https://doi.org/10.19137/anclajes-2023-2727
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RESEÑAS
“La verdad ignorada”. Homoerotismo masculino y literatura en España (1890-1936). Peral Vega, Emilio. Madrid, Cátedra, 2021, 291 páginas. ISBN 978-84-376-4319-9
La monografía “La verdad ignorada”. Homoerotismo masculino y literatura en España (1890-1936), de Emilio Peral Vega, resulta de indudable importancia por muy variadas razones: en primer lugar, porque ofrece acechos muy interesantes sobre algunos de los autores más relevantes de la cultura literaria de la “Edad de Plata” española (del Premio Nobel Jacinto Benavente a Federico García Lorca y Luis Cernuda) con el objetivo de revelar las dimensiones y significaciones de la representación del homoerotismo masculino en sus obras. También constituye una aportación importante porque combina esas voces canónicas con otras que, por circunstancias diversas, han merecido una menor atención crítica hasta fechas recientes (como serían Antonio Hoyos y Vinent, Álvaro Retana, Alonso Hernández Catá o Eduardo Blanco-Amor) y porque transita por textualidades plurales, del teatro a la narrativa, pasando por la poesía, entre otras, brindando un fresco muy atractivo sobre algunas de las decibilidades y de las inefabilidades que la “homosexualidad” –y recuérdese que este fue un concepto acuñado apenas hacia 1870– pudo permitirse durante la eclosión literaria de aquellas deslumbrantes décadas. Dicho con palabras del autor, se trataría de una selección de “escritores que representan, de una forma contundente, las diferentes actitudes –elusión, ocultamiento, juego, tragicidad…– ante la expresión del deseo erótico entre hombres” (p. 15).
Podría afirmarse que este libro se divide en dos partes: la configurada por una introducción, seis capítulos y una coda (pp. 13-184) y la formada por dos apéndices (pp. 185-291), en donde se ofrece la edición de Sortilegio (1930), drama inédito de Gregorio Martínez Sierra y María de la O Lejárraga, tras la cual se brinda una breve selección de poemas de Blanco-Amor procedentes del poco conocido Horizonte evadido (1936). Se trata de un conjunto que ofrece la cara y la cruz de la labor filológica más valorada: afinados análisis y comentarios de textos literarios, debidamente reevaluados en su marco histórico, junto a una muestra de atenta ecdótica y anotación. No debe sorprendernos, pues una y otra han sido practicadas con pericia por Emilio Peral Vega desde hace más de dos décadas, según confirman sus monografías (por ejemplo, sobre el teatro breve de aquel período) y ediciones (de Jacinto Grau a Juan Mayorga, pasando por la Comedia sin título lorquiana).
En este sentido, cobran especial relieve los capítulos 1 y 4, dedicados a Benavente y García Lorca –que son, con diferencia, los más extensos–, pues iluminan sus trayectorias vitales y su producción con una mirada desprejuiciada, con honestidad y con un gran conocimiento de sus universos estéticos. Peral Vega aborda, por ejemplo, el juego shakesperiano en la dramaturgia benaventina con el propósito de ilustrar la domesticación burguesa del deseo homosexual, pero dialogando con su temprana producción poética (así, Versos, de 1893), plagada de referentes eróticos equívocos. Parecida aproximación especular desarrolla a propósito de El público lorquiano, en torno al cual se proyecta un diálogo con parte de su dramaturgia anterior y con su obra poética de los años 30. También destaca el capítulo 3, dedicado a los Martínez Sierra, que funge, a manera de introducción indirecta, a una pieza interesadamente olvidada, cuya lectura confirma la configuración ideológica del homosexual “reprimido y mártir” (p. 81) a las puertas del advenimiento de la Segunda República española, aunque llevada a escena solo en el Buenos Aires de 1930. El resto de los capítulos aportan lecturas muy perspicaces: así el segundo, dedicado a la “novela galante”, tan en boga por entonces y en la que las disidencias eróticas se asomaban por doquier; el quinto, que intenta desenmarañar el componente trágico en el universo cernudiano, y el sexto, que emplaza el erotismo poético de Blanco-Amor en la estela romántica por la que transita su obra temprana.
Debemos congratularnos de que una editorial con la trayectoria de Cátedra acoja en su prestigiosa colección “Ensayos y estudios literarios” una monografía universitaria de esta temática, ya que debe admitirse que no se trata de una práctica habitual en España. Resulta hasta cierto punto insólito, habida cuenta de las libertades alcanzadas y las legislaciones promulgadas, pero constituye un hecho muy claro, que se desprende del elenco que Peral Vega cita en su introducción. Sin embargo, no deja de sorprender que nuestro autor considere que esta obra pueda considerarse un “ensayo filológico que no se alinea, de forma exclusiva, con ninguna tendencia interpretativa, más o menos imperante” (p. 16), pues, a pesar de su ductilidad, “La verdad ignorada” … muestra una modalidad de acercamiento muy común en la Filología Hispánica practicada en la mayoría de universidades españolas –que es una práctica imperante, me atrevería a añadir–. Emilio Peral Vega lo sabe muy bien por su dilatada labor investigadora y por su condición de catedrático en la Universidad Complutense de Madrid. En una ocasión se le escapa un concepto como “resolución heteronormativa” (p. 59), pero es la excepción que confirma la regla. A nuestro juicio, el final de su introducción es harto revelador del talante con que se aproxima a los autores y obras analizados:
Proponemos, pues, al lector sumergirse en este viaje en el que encontrará un acercamiento que hemos pretendido riguroso y siempre sustentado en la poética del autor y en el contexto estético, con el objetivo de poner veto a la inflación desmedida, especialmente preocupante en la última década, de una sobreinterpretación no pocas veces teñida de resabios proselitistas. (17)
Aunque imponga el veto, la suya es una aproximación generosa, que reconoce explícitamente sus lagunas (Eduardo Zamacois, Emilio Prados, Vicente Aleixandre o Juan Gil-Albert, entre otros), y que se enriquece menos de cuanto nos gustaría con los logros de los estudios de género, gais o queer publicados dentro y fuera de España; quizás esto sea así porque sean considerados “tendencias interpretativas” con las que no desea alinearse -o por sus “resabios proselitistas”-. Pero esta monografía, ineludiblemente, también interpreta, pues la Filología Hispánica no es un área adánica: con razón, en la introducción y en la coda se remite a De Sodoma a Chueca. Una historia cultural de la homosexualidad en España en el siglo XX (2004), de Alberto Mira, monografía monumental que sigue siendo indispensable para la investigación sobre este tema y sobre esta época, aunque abarque toda la pasada centuria. Se trata de una tarea todavía pendiente que será más asequible gracias a aportaciones como la de Emilio Peral Vega.[1]
Rafael M. Mérida Jiménez
UNIVERSIDAD DE LLEIDA
ESPAÑA
ORCID: 0000-0003-0854-2309
[1] Esta reseña forma parte del proyecto de investigación “Memorias de las masculinidades disidentes en España e Hispanoamérica” (PID2019-106083GB-I00) del Ministerio de Ciencia e Innovación.