversidad cultural” se puede optar por “tomar la multiplicidad en la cultura, la cultura en cuanto multiplicidad” (58). El problema, así expuesto, no es simplemente metodológico, sino político en cuanto se pone en juego el debate en torno a cómo construir conocimiento y qué implicancias tienen los objetos de estudio que se postulan. La politización que surge en los últimos años debe ser pensada como una respuesta a esa tendencia que ha predominado en la academia estadounidense, pero no solo allí, sino también en otros espacios que toman a esas instituciones como puntos de referencia subordinando, en muchos casos, sus propios intereses a los que predominan en aquellas. Las investigaciones individuales y grupales que dieron lugar a la publicación de este dossier buscaron indagar y ampliar los diversos sentidos de lo popular y lo plebeyo desde este enfoque.

         

Plebe, plebeyo, popular, pueblo: algunas precisiones

El concepto de lo plebeyo, con arraigo en usos críticos y políticos del presente, es un aspecto sobre el que vale la pena detenerse. Porque, en definitiva, ¿qué sería lo plebeyo tan mentado en este dossier? El término hunde sus raíces en el periodo colonial y se asocia con el significante plebe. Esa historicidad implícita del término conlleva significados y formas de actuación que presentan ciertas ventajas por sobre otros conceptos afines o semejantes. Al mismo tiempo, permite configurar formas de la temporalidad que escapan a cierto sentido común evolutivo, ya que mediante su uso en tiempo presente se avecinan restos de significación de temporalidades otras, como la propia temporalidad colonial. Plebeyo y plebe, a su vez, implican, al menos, dos cuestiones a considerar. Son términos abarcativos que engloban un conjunto heterogéneo cuyo común denominador es su oposición a otros términos, como el de elite, gente decente, gente de bien. Plebe y plebeyo arrastran en el discurso una determinada posición de marginalidad que se revela en cualquiera de sus usos. Los integrantes de la plebe son vistos desde esos otros sectores y esa mirada bajo una diferenciación jerárquica, un nosotros que se piensa por encima de un ellos perturbador y/o minorizado. Los aspectos que pueden reunir a diversos sectores dentro de la pluralidad de la plebe resultan numerosos, y van desde “su color, su ocupación…, su pobreza material, su situación de dependencia, su imposibilidad de acceso a las áreas de decisión política, su analfabetismo” (Di Meglio 18), entre otras cuestiones.

Aquí interesa esa capacidad de reunir lo heterogéneo ya que de lo contrario habría que trabajar con conjuntos más específicos de modo aislado, como podrían ser el gaucho, la negritud, la obrera, la iletrada, entre muchas otras particiones posibles. Si bien esa heterogeneidad así reunida podría suponer cierta imprecisión para otros tipos de estudios, no ocurre lo mismo aquí ya que de lo que se trata es de pensar a la plebe en virtud de su condición heterogénea y, al mismo tiempo, en cuanto parte de un pueblo del cual es excluida o al cual perturba por su sola presencia, pero al que aspira a pertenecer con base en la promesa de igualdad abierta por la Revolución de Mayo (teniendo en cuenta el arco temporal que aquí se recorta). Es decir que es esa capacidad de reunir mediante una posición en lo social que lo define o imagina como perteneciente a un sector definido, antagónico de otro(s), aquello que le otorga contundencia y operatividad al concepto. Así, plebe/plebeyo remiten a ese sector que se opone, como grupo, a un conjunto de subjetividades total o parcialmente hegemónicas o privilegiadas en cierta coyuntura histórica. Por ejemplo, un hombre culto de la elite presenta un rasgo de mayor condición hegemónica en la sociedad que una mujer de su mismo grupo que, dada su condición de mujer, ocupa una posición de subalternidad relativa a su singularidad de género; pero ambos, por igual, se diferencian de la plebe y a lo plebeyo, con lo cual incluso la idea de subalternidad resulta insuficiente para designar a esa existencia heterogénea de lo humano, más allá de que el criterio de lo subalterno pueda funcionar como un aporte destacable.

