https://doi.org/10.19137/anclajes-2024-28310 


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RESEÑAS CRÍTICAS

Cuentos de guerra

Nofal, Rossana

Santa Fe, Vera cartonera, 2022, 39 páginas.

ISBN: 978-987-692-323-1

En 2021, Carmen Perilli publicó, en la editorial Vera Cartonera, Improlijas memorias, un testimonio sobre la vivencia de la desaparición de su marido, Guillermo Vargas Aignasse, el 24 de marzo de 1976 en Tucumán. Ese texto es el que impulsa a Rossana Nofal a escribir el ensayo Cuentos de guerra y retomar reflexiones acerca de la funcionalidad del testimonio en el presente, los cambios y tonos que este género de bordes imprecisos ha venido modulando. Nofal se formó con Perilli y comparten, desde hace años, la pasión por la investigación en literatura. Es así como la reflexión teórica acerca de la voz testimonial, a la vez, se convierte en un acto de cariño.

El posicionamiento teórico de Nofal contrae el espesor de muchos años de trabajo sobre el género. De manera que el libro se articula en el tiempo con los primeros trabajos de la autora, desde sus tempranas intervenciones en la revista especializada en historia Entrepasados, y su conocido trabajo La escritura testimonial en América Latina, hasta las recientes reflexiones acerca de las diversas modulaciones que ha tomado la escritura testimonial.

En el conjunto de estas investigaciones, que supone un arduo trabajo teórico de largo aliento, Nofal ve en el testimonio un entrecruzamiento de tiempos, una disposición del pasado en el presente que siempre se encuentra atravesado por un modo particular de narrar la vida propia. Es por eso que en Cuentos de guerra toma el concepto de Ángel Rama de guardarropía para imaginar una manera en la que la subjetividad se inscribe en el relato, como un disfraz que opera a veces a partir de representaciones a veces dicotómicas del pasado. Se puede ser héroe o traidor en la propia historia contada.

Con el fin de pensar las maneras en las que el relato sobre la violencia política se ha desarrollado en América Latina, Nofal establece una apuesta: hay dos modulaciones que se desenvolvieron en estas latitudes. La primera está ligada a la palabra jurídica, la de los juicios por delitos de lesa humanidad; la segunda, inscripta en lo que denomina las configuraciones metafóricas del género, vinculadas fundamentalmente con las ficciones producidas en los últimos años. Una y otra voz se hallan en íntima relación y, en este punto, la autora discute con el texto de Roberto González Echeverría, Mito y archivo, que excluye del archivo las voces judiciales. De esta manera, propone un reordenamiento del archivo literario, en la medida en que estas voces, en sus cruces y divergencias, son las que organizan la trama política de las literaturas latinoamericanas.

El concepto de cuento de guerra que atraviesa el texto de Nofal posee ecos de Walter Benjamín y Josefina Ludmer. Esta constelación teórica le permite interrogar solapadamente acerca de cuáles son las posibilidades y tonos que encuentran los sobrevivientes del horror para narrarlo. Es en esa voluntad de supervivencia para contar lo sucedido que esconde toda voz testimonial, en la que se ubica el núcleo de la experiencia y su textualización, con sus huecos, sus faltas y contradicciones. En este punto, es necesario tener en cuenta el posicionamiento epistemológico de Nofal en relación con el pasado reciente. No se debe, pues, obviar que parte de la idea de que los diversos pasados recordados se desenvuelven en un escenario social en el que las memorias se encuentran siempre en conflicto. Por otra parte, el término guerra ofrece una lectura del pasado que indaga desde la incomodidad de las memorias dominantes y, al tiempo, establece un vínculo con el ethos de las militancias de los setenta desde el presente.  

Sostiene la autora que los cuentos de guerra surgen con dos hechos coincidentes, en los primeros años del 2000, cuando el Estado ha cambiado su rol en relación con el pasado reciente, y con la carta de Oscar del Barco que inaugura la discusión acerca de la responsabilidad. En esta serie, Nofal distingue particularmente un conjunto de textos en los que se inscribe la subjetividad de manera fuerte y cuestionan tanto las memorias de las militancias como sus imaginarios de heroicidad. Esto es observable, no solo en el texto de Carmen Perilli, Improlijas memorias, sino en un conjunto de textos de relativa reciente aparición que apuestan por una diversidad narrativa sobre el pasado.

Afirma Nofal, efectivamente, que la literatura testimonial se ha permitido hablar desde nuevos lugares. Por un lado, textos como los de José Amorim, Montoneros. La buena historia o Sangre en el monte. La increíble aventura del ERP en los cerros tucumanos, desenvuelven un relato en el que los sueños de heroicidad que se mezclan con las lógicas de la guerra, y las posibilidades de la victoria de la militarización sobre lo político. Por otro, el testimonio se apropia de la palabra y el tono poético para re-decir el pasado. Allí, los textos que analiza, como Los pasajeros del Anna C. o El azul de las abejas de Laura Alcoba despliegan un marco del pasado desde el fantasy, un uso ambivalente de la palabra y la disposición imaginativa sobre el pasado. También Aparecida, de Marta Dillon, establece otros alcances para la palabra testimonial. El descubrimiento de los restos de su madre, Marta Taboada, se entrecruzan con las parodias a los cuentos de hadas y Corín Tellado.  

Pensar el género testimonial a partir del concepto de cuento de guerra, finaliza Nofal, permite quitar toda sospecha sobre la veracidad del testimonio. Los cuentos de guerra escapan a la lógica de la sospecha. Las ficciones que se construyen en estas modulaciones dinamitan las lógicas cristalizadas de las víctimas y potencia su condición de verdad, desde la escena autobiográfica. Asimismo, exponen las contradicciones y desarticulaciones de la violencia política que se dio lugar en los setenta.

El emprendedor de memoria es ahora pues un cuentero, un sujeto que se aproxima al presente para contar el pasado, y traer al debate el concierto de la memoria abierta, que continuamente se resignifica.

Bruno Ragazzi

Universidad Nacional del Nordeste (UNNE)

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet)

Argentina

ORCID: 0009-0009-6689-0556