Al mismo tiempo, el termino plebeyo, es decir, la inflexión adjetiva de plebe devenida, en ocasiones, sustantivo, abre otro tipo de derivas semánticas ya que alguien no perteneciente a la plebe puede, sin embargo, tener consumos plebeyos, como ante cualquier forma de cultura popular, o producir literatura para o sobre la plebe. El caso emblemático es la poesía gauchesca y, junto con ella, la extensa deriva de versiones literarias y artísticas a las que ha dado lugar a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad, en versiones teatrales, radiofónica, musicales, fílmicas, literarias. Pero, también, otras inflexiones de lo popular en la literatura argentina que se inscriben en el mundo plebeyo, en especial aquellas que han florecido a la sombra de aquel mundo viril protagonizado por la figura del gaucho, como es el caso de las poetisas, las recitadoras y cantoras de principios de siglo XX. En este punto, nos interesan no solo los momentos de emergencia de estos imaginarios, sino también los modos en que se ven revitalizados, hibridados y refuncionalizados en distintos momentos de la historia argentina y el porqué de estas reemergencias.

En relación con el término popular, que hemos venido usando, cabría decir que sus valencias de significación oscilan entre dos cristalizaciones posibles que, sin embargo, no se oponen sino que se contaminan y retroalimentan a partir de su uso en situaciones específicas: de un lado, opera como manifestación de algo que resulta masivo o amplio en su llegada a un conjunto de consumidores; y, por otro lado, actúa en tándem con la idea de lo plebeyo al desplegar su capacidad de referir a un sector bajo, en términos de clase, de la sociedad.

La plebe y lo plebeyo presentan, entonces, un vínculo decisivo en la cultura argentina —pero no solo aquí— respecto de otro significante clave en esta historia: pueblo. Plebe y pueblo no coinciden, pero el primero de los significantes está incluido en las posibilidades de significación del segundo. Una somera revisión del término pueblo, recurriendo, por caso, al diccionario, señala que pueblo y plebe presentan un cierto campo semántico común, un territorio significante compartido. Pero también acontecen entre pueblo y plebe efectos de sinonimia, aunque no se dé una coincidencia plena dado que, más allá de esa zona de contacto, el primero de los términos excede al segundo y no siempre lo incluye. Esto último se da, por ejemplo, cuando se piensa alguna forma de pueblo vinculada al cumplimiento de criterios raciales, culturales o de clase que arrastran formas de segregación. La inclusión de la plebe, o de una parte diferencial de esta, en la idea de pueblo implica operaciones políticas, culturales y literarias; el caso paradigmático de esa situación se observa en el lugar que el gaucho ocupa en el andamiaje simbólico de la Nación Argentina.

Nación es otro de los términos que no deben dejarse afuera de este debate porque si bien esta palabra presenta un vínculo intrínseco con la idea de pueblo en los estados modernos, plebe acecha y, a la vez, resulta acechada por la nación dada la potencia excluyente que presenta su conformación histórica y sus posibilidades de construir narraciones hegemónicas sobre la comunidad que la constituye y que, a la vez, funda. La plebe alude a esa parte del pueblo de la nación que es necesario incorporar por domesticación, excluir por barbarie o enarbolar como sujeto de una liberación o una emancipación.

Sobre los textos aquí incluidos

El dossier está compuesto por siete textos que tienen en común una preocupación por lo plebeyo, en el sentido propuesto en los apartados anteriores. Trabajan, a su vez, con épocas y objetos de estudios muy diversos y disímiles a través de los cuales se recorre un vasto arco temporal que va desde la década de 1830 al presente: de la poesía gauchesca a la novela del siglo XX, de las iletradas a las escritoras, del fantástico al gótico, de la prensa al poema. La pregunta por lo plebeyo late en todos ellos a partir de diversas variables literarias; también, los interrogantes acerca de los usos del género, literario y sexual, en la cultura popular y masiva; el lugar de la prensa en la configuración de los imaginarios plebeyos; la disputa abierta por los feminismos en torno al lugar de la mujer en o ante el canon; la pregunta por la gauchesca que ha constituido una usina de sentido común sobre la idea de pueblo, antes y después de la canonización del Martín Fierro; el lugar de la oralidad en los fenómenos culturales de implicancia popular. Todos esos elementos constituyen vectores fundamentales alrededor de los cuales estos trabajos postulan sus objetos de estudio y problemas críticos. También, buscan trasmitir el espíritu del proyecto del grupo de investigación que integran la mayoría de los autores de este dossier: desplegar una idea sobre lo plebeyo en todas las posibilidades que nuestras investigaciones permiten, que no son todas las posibilidades disponibles, sino aquellas que podemos abarcar y desde las cuales propiciamos abrir al diálogo fructífero con otras perspectivas.

Al pensar lo plebeyo, el consumo popular y la idea de pueblo en la literatura argentina, la figura del gaucho es puesta ante nuestros ojos por la contundencia de la tradición. Pero si bien se trata de una figura atendida en estudios clásicos y en el propio presente, el artículo de María Laura Romano, desde una aproximación por los bordes del género patrio y las fronteras del territorio de la nación, se pregunta por sus relaciones con la gauchesca brasileña y riograndense. Constituye un modo de volver a la gauchesca, de mantener abierta la pregunta por su potencia plebeya, a partir de relaciones que permiten pensar al género literario de la patria con otra patria y otra lengua a través de la prensa. En una línea semejante, pero desde el libro, Juan Ignacio Pisano parte de una hipótesis de lectura que propone otra posibilidad de aproximación a lo gauchesco: leer los modos en los que se figuran subjetividades plebeyas que no se corresponden con el gaucho, bajo la premisa de que la centralidad del gaucho no se logró únicamente por sus representaciones positivas, sino también en el contraste que surge de las figuraciones de negros, negras, indios, indias y gauchas. En una lectura del Santos Vega de Hilario Ascasubi, esa hipótesis es puesta en juego desde una mirada de lo plebeyo que atiende a su heterogeneidad intrínseca.

Esa “lucha de los lenguajes”, como alguna vez describió Julio Schvartzman aquellas décadas de constitución de la nación cuando la gauchesca brilló en sus inflexiones gauchipolíticas y satíricas hasta llegar al hito hernandiano, tendrá sus múltiples vueltas a lo largo del siglo XX, de la mano del criollismo, pero, también, de las vanguardias. Es en esas décadas de nacionalismo, modernización y masificación cultural cuando se ubican los trabajos de María Vicens y Monsterrat Borgatello, quienes, a partir de objetos de estudios muy diferentes, indagan zonas liminares de esos imaginarios nacionales y lenguajes emergentes. Este último aspecto es el eje central del trabajo de Monserrat Borgatello, concentrado en analizar cómo la escena teatral de las primeras décadas del siglo XX se convirtió en una plataforma privilegiada en la cual circularon diferentes prácticas artísticas que se destacaron por su veta experimental y popular y cómo este proceso se puede observar específicamente en la oralidad propia del género dramático a partir de la difusión que, en esos años, alcanzan la figura del comediante, los monólogos y la declamación poética. María Vicens se concentra, en cambio, en los años del centenario, a partir de una serie de ficciones breves publicadas por Ada María Elflein y Salvadora Medina Onrubia en la prensa de la época, textos en los cuales ambas escritoras discuten aquella mirada viril asociada al mundo criollo y el pasado patrio, exponiendo las fisuras y contradicciones de esa Argentina que se piensa como un crisol de razas, republicano y moderno.

Los diversos modos en que las escritoras argentinas han indagado y buscado interpelar lo popular y lo plebeyo en sus escritos es, de hecho, una de las coordenadas centrales de este dossier, tomando también como punto de partida el siglo XIX, a partir del análisis que Marcos Seifert propone del relato “El ángel caído” de Juana Manuela Gorriti y el uso que la autora lleva a cabo de los atributos satánicos que exaltan los románticos para investir al esclavo de su relato y aprovechar, en un trasplante que se imbrica con significaciones contextuales políticas, históricas y sexuales, sus implicaciones para producir un efecto complejo y contradictorio de empatía y rechazo, identificación y repudio con esta figura. Un movimiento similar, de fascinación y extrañamiento del mundo plebeyo a partir del uso del fantástico, analizará Mariel Martínez Cabrera en la novela La pareja de Núñez (1971) de Gloria Alcorta, una escritora que, pese a su participación y sus vínculos con algunos de los personajes fundamentales de la literatura argentina del siglo XX, como las hermanas Ocampo y Jorge Luis Borges, aún no ha sido estudiada de manera específica. Este artículo es una posibilidad para asomarse a ese mundo literario poco explorado.

Por último, el texto de Graciela Batticuore cierra el recorrido propuesto –y sintetiza en más de un sentido los problemas y objetos que abordan los trabajos anteriores– al poner en juego una subjetividad plebeya y desatendida: la iletrada. ¿Cómo aproximarnos a la relación de la iletrada con lo escrito y lo literario? Batticuore se adentra en ese territorio inexplorado llevando como mapa a la escritura de María Moreno, e incluyendo otras escrituras del presente y del pasado. Mediante una atención sutil y detallada a la aparición de la iletrada en esas escrituras, se pregunta, y responde, por la posibilidad de una memoria para esa figura del margen.

La potencia en lo común 

No queremos cerrar esta introducción sin volver al comienzo, no ya para pensar los sentidos del pueblo y lo popular que dispara la coyuntura actual, sino para destacar el valor del trabajo colectivo y la potencia de los lazos comunitarios ante un panorama de recorte brutal y desvalorización sistemática de las humanidades, en particular, y de la ciencia en general. En el marco del ajuste feroz sobre las universidades nacionales y en las instituciones que financian investigaciones a nivel nacional, como el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, buscamos valorizar el trabajo colectivo de los grupos de investigación y demostrar con hechos sus aportes significativos tanto en los debates político-culturales como en la preservación y rescate de nuestro acervo cultural. De hecho, quienes escribimos aquí formamos parte y compartimos hace años diversos grupos de investigación; entre ellos, un proyecto Filocyt, es decir, un proyecto financiado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, para el periodo 2022-2024, que propone abordar las coordenadas desarrolladas a lo largo de estas páginas. Estos proyectos financiados, entre otras entidades, por el Estado Nacional, y la conformación de estos colectivos de trabajo han sido fundamentales en cada una de nuestras trayectorias para establecer diálogos con distintas instituciones, nacionales y extranjeras, así como con investigadores de diversos países.

Más allá de que poner en valor el trabajo de los y las investigadoras que integran este dossier constituye de por sí un objetivo valioso, creemos, además, que en relación con nuestro objeto de estudio, no hay modo de poder dar cuenta de la heterogeneidad de lo popular y lo plebeyo mediante una única escritura y un único acercamiento. Se trata de un territorio que, por definición, es plural y que, por necesidad, aparece como comprensible solo bajo una mirada colectiva. De algún modo es el propio objeto el que determina la posibilidad de su lectura. Esta condición no se restringe, únicamente, a un campo de estudios como el aquí desplegado, el cual solo posee una inflexión singular. Toda producción de conocimiento requiere de lo plural y de lo múltiple para poder arribar a saberes que puedan ser retomados y continuados mediante otras y diversas perspectivas. Y el resultado de todo eso, en definitiva, no hace más que promover y propiciar la permanencia de lo múltiple como condición de posibilidad para sostener una senda en la cual algo así como un saber autónomo y soberano pueda continuar existiendo en nuestro país. En este momento aciago para la investigación en la Argentina, en el marco de un gobierno que ha desfinanciado con brutalidad nuestro campo de trabajo (el caso de los proyectos PICT es un ejemplo claro de ello), este dossier se piensa a sí mismo desde el trabajo colectivo y para el trabajo colectivo. Ante la falta de financiamiento, redoblamos la apuesta por mantener viva la llama de los estudios académicos y la investigación en ciencia y tecnología.

Referencias bibliográficas

  1. Adamovsky, Ezequiel. El gaucho indómito. De Martín Fierro a Perón, el emblema imposible de una nación desgarrada. Siglo XXI, 2019.
  2. Agmaben, Giorgio. Medios sin fin. Editorial Nacional Madrid, 2003.
  3. Batticuore, Graciela. Lectoras del siglo XIX. Imaginarios y prácticas en la Argentina. Ampersand, 2017.
  4. Butler, Judith. Cuerpos que importan. Sobre los límites discursivos y materiales del sexo. Paidós, 2002.
  5. Butler, Judith. Cuerpos aliados y lucha política. Hacia una teoría performativa de la asamblea. Paidós, 2017.
  6. Candioti, Magdalena. Una historia de la emancipación negra. Esclavitud y abolición en la Argentina. Siglo XXI, 2021.
  7. Castro de Viveiros, Eduardo. Metafísicas caníbales. Líneas de Antropología postestructural. Katz, 2010.
  8. Dabove, Juan Pablo. Narratives in Latin America. From Villa to Chávez. University of Pittsburgh Press, 2017.
  9. Didi-Huberman, George. Pueblos expuestos, pueblos figurantes. Manantial, 2014.
  10. Di Meglio, Gabriel. Historia de las clases populares en la Argentina. Desde 1516 hasta 1880. Sudamericana, 2012.
  11. Dubin, Mariano. Parte de guerra. Indios, gauchos y villeros: ficciones del origen. EME, 2016.
  12. El Jaber, Loreley. “Plebe, voz y justicia en el siglo XVI. El Río de la Plata y el caso Sebastián Caboto”. Transferencia de saberes y de textos en el archivo virreinal de las Indias. Editado por Esperanza López Parada, Paloma Jiménez del Campo, Evangelina Soltero Sánchez. Iberoamericana – Vervuert, 2022, pp. 127-47.
  13. Espósito, Roberto. Communitas. Origen y destino de la comunidad. Amorrortu, 2012.
  14. Fradkin, Raúl, editor. “Introducción: ¿Y el pueblo dónde está? La dificultosa tarea de construir una historia popular de la revolución rioplatense”. ¿Y el pueblo dónde está? Contribuciones para una historia popular de la Revolución de Independencia en el Río de la Plata. Prometeo, 2008, pp. 9-26.
  15. Gamerro, Carlos. Facundo o Martín Fierro. Los libros que inventaron la Argentina. Sudamericana, 2015.
  16. Giorgi, Gabriel. Formas comunes. Animalidad, cultura, biopolítica. Eterna Cadencia, 2014.
  17. Goldgel, Víctor. Cuando lo nuevo conquistó América. Prensa, moda y literatura en el siglo XIX. Siglo XXI, 2013.
  18. Grüner, Eduardo. “Introducción. El retorno de la teoría de la cultura: una introducción alegórica a Jameson y Zizek”. Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Paidós, 1998.
  19. Halperin Donghi, Tulio. Revolución y guerra. La formación de una elite dirigente en la Argentina criolla. Siglo Veintiuno Editora, 2008.  
  20. Herzovich, Guido. Kant en el kiosco. La masificación del libro en la Argentina. Ampersand, 2023.
  21. Jameson, Frederic y Slavoj Zizek. Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Paidós, 1998.
  22. Korn, Guillermo. Hijos del pueblo. Intelectuales peronistas: de la Internacional a la Marcha. Las Cuarenta, 2017.
  23. Laclau, Ernesto. La razón populista. Fondo de Cultura Económica, 2005.
  24. Laera, Alejandra. ¿Para qué sirve leer novelas? Narrativas del presente y capitalismo. Fondo de Cultura Económica, 2024.
  25. Ludmer, Josefina. El género gauchesco. Un tratado sobre la patria. Perfil, 2000.
  26. Montaldo, Graciela. Zonas ciegas. Populismos y experimentos culturales en Argentina. Fondo de Cultura Económica, 2010.
  27. Montaldo, Graciela. Museo del consumo. Archivos de la cultura de masas en Argentina. Fondo de Cultura Económica, 2016.
  28. Palti, Elías. Una arqueología de lo político. Regímenes del poder desde el siglo XVII. Fondo de Cultura Económica, 2018.
  29. Peire, Jaime. “El surgimiento de la literatura gauchesca en el Río de la Plata: cambio social y negociaciones culturales (1770-1820)”. Revista de la Escuela de Estudios Generales, vol. 9, n.° 1, enero-julio, 2019, pp. 1-30.
  30. Pérez Calarco, Martín. “Proyecciones del Facundo y del Martín Fierro. Notas para una discusión sobre algunos mitos identitarios”. Revista Gramma, n.° 8, Universidad del Salvador, pp. 1-19.
  31. Piglia, Ricardo. La Argentina en Pedazos. Ediciones de la Urraca, 1993.
  32. Pisano, Juan Ignacio y María Vicens, editores. Prensa, pueblo y literatura. Una guía de consumo. NJ Editor, 2020.
  33. Pisano, Juan Ignacio. Ficciones de pueblo. Una política de la gauchesca (1776-1835). EDUVIM, 2022.
  34. Prieto, Adolfo El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna. Siglo XXI, 1988.
  35. Quesada, Ernesto. El criollismo en la literatura argentina y otros textos. Centro Editor de América Latina, 1983.
  36. Rancière, Jacques. Política de la literatura. Libros del Zorzal, 2011.
  37. Rodríguez, Fermín. Un desierto para la nación. La escritura del vacío. Eterna Cadencia, 2010.
  38. Rojas, Ricardo. Historia de la Literatura Argentina. Losada, 1948.
  39. Romano, María Laura. Monstruos de la razón. Periódicos no ilustrados en la región platina (1820-1830). EDUVIM, 2023.
  40. Sarlo, Beatriz. El imperio de los sentimientos: Narraciones de circulación periódica en la Argentina, 1917-1927. Catálogos, 1985.
  41. Suárez, Nicolás. Cómo miramos el siglo XIX. Relato y comunidad en la literatura y el cine argentinos. Eudeba, 2023.
  42. Semán, Eernesto. Breve historia del antipopulismo. Los intentos por domesticar a la Argentina plebeya, de 1810 a Macri. Siglo XXI, 2021.
  43. Vicens, María. Escritoras de entresiglos: un mapa trasatlántico. Autoría y redes literarias en la prensa argentina (1870-1910). Universidad Nacional de Quilmes, 2020.
  44. Viñas, David. Indios, ejército y frontera. Santiago Arcos, 2013.